No me Olvides Capítulo 2: Peligro

INT. / MANSIÓN JANSEN, DESPACHO DE MARÍA TERESA / NOCHE

María Teresa busca insistentemente algo en unas carpetas, pero no lo encuentra. La mujer comienza a enojarse.



María Teresa: ¡Maldición! ¿Dónde están esos papeles? Juraría que los dejé escondidos en uno de estos libros, pero no están.



Osvaldo: (entrando al despacho) ¿Busca esto señora María Teresa? (le enseña una carpeta).

María Teresa: ¿Cómo es que tienes esos papeles en tus manos? ¿Te atreviste a robármelos?

Osvaldo: (cerrando la puerta) Eso no es lo que importa ahora. Ya estoy enterado la manera en que modificó el testamento del señor Jansen para desheredar al joven Oliver.

Melisa se dirige al despacho para hablar con su madre, pero se detiene a escuchar.



Osvaldo: ¿Por qué no dice nada señora? ¿Se le comieron la lengua los ratones?

En ese momento, una fuerte tormenta empieza a caer sobre la ciudad de Copenhague.

María Teresa: No tengo por qué darte explicaciones de lo que he hecho. Tú sólo eres un criado en esta casa.

Osvaldo: Pues este criado será quien se encargará de hacer justicia. Yo fui testigo de la manera tan cruel en que mató al señor Jansen, pero callé para recaudar las pruebas suficientes y así demostrar su culpabilidad. Ahora que tengo estos papeles en mis manos, podré dar constancia de lo que digo.

María Teresa (furiosa): ¡Te prohíbo terminantemente que abras la boca Osvaldo! ¡Te lo prohíbo!

Osvaldo: ¡Ni piense que me voy a seguir quedando callado! ¡Es usted una mala mujer! Ya mismo la voy a denunciar a la policía por el asesinato del señor Jansen. Lo mató sólo para quedarse con su fortuna y editó el testamento para que al joven Oliver no le correspondiera nada.

Detrás de la puerta, Melisa escucha todo atentamente muy consternada.

María Teresa: ¿Y qué? Ese maldito merecía la muerte. Tú fuiste testigo del infierno que me tocó padecer a su lado. (Llorando) Todas las noches llegaba ebrio y me golpeaba sin piedad. ¿¡Dime si no fue justo lo que hice!?

Osvaldo: Nada justifica matar a otro ser humano. Usted no podía tomarse la justicia por su propia cuenta. Además eso no es lo único malo que ha hecho y merece que pague por sus maldades.

Osvaldo va a salir del despacho, pero inmediatamente María Teresa saca una pistola del cajón de su escritorio y le apunta al mayordomo.

María Teresa: ¡Alto ahí estúpido! ¡Tú de aquí no sales si no es muerto!

Osvaldo: (hablando de espaldas muy calmado) No cometa más errores señora María Teresa. No gana nada matándome.

María Teresa: (riendo desquiciada) Claro que sí. Si te mato, no podrás hablar. Tú siempre fuiste un obstáculo, un estorbo en todo. Si no te eché a la calle antes fue por miedo a que me llegaras a chantajear, pero ya no más. ¡Descansa en paz imbécil!

La malvada mujer le dispara a Osvaldo en el hombro derecho. El mayordomo, muy malherido, cae fulminado al piso donde comienza a desangrarse. Melisa detrás de la puerta abre los ojos como platos al oír el disparo. María Teresa se acerca a Osvaldo y sonríe.

Osvaldo: ¡Esto no se va a quedar así! ¡Usted va a pagar! ¡Va a pagar…!

Y sin ninguna piedad, María Teresa le dispara por última vez en la cabeza a Osvaldo, arrebatándole la vida. La mirada de maldad de María Teresa es penetrante y profunda. Los dos disparos se han escuchado en toda la mansión. Melisa sale corriendo a su cuarto.

INT. / MANSIÓN JANSEN, COCINA / NOCHE

Hanna y Blanca también han escuchado los disparos, cosa que las ha dejado muy asustadas.



Hanna: ¡Dios mío! ¿Qué fue eso? Se oyó muy fuerte.

