AM Capitulo 24 "Sed de Venganza" [[PENULTIMO CAPÍTULO]]

Dylan no podía creer lo que sus ojos miraban, era la mujer que le dio de comer por mucho tiempo en una banca sucia, apestosa, desarreglada. Rápidamente Dylan corrió hacia ella, Ana Lucia lo siguió.



-Dylan: Mama (preocupado) ¿Qué te ha sucedido?

-Marcia: Hijo… (Alegre) tienes que ayudarme, tienes que ayudarme por favor (rogando)

-Dylan: Claro que sí, vamos a mi departamento, puedes darte un baño y en el camino me cuentas todo.

-Marcia: Gracias hijo, gracias.

Dylan la ayudo a ponerse de pie y caminaron hasta llegar al carro de Dylan donde se subieron los tres rumbos al departamento de Dylan.



Leopoldo había llegado a la delegación donde tenía que declarar, pero antes se le fue informado porque había sido detenido.

-Comandante: Usted tiene una orden de aprensión en su contra por Violación a una mujer y por intento de violación a otra.

-Leopoldo: Creo que está en una equivocación, yo no he abusado de ninguna mujer, acepto mi culpa de a ver tratado de abusar de una, pero no estaba dispuesto a hacerlo, pero en cuanto al cargo mayor no para nada, no sería capaz de hacerlo señor.

-Comandante: Hace algunos días, la señora presento los cargos y estaba en muy mal estado, ella dijo reconocerlo como su violador, y le tomamos la declaración, le estuvimos buscando por algún rato pero no dimos con usted, hasta que lo hayamos en el hospital.

-Leopoldo: ¿Y de quien se trata, quien es esa mujer? (pregunto curioso)

-Comandante: Es la señora Marcia Cataluña.

Leopoldo trago saliva, y luego sonrió maldiciéndola.

-Leopoldo: Pues déjeme decirle que yo no he abusado de ella, y si quiera que venga aquí, tráigamela que me comprueba y me diga que día fue, porque de que si nos acostamos varias veces si lo hicimos, pero siempre fue bajo su consentimiento.

-Comandante: Lo extraño es que ese día la señora presentaba rasgos de abuso sexual, y bueno le repito estaba en un muy mal estado.

-Leopoldo: Pues yo no sé si sea cierto, que hayan abusado de ella, ella y yo éramos pareja pero después pasaron muchas cosas y nos separamos, a lo mejor lo hizo por venganza o que se yo, es una mujer loca, sin escrúpulos, comandante yo no he sabido nada de ella.

-Comandante: Exacto señor, ese es otro punto, la señora al parecer ha desaparecido, ¿no será que usted la tiene?

-Leopoldo: ¿Yo? ¿Tenerla? (ríe) si lo que más quiero es no volverla a ver, es una mujer mala, y como le digo acepto haber internado abusar de una mujer, pero si lo hice fue porque la misma señora Marcia me lo pidió, ella siempre había tenido problemas con esa otra mujer y como en ese tiempo los dos andábamos pues ella me pidió darle esa clase de susto, claro que me arrepiento de haberlo hecho sino no le estaría diciendo la verdad.

-Comandante: Bueno el día en que la señora Marcia estuvo en este lugar se le realizaron exámenes, la evaluación dio positiva si abusaron de ella, encontraron rastros de esperma y la única forma de saber si fue usted el violador, es haciendo una prueba de compatibilidad, ¿está de acuerdo?

-Leopoldo: Claro que sí, lo que sea por demostrar que esa mujer es una mentirosa.

Octavio regreso al carro de Lucia después de algunos largos minutos, regresaba con la cabeza hacia abajo y entro al auto de Lucia.



-Lucia: ¿Qué paso? ¿Cómo te fue? ¿Pudiste hablar con el arzobispo?

-Octavio: Si, como lo esperaba, fue muy difícil, incluso tengo prohibido la entrada a la iglesia, el arzobispo dice que me estoy condenando, pero bueno… es peor seguir en el sacerdocio si ya no quiero, si lo estoy haciendo de mala fe.

