Capitulo 8: El desmallo de Irma

En la mansión Diaz-Castro.
Irma está desmallada en la cocina. Viene Donato y la ve.

DONATO: ¡Ah caray! (la lleva al sofa al salón y va a buscar a Doña Victoria)

Al salón.
Baja Doña Victoria.

DOÑA VICTORIA: ¿Que le pasó a Irma, Donato?
DONATO: No lo se, señora... la vi desmayada en la cocina. Voy por el alcohol!

Donato va por el alcohol.

DOÑA VICTORIA: ¡Sí, claro, yo quedo con ella!

Viene Rodolfo.

RODOLFO: ¡Hola, mamá! (sube las escaleras haciendo que no ve a Irma)
DOÑA VICTORIA: Irma se desmalló, hijo... Donato fue por el alcohol!

Regresa Donato.

DONATO: Aquí está el alcohol, señora! (echando un poco de alcohol, le pasa por la naríz a Irma)
IRMA: (despierta poco a poco) ¿Que me paso?

Rodolfo sube las escaleras.

DOÑA VICTORIA: Te desmallaste en la cocina. Donato te encontró y te trajó al salón. ¿Cómo te sientes?
IRMA: Un poco mareada, señora...
DOÑA VICTORIA: Deberías hacerte un chequeo... no me gustaría saber que estás enferma. Voy a hablar con Emiliano para que te haga las pruebas cuanto antes.
IRMA: (suspira) Está bien, señora.

Viene Marcos.

MARCOS: ¡Buenas tardes, señora!
DOÑA VICTORIA: ¿Que tal, hijito?
MARCOS: (suspira) Allí le sobrevivo... mi papá está internado en el hospital... se sintió mal. (ve a Irma) ¡Irma! ¿Estás bien?
IRMA: ¡Sí, no te preocupes! Solamente fue un desmallo.
MARCOS: Esta bien... pero te acompaño hacerte un chequeo.
IRMA: Esta bien...

Doña Victoria marca al doctor para que venga a revisar a Irma.


***

Casa de Don Cesar.
Don Cesar está con Rafael al salón.

RAFAEL: ¿Por que se fue de esa manera, Don Cesar? ¿De verdad no le importa su hijo?
CESAR: A mi hijo no le importo hace mucho. Por eso mismo me abandonó. (se echa un vaso de whisky) ¿Que será de esa mujer, Dios mio?
RAFAEL: ¿Que mujer, patrón?
CESAR: Uhh... una mujer apasionada que hace 25 años tuvimos una relación bastante séria. Debería buscarla... por lo menos saber si está viva o muerta.
RAFAEL: Si quiere lo puedo ayudar, mi dón.
CESAR: ¡Gracías, Rafael!


***

Mansión Diaz-Castro.
Doña Victoria está en su cuarto pensando en su vida.

DOÑA VICTORIA: ¡Ay Dios mio! ¡Cuanto te extraño, Cesar! Como te ame, cielo... ¿dónde estarás? Mis hijos núnca supieron de tu existencia... ¿Que será de tu vida? ¿Te casaste? ¿Tuviste más hijos? ¿Será que núnca más volveré a verte? Mi Cesar...

***

Mansión de Don Cesar.

RAFAEL: ¿Y cómo se llama la mujer, Don Cesar?
CESAR: Victoria... (queda pensando en ella) Pero ¡yá! Seguramente ya se casó y tiene hasta hijos...
RAFAEL: ¡Luche por ella, Don Cesar!
CESAR: Fue mi único amor. Y yo el suyo. (tomando del whisky) Eso me consta!