Blanca: Parecen ser disparos. Provienen de aquí dentro de la mansión. ¡Sí, de aquí dentro! (Segura) ¡Del primer piso!

Hanna: Lo mejor es que vayamos a ver. ¿No crees?

Blanca: Sí, vamos.

Las dos se dirigen al despacho. Allí, María Teresa termina de limpiar las huellas dactilares que dejó en el arma con la cual mató a Osvaldo. También, pone la misma arma en una de las manos del occiso mayordomo para simular un suicidio y finalmente, toma la carpeta y sale a toda prisa del despacho.

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE MELISA / NOCHE

Los estruendos que causan los truenos de la tormenta son bastante fuertes. Melisa está encerrada en su cuarto, yendo de un lado para otro por lo que acaba de oír.



Melisa (asustada): ¡No puede ser! ¡Mi mamá es una asesina! Dios mío. (Llorando) Ella mató a ese hombre. Yo lo oí. ¿Qué hago? ¿Qué hago?

INT. / MANSIÓN JANSEN, DESPACHO / NOCHE

Hanna y Blanca llegan al despacho. La sirvienta abre la puerta y se lleva las manos a la boca al ver el cadáver de Osvaldo, tirado sobre el piso. Hanna también se impresiona al ver lo mismo. Una hora después, el servicio forense está llevándose a Osvaldo en una camilla, cubierto por una sábana blanca. También están presentes algunos policías. Uno de ellos, interroga a María Teresa, Hanna y Blanca. La primera finge estar muy apenada.



Blanca: (llorando) Así es oficial. Yo vine hasta aquí con la señorita Hanna después de haber oído los disparos y fue cuando nos encontramos a Osvaldo muerto. Ya no sé más.

Hanna: (al policía) Yo puedo testificar lo mismo que Blanca.

Policía: Bueno, pues abriremos una investigación para averiguar las causas de muerte del señor Osvaldo Quintana, ya que tal parece que se suicidó, pero encontramos una herida de bala en su hombro derecho, que por obvias razones debió ser causada por alguien más.

María Teresa: (al policía): Hagan todo lo necesario oficial. Osvaldo trabajó por muchos años en esta casa y si fue asesinado, debe hacerse justicia en cuanto antes para que este crimen tan atroz no quede impune.

Los policías y el servicio forense se retiran. El despacho queda cerrado temporalmente por la policía paras las futuras investigaciones. En ese momento, llega Oliver muy asustado.



Oliver: ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué había policías aquí? ¿A quién se llevaban? (Nota que Blanca está llorando y se acerca a ella). ¿Qué pasó Blanquita?

Blanca: Joven Oliver. Osvaldo está muerto. Parece que se suicidó, pero la policía abrirá unas investigaciones para estar seguros.

Oliver (alterado): ¡No! ¡Osvaldo no puede estar muerto! ¡No! (Triste).

Blanca (muy triste): Lo está joven. Créame que a mí también me duele, porque siempre vi a Osvaldo como mi hermano, pero hay que ver las cosas como son.

Oliver: Él no se suicidó. ¡Fue ella! (señalando furioso a María Teresa) ¡Ella lo mató! ¡Lo mató como lo hizo con mi padre! ¡Es una maldita asesina!

María Teresa (furiosa): ¿Pero qué sandeces estás diciendo imbécil? ¿Cómo me puedes acusar de algo tan delicado?

Oliver: No se haga señora. Yo conozco muy bien sus alcances. Es una asesina, una miserable ladrona. ¡Es una arribista! ¡Asesina! (Gritando).

De repente, María Teresa le lanza una fortísima bofetada a Oliver con el dorso de la mano, tanto así que le rompe el labio superior. Hanna muy indignada, decide intervenir.

Hanna: (a María Teresa) ¡No se atreva a pegarle de nuevo! ¡No tiene derecho a hacerlo!

María Teresa: (tomándola bruscamente del brazo) ¡Tú no te metas en lo que no te importa! ¡Vete a tu cuarto inmediatamente Hanna!