-Lucia: ¿y porque tanto tiempo lo estuviste?

-Octavio: Aunque nunca lo he aceptado Lucia, es claro que lo hice por lo que paso (triste) sentí que era una forma de pedir perdón a Dios, entregándole mi vida, solo de esa manera sentía que él me estaba perdonando. Además no tenía caso seguir en el mundo de la banalidad, a fin de cuentas tú ya no me querías, me odias.

-Lucia: No te odio, te odiaba (sonrió)

-Octavio. ¿Y cuándo dejaste de odiarme?

-Lucia: Justo cuando te vi de nuevo, herido, indefenso, llorando por nuestro hijo, cayendo en las escaleras del hospital, en ese momento supe que no puedo odiar al hombre que ame toda mi vida…

-Octavio: Pero si te hice mucho daño…

-Lucia: Si, al principio sí, sufría quizá diario por lo que me hiciste con el paso del tiempo llego mi hija y mi esposo y me hicieron ver la vida diferente, cuando el falleció mi vida se vino abajo y desde entonces luche y luche contra el odio hacia a ti y la depresión que sufrí, afortunadamente todo se fue, se fue el día en que encontré a Dylan.

-Octavio: Lucia yo no me cansare de pedirte perdón…

-Lucia: Ya, yo ya lo olvide… (Sonríe coqueta) pero si de verdad estas arrepentido, demuéstramelo…

-Octavio: ¿Cómo? (confundido) Eh claro, nomás dime como…

En ese momento Lucia le planto un apasionado beso a Octavio que lo dejo sin aliento, sus bocas se tocaban suavemente como si los dos estuvieran en los cielos, nunca se habían olvidado, a pesar de los sucesos y el tiempo el amor había marcado y los había hecho fuertes. Después de algunos minutos el beso termino.

-Octavio: ¡wow! ¿Cómo estuvo? Tiene muchos años que no besaba a alguien (bromeo)

-Lucia: Pues ese tiempo se terminó. (Sonrió y volvió a besarlo esta vez con más intensidad).

ESA NOCHE

Marcia se encontraba un poco más decente, arreglada, bañada, y con un vestido nuevo que Dylan se había encargado de comprarle.



-Dylan: Ahora si dime ¿Qué paso?

-Marcia: ¿Qué no te imaginas? (devorando una torta) tu padre me corrió, me dejo sin dinero, me cerro el negocio, me dejo en la calle, como una vil sucia rascuache.

-Dylan: Mama pero… pues es entendible lo que le hiciste no fue nada fácil para él.

-Marcia: Pero eso no importa, me hizo sufrir muchísimo (empezó a llorar) el muy maldito me dejo sin nada, sin un solo centavo y para colmo me cerro todas las puertas, y el estúpido de Leopoldo igual.

-Dylan: Pues puedes quedarte unos días aquí, pero mientras tendrás que conseguir trabajo, empezar de cero, no sé, yo ya me quitare de acá, es el departamento de un amigo, entre pocos días regresare a la casa.

-Marcia: Dichoso… hijo tal vez si tu hablaras con tu papa…

-Dylan: (interrumpiéndola) No, no, no, que te de una mano no quiere decir que te perdone por lo que le hiciste a mi familia, no me importa que me hayas ocultado que no era tu hijo, pero de ahí a hacerle tanto daño a mi tío, a mi papa, a mi hermanita… (Suspira)

-Marcia: (pensando: Maldito Marcelo me ha quitado hasta mi hijo… peor muy bien, hoy mismo empezara a sufrir el desgraciado) Está bien no te preocupes, me conformo con que me des unos días aquí, mientras busco ayuda y un trabajo.

Marcia miro a Ana Lucia que estaba parada en el marco de la habitación, la miraba con la misma mirada de siempre, llena de odio y rencor.

Patricia y Marcelo habían salido a tomar unas copas y claramente se le pasaron algo a ambos, llegaron muy contentos a casa de Marcelo y entraron rápidamente a la habitación.



