Cap 14 - La cena
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Cap 14 - La cena
Capítulo 14 - La cena
ENTRADA:
Empresa.
Darío estaba en su despacho, escribiendo algo en la computadora. Cuando suena su célular. Éra número desconocido.
DARIO : Bueno?!
XXX : ¿Cómo está el único hombre que he amado en toda mi vida?
DARIO : (abre los ojos como platos; reconoció la voz de Inés, pero no puede como ser ella) ¿Inés? (traga saliva)
INÉS : ¿Qué comes que adivinas, mi amor? Veo que todavia no me olvidaste!
DARIO : ¿Para que me llamas? ¡Tú estás muerta! Pero claaro… tu cadaver núnca apareció.
INÉS : ¡Ayy! Pero ¿no te alegras que sigo viva, mi amor? Bueno… te llamaba para invitarte en este lugar, esta noche a cenar!
DARIO : ¿Para qué me invitas a cenar? Yo ya tengo mujer por si no lo sabías.
INÉS: Sí, tienes. Pero una que no sabe darte el placer que yo te doy. Así que no se hable más! Te conviene venir.
DARIO : (suspira) Está bien, cuenta con eso.
(Inés cuelga y se ríe. Darío se pone tenso. En todos estos días había cambiado y no quiería engañar más a su esposa.)
* * *
Departamento de Alfredo.
Alfredo estaba guardando la medalla en el bar. Angel estaba al sofá. Cuando alguien toca el timbre. Alfredo va a abrir.
ALFREDO : ¡Tío!
(David entra y los dos se dan un abrazo.)
DAVID : Perdoname por ausentarme tanto tiempo, pero ya sabes como es eso de la medicina.
ALFREDO : Cláro te entiendo, tío! ¡Mira! Te presento a mi novio… Angel!
(Todos entran al salón.)
DAVID : (sabía como éra su sobrino y no se siente asombrado) ¡Un gusto! David Uribe!
ANGEL : ¡El gusto es mío!
(Los dos se dan las manos.)
(Todos se sientan.)
ALFREDO : Tío ¿quieres un trago?
DAVID : Sí, gracías.
(Alfredo va a echar whisky en unas copas. Cuando da con la medalla.)
ALFREDO : Tío… sé que tú también quieres vengar la muerte de mi mamá. Yo tengo algo que pueda incriminar a cierta persona, pero…
DAVID: ¿Qué tienes?
(Alfredo saca la medalla y se la muestra.)
ALFREDO : ¡Toma! (le da la copa con whisky) Ps encontré esto! (le enseña la medalla de la Virgen)
DAVID : (coge en sus manos a la medalla y la mira con atención) En definitivo fue la medalla de tu madre. ¿Dónde la encontraste?
ALFREDO : Ps… (no quiería decir que la encontró Angel entre las cosas de su padre)
DAVID : ¡Anda, hijo, cuentame! ¿Dónde encontraste esta medalla?
ALFREDO : Ps…
ANGEL : ¡La encontré yo!
DAVID : (los mira serio) ¡Es una prueba contundente! ¿Dónde la encontraste?
ANGEL : ¡En la caja fuerte de mi padre!
DAVID : ¿¿QUE?? Pero… ¿quién es tu padre?
ANGEL : Bueno… yo no sé mucho de esto porqué no nací, pero debería platicar con mis padres Darío y Daniela San Roman.
ALFREDO : Yo lo único que sé es que sus padres (enseña Angel) fueron con unos amigos a Bahamas. Y allí fue asesinada mi madre. Pero más no sé. Por eso guardé esta prueba, tío. Me parece una prueba contundente, porqué así pienso poner frente a frente a Darío ante el hecho y no me lo podrá negar.
DAVID: Hijo… ¡no te metas en esto! Dejame a mí manejar esta situación! Si de verdad Darío fuera el asésino de mi hermana, es capáz de matarte para que no sigas con las investigaciones. ¡Confíe en mí! ¡Dejame a mí manejar esta situación!
ALFREDO : (suspira) Está bien, tío.
DAVID : Mientras tanto… por eso mismo venía, para invitaros a una cena esta noche.
ALFREDO : ¿Qué cena, tío?
DAVID : Mi novia y yo nos vamos a cenar, ella citó a unos viejos amigos y quisiera que ustedes me acompañáran.
ALFREDO : Pero… tío, vamos a hacer mal tercio. Gracías, pero mejor nos quedamos enserio.
DAVID : Está bien. Como quieran.
ALFREDO : ¡Vamos a brindar mientras!
(Alfredo deja la medalla en la mesa y va a echar más alcohol. David coge la medalla de la mesa.)
DAVID : Hijo, yo me voy a quedar con la medalla! ¡Confía en mí!
ALFREDO : Está bien, tío, como quieras.
* * *
En la noche.
En un restaurante de lujo.
