CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
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Efrencito
Jake LaMotta
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CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
ENTRADA:
Actuaciones Especiales:
Roberto Mateos como Javier Salazar.
Jacqueline Andere como Diana
Javier Salazar, el primer esposo de Cecilia, acababa de llegar a su departamento. Saca una pistola de su saco y la coloca en la mesa de centro. Luego va hacia su refrigerador en busca de agua. La encuentra y empieza a beber. En ese instante empiezan a tocar su puerta con insistencia. El hombre detiene su acción y va rápidamente. Abre y se sorprende al ver a Diana (Jacqueline Andere).
Javier: ¡Señora! – Exclama mirándola a los ojos –. ¡Cuánto tiempo! – Abraza a la mujer y luego ambos se vuelven a mirar tiernamente –, pero pase por favor…
Diana: No es necesario, Javier – Le dice, algo cortante –. Tú sabes toda la confianza que yo te tengo… Me enteré que regresaste a Lima y por eso quise venir a hablar contigo.
Javier: Ya sabe que cuenta conmigo para lo que sea – Le dice muy serio y complaciente –
Diana: Gracias – Lo toma de la mano –. Necesito que metas preso a Mariano – Le dice, sorprendiendo a Javier –. Tú eres policía. Y tú y yo sabemos que ese sujeto asesinó a mi hija – Javier mira al suelo por un momento –. Mírame a los ojos – Javier la mira –. Tú amaste mucho a Cecilia. Hazlo por ella… Comprueba que ese hombre la asesinó.
Javier queda en silencio. Mirando muy angustiado y confundido. Diana, la madre de Cecilia, miraba al hombre prácticamente después de haberle dado una orden a la que él, al parecer, no podía negarse.
Diana: Yo sé que recuerdas a mi hija – Le dice acariciándole el rostro –. Tú fuiste un ángel con nosotros, Javier. Nunca entendí porque se separaron…
Javier: Señora será mejor que no hablemos del tema…
En ese momento el hombre empieza a recordar a Cecilia. Miraba a la nada mientras los momentos pasados venían a su cabeza.
Recuerdo:
Cecilia se encontraba dentro de su casa dándole clases de historia a un joven. Ella era profesora particular y ayudaba a los jóvenes universitarios o colegiales. Ambos, alumno y profesora, parecían divertirse mucho mientras se daba la clase. En ese instante llega Javier a casa, se veía cansado y algo molesto.
Cecilia: ¡Mi amor! – Cecilia se acerca a Javier para darle un beso, sin embargo este voltea la cara y se sienta en el mueble sin siquiera saludar al joven estudiante –. ¿Un mal día en el trabajo?
Javier: Sí y por favor no quiero hablar – Le dice con mirada enfadada –
Cecilia: Le estaba dando clases a mi alumno, pero justo acaba de terminar la hora – Dice, como invitando al muchacho a retirarse –
Javier: No se preocupen. Si desean continuar yo puedo irme – Le dice, parándose del mueble –
Cecilia: No, no te preocupes – Le dice a su esposo –. ¿Ya te tienes que ir, verdad? – Pregunta al muchacho, quien dice que “sí” con la cabeza –
Javier: Pareces mudo – Le dice Javier al muchacho –. ¿Cómo te llamas? – Pregunta –
Juan: Juan…
Javier y Juan se miran fijamente a la cara. Ambos con mucha seriedad, mientras que Cecilia los observaba a los dos. ¿Qué haría Juan, el hermano de Ramiro y primer amor de Fabiola, dentro de la casa de Cecilia? ¿Qué tendría que ver él en todo esto?
Realidad:
Javier vuelve a la realidad y mira nuevamente a Diana, quien continuaba con un rostro lleno de dolor y amargura.
Máncora – Playa:
Escuchar música de "Amor":
Mariano y Fabiola poco a poco habían llegado a amarse con locura. En realidad con gran locura. Ambos se encontraban dentro de su habitación de hotel. Echados en la cama se besaban con pasión mientras acariciaban sus rostros. Poco a poco las ropas fueron cayendo. Las manos empezaron a tocar algo más de piel. Mientras se miraban a los ojos. No dejaban de mirarse a los ojos. La boca de Mariano fue hacia el cuello de su amada, mientras ella respiraba con profundidad.
Fabiola: Te amo. De verdad te amo – Los ojos de Fabiola se llenaron de lágrimas –. Eres un hombre hermoso…
Mariano: Espera – Le dice, secándole las lágrimas que ya habían caído –. Ya no más lágrimas, mi amor. No más – Le dice. Ella no aguanta más y vuelve a besarlo con desenfreno –
Ambos ya desnudos empezaron a hacer el amor. Tocaban sus cuerpos con pasión y fuerza mientras continuaban amándose más que nunca. Mariano y Fabiola habían sufrido lo que se podría llamar la parte cruel del amor. Los dos perdieron a la persona que amaron alguna vez, se las arrebataron y ahora la vida les daba una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad de encontrar la felicidad y volver a sentir emoción por el día a día.
Iglesia:
Catalina cayó desmayada al ver a su esposo, Ciro, a quien creía muerto. Ramiro asombrado fue hacia su madre a tomarla entre sus brazos, pero sin dejar de mirar, totalmente perplejo a su padre. Esteban se encontraba totalmente aterrado y angustiado. No podía creer lo que estaba sucediendo. Los invitados se encontraban igual de confundidos. Se veía el rostro de Darío, Mayra, Gabriela, entre otros.
Ramiro: ¡Papá! – Exclamó Ramiro. Esteban miró aún más angustiado –, ¡Esto no puede ser posible! ¡Esto es una pesadilla! ¡Debo estar soñando!
Ciro: No, Ramiro. No estás soñando – Ciro se acercó rápidamente hacia Catalina –. No quería que esto suceda, ¡Que alguien llame a una ambulancia! ¡Rápido!
Esteban: ¡Nadie llama a nadie! – Grita totalmente enfurecido y sorprendiendo a todos –. Quiero una explicación en este momento.
Ramiro: Esteban, lo que necesitamos ahora es llevar a mi madre a un lugar donde puedan atenderla – Le dice Ramiro intentándolo hacer entrar en razón –
Esteban: ¿Y qué pasa conmigo entonces? ¡Dime! ¿Qué sucede conmigo? – Le pregunta, totalmente fuera de sí –
En ese instante Catalina empieza a moverse. Ramiro y Ciro la observan. Esteban también queda mirándola.
Ramiro: ¡Mamá! ¿Mamá estás bien? – Le pregunta desesperado –
Ciro: ¡Déjame a mí! Voy a revisar a tu madre – Ciro intenta agacharse para ver a Catalina, pero es detenido por Esteban –
Esteban: No te atrevas a tocarla – Ciro lo mira fijamente –
Ciro: Soy doctor y mi deber es atender a mi esposa – Esteban continúa sin poder creer lo que estaba escuchando –
Ciro se agacha a atender a Catalina. Esteban queda parado viendo como todos los invitados iban saliendo de la iglesia al ver el momento tan incómodo.
Esteban: ¿A dónde se van? ¿A dónde se van todos? – Preguntaba gritando –. Esto aún no ha acabado. La boda continuará en unos momentos – Gritaba, intentando hacer que no se vayan, pero era imposible –
Ramiro: Esteban, por favor, entiende que no habrá ninguna boda hoy – Le dice muy serio Ramiro. Sorprendiendo a Esteban, quien queda con lágrimas en los ojos… –
Esteban: Pero hijo… – Le dice con la voz quebrada –
Ramiro: Lo siento…
Callejón:
Ricardo caminaba por un callejón de muy mala pinta. Había llegado a ese lugar para encontrarse con unos viejos amigos que esta vez le harían un favor. Al parecer el hermano de Mariano conocía muy bien a personas del mal vivir. Encontró a los tipos en una esquina, mientras todos inhalaban algo de cocaína.