Hanna: (soltándose) Usted no es nadie para darme órdenes. Me abandonó de niña. Ahora no venga a reclamar una autoridad de madre que no tiene.

María Teresa: No me hagas perder los estribos contigo muchachita. ¡Tú no me conoces aún, así que vete a tu cuarto! ¡Hazlo!

Blanca (tímida): Señora, por favor…

María Teresa: ¡Tú vete a la cocina a terminar la cena Blanca! ¡Lárgate de aquí!

Blanca, muy asustada, se retira a la cocina tal y como se la ha ordenado María Teresa.

María Teresa: (a Oliver) Vas a recibir un severo castigo por tu comportamiento. Te quedarás sin cena, sin desayuno y sin almuerzo hasta la noche de mañana, encerrado en un lugar muy especial.

Oliver: (con odio) ¡No se atreva!

María Teresa (sarcástica): ¿Quieres ver cómo sí me atrevo? ¿Me quieres desafiar Oliver? ¿Sí? ¿Eso quieres?

María Teresa toma con fuerza a Oliver de un brazo y lo lleva a un lugar arrinconado de la casa. Hanna los sigue. La malvada mujer lleva el joven hasta un cuarto oscuro, lleno de cosas inservibles, donde lo tira y encierra bajo llave. Hanna trata de impedírselo a su madre.

Hanna: ¡No, no lo haga!

María Teresa: (empujándola) ¡Déjame estúpida! (cacheteándola). Te dije que no te metas, porque te puede pesar y ya no sigas exasperándome, porque vas a correr con la misma suerte del imbécil de tu hermanastro. ¿Entendido? (Gritando).

María Teresa se retira. Hanna se acerca a la puerta y trata de abrirla, pero es imposible. La llave la tiene María Teresa.

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE MELISA / NOCHE

Minutos después, Blanca toca la puerta. Melisa aún sigue muy nerviosa por lo que oyó.



Melisa: ¿Quién es?

Blanca: (desde afuera) Soy yo señorita. La cena ya está lista. Su mamá la está esperando en el comedor para empezar.

Melisa: ¡No tengo hambre! No quiero comer nada ahora. Lárgate.

Blanca: ¿Y qué quiere que le diga a su mamá?

Melisa (fastidiada): Dile que no tengo hambre, que se me quitó el apetito después de que encontraran muerto al mayordomo. ¡No sé! ¡Invéntate algo!

Blanca: Está bien. ¿Pero le sucede algo señorita? ¿Se encuentra bien?

Melisa: ¡Ya lárgate atrevida! ¿Cómo me puedes preguntar algo así? ¡Vete!

Blanca decide retirarse. Melisa aún se encuentra sin saber qué hacer, desesperada.

La noche va avanzando. Todavía sigue lloviendo fuertemente. Todos duermen, excepto Oliver, que se abraza así mismo ya que no soporta el intenso frío que hace, sumado al hambre que siente. El joven tirita. El techo del cuarto está averiado y caen goteras. Por otra parte, Hanna también se encuentra despierta y se dirige al cuarto donde está Oliver en pasos silenciosos, sosteniendo una bandeja con comida. Cuando ella llega al cuarto, pone la bandeja sobre el piso y la abre con unas llaves. Oliver se asusta, creyendo que se trata de María Teresa. Hanna entra con la bandeja.



Oliver: (tiritando) ¿Qué… qué haces aquí?

Hanna: Te traje una sopa caliente con un poco de arroz y ensalada. Debes tener hambre y tienes que comer.

Oliver (indiferente): ¿Cómo fue que entraste? ¿Le robaste las llaves a tu mamá?

Hanna: Blanca me dio una copia. Mejor come antes de que se enfríe (pone la bandeja sobre una mesa). Vamos (sonríe).

Oliver: No quiero nada. Vete de aquí. Déjame tal y como estaba. ¡No necesito la ayuda de nadie!

Hanna: ¿Por qué eres tan soberbio? Yo sólo te quiero ayudar. Yo no soy como mi mamá, ni como mi hermana. Podemos ser amigos. (Hace una breve pausa) Te dejaré la comida aquí y la puerta sin llave por si quieres salir. ¿Está bien?