Inés ha pagado por el mejor restaurante de la ciudad para esperar a sus viejos amigos.
Todos los que viajaron hace 20 años en Bahamas con Natalia están en el restaurante. Bruno y Fabiola, Bruno quien vestía un traje elegante, y Fabiola un vestido largo y a la moda. Samuel, Daniela y Darío quienes parecían un tercio. Daniela vestía un vestido azul, de tela muy fina, que dejaba ver sus curbas. Samuel y Darío sus mejores trajes. Catalina y Demetrio tampoco harían la excepción.
En esta noche habían dos sorpresas, y la primera de ella parece que ya iba enfureciendo a Darío. Porqué por la puerta entraron de la mano Alfredo y Angel, quienes vestían sus mejores trajes. Darío los miró e hizo los ojos como platos.
DARIO: ¿Y estos qué hacen aquí?
SAMUEL : Te recuerdo que Angel es tu hijo.
DARIO : (a Samuel) ¡Tú no te metas!
(Samuel estaba sentado en la mesa al lado de Daniela. Le susurra.)
SAMUEL : No sé como puedes vivir con semejante esposo…
DANIELA : (a Samuel) ¡Ya! Entiendo a mi marido, pero tampoco estoy de acuerdo con él. Pero ¿qué puedo hacer?
SAMUEL : (a Daniela) No es momento para hablar ahorita, pero yo en tu lugar me hubiera divorciado de él hace mucho tiempo.
DARIO : (abraza a Daniela mientras habla con Samuel) ¿Qué estás hablando con mi mujer?
SAMUEL : (a Darío) ¡Tranquilo!
(Alfredo y Angel se sientan en la mesa también. Todos estaban sentados en la mesa, platicando sobre quien los invitó, aunque muchos de ellos ya lo sabían.)
DARIO : Hombre, si no viene nadie yo me voy que tengo suficientes cosas que hacer como para perder mi tiempo de esta manera!
ALFREDO : (le susurraba a Angel) No podemos dejar que se vaya antes de lanzarle una indirecta! De momento no lo ponemos ante el hecho. No debe saber que nosotros tenemos la medalla de mi madre.
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Está bien. Pero mejor dejamos que tu tío se encargue.
ALFREDO : (le susurra a Angel) Mi tío se encarga de lo demas. Nosotros solo lanzamos la indirecta.
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Está bien.
DARIO : (viendo como se susurran) ¡Que verguenza! No recuerdo haber leído en la entrada decir ‘Prohibido Homosexuales!’
ALFREDO : (enfurrece) Y yo tampoco recuerdo leer ‘Prohibido a los asésinos!’
ANGEL: ¡No creo que ser homosexual es un delito, papá!
(Cuando oyó lo del asésino, Darío ya se levantó de la silla como para agarrarse a golpes con Alfredo. Samuel lo agarró. Alfredo también se levantó, pero lo agarró Angel.)
SAMUEL : ¡Ya! No es ni el momento ni la hora de pelear!
(Darío se arregla el saco y se vuelve a sentar. Alfredo también.)
ALFREDO : ¿Lo ve? No está en condiciones de pelear. ¿Quién sabe que cosas más salen a la luz? Yo en su lugar estaría tranquilito, porqué núnca se sabe lo que se puede descubrir…
DARIO : ¿Qué estás insinuando?
ALFREDO : ¿Yo? Nada… solamente recordé una película que ví, dónde un asésino en serie quien asesinó solamente mujeres indefensas, recibió cadena perpetúa por sus taantos crimenes. Hasta llegó a suicidarse en la cárcel porqué no soportaba más su condena.
DARIO : ¿Y qué me lo dices a mí? ¡Dejate de ver tantas películas que vas a enloquecer!
(Los dos se calmaron. Ese fue el lanzuelo que lanzó Alfredo, y Darío finjió imunidad.)
ALFREDO : (le susurra a Angel) Ese fue el lanzuelo que quize que lo mordára!
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Mejor hablamos al baño! ¡Vamos!
ALFREDO : (le susurra a Angel) ¡Vamos! (se levanta) Ya vuelvo!
(Los dos se van al baño.)
(Cuando los dos salen, por la puerta entra Inés, quien vestía un vestido rojo apasionado, se le veía el escote y las curbas bien conturadas. Inés venía al brazo con David.)
INÉS : ¡Buenas noches a todo el mundo!
(Todos voltearon sus cabezas y los miraron. Darío se derretía más al verle esas curbas tan perfectas y ese vestido con ese color, que parecía que lo seduciera. En cambio, Samuel la miraba lleno de odio y coraje.)
(Inés va a sentarse. David le jala la silla y se sienta a su lado. Inés saca un cigarrillo y pide un mechero a Bruno. Bruno saca su mechero y le enciende el cigarrillo.)
