Capitulo 35: No le temas al amor... Leonela

capitulo 35




En la habitación del hospital, Leonela [Jimena Navarrete] abre sus preciosos y redondos ojos marrones…

LEONELA: ¿Dónde estoy?

En ese momento, la hermosa Leonela mira esclarescerse la imagen de su madre Adela [Michelle Pfeiffer] junto con el de su tía Ceniel [Diane Lane]. Maricaro [Rebecca Schaeffer] quién tiene en sus brazos al bebé.

ADELA: Hijita mía, qué bueno que despertaste… todo salió muy bien…
LEONELA: ¿Todo salió bien?
CENIEL: Así es. Ya nació tu bebé…

Leonela esquiva la mirada.

LEONELA: No quiero verlo.
ADELA: ¿No quieres saber que fue?
LEONELA: ¡¡¡No quiero verlo!!! ¡¡¡Y saquen a ese escuincle de mi presencia!!! ¡¡¡Saquenlo!!!
CENIEL: Está bien, Leonela. Sacaremos al bebé.

Ceniel se retira de la habitación junto con Adela, Maricaro y el bebé.

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En la sala de espera…

CENIEL: ¿Qué te pasa, Adela? Te noto triste.
ADELA: ¡¡¡Snif!!! Ay, Ceniel, ¿Y como quieres que me ponga si acabo de conocer a mi nieta… y debo dejar de verla… ¡¡¡Snif!!!
CENIEL: Tú sabes bien que es lo mejor…
ADELA: ¿Lo mejor, para quién?
CENIEL: Para Leonela… tú sabes bien como se dieron las circunstancias…
ADELA: ¡¡¡Snif!!! Pensé que al ver a su bebé, ella iba a recapacitar…

En ese momento, Ceniel llama a Maricaro que tiene en sus brazos a la bebé.

CENIEL: Maricaro, ven, quiero decirte una cosa.
MARICARO: ¿Qué es lo que quiere decirme, señora Ceniel?
CENIEL: Quiero que lleves a la bebé al hospicio. Te voy a dar una buena compensación por sus servicios. ¿Qué dices?

Maricaro mira a la bebé con ternura.

MARICARO: Está bien, señora Ceniel. Acepto su propuesta.
CENIEL: Muy bien, entonces, mi marido te acompañá al hospicio.

Ricardo [John Cusack] mira con ojos maliciosos a la hermosa Maricaro pero, ella trata de ignorar al individuo.

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Cuando llegan al hospicio, Ricardo suspira al contemplar el sensual cruce de piernas de Maricaro mientras ella está en brazos de la bebé…

RICARDO: Te ves linda con ese bebé en brazos…
MARICARO: Señor Orellan, ¿Voy a entrar al hospicio, mejor?
RICARDO: Te acompaño… preciosura…
MARICARO: No, creo que puedo ingresar sola. Permiso.
RICARDO: Está bien… como tú digas… lindura…

Maricaro mira al hombre con indignación mientras la hermosa muchacha ingresa al edificio.

En la oficina de la directora…

MARICARO: Buenos días, señora Directora…
DIRECTORA: Buenos días. ¿Para qué soy buena?
MARICARO: Tengo que entregar a esta niña en adopción, pero…
DIRECTORA: Pero, ¿Qué? ¿No me diga que acabó de arrepentirse la señorita?
MARICARO: No, yo no soy la madre… Yo quiero adoptar a la beba.
DIRECTORA: ¿Quiere adoptarla?
MARICARO: Así es, pues, me he encariñado con la pequeña.
DIRECTORA: Lo siento pero, debe seguir con un reglamento, y pasos a seguir.
MARICARO: Lo que sea… con tal de tener a esta preciosa niña en mi brazos…
DIRECTORA: Está bien.

Entonces, la Directora llama a la secretaria para que inicie los trámites de ingreso al hospicio. Al salir, Maricaro se escabulle de Ricardo sin ser vista.

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En la habitación del hospital, Leonela recibe la visita nuevamente de su madre, su tía Ceniel y también de su padre Andrés [Al Pacino]…

CENIEL: Bueno, sobrina, misión cumplida.
Adela suelta una lágrima en su mejilla intentando controlar sus sentimientos.

LEONELA: Gracias, tía, por tu valiosa ayuda.
CENIEL: No tienes nada que agradecerme, sobrina. Ya las cosas están en su lugar.
LEONELA: Papá… mamá…
ANDRES: ¿Qué quieres contarnos, princesita?
LEONELA: Quiero que nos vayamos lo más pronto posible de viaje…
ANDRES: Lo que tú digas… princesita…

Andrés acaricia suavemente la larga cabellera de su hermosa hija.