Ricardo: ¿Cómo están, muchachos? – Pregunta Ricardo –
Uno de los hombres, León (Ferdinando Valencia) se acerca a él y le da un abrazo y un beso en la mejilla.
León: ¡Mi Ricardo! ¿Cómo has estado? ¡Ya no visitas a los viejos amigos! – Le dice riendo –
Ricardo: Leoncito, la vida me ha llevado por otros lugares – Le dice muy sonriente –, pero ahora estoy aquí… Dicen que en los malos momentos uno se acuerda de los amigos…
León: Mira, todos los demás están resentidos contigo, pero ya sabes que tú eres mi hermano y yo soy el Jefe del grupo. Así que tú dirás y yo los mando a todos estos a hacer lo que tú ordenes – Ricardo abraza al León –
Ricardo: Muy bien. Necesito que le den su merecido a un imbécil – Todos se miran entre sí, muy sonrientes –. Ese tipo me humilló, me trató como una basura…
León: ¿No me digas que quieres un trabajito parecido al que hicimos con tu hermano y Cecilia? – Ricardo queda callado, muy serio y algo incómodo con la pregunta de su amigo –
Máncora – Playa:
Mariano y Fabiola se encontraban desnudos en la cama, cubiertos por una sábana. Ambos abrazados, queriéndose más que nunca después de haber hecho el amor.
Fabiola: Mi amor, disculpa que te pregunte esto en estos momentos… – Le dice algo tímida –
Mariano: Fabi, pregunta lo que quieras. No te preocupes – Le dice, acariciándole el rostro –
Fabiola: ¿Cómo conociste a Cecilia? – Mariano mira a la nada y se torna triste después de la pregunta –. ¿Ves? Mejor no te preguntaba nada. Discúlpame.
Mariano: No. Sólo que me tomó por sorpresa – Le dice, intentando tranquilizarla –. Es normal que me preguntes por ella. Tú me has contado tu historia con Juan. Creo que yo también debería contarte mi historia…
Fabiola: Me encantaría saberla…
Mariano: Bueno… En realidad es una muy bonita historia – Mariano empieza a recordar y sonríe –. ¿Sabes a qué edad la conocí? Tenía ocho añitos. Sí. Estábamos en el colegio. Ella siempre fue mi mejor amiga… Nunca me atreví a decirle que la amaba en todo el tiempo en el que estuvimos ahí. Terminamos de estudiar. Ella se fue a una universidad. Yo me fui a otra. Seguíamos viéndonos, pero ella me hablaba de otros chicos. A ella al parecer yo no le interesaba… Entonces decidí alejarme. Me alejé, me fui… Fue bastante tiempo que estuve sin verla. Me di cuenta que me era imposible… Me era imposible poder estar alejado. Sin embargo cuando quise volver ya era muy tarde. Ella se encontraba enamorada de un hombre con el que pronto se casaría.
Fabiola: ¿Y entonces se casó con él? ¿Él fue su primer esposo?
Mariano: Sí – Le dice con lágrimas en los ojos –, ella siempre fue tan buena. Cuando se separaron ella me contó que él la había empezado a tratar mal de un día para otro, que hasta hace no mucho él era una persona distinta, buena. Seguramente lo decía porque ella era noble de corazón. Imposible escucharla hablar mal de alguien…
Fabiola: Se separó de su marido, volvieron a verse y decidieron…
Mariano: Sí – Le dice y sonríe muy alegre –. Ella me dijo que sentía lo mismo por mí desde niña, pero que como yo nunca le dije nada e incluso me alejé… – Fabiola y Mariano ríen, muy cómplices –. Y bueno, el primer problema que tuvimos fue el marido. El hombre ese no quería darle el divorcio. Por alguna extraña razón no quería hacerlo…
Departamento de Javier:
Javier se encontraba dentro de su departamento junto a Diana, quien ya estaba más tranquila, sentada en el sofá de su antiguo yerno.
Javier: Déjeme hacer unas cuantas averiguaciones, Doña Diana y yo prometo hacer todo lo posible por ayudarla – Le dice Javier, muy sonriente –
Diana: Te estaré eternamente agradecida, Javier – Le dice, sonriéndole –. Hagamos que el alma de mi hija descanse en paz…
Javier: Eso haremos – Le dice y saca su celular. Empieza a marcar unos números –. ¿Aló? ¿Cómo estás Uribe? Te habla el también Comandante Javier Salazar – Javier se había contactado con el comandante Uribe –
Uribe: Así que eres tú – Le dice muy serio, al parecer no se llevaban muy bien –
Javier: Sí, yo. Acabo de volver a Lima nuevamente – Le dice, como queriendo molestarlo –. Quería saber sobre el caso de mi ex esposa Cecilia. ¿Se sabe algo nuevo?
Uribe: Se han hecho varias averiguaciones, pero no hay ninguna prueba contundente en contra de nadie – Le dice, muy secamente –
Javier: ¿Y qué me dices de Mariano Bustamante? – Dice, sonriendo y mirando a Diana –. ¿Acaso él no es uno de los principales sospechosos?
Uribe: El señor Bustamante es una de las personas que más interés ha mostrado en intentar encontrar al asesino – Le dice, queriendo quitarle esos pensamientos de la cabeza –
Javier: Eso no me interesa. Fácilmente podría tratarse de una simple careta – Le dice muy serio y algo furioso –. ¿Qué medidas han tomado con Bustamante?
Uribe: Bueno – Uribe suspira y mira al techo –, le hemos prohibido terminantemente salir fuera de Lima…
Javier: Le han prohibido salir de Lima entonces – Dice, mirando a Diana. En ese instante la vieja se acerca a su ex yerno algo desesperada –
Diana: ¡Me enteré hace unos momentos por uno de sus vecinos que él se acaba de ir de viaje! – Javier y Diana se miran a la cara y sonríen –
Iglesia:
Gabriela empieza a gritar, quejándose de dolor. Ramiro ahora corre hacia ella. Se encontraba desesperado. Por un lado su madre que aún no reaccionaba del todo y por el otro su novia gritando.
Ramiro: ¿Qué sucede, Gaby? – Le pregunta –
Gabriela: ¡El bebé! ¡El bebé ya va a nacer! – Le grita, respirando muy hondo –
Ramiro: ¿Pero cómo? Recién llevas siete meses – Le dice totalmente desesperado –
Gabriela: No lo sé, pero ya va a nacer, ¡Necesito que me lleves a la clínica de una vez! – Grita muy adolorida y casi cayéndose al piso. Ramiro la sostiene –
Ramiro: ¿Qué hago? ¿Qué hago papá? – Pregunta –
Esteban: Hijo, mira…
Ciro: ¡Hey! – Exclama Ciro, interrumpiéndolo –. Me está hablando a mí. Yo soy su papá… – Esteban y Ciro vuelven a mirarse, como enfrentándose –. Hijo – Ahora se dirige a Ramiro –, no sabía que ibas a ser papá – Le dice sonriéndole –. Mira, lo que vamos a hacer es ir todos a la clínica. Así revisarán a tu madre y atenderán a tu novia…
Ramiro: ¡Muy bien! ¡Vámonos de una vez! – Ramiro sale llevando a Gabriela, muy desesperado. Ciro recoge a Catalina. Esteban lo toma del brazo –
Ciro: ¡Este no es el momento!
Esteban: No voy a permitir que me robes todo por lo que he luchado – Le dice muy furioso, mientras que Ciro sólo sonríe –
Ciro: Llevaré a mi esposa al hospital – Ciro quita la mano de Esteban de su brazo –. Discúlpame, pero mi hijo me está esperando…
Ciro sale llevando a Catalina en sus brazos. Esteban queda perplejo. No puede hacer nada. No le nace ningún impulso. Sólo aprieta sus puños. El cura observa y se acerca a él, lo toma del hombro.