INÉS : ¡Gracías, mi querido Bruno! Siempre tan amable! (le acarisia la cara)
BRUNO : (mete el mechero al bolsillo) ¡Gracías, Inésita!
INÉS: ¡Demetrio querido! ¿Cómo estás? (mirando a Catalina) ¡Catalina!
DEMETRIO : (tratando de ser amable) Bien, gracías, Inésita.
CATALINA : Nos sorprendiste a todos, Inés!
INÉS : Y creeme que os seguiré sorprendiendo, querida! (fumando)
SAMUEL : ¡Inés! (se levanta) Tenemos que hablar!
INÉS : Samuel, no seas maleducado! Tengo que saludar a todos nuestros amigos! (a Darío) Mmm… ¿cómo estás, querido Darío?
DARIO: (la mira, sin hacer ningun gesto) Bien, gracías, Inés.
INÉS : Daniela, ya sé que no pierdes el tiempo! (viendo a Daniela entre su marido y Samuel)
DANIELA : (la mira sin hacer ningun gesto) No sé de que me hablas, Inés. Pero igualmente me da gusto que estés viva. No que finjiste tu muerte!
INÉS : ¡Ya! Solamente vine a hacer las paces y a decirles que (coge de la mano a David) David y yo nos vamos a casar!
(En todo este tiempo de la presentación, David se quedó mirando a Daniela con gran ternura, pasión, amor. ¿Fue amor a primera vista? Porqué Daniela tampoco paraba de mirarlo aunque Darío estaba a su lado. David y Daniela seguían mirandose.)
INÉS : ¡David! David, ¿qué pasa, mi amor?
DAVID : (vuelve a mirar a Inés ya que se dió cuenta que le hablaba) ¡Eh!
INÉS : ¿Qué te pasa? Te quedaste mirando en vacío!
DAVID : No, no, perdón. ¿Qué decías?
INÉS: Les estaba diciendo que tú y yo nos vamos a casar!
DAVID : Ah, sí, sí, cláro. (pero su corazón no decía lo mismo, todo éra de boca para afuera)
(Darío, en cambio, cuando oyó la palabra ‘matrimonio’ se puso celoso. Será que sigue amando a Inés?)
DARIO : ¿Casarte?
SAMUEL : ¿Cómo rayos te vas a casar si estás casada conmigo, desgraciada?
INÉS : ¡Basta de insultos! Y por supuesto que me puedo casar con David! ¡Divorciandome de ti!
SAMUEL : Si se trata de divorcio, con mucho gusto inicio el divorcio. No quiero seguir atado a una mujer que es capáz de finjir su muerte y abandonar su hogar para cumplir sus placeres más bajos.
INÉS : ¡Ya! No es momento de darme clases de moral! Que tú tampoco eres la persona indicada para hacerlo, que digamos.
SAMUEL : ¿A qué te refieres?
INÉS : No pienso lavarte tus trapos sucios en público! Como sé que tú tampoco lavarás los míos.
SAMUEL : (suspira) Está bien. Pero tus hijos se van a enterar que su madre sigue viva y preparandose a casar con otro hombre.
INÉS : ¡Haz lo que te venga en gana!
(Regresan del baño Alfredo y Angel. Se quedan viendo a Inés y a David.)
ALFREDO : ¡Tío!
DAVID : (voltea, se levanta y abraza a su sobrino) ¡Sobrino!
(Alfredo y Angel se sientan al lado de David.)
ANGEL : ¿Esta es tu novia?
INÉS : (a Angel) Más educación, muchacho!
DARIO: (a Inés; mirando a Angel) No puedes pretenderles educación a dos… homosexuales!
DAVID : (se levanta y mira mal a Darío) ¡Ya basta! ¡No le permito que les hable así! Y si son homosexuales ¿qué? También son personas, son gente de bien, no hacen ningún daño a nadie!
DARIO : (se levanta también) ¿Tú no me permites a mí? ¿Quién eres tú? Salió la defensora de los gays, la madre Teresa de Calcutta ¿no? Jajaja
DAVID : ¡Ya me colmaste la paciencia, desgraciado!
(David va hacia Darío y le tira un puñetazo en la naríz agarrando desprevenido a Darío, que éste se cae al suelo por entre las sillas. Del suelo, Darío se toca la naríz y la boca, mirando con odio a David.)
DAVID : ¡Si te atrevas hacerles algo a mi sobrino y a Angel, no respondo! ¿Entendido? ¿Entendido, desgraciado?
DARIO : ¡Esto no se va a quedar así, infelíz!
(Darío se levanta y vuelve a sentarse. Observa que Daniela se quedó mirando a David.)
DARIO : ¿Por qué lo miras así?
DANIELA : Así ¿cómo?
DARIO: (celoso) Así, con ojos de enamoramiento.
DANIELA : Tus ideas, mi amor.