Oliver no responde y sólo mira extrañado a Hanna. La muchacha le sonríe tiernamente a su hermanastro y cuando va a salir del cuarto, Oliver se derrumba en el piso entre lágrimas.

Oliver: ¡Espera! ¡No te vayas! ¡No te vayas, por favor!

Hanna voltea y mira a Oliver. Ella sin dudarlo, se acerca a él y se inclina. Para su sorpresa, Oliver se abraza a ella.

Oliver: (roto de dolor) ¡Ya no lo soporto más! Mi vida es una basura. (Llorando) Estoy muerto en vida. Todos los días me corroe el dolor y la tristeza. ¡Estoy harto! ¡Sólo me siento como un maldito estorbo que a nadie le importa!

Hanna: No hables así de ti. Yo te entiendo (solloza). Te entiendo más de lo que crees Oliver.

Oliver: Nadie me puede entender. Ni siquiera yo mismo puedo hacerlo, porque ni siquiera sé que hacer con mi vida. Sólo puedo sentir un odio que me está secando el alma, que no me está dejando vivir. Estoy muy cansado (llorando desconsolado). Ya no quiero más esto. ¡Ya no quiero! Ya no me siento capaz de levantarme.

Hanna: De ahora en adelante ya no vas a estar solo. Me vas a tener a mí (tomándolo del rostro y sonriéndole). Yo voy a estar contigo y no te voy a dejar. ¿Entiendes? Te demostraré que perdonar vale la pena más de lo que crees, que la vida tiene otro sentido por más dura que pueda parecer.

Oliver no dice nada y sólo se abraza más fuerte a Hanna, llorando, desahogándose de todas aquellas penas que no había podido desahogar antes. Hanna totalmente conmovida, también le corresponde el  abrazo y ambos se quedan así durante un largo rato.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SALA / AL DÍA SIGUIENTE

Es temprano en Dinamarca. María Teresa sonriente, baja las escaleras al ver a su socio Andrew. Él también le sonríe.



María Teresa: ¡Pero qué placer tu visita Andrew! No me la esperaba. ¿Cómo estás?

Andrew: Excelentemente María Teresa. ¿Y usted? Por lo visto también amaneció de muy buen humor.

María Teresa: (esboza una sonrisa) Estoy bien en lo que cabe. Lamentablemente anoche encontramos muerto a Osvaldo, el mayordomo, en mi despacho. Aún no se esclarecen las causas de su muerte. La policía cree que el pobre se suicidó (cínica).

Andrew: Qué lamentable. Lo siento mucho.

María Teresa: Gracias. Tengo que reemplazarlo en cuanto antes porque la mansión es muy grande y necesitamos un mayordomo. Cambiando de tema, supongo que viniste para platicarme de la agencia de modelaje.

Andrew: Así es. Necesito que revises unos documentos que traje para des tu aprobación. Pero aquí no sería muy cómodo de hacer.

María Teresa: Por supuesto. Tomemos asiento. En el despacho no podemos entrar, ya que la policía prohibió el paso para las investigaciones. Ya sabes…

Andrew: Sí, claro. No tengo ningún problema (sonríe).

María Teresa: De paso te voy a presentar a una de mis hijas. Se llama Melisa. Me gustaría hablar contigo para que miráramos la posibilidad de que ella pudiera hacer parte de la agencia. La muchacha quiere ser modelo, pero tiene que ir entrenándose.

Andrew: Bueno, en ese caso, me gustaría conocerla e ir analizándola. Si tiene el porte para ser modelo, voy a considerarlo.

María Teresa: Ya verás que sí.

INT. / MANSIÓN JANSEN, JARDÍN / DÍA



Hanna está cultivando unas flores en el campestre jardín exterior a la mansión. Lleva puesto un delantal y unos guantes. Oliver viene en ese momento. Hanna al verlo le sonríe feliz.



Hanna: ¡Oliver! ¿Qué haces aquí?

Oliver: Vine para darte las gracias, por lo de anoche. Ya me siento mucho mejor. Siento que me quité un peso de encima.