Esteban: Suélteme, padre – Esteban mira al padre fijamente –. No necesito el consuelo de los mensajeros del bien – Le dice muy sarcástico –
Callejón:
Ricardo mira totalmente serio al León, quien se sorprende al ver el rostro de su amigo y empieza a reír.
León: Hombre, Ricardito, discúlpame. No pensé que te iba a disgustar mucho que toque ese tema – Le dice riéndose –
Ricardo: No vuelvas a nombrar a Cecilia, por favor y mucho menos lo que hice en esas épocas – Dice muy molesto –
León: Muy bien, muy bien… – Le dice, tratando de apaciguarlo –. Pues dime quién es el afortunado que recibirá el premio…
Ricardo: Este – Ricardo saca una fotografía de Darío –. Mírenlo bien. No sólo quiero que lo golpeen, quiero que lo maten… – El León y sus amigos sonríen, mientras que Ricardo miraba muy, muy serio –
Mancora – Playa:
Mariano y Fabiola continuaban conversando. Se tornaban muy, muy alegres hasta que la parte más densa de la historia llegó.
Mariano: Ya teníamos seis años de casados cuando un día, un cinco de octubre del dos mil seis, Cecilia fue encontrada muerta en un hotel de mala muerte. Estaba desnuda y tenía más de veinte filudos cortes en el cuerpo. Estaba irreconocible. Irreconocible. Cuando entré a la morgue y la vi… – Mariano se tapa la boca y sus ojos se llenan de lágrimas –. Discúlpame…
Fabiola: Mi amor – Lo abraza y le da un beso en la cabeza –. Me imagino lo doloroso que debió ser…
Mariano: Sí, pero lo que más me duele hasta ahora es que nunca, nunca se supo quién lo hizo. Ese hotel de quinta no tenía cámaras, no tenía un registro. Y el hombre que atendía misteriosamente desapareció… Nunca más volvió…
Fabiola: ¿Sospechas de alguien? ¿Tienes nombres de personas que creas que pudieron hacerlo? – Le pregunta muy curiosa –
Mariano: Por un momento pensé en tu tío Esteban – Fabiola queda totalmente sorprendida –. Él fue abogado de Cecilia, la ayudó a separarse de Javier y también encontré una carta de amor que él le mandó…
Fabiola: Mi tío. Últimamente no sé qué pensar de él – Le dice muy afligida –
Mariano: Yo lo creo capaz de cualquier cosa, pero no sé… No sé si él haya sido capaz de matarla – Mariano suspira y mira a la nada –. También sospecho de su ex esposo, Javier, y de… – Mariano iba nombrar a su hermano, pero se arrepiente –. No, nadie más…
Comandancia de Policía:
Javier Salazar llegó hasta la comandancia. Ingresó como si se tratara de su casa. Entró hasta la oficina de Uribe sin tocar. Ambos se miran fijamente.
Uribe: ¿Pero qué te sucede a ti? – Le pregunta –
Javier: Mi querido Uribe, ¿Sabes dónde está Mariano Bustamante? – Le pregunta –. ¿Lo sabes?
Uribe: No. Supongo que en su casa o en su trabajo – Le dice secamente –
Javier: ¡Pues no! ¡No! – Grita Javier, sorprendiendo a Uribe –. El hombre se encuentra fuera de la ciudad, ¡Ha incumplido la ley! ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué se ha ido si se le estaba prohibido? – Uribe no puede creer lo que estaba escuchando –
Uribe: Se lo prohibí hace mucho tiempo. Tal vez se le olvidó. Creyó que ya no era necesario – Le dice algo nervioso, mientras que Javier empieza a reír –
Javier: Permíteme tu teléfono – Le dice aun riendo –
Uribe: ¿Para qué? – Pregunta muy confundido –
Javier: Para llamar a los agentes en Máncora, donde se encuentra Mariano, y que ellos lo detengan y lo traigan a Lima. Detenido por ser sospechoso de la muerte de su propia esposa – Uribe no puede creer lo que está escuchando. Javier sólo atina a sonreír –
Clínica:
Catalina se encontraba dentro de una habitación. Descansaba después de la gran impresión. Ciro sólo la observaba detenidamente. No podía dejar de acariciarle el cabello.
Ciro (Pensamiento): Ay, Catalina… Catalina. Mi amor. Yo fui el culpable de todo… Te hice tanto, tanto daño. Espero que sepas comprender que a veces tenemos que caer en lo más hondo para darnos cuenta de todo lo que tenemos – Continúa acariciándole el cabello hasta que ella lentamente logra abrir los ojos. Ambos se miran fijamente –
Catalina: Ciro – Le dice mirándolo, con los ojos llenos de lágrimas –. No puedo creerlo…
Ciro: Créelo, mi amor. Créelo – Ciro la toma del rostro y se acerca lentamente a ella, quien rompe en llanto. Su esposo la besa y ella corresponde a ese beso. El hombre también rompe en llanto –. Cuanto tiempo… cuanto tiempo…
Ramiro se encontraba en los pasillos de la clínica. Estaba esperando para saber más de Gabriela, al parecer el embarazo se estaba complicando y él no podía ingresar para verla. En ese instante aparece Esteban muy apresurado.
Esteban: ¡Ramiro! Necesito una explicación, por favor. No me pueden dejar así – Le dice el villano, quien parecía ahora pagar todo lo cometido –
Ramiro: Esteban, este no es el momento, de verdad – Le dice, muy mortificado –
Esteban: ¡Claro que es el momento! – Grita Esteban, dejando sorprendido a Ramiro –. Discúlpame, estoy muy desesperado… Por favor, Ramiro. Dime qué está sucediendo…
Ramiro: Es que ni yo mismo lo sé. Esa persona que viste en la iglesia es mi papá. Al que creía muerto hace más de cinco años – Esteban no puede creer lo que está escuchando –
Esteban: ¿Entonces Catalina y yo…? – Pregunta casi murmurando. Muy acongojado –
Ramiro: No lo sé, Esteban… No lo sé – Le dice mirándolo con lástima. El villano mira a la nada con algo de furia. Sus ojos se ponen rojos –
Esteban: ¿Dijiste que lo creían muerto, verdad? ¿Alguna vez vieron su cuerpo? – Pregunta muy curioso. Como tramando alguna fechoría –
Ramiro: Sí, pero estaba irreconocible. Su rostro y su cuerpo estaban totalmente destrozados. Sólo pudimos reconocer que era él gracias a sus documentos de identidad – Esteban acaricia a Ramiro y lo mira fijamente a los ojos –
Esteban: Yo me encargaré de que todo vuelva a la normalidad – Le dice sonriéndole –. No te preocupes…
Ramiro: ¿De qué hablas? – Esteban sale corriendo. Ramiro queda totalmente sorprendido –
Máncora – Playa:
Mariano y Fabiola ya se encontraban más tranquilos. Continuaban abrazados y queriéndose más que nunca.
Fabiola: Cuéntame más, Mariano – Le dice sonriéndole –. Cuéntame de tu niñez… – Mariano empieza a reír –
Mariano: Hablarte de mi niñez es prácticamente hablarte de Cecilia – Le dice muy sonriente –. Aunque recuerdo mucho las bromas con mis amigos. Siempre había un muchacho al que fastidiaban mucho… Yo les decía que no lo hagan. Se notaba que el muchacho sufría mucho…
Fabiola: ¿Supiste algo de ese muchacho? – Pregunta Fabiola –
Mariano: No. Absolutamente nada – Le dice –. Recuerdo que Cecilia lo defendía mucho. Pobre… Espero que haya crecido como una persona común y corriente.
