Capitulo 26: No le temas al amor... Leonela

capitulo 26

En el juzgado,

el juez le pregunta a Luis Pablo [Jorge Luis Vásquez]…

SECRETARIO: A ver, acusado Luis Pablo Guerra, ¿Usted como se declara?

LUIS PABLO: Su señoría, me declaro inocente, pues, todo lo he hecho en defensa propia.

La bellísima Leonela [Jimena Navarrete] lo observa con odio.

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Ceniel [Diane Lane] está con Andrés [Al Pacino] y Ricardo]…

CENIEL: Aquí les traigo estos documentos…
ANDRES: ¿Qué clase de documentos son estos?
CENIEL: Son los documentos para la entrega del bebé en adopción.

En ese momento, Adela [Michelle Pfeiffer] mira los documentos y se los arrebata a su hermana antes que se los entregue a Andrés y Ricardo.

CENIEL: Oye, ¿Qué te pasa, Adela? ¿Por qué me quitas los documentos?

Adela rompe los documentos en mil pedazos….

ADELA: ¡¡¡Snif!!! ¡¡¡La realidad que tratan de esconder es una: Ese bebé es hijo de Leonela, una Ferrari, y lleve la sangre de toda la familia!!! ¡¡¡Estamos hablando de nuestro nieto!!!

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En el juicio,

el secretario se dirige al público…

SECRETARIO: Que venga a declarar la señora Jacinta Pérez, madre del Occiso.

En ese momento, ingresa la señora Jacinta, la madre de Pello, y se sienta en el estrado. El secretario le coloca la mano sobre una biblia.

SECRETARIO: Levante la mano derecha, por favor. Jura decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.
JACINTA: Si, señoría, lo juro.

En ese momento, la hermosa fiscal se acerca para interrogar a la testigo.

LEONELA: Señora Jacinta, ¿Qué puede contarnos sobre su hijo Pello?
JACINTA: Mi hijo… pues… él era un pan de Dios… era incapaz de hacerle daño a alguien porque en su mirada no tenía nada de maldad… por eso, exijo que quién cometió ese atropello… Pues, le caiga todo el paso de la ley y así vengar a mi pobre hijito que ahora debe estar en el cielo con los angelitos…
LEONELA: No mas preguntas, su señoría.

Leonela se dirige a su puesto. De repente, Genaro [Gabriel Soto] se levanta de su puesto y se dirige al estrado para interrogar a la señora.

GENARO: Señora Jacinta, ¿Usted sabe en qué trabajó su hijo Pello, antes que fuese chofer ó guardaespaldas de Ricardo Orellan?

JACINTO: Mi hijito fue policía pero, lo corrieron… bueno… ejem… perdón, lo que quise decir es que no lo “corrieron” sino que se salió, y entonces, le pidió a la señorita Leonela, aquí presente, que interviniera para un trabajo en las empresas de su familia.

GENARO: Pues, aquí tengo pruebas que demuestran que su “hijito” no era un pan de Dios como usted afirma. Sino al contrario, el tal Pello era un mal elemento, y que lo corrieron de la Policía Estatal de Veracruz, por muchas anomalías. Además, hay que aclarar que antes de se chofer del señor Ricardo Orellan, era más bien, su guardaespaldas, y tal vez, un matón.

JACINTA: ¡¡¡Snif!!! ¡¡¡Miente, eso no puede ser verdad!!! ¡¡¡Mi hijo era un santo!!!
GENARO: No tengo más preguntas, su señoría.

Los guardias ayudan a levantar a la señora Jacinta, que no puede recuperarse de la revelación.

JUEZ: Hagan pasar a la siguiente testigo…

En ese momento, llaman al estrado a la testigo, la mujer que vió el cadaver de Pello tendido en la acera del parque. El secretario le pide que coloque su mano sobrela Biblia.

SECRETARIO: Por favor, levante con su mano derecha y respondame: Jura decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.
TESTIGO: Si, lo juro.

En ese momento, se aparece la bellísima fiscal.

LEONELA: A ver, señorita, por favor, relate como ocurrieron los hechos…
TESTIGO: Yo oí gritos y ruidos. Cuando abrí la puerta, pues, obsevé la pelea, pero, uno de ellos estaba mejor…. ¡¡¡Y ese hombre es el agresor!!!
LEONELA: ¿Lo vieron, señoras y señores del jurado? Eso es una prueba más de cómo se comporta un hombre primitivo, y como tal, saca sus instintos de agresividadanimal. Un hombre violento que a todas luces, es culpable… ¡¡¡Es un culpable y un asesino!!!