-Patricia: Creo… que tome un poco más de lo que debía (reía)

-Marcelo: Yo creo, que tomaste menos de lo que debías (sonríe)

-Patricia: Y yo creo que tu tomaste menos que yo.

-Marcelo: Y yo creo que te ves hermosa esta noche (serio)

Eso fue como un balde de agua fría a Patricia, escuchar esas palabras le hizo estremecerse, Marcelo la tomo de la mano y la acerco a él a tal punto que se sentían sus respiraciones y el palpitar de su corazón de ambos, claro el de Patricia muy acelerado.

-Patricia: ¿Qué, que dijiste? (tartamudeo un poco)

-Marcelo: Que eres hermosa, inteligente, noble, tierna, dulce, cariñosa, sincera… Patricia no creas que estoy pasado de copas, eres una mujer excelente, tenerte todo el tiempo a mi lado, a una puerta de ti y no haberme dado cuenta de que la mujer que tú eres, es la que siempre había buscado y nunca la había encontrado.

-Patricia: (Exhalo) ¿Estás hablándome enserio, Marcelo?

-Marcelo: Claro que sí, tú me ayudaste en todo, a levantarme, tu compañía me hace falta diario, y no, no creas que es agradecimiento es mucho más que eso, es como una necesidad, es como respirar, necesito de ti para poder respirar y de esa manera vivir. No sé cómo lo hiciste en tan poco tiempo, pero te quiero, te quiero a mi lado, te quiero para mí.

-Patricia: Y yo estuve esperando esto por tanto tiempo, que ahora que por fin pasa me siento la mujer más feliz del mundo, yo te amo, y eso no hay duda, te he amado siempre, y siempre lo hare.

Marcelo sostuvo a Patricia de la cadera y la empezó a besarla con mucha pasión, recorriendo con sus labios su cuello, sus hombros, regresando a sus labios, Patricia empezó a arrancar las ropas de Marcelo dejándolo solo con su ropa interior, acariciando su bien formado abdomen y besando cada rincón de su pecho, Marcelo no se contuvo y arranco de un solo tirón el vestido color vino que llevaba Patricia, tocándola con una suavidad que estremecía cada vez más a Patricia.

Los besos continuaron cada vez más intensos, las miradas que cruzaban cuando no cerraban los ojos, el momento era de ellos, amándose sin que nadie se opusiera, sin que les importara el mundo, Marcelo la tiro a la cama y empezó a hacerle el amor tan delicadamente y al mismo tiempo con una pasión, que Patricia estaba enloquecida, el momento crecía, sus cuerpos estaban fundidos en uno solo, sin importar el tiempo, hicieron el amor cuantas veces quisieron toda la noche.

LA MAÑANA SIGUIENTE

Marcia despertó desde muy temprano, estaba llevando a cabo su plan, estaba dispuesta a herir a quien sea con tal de hacer pagar a Marcelo lo que él le había provocado, Ana Lucia quien había acompañado a Dylan en su departamento, despertó tarareando una canción mientras sacaba algunos trastos para preparar café, fue en el momento cuando bajo la cabeza para mirar en la parte inferior del trastero que Marcia llego hacia ella, cuando esta regreso hacia arriba Marcia la golpeo con una fuerte olla de barro, que hizo que esta cayera inmediato al suelo.



Rápidamente Dylan despertó con el ruido y enseguida se levantó de la cama muy asustado “Mi amor estas bien” “Mama ¿Qué paso?” Cuando entro a la cocina se impresiono tanto al ver a su novia tirada llena de sangre en la cabeza, al querer auxiliarla, Marcia le pego un fuerte golpe con una cazuela en la cabeza, dejándole inconsciente.

-Marcia: Ahora si Marcelo prepárate para sufrir como no tienes una idea.

Marcia empezó a atar las manos de Dylan y también los pies, tomo las llaves del carro de Dylan y tuvo mucho cuidado en salir sin que nadie la viera, llego hasta el estacionamiento del edificio e introdujo a Dylan en el asiento delantero, empezó a manejar con una sonrisa maléfica.

En el departamento Ana Lucia empezó a recobrar la conciencia y apenas pudo incorporarse tomo el teléfono y le marco a su madre.