Fabiola: Ay, yo sé lo que es ser maltratada de niña. Mi mamá siempre me hacía sentir menos, pero mírame soy normal o eso parece – Ambos ríen muy graciosos –. ¿Y cómo se llamaba el chico?
Mariano: No recuerdo muy bien. Daniel… Sí, Daniel. Daniel sí no me equivoco – Le dice –
Fabiola: Ojalá y Daniel no se haya vuelto un loco desquiciado – Dice, haciéndose la tenebrosa. Ambos vuelven a reír –
Clínica:
Ramiro se encontraba esperando al doctor. Esperaba y esperaba alguna respuesta. Quería saber qué se encontraba sucediendo. Habían ya pasado más de dos horas desde que habían llegado. En ese momento un doctor pasa caminando y empieza a gritar un nombre.
Doctor: ¡El señor Daniel Olivera! – Grita el doctor y en ese instante Ramiro se acerca –. ¿Es usted el Señor Daniel? – Pregunta –
Ramiro: Sí, soy Ramiro Daniel Olivera – El doctor y él se miran fijamente –
CONTINUARÁ…
En el próximo capítulo:
Doña Sofía, la madre de Fabiola, intentará seducir al Doctor Carlos para que este la libere del centro psiquiátrico, mientras que la voz misteriosa que llama a Mariano, decide decir el nombre del ¿verdadero asesino?
No te lo pierdas... En sus últimos capítulos.
SALIDA:
Actuaciones Especiales:
Roberto Mateos como Javier Salazar.
Jacqueline Andere como Diana
Javier Salazar, el primer esposo de Cecilia, acababa de llegar a su departamento. Saca una pistola de su saco y la coloca en la mesa de centro. Luego va hacia su refrigerador en busca de agua. La encuentra y empieza a beber. En ese instante empiezan a tocar su puerta con insistencia. El hombre detiene su acción y va rápidamente. Abre y se sorprende al ver a Diana (Jacqueline Andere).
Javier: ¡Señora! – Exclama mirándola a los ojos –. ¡Cuánto tiempo! – Abraza a la mujer y luego ambos se vuelven a mirar tiernamente –, pero pase por favor…
Diana: No es necesario, Javier – Le dice, algo cortante –. Tú sabes toda la confianza que yo te tengo… Me enteré que regresaste a Lima y por eso quise venir a hablar contigo.
Javier: Ya sabe que cuenta conmigo para lo que sea – Le dice muy serio y complaciente –
Diana: Gracias – Lo toma de la mano –. Necesito que metas preso a Mariano – Le dice, sorprendiendo a Javier –. Tú eres policía. Y tú y yo sabemos que ese sujeto asesinó a mi hija – Javier mira al suelo por un momento –. Mírame a los ojos – Javier la mira –. Tú amaste mucho a Cecilia. Hazlo por ella… Comprueba que ese hombre la asesinó.
Javier queda en silencio. Mirando muy angustiado y confundido. Diana, la madre de Cecilia, miraba al hombre prácticamente después de haberle dado una orden a la que él, al parecer, no podía negarse.
Diana: Yo sé que recuerdas a mi hija – Le dice acariciándole el rostro –. Tú fuiste un ángel con nosotros, Javier. Nunca entendí porque se separaron…
Javier: Señora será mejor que no hablemos del tema…
En ese momento el hombre empieza a recordar a Cecilia. Miraba a la nada mientras los momentos pasados venían a su cabeza.
Recuerdo:
Cecilia se encontraba dentro de su casa dándole clases de historia a un joven. Ella era profesora particular y ayudaba a los jóvenes universitarios o colegiales. Ambos, alumno y profesora, parecían divertirse mucho mientras se daba la clase. En ese instante llega Javier a casa, se veía cansado y algo molesto.
Cecilia: ¡Mi amor! – Cecilia se acerca a Javier para darle un beso, sin embargo este voltea la cara y se sienta en el mueble sin siquiera saludar al joven estudiante –. ¿Un mal día en el trabajo?
Javier: Sí y por favor no quiero hablar – Le dice con mirada enfadada –
Cecilia: Le estaba dando clases a mi alumno, pero justo acaba de terminar la hora – Dice, como invitando al muchacho a retirarse –
Javier: No se preocupen. Si desean continuar yo puedo irme – Le dice, parándose del mueble –
Cecilia: No, no te preocupes – Le dice a su esposo –. ¿Ya te tienes que ir, verdad? – Pregunta al muchacho, quien dice que “sí” con la cabeza –
Javier: Pareces mudo – Le dice Javier al muchacho –. ¿Cómo te llamas? – Pregunta –
Juan: Juan…
Javier y Juan se miran fijamente a la cara. Ambos con mucha seriedad, mientras que Cecilia los observaba a los dos. ¿Qué haría Juan, el hermano de Ramiro y primer amor de Fabiola, dentro de la casa de Cecilia? ¿Qué tendría que ver él en todo esto?
Realidad:
Javier vuelve a la realidad y mira nuevamente a Diana, quien continuaba con un rostro lleno de dolor y amargura.
Máncora – Playa:
Escuchar música de "Amor":
Mariano y Fabiola poco a poco habían llegado a amarse con locura. En realidad con gran locura. Ambos se encontraban dentro de su habitación de hotel. Echados en la cama se besaban con pasión mientras acariciaban sus rostros. Poco a poco las ropas fueron cayendo. Las manos empezaron a tocar algo más de piel. Mientras se miraban a los ojos. No dejaban de mirarse a los ojos. La boca de Mariano fue hacia el cuello de su amada, mientras ella respiraba con profundidad.
Fabiola: Te amo. De verdad te amo – Los ojos de Fabiola se llenaron de lágrimas –. Eres un hombre hermoso…
Mariano: Espera – Le dice, secándole las lágrimas que ya habían caído –. Ya no más lágrimas, mi amor. No más – Le dice. Ella no aguanta más y vuelve a besarlo con desenfreno –
Ambos ya desnudos empezaron a hacer el amor. Tocaban sus cuerpos con pasión y fuerza mientras continuaban amándose más que nunca. Mariano y Fabiola habían sufrido lo que se podría llamar la parte cruel del amor. Los dos perdieron a la persona que amaron alguna vez, se las arrebataron y ahora la vida les daba una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad de encontrar la felicidad y volver a sentir emoción por el día a día.
Iglesia:
Catalina cayó desmayada al ver a su esposo, Ciro, a quien creía muerto. Ramiro asombrado fue hacia su madre a tomarla entre sus brazos, pero sin dejar de mirar, totalmente perplejo a su padre. Esteban se encontraba totalmente aterrado y angustiado. No podía creer lo que estaba sucediendo. Los invitados se encontraban igual de confundidos. Se veía el rostro de Darío, Mayra, Gabriela, entre otros.
Ramiro: ¡Papá! – Exclamó Ramiro. Esteban miró aún más angustiado –, ¡Esto no puede ser posible! ¡Esto es una pesadilla! ¡Debo estar soñando!
Ciro: No, Ramiro. No estás soñando – Ciro se acercó rápidamente hacia Catalina –. No quería que esto suceda, ¡Que alguien llame a una ambulancia! ¡Rápido!
Esteban: ¡Nadie llama a nadie! – Grita totalmente enfurecido y sorprendiendo a todos –. Quiero una explicación en este momento.
Ramiro: Esteban, lo que necesitamos ahora es llevar a mi madre a un lugar donde puedan atenderla – Le dice Ramiro intentándolo hacer entrar en razón –
Esteban: ¿Y qué pasa conmigo entonces? ¡Dime! ¿Qué sucede conmigo? – Le pregunta, totalmente fuera de sí –
En ese instante Catalina empieza a moverse. Ramiro y Ciro la observan. Esteban también queda mirándola.