Hanna: No fue nada. A veces necesitamos alguien que nos escuche y llorar es un alivio para el alma.

Oliver (sollozo): De todos modos, te agradezco que me hayas escuchado. Nunca sentí el consuelo que recibí de tu parte anoche. Nunca tuve la confianza de hablar con alguien sobre lo que siento. Muchas gracias de verdad.

Hanna: Yo sé que no nos hemos tratado mucho, pero somos hermanastros y más que eso, me gustaría que pudiéramos ser amigos. ¿No te parece Oliver? ¿Te gustaría ser mi amigo?

Oliver: (asentando con la cabeza) Sí (sonríe).

Hanna (emocionada): ¡Estás sonriendo!

Oliver: ¿Qué dices? (avergonzado).

Hanna: Que estás sonriendo y te ves guapísimo así (ríe divertida). ¿Te gustan las flores?

Oliver: Sí, siempre me han gustado de niño.

Hanna: (tomándolo de la mano) Pues ven. Ayúdame a cultivar unas rosas. Se estaban marchitando del otro lado del jardín porque no les llegaba al sol, así que decidí traerlas para aquí. Ven, ayúdame.

Y un poco indeciso, Oliver accede a ayudar a Hanna en su labor. El joven observa en silencio la manera tan pura en que sonríe su hermanastra.

INT. / MANSIÓN JANSEN, COCINA / DÍA

Blanca está hablando con Daniel, su ahijado. Éste lleva puesto el uniforme de mayordomo.



Blanca: Por favor Daniel, no vayas a causar algo que disguste a la señora María Teresa. No quiero meterme en problemas con ella por tu culpa.

Daniel: Tranquilízate madrina (sonríe con malicia). Ésta vez la señora no me va a volver a correr como pasó la otra vez. ¿Te acuerdas?

Blanca (molesta): Ni me lo recuerdes. ¿Cómo se te ocurrió robarle una de sus joyas y escaparte? Ese día me quería morir de la vergüenza. Agradece que la señora ya se olvidara de ese asunto tan bochornoso y te volvió a dar trabajo.

Daniel: Pero eso ya no va a volver a pasar. Te juro que no me volveré a robar nada de nadie. Tranquila.

Blanca (indecisa): Voy a confiar en ti. No me vayas a decepcionar Daniel. Este cargo es muy importante. Debes llevarlo con mucha responsabilidad, así como lo llevó Osvaldo que en paz descanse. ¿Entiendes?

Daniel sólo escucha atento a Blanca, pero con una sonrisa maliciosa.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SALA / DÍA

María Teresa está firmando unos documentos en presencia de Andrew. Los dos están sentados en un sofá diferente.



María Teresa: ¡Y listo! (termina de firmar) Aquí tienes Andrew (le entrega los papeles).

Andrew: (recibiendo los documentos) Gracias María Teresa.

En ese momento, Melisa llega a la sala. Al ver a su madre se asusta y baja la mirada.



María Teresa: Mira Andrew (se levanta del sofá y se para al lado de Melisa). Ella es una de mis hijas, Melisa. Es de quien te hablé.

Andrew se levanta para saludar a Melisa. Ella levanta la mirada de nuevo y queda fascinada al verlo.

Andrew: (a Melisa) Mucho gusto. Mi nombre es Andrew Brown (le extiende la mano sonriente).

Melisa le corresponde el gesto, sin quitarle la mirada de encima.

Melisa: (sonriendo pícara) Igualmente señor Brown. Es un placer conocerlo.

María Teresa: Hija, Andrew es el dueño y director de la agencia de modelaje en la que te podrás convertir en la modelo que aspiras ser.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SEGUNDO PISO / MÁS TARDE

Daniel está caminando silenciosamente por los pasillos del segundo piso. Luego entra al cuarto de María Teresa y toma una foto enmarcada de la mujer.



Daniel: (mirando la fotografía) Esta vez no voy a fallar. Voy a lograr que la vieja me dé la vida que me merezco. La tendré en mis manos (ríe).