DARIO: Más te vale que no lo mires de otra forma ¡eh! Voy al baño! Ya vengo!
(Darío se levanta y va al baño. Inés se levanta también.)
INÉS : ¡Ya vuelvo!
SAMUEL : (mira a Inés) Vas a negar que vas tras Darío?
INÉS : (voltea y lo mira) ¡Estás loco!
(Inés se va.)
DAVID : (se levanta y va a sentarse en la silla de Darío, cerca de Daniela) ¡Hola! (sonríe) Creo que nos caímos muy bien. No dejamos de mirarnos jeje.
DANIELA : Puede ser jeje (se sonroja)
DAVID : (se sonroja también) Por lo que noté tu esposo no te trata bien ¿no?
DANIELA : Te equivocas. Es amoroso, es tierno, y lo más importante, me quiere.
DAVID : Yo no estaría tan seguro. Se ve a leguas que se queda contigo por conveniencia. Perdoname por decirtelo así, pero tu marido no es un hombre enamorado. Como tú tampoco estás enamorada de él. Deberías darte una nueva oportunidad y amar a otro hombre que sí valga la pena.
DANIELA : Nadie núnca me ha hablado como lo haces tú ahora. ¡Muchísimas gracías! Eres un buen amigo!
(Daniela abraza a David.)
DAVID: {Pensamiento: Ojalá llegára a ser algo más que amigos!}
(Ambos se sienten muy atraídos el uno del otro.)
(En el baño. Inés se estaba mirando al espejo. Darío entra, ella lo ve por el espejo y no dice nada. Darío entra, se acerca a ella y le agarra por la cintura pegandosela a él.)
DARIO : Mmm… ¡te deseo, Inés! (le susurra al oído) ¡Hagamoslo aquí mismo!
(Darío le besa por el cuello, subiendo a su oreja. Inés se derrite de pasión.)
(En la mesa. David sigue endulzandole los oídos a Daniela.)
DAVID : Ahora no creo que pienses que estoy hablando mal de tu marido y de Inés. Pero la verdad es que se les ve a leguas lo traicioneros y desgraciados que son. Son tal para cual. Ahora, si vamos al baño, apuesto que los encontramos en sus momentos más íntimos.
DANIELA : ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
DAVID: Simplemente porqué cuando entre con Inés vestida con ese rojo apasionado ví como tu marido la miraba. Y no solo entonces, sino durante toda la cena. Parecía un toro en celo.
DANIELA : Pero… es muy grave lo que dices. Mi marido me juró que no me iba a poner más el cuerno.
DAVID : Tal vez lo hará con mujeres que tú no conoces, pero con Inés te aseguro que no se podrá resistir. Soy hombre y sé como funciona la mente de un hombre. ¿Quieres que vayamos al baño a asegurarte?
DANIELA : No, todavia no estoy preparada para descubrir la verdad.
DAVID: Cuanto antes lo mejor posible! ¡Vamos! Yo te acompaño!
DANIELA : Está bien.
(Daniela y David se levantan y van al baño.)
(Al baño. Darío e Inés hicieron la tontería más grande del mundo. No cerrar la puerta bajo llave. ¿Será que los descubrirán?)
(Darío estaba pegando contra la pared a Inés, pasando su mano por su pierna llegando a su intimidad para rozarsela.)
DARIO : Mmm… me vuelves loco!
(Seguían besandose mientras, Inés lo pega más a ella.)
INÉS : Mmm… hagamoslo aquí mismo! (entre gemidos)
(Los dos se besaban intensamente.)
(Por los pasillos hacia el baño iban Daniela y David.)
DAVID : Entra al baño de mujeres! Yo mientras reviso el de hombres!
(Daniela estaba frente al baño de mujeres. Sale una mujer y entra ella. Cuando entra, se queda viendo de frente con algo que le daban ganas de morir. Su marido e Inés éran amantes. David entra detras de ella.)
DANIELA : Así os quiería encontrar! (llorando) ¡Desgraciado! (le pega una bofetada a Darío)
DARIO : (para; él e Inés se quedan viendo a David y a Daniela) Mi amor…
(Pero tarde porqué Daniela ya se habia ido. David solo los puede mirar y negar con la cabeza.)
DAVID : ¡Daniela! (se va detras de ella)
INÉS : ¡David! (a Darío) ¡No puede ser!
(Darío se calla sabiendose culpable y sin saber que hacer.)
Avances del próximo capítulo:
En la calle. Afuera del restaurante.
Daniela esperaba un taxi.
DAVID : ¡Daniela!
DANIELA : ¡David! (llorando, se abraza más a él)
¿Surgirá el amor entre Daniela y David ya que ambos se dieron cuenta con quien se metieron?
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¡¡¡No te pierdas el próximo capítulo de "Boca del Infierno"!!! Solo por su canál... Mundo Fiction TV!!! Próximo capítulo este VIERNES!!!