Ramiro: ¡Mamá! ¿Mamá estás bien? – Le pregunta desesperado –
Ciro: ¡Déjame a mí! Voy a revisar a tu madre – Ciro intenta agacharse para ver a Catalina, pero es detenido por Esteban –
Esteban: No te atrevas a tocarla – Ciro lo mira fijamente –
Ciro: Soy doctor y mi deber es atender a mi esposa – Esteban continúa sin poder creer lo que estaba escuchando –
Ciro se agacha a atender a Catalina. Esteban queda parado viendo como todos los invitados iban saliendo de la iglesia al ver el momento tan incómodo.
Esteban: ¿A dónde se van? ¿A dónde se van todos? – Preguntaba gritando –. Esto aún no ha acabado. La boda continuará en unos momentos – Gritaba, intentando hacer que no se vayan, pero era imposible –
Ramiro: Esteban, por favor, entiende que no habrá ninguna boda hoy – Le dice muy serio Ramiro. Sorprendiendo a Esteban, quien queda con lágrimas en los ojos… –
Esteban: Pero hijo… – Le dice con la voz quebrada –
Ramiro: Lo siento…
Callejón:
Ricardo caminaba por un callejón de muy mala pinta. Había llegado a ese lugar para encontrarse con unos viejos amigos que esta vez le harían un favor. Al parecer el hermano de Mariano conocía muy bien a personas del mal vivir. Encontró a los tipos en una esquina, mientras todos inhalaban algo de cocaína.
Ricardo: ¿Cómo están, muchachos? – Pregunta Ricardo –
Uno de los hombres, León (Ferdinando Valencia) se acerca a él y le da un abrazo y un beso en la mejilla.
León: ¡Mi Ricardo! ¿Cómo has estado? ¡Ya no visitas a los viejos amigos! – Le dice riendo –
Ricardo: Leoncito, la vida me ha llevado por otros lugares – Le dice muy sonriente –, pero ahora estoy aquí… Dicen que en los malos momentos uno se acuerda de los amigos…
León: Mira, todos los demás están resentidos contigo, pero ya sabes que tú eres mi hermano y yo soy el Jefe del grupo. Así que tú dirás y yo los mando a todos estos a hacer lo que tú ordenes – Ricardo abraza al León –
Ricardo: Muy bien. Necesito que le den su merecido a un imbécil – Todos se miran entre sí, muy sonrientes –. Ese tipo me humilló, me trató como una basura…
León: ¿No me digas que quieres un trabajito parecido al que hicimos con tu hermano y Cecilia? – Ricardo queda callado, muy serio y algo incómodo con la pregunta de su amigo –
Máncora – Playa:
Mariano y Fabiola se encontraban desnudos en la cama, cubiertos por una sábana. Ambos abrazados, queriéndose más que nunca después de haber hecho el amor.
Fabiola: Mi amor, disculpa que te pregunte esto en estos momentos… – Le dice algo tímida –
Mariano: Fabi, pregunta lo que quieras. No te preocupes – Le dice, acariciándole el rostro –
Fabiola: ¿Cómo conociste a Cecilia? – Mariano mira a la nada y se torna triste después de la pregunta –. ¿Ves? Mejor no te preguntaba nada. Discúlpame.
Mariano: No. Sólo que me tomó por sorpresa – Le dice, intentando tranquilizarla –. Es normal que me preguntes por ella. Tú me has contado tu historia con Juan. Creo que yo también debería contarte mi historia…
Fabiola: Me encantaría saberla…
Mariano: Bueno… En realidad es una muy bonita historia – Mariano empieza a recordar y sonríe –. ¿Sabes a qué edad la conocí? Tenía ocho añitos. Sí. Estábamos en el colegio. Ella siempre fue mi mejor amiga… Nunca me atreví a decirle que la amaba en todo el tiempo en el que estuvimos ahí. Terminamos de estudiar. Ella se fue a una universidad. Yo me fui a otra. Seguíamos viéndonos, pero ella me hablaba de otros chicos. A ella al parecer yo no le interesaba… Entonces decidí alejarme. Me alejé, me fui… Fue bastante tiempo que estuve sin verla. Me di cuenta que me era imposible… Me era imposible poder estar alejado. Sin embargo cuando quise volver ya era muy tarde. Ella se encontraba enamorada de un hombre con el que pronto se casaría.
Fabiola: ¿Y entonces se casó con él? ¿Él fue su primer esposo?
Mariano: Sí – Le dice con lágrimas en los ojos –, ella siempre fue tan buena. Cuando se separaron ella me contó que él la había empezado a tratar mal de un día para otro, que hasta hace no mucho él era una persona distinta, buena. Seguramente lo decía porque ella era noble de corazón. Imposible escucharla hablar mal de alguien…
Fabiola: Se separó de su marido, volvieron a verse y decidieron…
Mariano: Sí – Le dice y sonríe muy alegre –. Ella me dijo que sentía lo mismo por mí desde niña, pero que como yo nunca le dije nada e incluso me alejé… – Fabiola y Mariano ríen, muy cómplices –. Y bueno, el primer problema que tuvimos fue el marido. El hombre ese no quería darle el divorcio. Por alguna extraña razón no quería hacerlo…
Departamento de Javier:
Javier se encontraba dentro de su departamento junto a Diana, quien ya estaba más tranquila, sentada en el sofá de su antiguo yerno.
Javier: Déjeme hacer unas cuantas averiguaciones, Doña Diana y yo prometo hacer todo lo posible por ayudarla – Le dice Javier, muy sonriente –
Diana: Te estaré eternamente agradecida, Javier – Le dice, sonriéndole –. Hagamos que el alma de mi hija descanse en paz…
Javier: Eso haremos – Le dice y saca su celular. Empieza a marcar unos números –. ¿Aló? ¿Cómo estás Uribe? Te habla el también Comandante Javier Salazar – Javier se había contactado con el comandante Uribe –
Uribe: Así que eres tú – Le dice muy serio, al parecer no se llevaban muy bien –
Javier: Sí, yo. Acabo de volver a Lima nuevamente – Le dice, como queriendo molestarlo –. Quería saber sobre el caso de mi ex esposa Cecilia. ¿Se sabe algo nuevo?
Uribe: Se han hecho varias averiguaciones, pero no hay ninguna prueba contundente en contra de nadie – Le dice, muy secamente –
Javier: ¿Y qué me dices de Mariano Bustamante? – Dice, sonriendo y mirando a Diana –. ¿Acaso él no es uno de los principales sospechosos?
Uribe: El señor Bustamante es una de las personas que más interés ha mostrado en intentar encontrar al asesino – Le dice, queriendo quitarle esos pensamientos de la cabeza –
Javier: Eso no me interesa. Fácilmente podría tratarse de una simple careta – Le dice muy serio y algo furioso –. ¿Qué medidas han tomado con Bustamante?
Uribe: Bueno – Uribe suspira y mira al techo –, le hemos prohibido terminantemente salir fuera de Lima…
Javier: Le han prohibido salir de Lima entonces – Dice, mirando a Diana. En ese instante la vieja se acerca a su ex yerno algo desesperada –
Diana: ¡Me enteré hace unos momentos por uno de sus vecinos que él se acaba de ir de viaje! – Javier y Diana se miran a la cara y sonríen –
Iglesia:
Gabriela empieza a gritar, quejándose de dolor. Ramiro ahora corre hacia ella. Se encontraba desesperado. Por un lado su madre que aún no reaccionaba del todo y por el otro su novia gritando.