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En el Penal de Allende, los días se hacen largos, tediosos para Luis Pablo [Jorge Luis Vásquez] que está en la celda de castigo. En ese momento, tocan a la puerta, es el custodio que trae la comida, sin saber que el “Medusita” está cerca escuchando la conversación…

CUSTODIO: ¡¡¡Guerra!!! ¡¡¡Le traje la comida a usted!!! ¡¡¡Mire la delicia que le traje!!!

El custodio le entrega la comida a Luis Pablo.

LUIS PABLO: Oh, no, otra vez… ¡¡¡Pan y agua!!!
CUSTODIO: ¿Y qué esperaba el señorito? ¿Sushi, caviar ó langosta?

Luis Pablo prueba un bocado del pan pero, lo escupe…

LUIS PABLO: ¡¡¡Este pan está frío!!!

Y toma un sorbo de agua….

LUIS PABLO: ¡¡¡Y está agua esta turbia!!! ¡¡¡Prefiero pasar de hambre que comerme esta porquería!!!
CUSTODIO: Ay, si, señor… como ordene el… ejem… señorito.

El custodio se retira. En ese momento, el “Medusita” [Fernando Allende] le habla al guardia.

MEDUSITA: ¿Qué sucede, custodio?
CUSTODIO: Es el preso que está en la celda de castigo… el tal Luis Pablo Guerra… otra vez, rechazando la comida… dice que el pan está frío y el agua está turbia…

Medusita prueba un bocado del pan.

MEDUSITA: Pues, lo entiendo. Oye, custodio, ¿Me podías hacer un favorcito?
CUSTODIO: Mande…
MEDUSITA: Mira, no es bueno que mi “niño bello” se muera de hambre. Por favor, tráele comida balanceada y más sana.

El “Medusita” le entrega un billete al custodio con discresión.

CUSTODIO: Está bien, señor. Como usted ordene.

Y asi, Luis pablo come bien.

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En la Mansión Ferrari….

Leonela regresa a su casa.

SIRVIENTA: ¡¡¡Señorita Leonela!!! ¡¡¡Qué bueno que ha regresado!!! ¿Y qué fue?
LEONELA: No lo sé…
CENIEL: Por favor, no se queden miradas así… preparen la ropa de la señorita Leonela que se va de viaje…
SIRVIENTA: ¿Se va de viaje, la señorita?
CENIEL: Así es. Pero, rápido, rápido, no hay tiempo que perder.

La sirvienta se retira de la presencia de Ceniel y Leonela.

CENIEL: Bueno, sobrina, el cambio de ambiente te sentará muy bien.
LEONELA: Gracias, tía. No sé que hubiera sido de mí, sin tu valiosa ayuda. Necesito hacer este viaje. Necesito olvidar.

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Por su parte, Maricaro y Ernesto ingresan al hospicio, donde hablan con la secretaria de la Directora. La secretaria cruza las piernas, mientras le guiña el ojo a Ernesto, sin que Maricaro se diera cuenta…

SECRETARIA: Buenos días, ¿Para que soy buena?
MARICARO: ¡¡¡Ejem!!! ¡¡¡Queremos adoptar a una bebé!!!
SECRETARIA: Pues, necesitan realizar los siguientes trámites…

Entonces, la sensual secretaria le dice los pasos de adopción, son varios papeles, de un lado a otro.

MARICARO: Uy…. Son muchos trámites… no sabía que fuera tan dispendioso… ¿Y no hay forma de agilizar esos trámites?
SECRETARIA: Lo siento. Las reglas son las reglas.

Maricaro se retira con Ernesto del lugar.

ERNESTO: Mi amor, ya son muchos trámites, ¿Estas segura que quieres adoptar?
MARICARO: Así es, amorcito. Es lo único que nos falta para ser una familia completa.
ERNESTO: No es necesario, mi amor. Con nuestro amor, basta.
MARICARO: No, mi amor. Tenemos que hacerlo por nuestra sobrina, la hija de Luis Pablo. No quiero que ella vaya a parar a una casa de desconocidos, sabiendo que tiene a su familia que le daría mucho amor y cariño.
ERNESTO: Tienes razón, mi amor. Gracias. No solo eres linda por fuera sino también eres un ángel por dentro. Por eso te quiero tanto.

Ernesto acaricia las mejillas de su hermosa esposa, y de pronto, juntan sus labios hasta besarse apasionadamente como dos enamorados.

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En el Penal de Allende…

Luis pablo sale de la celda, mientras que el “Medusita” lo recibe…

MEDUSITA: Hola… ejem… Luis Pablo… ¡¡¡Bienvenido a la vida!!!
LUIS PABLO: Gracias, por la bienvenida.
MEDUSITA: Bueno, esperemos que de ahora en adelante, podamos llevarnos mejor. ¿Y como comiste? ¿Comiste bien?
LUIS PABLO: Bueno, los últimos días me sirvieron buena comida…
MEDUSITA: Me alegra… sabía que el Custodio iba a hacer caso a mi petición.
LUIS PABLO: ¿De qué está hablando usted?
MEDUSITA: Fui yo quién le pidió al Custodio que te sirviera mejor comida.