ENTRADA:
Empresa.
Darío estaba en su despacho, escribiendo algo en la computadora. Cuando suena su célular. Éra número desconocido.
DARIO : Bueno?!
XXX : ¿Cómo está el único hombre que he amado en toda mi vida?
DARIO : (abre los ojos como platos; reconoció la voz de Inés, pero no puede como ser ella) ¿Inés? (traga saliva)
INÉS : ¿Qué comes que adivinas, mi amor? Veo que todavia no me olvidaste!
DARIO : ¿Para que me llamas? ¡Tú estás muerta! Pero claaro… tu cadaver núnca apareció.
INÉS : ¡Ayy! Pero ¿no te alegras que sigo viva, mi amor? Bueno… te llamaba para invitarte en este lugar, esta noche a cenar!
DARIO : ¿Para qué me invitas a cenar? Yo ya tengo mujer por si no lo sabías.
INÉS: Sí, tienes. Pero una que no sabe darte el placer que yo te doy. Así que no se hable más! Te conviene venir.
DARIO : (suspira) Está bien, cuenta con eso.
(Inés cuelga y se ríe. Darío se pone tenso. En todos estos días había cambiado y no quiería engañar más a su esposa.)
* * *
Departamento de Alfredo.
Alfredo estaba guardando la medalla en el bar. Angel estaba al sofá. Cuando alguien toca el timbre. Alfredo va a abrir.
ALFREDO : ¡Tío!
(David entra y los dos se dan un abrazo.)
DAVID : Perdoname por ausentarme tanto tiempo, pero ya sabes como es eso de la medicina.
ALFREDO : Cláro te entiendo, tío! ¡Mira! Te presento a mi novio… Angel!
(Todos entran al salón.)
DAVID : (sabía como éra su sobrino y no se siente asombrado) ¡Un gusto! David Uribe!
ANGEL : ¡El gusto es mío!
(Los dos se dan las manos.)
(Todos se sientan.)
ALFREDO : Tío ¿quieres un trago?
DAVID : Sí, gracías.
(Alfredo va a echar whisky en unas copas. Cuando da con la medalla.)
ALFREDO : Tío… sé que tú también quieres vengar la muerte de mi mamá. Yo tengo algo que pueda incriminar a cierta persona, pero…
DAVID: ¿Qué tienes?
(Alfredo saca la medalla y se la muestra.)
ALFREDO : ¡Toma! (le da la copa con whisky) Ps encontré esto! (le enseña la medalla de la Virgen)
DAVID : (coge en sus manos a la medalla y la mira con atención) En definitivo fue la medalla de tu madre. ¿Dónde la encontraste?
ALFREDO : Ps… (no quiería decir que la encontró Angel entre las cosas de su padre)
DAVID : ¡Anda, hijo, cuentame! ¿Dónde encontraste esta medalla?
ALFREDO : Ps…
ANGEL : ¡La encontré yo!
DAVID : (los mira serio) ¡Es una prueba contundente! ¿Dónde la encontraste?
ANGEL : ¡En la caja fuerte de mi padre!
DAVID : ¿¿QUE?? Pero… ¿quién es tu padre?
ANGEL : Bueno… yo no sé mucho de esto porqué no nací, pero debería platicar con mis padres Darío y Daniela San Roman.
ALFREDO : Yo lo único que sé es que sus padres (enseña Angel) fueron con unos amigos a Bahamas. Y allí fue asesinada mi madre. Pero más no sé. Por eso guardé esta prueba, tío. Me parece una prueba contundente, porqué así pienso poner frente a frente a Darío ante el hecho y no me lo podrá negar.
DAVID: Hijo… ¡no te metas en esto! Dejame a mí manejar esta situación! Si de verdad Darío fuera el asésino de mi hermana, es capáz de matarte para que no sigas con las investigaciones. ¡Confíe en mí! ¡Dejame a mí manejar esta situación!
ALFREDO : (suspira) Está bien, tío.
DAVID : Mientras tanto… por eso mismo venía, para invitaros a una cena esta noche.
ALFREDO : ¿Qué cena, tío?
DAVID : Mi novia y yo nos vamos a cenar, ella citó a unos viejos amigos y quisiera que ustedes me acompañáran.
ALFREDO : Pero… tío, vamos a hacer mal tercio. Gracías, pero mejor nos quedamos enserio.
DAVID : Está bien. Como quieran.
ALFREDO : ¡Vamos a brindar mientras!
(Alfredo deja la medalla en la mesa y va a echar más alcohol. David coge la medalla de la mesa.)
DAVID : Hijo, yo me voy a quedar con la medalla! ¡Confía en mí!
ALFREDO : Está bien, tío, como quieras.
* * *
En la noche.
En un restaurante de lujo.
Inés ha pagado por el mejor restaurante de la ciudad para esperar a sus viejos amigos.