Ramiro: ¿Qué sucede, Gaby? – Le pregunta –
Gabriela: ¡El bebé! ¡El bebé ya va a nacer! – Le grita, respirando muy hondo –
Ramiro: ¿Pero cómo? Recién llevas siete meses – Le dice totalmente desesperado –
Gabriela: No lo sé, pero ya va a nacer, ¡Necesito que me lleves a la clínica de una vez! – Grita muy adolorida y casi cayéndose al piso. Ramiro la sostiene –
Ramiro: ¿Qué hago? ¿Qué hago papá? – Pregunta –
Esteban: Hijo, mira…
Ciro: ¡Hey! – Exclama Ciro, interrumpiéndolo –. Me está hablando a mí. Yo soy su papá… – Esteban y Ciro vuelven a mirarse, como enfrentándose –. Hijo – Ahora se dirige a Ramiro –, no sabía que ibas a ser papá – Le dice sonriéndole –. Mira, lo que vamos a hacer es ir todos a la clínica. Así revisarán a tu madre y atenderán a tu novia…
Ramiro: ¡Muy bien! ¡Vámonos de una vez! – Ramiro sale llevando a Gabriela, muy desesperado. Ciro recoge a Catalina. Esteban lo toma del brazo –
Ciro: ¡Este no es el momento!
Esteban: No voy a permitir que me robes todo por lo que he luchado – Le dice muy furioso, mientras que Ciro sólo sonríe –
Ciro: Llevaré a mi esposa al hospital – Ciro quita la mano de Esteban de su brazo –. Discúlpame, pero mi hijo me está esperando…
Ciro sale llevando a Catalina en sus brazos. Esteban queda perplejo. No puede hacer nada. No le nace ningún impulso. Sólo aprieta sus puños. El cura observa y se acerca a él, lo toma del hombro.
Esteban: Suélteme, padre – Esteban mira al padre fijamente –. No necesito el consuelo de los mensajeros del bien – Le dice muy sarcástico –
Callejón:
Ricardo mira totalmente serio al León, quien se sorprende al ver el rostro de su amigo y empieza a reír.
León: Hombre, Ricardito, discúlpame. No pensé que te iba a disgustar mucho que toque ese tema – Le dice riéndose –
Ricardo: No vuelvas a nombrar a Cecilia, por favor y mucho menos lo que hice en esas épocas – Dice muy molesto –
León: Muy bien, muy bien… – Le dice, tratando de apaciguarlo –. Pues dime quién es el afortunado que recibirá el premio…
Ricardo: Este – Ricardo saca una fotografía de Darío –. Mírenlo bien. No sólo quiero que lo golpeen, quiero que lo maten… – El León y sus amigos sonríen, mientras que Ricardo miraba muy, muy serio –
Mancora – Playa:
Mariano y Fabiola continuaban conversando. Se tornaban muy, muy alegres hasta que la parte más densa de la historia llegó.
Mariano: Ya teníamos seis años de casados cuando un día, un cinco de octubre del dos mil seis, Cecilia fue encontrada muerta en un hotel de mala muerte. Estaba desnuda y tenía más de veinte filudos cortes en el cuerpo. Estaba irreconocible. Irreconocible. Cuando entré a la morgue y la vi… – Mariano se tapa la boca y sus ojos se llenan de lágrimas –. Discúlpame…
Fabiola: Mi amor – Lo abraza y le da un beso en la cabeza –. Me imagino lo doloroso que debió ser…
Mariano: Sí, pero lo que más me duele hasta ahora es que nunca, nunca se supo quién lo hizo. Ese hotel de quinta no tenía cámaras, no tenía un registro. Y el hombre que atendía misteriosamente desapareció… Nunca más volvió…
Fabiola: ¿Sospechas de alguien? ¿Tienes nombres de personas que creas que pudieron hacerlo? – Le pregunta muy curiosa –
Mariano: Por un momento pensé en tu tío Esteban – Fabiola queda totalmente sorprendida –. Él fue abogado de Cecilia, la ayudó a separarse de Javier y también encontré una carta de amor que él le mandó…
Fabiola: Mi tío. Últimamente no sé qué pensar de él – Le dice muy afligida –
Mariano: Yo lo creo capaz de cualquier cosa, pero no sé… No sé si él haya sido capaz de matarla – Mariano suspira y mira a la nada –. También sospecho de su ex esposo, Javier, y de… – Mariano iba nombrar a su hermano, pero se arrepiente –. No, nadie más…
Comandancia de Policía:
Javier Salazar llegó hasta la comandancia. Ingresó como si se tratara de su casa. Entró hasta la oficina de Uribe sin tocar. Ambos se miran fijamente.
Uribe: ¿Pero qué te sucede a ti? – Le pregunta –
Javier: Mi querido Uribe, ¿Sabes dónde está Mariano Bustamante? – Le pregunta –. ¿Lo sabes?
Uribe: No. Supongo que en su casa o en su trabajo – Le dice secamente –
Javier: ¡Pues no! ¡No! – Grita Javier, sorprendiendo a Uribe –. El hombre se encuentra fuera de la ciudad, ¡Ha incumplido la ley! ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué se ha ido si se le estaba prohibido? – Uribe no puede creer lo que estaba escuchando –
Uribe: Se lo prohibí hace mucho tiempo. Tal vez se le olvidó. Creyó que ya no era necesario – Le dice algo nervioso, mientras que Javier empieza a reír –
Javier: Permíteme tu teléfono – Le dice aun riendo –
Uribe: ¿Para qué? – Pregunta muy confundido –
Javier: Para llamar a los agentes en Máncora, donde se encuentra Mariano, y que ellos lo detengan y lo traigan a Lima. Detenido por ser sospechoso de la muerte de su propia esposa – Uribe no puede creer lo que está escuchando. Javier sólo atina a sonreír –
Clínica:
Catalina se encontraba dentro de una habitación. Descansaba después de la gran impresión. Ciro sólo la observaba detenidamente. No podía dejar de acariciarle el cabello.
Ciro (Pensamiento): Ay, Catalina… Catalina. Mi amor. Yo fui el culpable de todo… Te hice tanto, tanto daño. Espero que sepas comprender que a veces tenemos que caer en lo más hondo para darnos cuenta de todo lo que tenemos – Continúa acariciándole el cabello hasta que ella lentamente logra abrir los ojos. Ambos se miran fijamente –
Catalina: Ciro – Le dice mirándolo, con los ojos llenos de lágrimas –. No puedo creerlo…
Ciro: Créelo, mi amor. Créelo – Ciro la toma del rostro y se acerca lentamente a ella, quien rompe en llanto. Su esposo la besa y ella corresponde a ese beso. El hombre también rompe en llanto –. Cuanto tiempo… cuanto tiempo…
Ramiro se encontraba en los pasillos de la clínica. Estaba esperando para saber más de Gabriela, al parecer el embarazo se estaba complicando y él no podía ingresar para verla. En ese instante aparece Esteban muy apresurado.
Esteban: ¡Ramiro! Necesito una explicación, por favor. No me pueden dejar así – Le dice el villano, quien parecía ahora pagar todo lo cometido –
Ramiro: Esteban, este no es el momento, de verdad – Le dice, muy mortificado –
Esteban: ¡Claro que es el momento! – Grita Esteban, dejando sorprendido a Ramiro –. Discúlpame, estoy muy desesperado… Por favor, Ramiro. Dime qué está sucediendo…
Ramiro: Es que ni yo mismo lo sé. Esa persona que viste en la iglesia es mi papá. Al que creía muerto hace más de cinco años – Esteban no puede creer lo que está escuchando –
Esteban: ¿Entonces Catalina y yo…? – Pregunta casi murmurando. Muy acongojado –
Ramiro: No lo sé, Esteban… No lo sé – Le dice mirándolo con lástima. El villano mira a la nada con algo de furia. Sus ojos se ponen rojos –
Esteban: ¿Dijiste que lo creían muerto, verdad? ¿Alguna vez vieron su cuerpo? – Pregunta muy curioso. Como tramando alguna fechoría –
Ramiro: Sí, pero estaba irreconocible. Su rostro y su cuerpo estaban totalmente destrozados. Sólo pudimos reconocer que era él gracias a sus documentos de identidad – Esteban acaricia a Ramiro y lo mira fijamente a los ojos –
Esteban: Yo me encargaré de que todo vuelva a la normalidad – Le dice sonriéndole –. No te preocupes…
Ramiro: ¿De qué hablas? – Esteban sale corriendo. Ramiro queda totalmente sorprendido –
Máncora – Playa:
Mariano y Fabiola ya se encontraban más tranquilos. Continuaban abrazados y queriéndose más que nunca.