En eso, Hanna ingresa al cuarto con ropa doblada y se sorprende al ver a Daniel. Él al verla, la mira de arriba abajo.



Daniel: Hola preciosa. ¿Quién eres? ¿La sirvienta? (sonriéndole).

Hanna (seria): Soy hija de la señora María Teresa. Es usted el ahijado de Blanca, ¿no es así? Es el nuevo mayordomo.

Daniel: Sí, así es. La señora fue bastante generosa conmigo. Los dos nos conocemos de hace tiempo. No sabía que tenía una hija tan… hermosa.

Hanna: Tengo una hermana, por lo que no soy hija única. Me llamo Hanna.

Daniel: (acercándose a Hanna) Me da mucho gusto conocerte Hanna. Yo me llamo Daniel, para servirte en todo lo que quieras.

Hanna: Gracias por su amabilidad. Vine a dejar esta ropa limpia aquí (pone la ropa sobre la cama). Ya me voy.

Hanna va a salir del cuarto, pero Daniel la toma de la mano, de tal manera que ella se siente un poco desconcertada.

Daniel: Espera Hanna. Seguro te extraña haberme encontrado en el cuarto de tu mamá, pero no pienses lo que no es. Sólo la buscaba.

Hanna: (mirándolo con suspicacia) No se preocupe. Ni siquiera llegué a pensar en eso. Y me tengo que ir. Tengo más cosas que hacer abajo. Hasta luego.

Hanna sale finalmente del cuarto muy incómoda por la presencia de Daniel, puesto que el hombre no le ha dejado una buena impresión. Daniel por su parte, se ha quedado fascinado con Hanna.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SALA / DÍA

María Teresa, Melisa y Andrew conversan. Éste último bebe café.



María Teresa: ¡Ay qué bueno Andrew! Qué bueno que puedes recibir a Melisa en la agencia. Muchísimas gracias.

Andrew: No es nada María Teresa. Melisa de verdad tiene lo necesario para entrar, a parte de que es muy bella. Con mucha disposición, podremos entrenarla muy bien.

Melisa: Gracias por el halago señor Brown. Yo también le agradezco recibirme en su agencia. Pondré todo mi empeño para no defraudarlo y para convertirme en toda una diva de las pasarelas. Se lo prometo. Haré que mi mamá se siente muy orgullosa de mí.

Andrew: (levantándose al mismo tiempo que las mujeres) Bien, pues ya me voy. Fue un gusto haber venido. Espero a Melisa a partir de mañana por la agencia. Hasta luego.

Melisa: Hasta luego señor Brown.

María Teresa: Hasta luego Andrew. Y nuevamente, gracias por todo.

Andrew se retira. Melisa no puede dejar de sonreír de fascinación al haber conocido a Andrew.

María Teresa: Te gustó mucho a Andrew. ¿No es así Melisa?

Melisa: Sí mamá. ¡Qué hombre más atractivo! Me encanta. Sin contar que es muy elegante y bien hablado. Se ve que es de buena familia.

María Teresa: Lo es. Su padre fue un millonario danés y su madre una mexicana, me parece. Vivió una buena parte de su vida en Estados Unidos.

Melisa (sorprendida): ¿De verdad? Eso aumenta el interés que siento por él en este momento. ¿Y está soltero?

María Teresa: Así es, con decirte que uno de los solteros más codiciados de Copenhague. (Hace una breve pausa) Melisa, tú estás hecha para grandes cosas, como yo. Mereces mucho.

Melisa: Lo sé mamá. Siempre lo pensé, siempre lo sentí.

María Teresa: Hija (abrazándola). Si quieres llegar alto, vas a tener que poner de tu parte. Yo te ayudaré, claro, pero todo depende principalmente de ti. ¿Quieres tener el mundo postrado a tus pies?

Melisa: (alzando una ceja) Por supuesto. Quiero mucho mamá. ¡Mucho! ¡No me quiero conformar con cualquier miseria! (recia). ¡Quiero todo para mí!

María Teresa: Así se habla mi amor. Y vas a tener mucho, lo que quieras. Yo me encargaré de llevarte a la cima. Ya lo verás. Te deleitarás con la vida que de ahora en adelante vas a tener.