Todos los que viajaron hace 20 años en Bahamas con Natalia están en el restaurante. Bruno y Fabiola, Bruno quien vestía un traje elegante, y Fabiola un vestido largo y a la moda. Samuel, Daniela y Darío quienes parecían un tercio. Daniela vestía un vestido azul, de tela muy fina, que dejaba ver sus curbas. Samuel y Darío sus mejores trajes. Catalina y Demetrio tampoco harían la excepción.
En esta noche habían dos sorpresas, y la primera de ella parece que ya iba enfureciendo a Darío. Porqué por la puerta entraron de la mano Alfredo y Angel, quienes vestían sus mejores trajes. Darío los miró e hizo los ojos como platos.
DARIO: ¿Y estos qué hacen aquí?
SAMUEL : Te recuerdo que Angel es tu hijo.
DARIO : (a Samuel) ¡Tú no te metas!
(Samuel estaba sentado en la mesa al lado de Daniela. Le susurra.)
SAMUEL : No sé como puedes vivir con semejante esposo…
DANIELA : (a Samuel) ¡Ya! Entiendo a mi marido, pero tampoco estoy de acuerdo con él. Pero ¿qué puedo hacer?
SAMUEL : (a Daniela) No es momento para hablar ahorita, pero yo en tu lugar me hubiera divorciado de él hace mucho tiempo.
DARIO : (abraza a Daniela mientras habla con Samuel) ¿Qué estás hablando con mi mujer?
SAMUEL : (a Darío) ¡Tranquilo!
(Alfredo y Angel se sientan en la mesa también. Todos estaban sentados en la mesa, platicando sobre quien los invitó, aunque muchos de ellos ya lo sabían.)
DARIO : Hombre, si no viene nadie yo me voy que tengo suficientes cosas que hacer como para perder mi tiempo de esta manera!
ALFREDO : (le susurraba a Angel) No podemos dejar que se vaya antes de lanzarle una indirecta! De momento no lo ponemos ante el hecho. No debe saber que nosotros tenemos la medalla de mi madre.
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Está bien. Pero mejor dejamos que tu tío se encargue.
ALFREDO : (le susurra a Angel) Mi tío se encarga de lo demas. Nosotros solo lanzamos la indirecta.
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Está bien.
DARIO : (viendo como se susurran) ¡Que verguenza! No recuerdo haber leído en la entrada decir ‘Prohibido Homosexuales!’
ALFREDO : (enfurrece) Y yo tampoco recuerdo leer ‘Prohibido a los asésinos!’
ANGEL: ¡No creo que ser homosexual es un delito, papá!
(Cuando oyó lo del asésino, Darío ya se levantó de la silla como para agarrarse a golpes con Alfredo. Samuel lo agarró. Alfredo también se levantó, pero lo agarró Angel.)
SAMUEL : ¡Ya! No es ni el momento ni la hora de pelear!
(Darío se arregla el saco y se vuelve a sentar. Alfredo también.)
ALFREDO : ¿Lo ve? No está en condiciones de pelear. ¿Quién sabe que cosas más salen a la luz? Yo en su lugar estaría tranquilito, porqué núnca se sabe lo que se puede descubrir…
DARIO : ¿Qué estás insinuando?
ALFREDO : ¿Yo? Nada… solamente recordé una película que ví, dónde un asésino en serie quien asesinó solamente mujeres indefensas, recibió cadena perpetúa por sus taantos crimenes. Hasta llegó a suicidarse en la cárcel porqué no soportaba más su condena.
DARIO : ¿Y qué me lo dices a mí? ¡Dejate de ver tantas películas que vas a enloquecer!
(Los dos se calmaron. Ese fue el lanzuelo que lanzó Alfredo, y Darío finjió imunidad.)
ALFREDO : (le susurra a Angel) Ese fue el lanzuelo que quize que lo mordára!
ANGEL : (le susurra a Alfredo) Mejor hablamos al baño! ¡Vamos!
ALFREDO : (le susurra a Angel) ¡Vamos! (se levanta) Ya vuelvo!
(Los dos se van al baño.)
(Cuando los dos salen, por la puerta entra Inés, quien vestía un vestido rojo apasionado, se le veía el escote y las curbas bien conturadas. Inés venía al brazo con David.)
INÉS : ¡Buenas noches a todo el mundo!
(Todos voltearon sus cabezas y los miraron. Darío se derretía más al verle esas curbas tan perfectas y ese vestido con ese color, que parecía que lo seduciera. En cambio, Samuel la miraba lleno de odio y coraje.)
(Inés va a sentarse. David le jala la silla y se sienta a su lado. Inés saca un cigarrillo y pide un mechero a Bruno. Bruno saca su mechero y le enciende el cigarrillo.)