Fabiola: Cuéntame más, Mariano – Le dice sonriéndole –. Cuéntame de tu niñez… – Mariano empieza a reír –
Mariano: Hablarte de mi niñez es prácticamente hablarte de Cecilia – Le dice muy sonriente –. Aunque recuerdo mucho las bromas con mis amigos. Siempre había un muchacho al que fastidiaban mucho… Yo les decía que no lo hagan. Se notaba que el muchacho sufría mucho…
Fabiola: ¿Supiste algo de ese muchacho? – Pregunta Fabiola –
Mariano: No. Absolutamente nada – Le dice –. Recuerdo que Cecilia lo defendía mucho. Pobre… Espero que haya crecido como una persona común y corriente.
Fabiola: Ay, yo sé lo que es ser maltratada de niña. Mi mamá siempre me hacía sentir menos, pero mírame soy normal o eso parece – Ambos ríen muy graciosos –. ¿Y cómo se llamaba el chico?
Mariano: No recuerdo muy bien. Daniel… Sí, Daniel. Daniel sí no me equivoco – Le dice –
Fabiola: Ojalá y Daniel no se haya vuelto un loco desquiciado – Dice, haciéndose la tenebrosa. Ambos vuelven a reír –
Clínica:
Ramiro se encontraba esperando al doctor. Esperaba y esperaba alguna respuesta. Quería saber qué se encontraba sucediendo. Habían ya pasado más de dos horas desde que habían llegado. En ese momento un doctor pasa caminando y empieza a gritar un nombre.
Doctor: ¡El señor Daniel Olivera! – Grita el doctor y en ese instante Ramiro se acerca –. ¿Es usted el Señor Daniel? – Pregunta –
Ramiro: Sí, soy Ramiro Daniel Olivera – El doctor y él se miran fijamente –
CONTINUARÁ…
En el próximo capítulo:
Doña Sofía, la madre de Fabiola, intentará seducir al Doctor Carlos para que este la libere del centro psiquiátrico, mientras que la voz misteriosa que llama a Mariano, decide decir el nombre del ¿verdadero asesino?
No te lo pierdas... En sus últimos capítulos.
SALIDA:
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Sorprendente la actuacion de Jackeline Andere en un gran personaje como Diana la madre de Cecilia que pide justicia por la muerte de su hija hay un misterio con la muerte de Cecilia y el regreso de Ciro fue estupendo a quien todos creian muerto que planera el villano Esteban esta vez con la reaparicion de Ciro ¿que pasara con Gabriela? y ¿cual es el misterio de Ramiro? ¿y que le dira el medico a Ramiro? me gusto mucho el capitulo.
Efrencito- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 29/03/2014
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Efrencito escribió:
Sorprendente la actuacion de Jackeline Andere en un gran personaje como Diana la madre de Cecilia que pide justicia por la muerte de su hija hay un misterio con la muerte de Cecilia y el regreso de Ciro fue estupendo a quien todos creian muerto que planera el villano Esteban esta vez con la reaparicion de Ciro ¿que pasara con Gabriela? y ¿cual es el misterio de Ramiro? ¿y que le dira el medico a Ramiro? me gusto mucho el capitulo.
Que bueno que te haya gustado el cap., Efren. Pues sí, aún hay misterios que resolver, pero poco a poco se irán descubriendo, ¡No falta casi nada para saber quién asesinó a Cecilia! Estamos en los últimos capítulos.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Mañana te leo
Joder, como se parece Roberto Ballesteros en esta foto con mi tio que en paz descanse
Joder, como se parece Roberto Ballesteros en esta foto con mi tio que en paz descanse
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Así que Ramiro es Daniel, el niño que tanto le hacían burla en la primaria y Cecilia defendía y curiosamente Juan, su hermano gemelo fue alumno de Cecilia y con él se encelaba Javier, su primer marido, mmmm muy interesante estas dos revelaciones, los gemelos se convierten en sospechosos también de la muerte de Cecilia, aunque yo sigo sospechando como desde un principio de Ricardo, incluso antes de que éste apareciera en la historia, por el nombre que aparecía en el mensaje enviado a Mariano.
Que bueno todo lo que sucedió en la iglesia, Esteban ha hecho tanto mal y todavía pretendía que todo le saliera perfecto ja, que buen castigo, justo cuando tenía todo arreglado, zass se le viene todo abajo, ja muy bien merecido pero seguro algo muy malo está tramando pero Ciro no permitirá que él se salga con la suya.
En espera del próximo capitulo, cada vez más emocionante y más sospechosos.
Que bueno todo lo que sucedió en la iglesia, Esteban ha hecho tanto mal y todavía pretendía que todo le saliera perfecto ja, que buen castigo, justo cuando tenía todo arreglado, zass se le viene todo abajo, ja muy bien merecido pero seguro algo muy malo está tramando pero Ciro no permitirá que él se salga con la suya.
En espera del próximo capitulo, cada vez más emocionante y más sospechosos.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Gloria escribió:Así que Ramiro es Daniel, el niño que tanto le hacían burla en la primaria y Cecilia defendía y curiosamente Juan, su hermano gemelo fue alumno de Cecilia y con él se encelaba Javier, su primer marido, mmmm muy interesante estas dos revelaciones, los gemelos se convierten en sospechosos también de la muerte de Cecilia, aunque yo sigo sospechando como desde un principio de Ricardo, incluso antes de que éste apareciera en la historia, por el nombre que aparecía en el mensaje enviado a Mariano.
Que bueno todo lo que sucedió en la iglesia, Esteban ha hecho tanto mal y todavía pretendía que todo le saliera perfecto ja, que buen castigo, justo cuando tenía todo arreglado, zass se le viene todo abajo, ja muy bien merecido pero seguro algo muy malo está tramando pero Ciro no permitirá que él se salga con la suya.
En espera del próximo capitulo, cada vez más emocionante y más sospechosos.
Que bueno que estés a la expectativa, Glo. El mismo domingo pongo el catorce. Ya lo tengo escrito. Ojo, sólo te doy una pista no necesariamente Ramiro es ese "Daniel", quién sabe, eh. ¡Quién sabe! Recuerda que Mariano no recordaba muy bien el nombre (o tal vez esto que te digo es para despistarte, jaja).
Un abrazo y saludos.
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Joana Sabbagh escribió:Mañana te leo
Joder, como se parece Roberto Ballesteros en esta foto con mi tio que en paz descanse
Te espero, Jo. Y que en paz descanse tu tío. Un fuerte abrazo.
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Ja me encanta eso que haces de jugar con nosotros los lectores, primero nos das pistas y luego nos despistas jaja eso es muy emocionante porque primero pensamos una cosa y luego otra y al final resulta una tercera, que bien que ya el domingo vayas a poner el 14 y creo que ahí ya sabremos por fin quien es el asesino, estaré pendiente.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Gloria escribió:Ja me encanta eso que haces de jugar con nosotros los lectores, primero nos das pistas y luego nos despistas jaja eso es muy emocionante porque primero pensamos una cosa y luego otra y al final resulta una tercera, que bien que ya el domingo vayas a poner el 14 y creo que ahí ya sabremos por fin quien es el asesino, estaré pendiente.