Madre e hija se abrazan fraternalmente. Melisa, a espaldas de su madre, sonríe con ambición.

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE MARÍA TERESA / NOCHE

María Teresa está quitándose los aretes frente al espejo. De repente, Daniel entra al cuarto. Ella lo ve por medio del espejo.



María Teresa: (sin voltear) Ya que estás aquí, no quiero rodeos. (Le da la cara) Dime de una buena vez que es lo que quieres.

Daniel: (sonriendo) No me gustó para nada que la última vez que nos vimos, intentaras matarme. Por eso me tuve que escapar de la ciudad.

María Teresa: Tenía mis razones. Tú bien lo sabes. No me convenía tenerte de cómplice en el asesinato de mi marido. ¡Y habla de una buena vez! (molesta). ¿Me piensas chantajear? ¡Habla!

Melisa observa todo por la puerta entreabierta, frunciendo el ceño. Daniel no le responde nada a María Teresa y la besa impulsivamente. La malvada mujer le corresponde. Luego, Daniel deja de besarla.

Daniel (agitado): Necesito que me des trabajo una buena temporada aquí. Tengo muchas deudas y ahora no tengo con qué pagarlas.

María Teresa: En pocas palabras, quieres que te dé posada. ¿Es eso? ¿Te quieres esconder? Típico de ti. No eres más que un cobarde miserable.

Daniel: No tienes por qué tratarme mal. Con lo que gane trabajando, podré pagarle a todos mis acreedores. No pienso pedirte a ti nada. Me lo ganaré todo honradamente (sonriéndole seductor).

María Teresa: No me convences. Alguna mala intención debes tener escondida. Pero ve enterándote Daniel. Yo no entro en ningún jueguito tonto. Si das un paso adelante, yo ya me habré aventajado y no te irá bien. ¡Detesto los traidores! (recia).

Daniel: ¡Ya no más! (tomándola de la cintura). Yo no te voy a traicionar. ¿Crees que sería capaz? Si te hundo, yo también me hundo. Convéncete de lo que digo. Mejor revivamos los viejos tiempos.

María Teresa: ¡Suéltame imbécil!

Daniel: (riéndose) ¿Me vas a salir con que no quieres? ¿Ya se te olvidó cómo te hago vibrar en la cama? ¿Ah? (hablándole muy cerca).

Los dos se funden en un apasionado beso y acto seguido, comienzan a desvestirse a toda prisa. Melisa aún observa todo.

Melisa (pensando: Mamá no es más que una desgraciada. Quien la ve tan señora y se comporta como una perra en celo. Es una asesina, pero sólo ella me va a llevar a la vida que me merezco y quiero. De resto, que se pudra. Me vale lo mismo).

UN MES DESPUÉS
INT. / AGENCIA DE MODELAJE / DÍA

Ya ha trascurrido un mes. En la tarima, hay una gran diversidad de mujeres jóvenes, posando unos elegantes vestidos largos relativos a la primavera. Las chicas están practicando. Están presentes Andrew y María Teresa. En eso, llega el turno de Melisa. La joven ha cambiado de peinado, está maquillada y camina con todo esplendor, hasta que se le parte el tacón. Andrew sube preocupado inmediatamente a la tarima. María Teresa hace un mal gesto en la cara.



Andrew: ¿Estás bien Meli?

Melisa: (quejándose) No lo sé Andrew. Me duele el tobillo. Creo que me lo partí, no sé. Me duele. ¡Ah!

INT. / CAMERINO DE LAS MODELOS / MINUTOS DESPUÉS

María Teresa está a solas con Melisa en el camerino. Ambas están paradas. Melisa está cabizbaja.

María Teresa (seria): ¿No piensas decir nada?

Melisa: (levantando la cabeza) Madre…

De repente, María Teresa le lanza una cachetada a Melisa.

María Teresa: ¡Eres una inepta! ¡Una estúpida! ¡Una buena para nada! Me prometiste poner de tu parte y sólo estás haciéndome quedar mal con Andrew (enojada). ¿Dónde ha quedado todo lo que he hecho por ti en este mes? Has recibido la mejor educación. Has recibido clases de glamur.