INÉS : ¡Gracías, mi querido Bruno! Siempre tan amable! (le acarisia la cara)
BRUNO : (mete el mechero al bolsillo) ¡Gracías, Inésita!
INÉS: ¡Demetrio querido! ¿Cómo estás? (mirando a Catalina) ¡Catalina!
DEMETRIO : (tratando de ser amable) Bien, gracías, Inésita.
CATALINA : Nos sorprendiste a todos, Inés!
INÉS : Y creeme que os seguiré sorprendiendo, querida! (fumando)
SAMUEL : ¡Inés! (se levanta) Tenemos que hablar!
INÉS : Samuel, no seas maleducado! Tengo que saludar a todos nuestros amigos! (a Darío) Mmm… ¿cómo estás, querido Darío?
DARIO: (la mira, sin hacer ningun gesto) Bien, gracías, Inés.
INÉS : Daniela, ya sé que no pierdes el tiempo! (viendo a Daniela entre su marido y Samuel)
DANIELA : (la mira sin hacer ningun gesto) No sé de que me hablas, Inés. Pero igualmente me da gusto que estés viva. No que finjiste tu muerte!
INÉS : ¡Ya! Solamente vine a hacer las paces y a decirles que (coge de la mano a David) David y yo nos vamos a casar!
(En todo este tiempo de la presentación, David se quedó mirando a Daniela con gran ternura, pasión, amor. ¿Fue amor a primera vista? Porqué Daniela tampoco paraba de mirarlo aunque Darío estaba a su lado. David y Daniela seguían mirandose.)
INÉS : ¡David! David, ¿qué pasa, mi amor?
DAVID : (vuelve a mirar a Inés ya que se dió cuenta que le hablaba) ¡Eh!
INÉS : ¿Qué te pasa? Te quedaste mirando en vacío!
DAVID : No, no, perdón. ¿Qué decías?
INÉS: Les estaba diciendo que tú y yo nos vamos a casar!
DAVID : Ah, sí, sí, cláro. (pero su corazón no decía lo mismo, todo éra de boca para afuera)
(Darío, en cambio, cuando oyó la palabra ‘matrimonio’ se puso celoso. Será que sigue amando a Inés?)
DARIO : ¿Casarte?
SAMUEL : ¿Cómo rayos te vas a casar si estás casada conmigo, desgraciada?
INÉS : ¡Basta de insultos! Y por supuesto que me puedo casar con David! ¡Divorciandome de ti!
SAMUEL : Si se trata de divorcio, con mucho gusto inicio el divorcio. No quiero seguir atado a una mujer que es capáz de finjir su muerte y abandonar su hogar para cumplir sus placeres más bajos.
INÉS : ¡Ya! No es momento de darme clases de moral! Que tú tampoco eres la persona indicada para hacerlo, que digamos.
SAMUEL : ¿A qué te refieres?
INÉS : No pienso lavarte tus trapos sucios en público! Como sé que tú tampoco lavarás los míos.
SAMUEL : (suspira) Está bien. Pero tus hijos se van a enterar que su madre sigue viva y preparandose a casar con otro hombre.
INÉS : ¡Haz lo que te venga en gana!
(Regresan del baño Alfredo y Angel. Se quedan viendo a Inés y a David.)
ALFREDO : ¡Tío!
DAVID : (voltea, se levanta y abraza a su sobrino) ¡Sobrino!
(Alfredo y Angel se sientan al lado de David.)
ANGEL : ¿Esta es tu novia?
INÉS : (a Angel) Más educación, muchacho!
DARIO: (a Inés; mirando a Angel) No puedes pretenderles educación a dos… homosexuales!
DAVID : (se levanta y mira mal a Darío) ¡Ya basta! ¡No le permito que les hable así! Y si son homosexuales ¿qué? También son personas, son gente de bien, no hacen ningún daño a nadie!
DARIO : (se levanta también) ¿Tú no me permites a mí? ¿Quién eres tú? Salió la defensora de los gays, la madre Teresa de Calcutta ¿no? Jajaja
DAVID : ¡Ya me colmaste la paciencia, desgraciado!
(David va hacia Darío y le tira un puñetazo en la naríz agarrando desprevenido a Darío, que éste se cae al suelo por entre las sillas. Del suelo, Darío se toca la naríz y la boca, mirando con odio a David.)
DAVID : ¡Si te atrevas hacerles algo a mi sobrino y a Angel, no respondo! ¿Entendido? ¿Entendido, desgraciado?
DARIO : ¡Esto no se va a quedar así, infelíz!
(Darío se levanta y vuelve a sentarse. Observa que Daniela se quedó mirando a David.)
DARIO : ¿Por qué lo miras así?
DANIELA : Así ¿cómo?
DARIO: (celoso) Así, con ojos de enamoramiento.
DANIELA : Tus ideas, mi amor.
DARIO: Más te vale que no lo mires de otra forma ¡eh! Voy al baño! Ya vengo!