Jajaja, pues ya verás... El prox. capítulo sorprenderá a todos. Ya falta muy, muuuy poco. Y sí, traeré el cap. 14 el domingo ya que me tardé prácticamente dos semanas en traer este. Voy a compensarlos.
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Esto cada vez se pone mejor. ¿Será que Ramiro es el mismo Daniel, del quien todos se burlaban en la escuela? Me gustan mucho las subtramas de los niños. En el primer capítulo de mi novela, también se burlaron mucho de Hernán, mi protagonista. ¿Qué razón tenían por haber molestado tanto a Daniel?
O sea, pero si Ramiro es Daniel... Mariano y Ramiro no se reconocieron cuando se volvieron a ver. Entonces a lo mejor no es él, pero igual y sí porque han pasado muchos años y tal vez por eso no se reconocieron.
Ay... parece que el comandante Uribe quiere ayudar a Mariano, pero ahora le aparecieron unos enemigos peligrosos, Diana y Javier.
Y tengo una duda... si Ciro se apellida Carrasco, ¿por qué Ramiro se apellida Olivera? ¿Será que uno de los dos esté usando su apellido materno? O tal vez se llama... Ramiro Daniel Carrasco Olivera.
O sea, pero si Ramiro es Daniel... Mariano y Ramiro no se reconocieron cuando se volvieron a ver. Entonces a lo mejor no es él, pero igual y sí porque han pasado muchos años y tal vez por eso no se reconocieron.
Ay... parece que el comandante Uribe quiere ayudar a Mariano, pero ahora le aparecieron unos enemigos peligrosos, Diana y Javier.
Y tengo una duda... si Ciro se apellida Carrasco, ¿por qué Ramiro se apellida Olivera? ¿Será que uno de los dos esté usando su apellido materno? O tal vez se llama... Ramiro Daniel Carrasco Olivera.
Isabel Escalante- Mensajes : 120
Fecha de inscripción : 14/04/2014
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Isabel Escalante escribió:Esto cada vez se pone mejor. ¿Será que Ramiro es el mismo Daniel, del quien todos se burlaban en la escuela? Me gustan mucho las subtramas de los niños. En el primer capítulo de mi novela, también se burlaron mucho de Hernán, mi protagonista. ¿Qué razón tenían por haber molestado tanto a Daniel?
O sea, pero si Ramiro es Daniel... Mariano y Ramiro no se reconocieron cuando se volvieron a ver. Entonces a lo mejor no es él, pero igual y sí porque han pasado muchos años y tal vez por eso no se reconocieron.
Ay... parece que el comandante Uribe quiere ayudar a Mariano, pero ahora le aparecieron unos enemigos peligrosos, Diana y Javier.
Y tengo una duda... si Ciro se apellida Carrasco, ¿por qué Ramiro se apellida Olivera? ¿Será que uno de los dos esté usando su apellido materno? O tal vez se llama... Ramiro Daniel Carrasco Olivera.
Ciro se apellida "Ciro Olivera Carrasco". En algunas ocasiones utilizo Olivera y en otras Carrasco, es por ello la confusión. Es decir Ramiro es "Ramiro Daniel Olivera", el apellido de Catalina creo nunca haberlo colocado en la historia.
Pues ya veremos si Ramiro es el "Daniel" del que habla Mariano, ¿O es acaso que se habrá confundido de nombre? Ya lo veremos... Ya lo veremos.
Diana y Javier, al parecer, son de temer... ¿Habrá sido alguno de ellos el asesino de Cecilia? Te imaginas, Diana, su propia madre... O Javier, su ex esposo...
Ya llega el cap. 14. Gracias por comentar.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Tal vez Mariano se confundió y el nombre no es Daniel sino Darío, siempre han sido mis dos sospechosos principales Darío y Ricardo, Ricardo y Darío.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
cada dia se pone mejor y Daniel y Ramiro son hermanos gemelos? ¿o es el mismo Daniel?
Efrencito- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 29/03/2014
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Disculpa Efrencito y te respondo yo por Abel, aunque ahorita lo haré él también.
Juan y Ramiro son hermanos gemelos, pero ahora resulta que Ramiro tiene un segundo nombre que es Daniel
También estuve pensando en que tal vez Mariano se volvió loco de celos y él mismo mató a Cecilia y por su locura ni se acuerde y hasta se le haya revelado eso de que le mandaron los mensajes. No verdad? Sería muy loco, lo que pasa es que la que se está volviendo loca de tanto tratar de descubrir al asesino, soy yo jajaja
Juan y Ramiro son hermanos gemelos, pero ahora resulta que Ramiro tiene un segundo nombre que es Daniel
También estuve pensando en que tal vez Mariano se volvió loco de celos y él mismo mató a Cecilia y por su locura ni se acuerde y hasta se le haya revelado eso de que le mandaron los mensajes. No verdad? Sería muy loco, lo que pasa es que la que se está volviendo loca de tanto tratar de descubrir al asesino, soy yo jajaja
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Mmm ¿que tendrá que ver Juan que ver con Javier y Cecilia?
Creo que Ricardo está detras de todo lo de Cecilia...
Algo me dice que Esteban no se quedara de brazos cruzado...
Asi que el tal Daniel es Ramiro...
Voy al proximo
Creo que Ricardo está detras de todo lo de Cecilia...
Algo me dice que Esteban no se quedara de brazos cruzado...
Asi que el tal Daniel es Ramiro...
Voy al proximo
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Me encantó este capítulo Abel, cada vez más emocionante la novela ahora en sus últimos capítulos. Qué revelaciones, en cada capítulo hay una revelación más pues resulta que tanto Juan como Ramiro (Daniel) estuvieron relacionados con la difunta Cecilia. El primer fue su alumno y el segundo, estudió con ella en su infancia
Pero creo que ahora Ricardo se me hace más sospechoso de la muerte de Cecilia por la conversación que tuvo con sus amigos malosos.
Me alegra mucho, de verdad que disfruté como todo lo que Esteban "había conseguido con esfuerzo" se le escapara de las manos con la aparición de Ciro jajaja Me gustó mucho, pero más disfruté de sus reacciones.
Pronto me paso a leer el siguiente capítulo!
Pero creo que ahora Ricardo se me hace más sospechoso de la muerte de Cecilia por la conversación que tuvo con sus amigos malosos.
Me alegra mucho, de verdad que disfruté como todo lo que Esteban "había conseguido con esfuerzo" se le escapara de las manos con la aparición de Ciro jajaja Me gustó mucho, pero más disfruté de sus reacciones.
Pronto me paso a leer el siguiente capítulo!
Aleja Soto- Mensajes : 5016
Fecha de inscripción : 21/04/2012
Localización : Colombia
Re: CAPÍTULO 013: LOS GEMELOS SOSPECHOSOS
Aleja Soto escribió:Me encantó este capítulo Abel, cada vez más emocionante la novela ahora en sus últimos capítulos. Qué revelaciones, en cada capítulo hay una revelación más pues resulta que tanto Juan como Ramiro (Daniel) estuvieron relacionados con la difunta Cecilia. El primer fue su alumno y el segundo, estudió con ella en su infancia
Pero creo que ahora Ricardo se me hace más sospechoso de la muerte de Cecilia por la conversación que tuvo con sus amigos malosos.
Me alegra mucho, de verdad que disfruté como todo lo que Esteban "había conseguido con esfuerzo" se le escapara de las manos con la aparición de Ciro jajaja Me gustó mucho, pero más disfruté de sus reacciones.
Pronto me paso a leer el siguiente capítulo!
Gracias por leer el cap., Aleja. Pues sí, cada vez hay más revelaciones, aunque algunas podrían ser erradas. Y sí, Esteban está pagando, al parecer, todos sus crímenes.
Te espero en el siguiente.
Saludos.
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