Lucia estaba despertando teniendo a lado a Octavio semidesnudo, habían pasado una noche de mucha pasión.



-Lucia: Hija… Hola.

-Ana Lucia: (desesperada) Mama, mama, necesito que me ayudes.

-Lucia: ¿Qué paso? ¿Qué tienes? (preocupada)

-Ana Lucia: Mama necesito que le hables a Marcelo es urgente, Marcia se llevó a Dylan nos golpeó y a él lo secuestro, tengo mucho miedo (empezando a llorar)

-Lucia: A ver tu tranquila, ¿Cómo estás? ¿Qué te hizo?

-Ana Lucia: Yo bien, pero me preocupa el mama, no sé qué le pueda hacer.

-Lucia: Tranquila ¿sigues en el departamento de Dylan?

-Ana Lucia: Si mama, pero por favor háblale a Marcelo en cuanto puedas.

-Lucia: Claro que sí, ahora mismo lo hare, y mientras espérame ahí.

Octavio ya había despertado.



-Octavio: ¿Qué paso?

-Lucia: Tu hermana se volvió loca, golpeo a mi hija y al parecer se llevó a Dylan, se lo llevo y teme que le haga algo.

Marcelo y Patricia estaban en la cama después de haber pasado una noche muy apasionada. De pronto el celular de Marcelo comenzó a sonar, Patricia lo tomo y vio en la pantalla “Dylan” pero al contestar no era la voz del joven.



-Patricia: ¿Bueno?

-Marcia: ¿Patricia? ¿Qué haces con el celular de mi marido?

-Patricia: ¿Qué quieres? Y eso a ti no te importa, deja de molestar.

-Marcia: Pásale en este mismo momento el teléfono

Marcelo se despertó en ese instante.



-Patricia: No, no lo hare y deja de Marcarle, que no te basto con todo lo que le hiciste.

-Marcia: Mira perra, pásame a mi marido.

-Marcelo: ¿Quién es? (dirigiéndose a Patricia)

-Patricia: (dudosa) Es Marcia, quiere hablar contigo.

Marcelo tomo el teléfono enojado.



-Marcelo: ¿Qué quieres? No tienes la más mínima vergüenza ¿verdad?

-Marcia: Cállate y escúchame, tengo a tu hijo en mi poder, y estoy dispuesto a matarlo si no haces lo que te digo.

-Marcelo: ¿Qué? ¿Dónde lo tienes maldita?

-Marcia: Estamos yendo rumbo a la carretera libre hacia puebla, ahí nos puedes encontrar, pero escúchame Marcelo si traes algún policía te juro que mato a Dylan ah y puedes ir diciéndole a Lucia que le deje un regalito en el departamento de Dylan (rio)

-Marcelo: Maldita sínica, ¡Déjalo ir! ¿Qué es lo que quieres?

-Marcia: Quiero 5 millones de pesos y que me cedas todo el poder del despacho de abogados, así que arregla todo, pero lo quiero en dos horas o sino Dylan estará muerto.

Marcia colgó la llamada y sonrió triunfadora.

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En el Gran final
-¿Que hara Marcia con Dylan?
-¿Lograra Marcelo ser feliz con Patricia?
-¿Octavio y Lucia se consolidaran como pareja?
-¿Susana vivira?
-¿Saldra Leopoldo librado?

MAÑANA GRAN CULMINACION DE AMOR MALDITO

Andale eso se le paso a Marcia

Como te gustaría que acabe Marcia?

Gracias por haber seguido la historia.

Saludos

Pobrecito Dylan sobre todo cuando la ayuda y así se lo agradece, creo que Marcia merece la muerte o al menos caer presa de por vida.

Por fin Marcelo y Patty están juntos, ya se habían tardado.

Me alegro que Lucia y Octavio se den una oportunidad de verdad lo merecen.

Síguela pronto

Gracias por comentar Angélita!

Si Marcia se merece lo peor, pero bueno a ver que tal le va a ella, en unos minutos el capítulo final (:

Gracias por haberla seguido.

Voy a verlo