(Darío se levanta y va al baño. Inés se levanta también.)
INÉS : ¡Ya vuelvo!
SAMUEL : (mira a Inés) Vas a negar que vas tras Darío?
INÉS : (voltea y lo mira) ¡Estás loco!
(Inés se va.)
DAVID : (se levanta y va a sentarse en la silla de Darío, cerca de Daniela) ¡Hola! (sonríe) Creo que nos caímos muy bien. No dejamos de mirarnos jeje.
DANIELA : Puede ser jeje (se sonroja)
DAVID : (se sonroja también) Por lo que noté tu esposo no te trata bien ¿no?
DANIELA : Te equivocas. Es amoroso, es tierno, y lo más importante, me quiere.
DAVID : Yo no estaría tan seguro. Se ve a leguas que se queda contigo por conveniencia. Perdoname por decirtelo así, pero tu marido no es un hombre enamorado. Como tú tampoco estás enamorada de él. Deberías darte una nueva oportunidad y amar a otro hombre que sí valga la pena.
DANIELA : Nadie núnca me ha hablado como lo haces tú ahora. ¡Muchísimas gracías! Eres un buen amigo!
(Daniela abraza a David.)
DAVID: {Pensamiento: Ojalá llegára a ser algo más que amigos!}
(Ambos se sienten muy atraídos el uno del otro.)
(En el baño. Inés se estaba mirando al espejo. Darío entra, ella lo ve por el espejo y no dice nada. Darío entra, se acerca a ella y le agarra por la cintura pegandosela a él.)
DARIO : Mmm… ¡te deseo, Inés! (le susurra al oído) ¡Hagamoslo aquí mismo!
(Darío le besa por el cuello, subiendo a su oreja. Inés se derrite de pasión.)
(En la mesa. David sigue endulzandole los oídos a Daniela.)
DAVID : Ahora no creo que pienses que estoy hablando mal de tu marido y de Inés. Pero la verdad es que se les ve a leguas lo traicioneros y desgraciados que son. Son tal para cual. Ahora, si vamos al baño, apuesto que los encontramos en sus momentos más íntimos.
DANIELA : ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
DAVID: Simplemente porqué cuando entre con Inés vestida con ese rojo apasionado ví como tu marido la miraba. Y no solo entonces, sino durante toda la cena. Parecía un toro en celo.
DANIELA : Pero… es muy grave lo que dices. Mi marido me juró que no me iba a poner más el cuerno.
DAVID : Tal vez lo hará con mujeres que tú no conoces, pero con Inés te aseguro que no se podrá resistir. Soy hombre y sé como funciona la mente de un hombre. ¿Quieres que vayamos al baño a asegurarte?
DANIELA : No, todavia no estoy preparada para descubrir la verdad.
DAVID: Cuanto antes lo mejor posible! ¡Vamos! Yo te acompaño!
DANIELA : Está bien.
(Daniela y David se levantan y van al baño.)
(Al baño. Darío e Inés hicieron la tontería más grande del mundo. No cerrar la puerta bajo llave. ¿Será que los descubrirán?)
(Darío estaba pegando contra la pared a Inés, pasando su mano por su pierna llegando a su intimidad para rozarsela.)
DARIO : Mmm… me vuelves loco!
(Seguían besandose mientras, Inés lo pega más a ella.)
INÉS : Mmm… hagamoslo aquí mismo! (entre gemidos)
(Los dos se besaban intensamente.)
(Por los pasillos hacia el baño iban Daniela y David.)
DAVID : Entra al baño de mujeres! Yo mientras reviso el de hombres!
(Daniela estaba frente al baño de mujeres. Sale una mujer y entra ella. Cuando entra, se queda viendo de frente con algo que le daban ganas de morir. Su marido e Inés éran amantes. David entra detras de ella.)
DANIELA : Así os quiería encontrar! (llorando) ¡Desgraciado! (le pega una bofetada a Darío)
DARIO : (para; él e Inés se quedan viendo a David y a Daniela) Mi amor…
(Pero tarde porqué Daniela ya se habia ido. David solo los puede mirar y negar con la cabeza.)
DAVID : ¡Daniela! (se va detras de ella)
INÉS : ¡David! (a Darío) ¡No puede ser!
(Darío se calla sabiendose culpable y sin saber que hacer.)
Avances del próximo capítulo:
En la calle. Afuera del restaurante.
Daniela esperaba un taxi.
DAVID : ¡Daniela!
DANIELA : ¡David! (llorando, se abraza más a él)
¿Surgirá el amor entre Daniela y David ya que ambos se dieron cuenta con quien se metieron?
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¡¡¡No te pierdas el próximo capítulo de "Boca del Infierno"!!! Solo por su canál... Mundo Fiction TV!!! Próximo capítulo este VIERNES!!!
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