En ese momento, Luis Pablo se levanta del asiento…

LUIS PABLO: ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Di la verdad, sabes que eso es una vil mentira!!! ¡¡¡Di la verdad, tú sabes como son las cosas!!!
JUEZ: ¡¡¡Orden, por favor, y usted, señor Guerra, guarde la compostura ó sino le aplico una severa sanción por mal comportamiento!!!
GENARO: Cálmate, Luis Pablo.
LUIS PABLO: Si, está bien.

Luis Pablo toma asiento y se reanuda el juicio.

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Pasado el juicio…

Leonela conversa con su amiga Pamela [Carmen Ríos]…

PAMELA: ¿Qué pasa, Leonela? Te noto preocupada.
LEONELA: No entiendo ese arranque de ese hombre… ¿Por qué iba a decir, “di la verdad, tú sabes como son las cosas”? No lo logro entender. ¿Qué crees que habrá querido decir?
PAMELA: No lo sé, amiga. Realmente, no lo sé.

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Mientras, Genaro conversa con Caridad [Ana Martin] y Maricaro [Rebecca Schaeffer]…

GENARO: Tengo que decirle una cosa a ustedes…
CARIDAD: ¿Qué quieres decirnos, Genaro?
GENARO: Pues, Luis Pablo está muy alterado porque le preocupa por el destino del bebé de Leonela.
CARIDAD: Tienes razón… Genaro… Maricaro, ¿Nos puedes hacer un favor?
MARICARO: Si, claro, doña Caridad.
CARIDAD: Necesito que vayamos a la mansión donde vive esa mujer, Leonela Ferrari.
MARICARO: Así lo haré, doña Caridad.

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Caridad y Maricaro llegan a la mansión Ferrari.

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CARIDAD: Tú quedate afuera, Maricaro. Entraré sola.
MARICARO: Está bien, Doña Caridad. Cuídese mucho.

Caridad ingresa sola a la Mansión.

CARIDAD: Buenas noches, ¿Esta es la casa de la señora Leonela?
CRIADA: La señorita Leonela no se encuentra en estos momentos…

En ese momento, aparece Adela [Michelle Pfeiffer] bajando de las escaleras…

ADELA: ¿Quién busca a mi hija?
CARIDAD: Buenas noches, señora… vine a hablar con su hija sobre un asunto urgente…

Adela y Caridad se miran frente a frente. Ellas estrechan las manos.

ADELA: Mucho gusto, soy su madre, la señora Adela Mirabal de Ferrari. ¿Y usted?
CARIDAD: Ejem… mi nombre es Caridad García, viuda de Guerra.
ADELA: ¿Y usted que tiene que ver con mi hija?
CARIDAD: Soy la madre de Luis Pablo Guerra.

En ese momento, Adela se enfurece.

ADELA: ¿Y con qué descaro se aparece en esta casa? ¿No se da cuenta todo el daño que le ha hecho a nuestra familia? ¡¡¡Larguese de aquí!!!

CARIDAD: Por favor, escúcheme un tantito… reconozco que mi hijo no se ha comportado bien, pero, le hablo por el asunto del niño… el hijo de Leonela…

ADELA: ¿El hijo de Leonela?

CARIDAD: Así es. Quiero hablarlo sobre ese niño que está por nacer… pues… si no lo quieren, pues, que nos entreguen a nosotros, que nosotros podremos cuidarlo… no le daremos lujos, pero, le daremos mucho amor y cariño… después de todo, es mi nieto quién viene en camino… y es tan solo un ser inocente que no tiene culpa de nada….

Adela cae en llanto.

CARIDAD: ¿Por qué llora, mi linda señora?
ADELA: ¡¡¡Snif!!! Pues, yo también estoy aterrada y preocupada por el destino de mi nieto, porque esa criatura también es mi nieto…
CARIDAD: Entonces, ¿Usted me entiende, verdad?
ADELA: Así es. Lo entiendo perfectamente. ¿Qué culpa pueda tener un ser inocente que todavía no ha llegado a este mundo, verdad?
CARIDAD: Así es, mi linda señora.

Las dos madres terminan abrazadas.

En ese momento, se aparece Andrés [Al Pacino], junto con Ceniel y Ricardo…

ANDRES: ¡¡¡Usted!!! ¡¡¡Adela!!! ¡¡¡Qué hace esta mujer aquí en esta casa!!!
CARIDAD: Yo… yo…
Entonces, Andrés toma del brazo a Caridad…

ANDRES: ¡¡¡Lárguese de esta casa!!! ¡¡¡Nadie de esta familia tiene derecho a estar aquí!!! ¡¡¡Largo!!! ¡¡¡Fuera!!!

Andrés la jala contra la puerta y la empuja afuera de la casa.