Luis Pablo reacciona confundido. En ese momento, el custodio notifica a Luis Pablo…

CUSTODIO: ¡¡¡Guerra!!! ¡¡¡Usted tiene visita!!!
LUIS PABLO: Permiso, señor…

Luis Pablo se retira de la presencia del “Medusita” para atender la visita.

En la sala de visitas, Luis Pablo recibe la visita de Genaro [Gabriel Soto]. El preso se emociona al ver a su mejor amigo…

LUIS PABLO: ¡¡¡Genaro, carnal!!! ¡¡¡Qué sorpresa!!! ¡¡¡Gracias por visitarme!!!
GENARO: ¡¡¡Como estás, carnalito!!! ¡¡¡Venga ese abrazo!!!

Los dos amigos se abrazan fraternalmente.

GENARO: Me contaron que estabas en la celda de castigo…
LUIS PABLO: Así es… tuve un altercado con unos presos… ¡¡¡No veo la hora de salirme de aquí!!! ¡¡¡Este lugar es horrible y no se lo recomiendo a nadie!!!
GENARO: Bueno, carnal, debes tener paciencia… recuerda que por buena conducta, te pueden reducir la pena…
LUIS PABLO: Tienes razón. Pero, cuéntame, ¿Qué novedades tienes de la familia? ¿Cómo está mamá? ¿Y Ernesto y Maricaro? ¿Y Orlandito?
GENARO: Están todos bien. Pero, tengo una noticia que darte…
LUIS PABLO: ¿Una noticia?
GENARO: Así es, carnal. Pues, te cuento que ya eres papá.
LUIS PABLO: ¿Ya nació mi hijo?
GENARO: Así es… ya eres papá de una preciosa beba.

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Por su parte, esa noche, Ricardo sale de la oficina cuando de pronto, dentro de unos árboles, escondidos, se aparece un guante negro apuntando con un arma. Es Dalton [Gared Torrea], el cómplice de Pello, quién dispara al hombre…. ¡¡¡¡BANG!!! Pero, falla el disparo. Ricardo reacciona.

RICARDO: ¿Quién anda allí? ¿Quién me disparó? ¡¡¡Vaya, el muy cobarde se escapó!!!

Dalton logra escapar sin que Ricardo lo reconozca, no sin antes jurar ante si mismo.

DALTON: ¡¡¡Chale!!! ¡¡¡El tiro me salió mal!!! ¡¡¡Pero, la próxima vez no fallaré!!! ¡¡¡Lo juro por la Virgencita que es milagrosa que no fallaré y que le daré su merecido a ese “canijo”!!! ¡¡¡Lo juro!!!

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Mientras, en la casa de los Guerra. Doña Caridad [Ana Martin] está sentada en el sofá de la sala descansando, junto con Ernesto y Maricaro…

ERNESTO: ¿Y como está la abuelita más chula que hay aquí?
CARIDAD: Gracias, hijito, por ser tan bueno contigo.
ERNESTO: Es porque te lo mereces…
CARIDAD: Ernesto… Maricaro… me podrían hacer un favorcito…
MARICARO: ¿Qué quieres decirnos, señora Caridad?
CARIDAD: Quiero que antes de morir, es poder conocer a mi nieta…
MARICARO: ¡¡¡Vamos, señora Caridad, no diga eso!!! ¡¡¡Usted va a vivir mucho tiempo y va a conocer a su nieta!!! ¡¡¡Y no solo eso sino va a compartir todos los días con ella!!! ¡¡¡Se lo prometemos!!!
CARIDAD: Gracias, Maricaro… eres un ángel. No pudiste haber elegido a una esposa tan bella y hermosa, tanto por dentro como por fuera.
ERNESTO: De nada, mamá. Y ya verás que muy pronto podrás ver aquí a tu nieta.
CARIDAD: Gracias, hijito.

Al día siguiente…

El custodio llama a Luis Pablo….

CUSTODIO: ¡¡¡Guerra!!! ¡¡¡Usted tiene una visita!!!
LUIS PABLO: ¿Una visita? ¿Y quién será esta vez?
CUSTODIO: Pues, es una hermosa mujer…. Vaya, picarón… ¡¡¡Qué lo tenías guardado!!!
LUIS PABLO: ¿Una hermosa mujer? ¿Quién será? ¿Será Maricaro? ¿O tal vez…? No, eso no puede ser…

Entonces, Luis Pablo va a la sala de visitas…

LUIS PABLO: ¿Qué estás haciendo aquí?

En ese momento, se esclarece la imagen de Leonela.