Melisa: Perdóname mamá. Sé que no me he esforzado lo suficiente. No te he hecho sentir orgullosa. Reconozco que tengo la culpa (solloza). Perdóname.

María Teresa: ¿Crees que pidiéndome perdón se va a solucionar todo? Con todo lo que he hecho por ti, ¿así me pagas? (Gritando). No haces nada bien. Has tenido un mes entero para seducir a Andrew y no has podido. ¿Cómo pretendes que se case contigo? ¿Cómo pretendes tener éxito si no te esfuerzas? ¡Nada llega caído del cielo!

Melisa guarda unos segundos silencio con la cabeza baja. Luego se arrodilla ante María Teresa llorando.

Melisa: Te ruego que me perdones mamá. Dame otra oportunidad para demostrarte que sí puedo llegar alto por mis propios medios, por favor. Perdóname por decepcionarte. Quiero demostrarte que sí soy digna de ser tu hija. ¡Por favor!

María Teresa: (un poco más calmada) No lo sé. No sé si debería confiar en ti de nuevo.

Melisa: Dime que quieres que haga para recuperar tu confianza, para darte una prueba de mis capacidades. ¡Dime! ¡Haré lo que sea!

María Teresa se queda pensativa.

INT. / MANSIÓN JANSEN, COCINA / DÍA

Blanca está preparando el almuerzo del día. En eso, entra Oliver sonriendo muy animado. Toma una manzana.



Blanca: Buenas tardes joven. Lo veo de muy buen humor. ¿Le pasó algo bueno?

Oliver: Nada nuevo Blanquita (le da un mordisco a la manzana). ¿Dónde está Hanna? Quiero invitarla a un lugar esta noche.

Blanca: Me parece que está arriba, en su cuarto.

Oliver sale la cocina directo al cuarto de Hanna.

Blanca: (sonriendo) Me alegra tanto que el joven Oliver haya cambiado tanto de ánimo gracias a la señorita Hanna. Ya sonríe más a menudo.

En el cuarto de Hanna, ésta acaba de darse una ducha. Lleva puesta una bata y con una toalla, se seca el cabello. Ella no se ha percatado que está siendo observada por Daniel, quien la mira lascivo.



Daniel: Hola Hanna.

Hanna: (volteando asustada) ¿Qué hace aquí? Salga inmediatamente (molesta). ¡Salga!

Daniel: (acercándose) ¿Por qué tan arisca mi niña? ¿Por qué siempre te comportas tan grosera conmigo?

Hanna: ¡Es usted un atrevido! ¿Cómo se atreve a entrar a mi cuarto así? Lo mejor es que salga por las buenas o hablaré muy seriamente con Blanca.

Daniel: (burlándose) ¡A mí me vale que le vayas con cuentos a mi madrina! Ya va siendo hora que alguien te dome, que sepas lo que es un verdadero hombre.

Daniel toma de mala manera a Hanna se los brazos, la arrincona contra la pared y comienza a besarla por el cuello a la fuerza. Hanna intenta soltarse.

Hanna: (gritando) ¡Suélteme desgraciado! ¡Suélteme!

Hanna empuja a Daniel y acto seguido lo cachetea. Él furioso, le devuelve la cachetada pero con más fuerza. El impacto hace que Hanna caiga a la cama. Daniel se desabrocha el cinturón y se tumba sobre la aterrada joven que empieza a gritar pidiendo auxilio.

Daniel (agitado): Vas a ver mi amor. Te voy a enseñar a respetar. ¡Te voy a hacer mía!

Hanna: ¡Noooo!

CONTINUARÁ...

María Teresa es una perra en celo ahora acostándose con Daniel, seguramente esconden muchos secretos

Espero que Daniel no viole a Hanna aunque me gustaría que fueran pareja ya que Oliver es su hermano

Esperamos el próximo

Muchas gracias por leer y comentar Joana. María Teresa es una mala mujer, peor de lo que todos creen. Efectivamente tiene de amante a Daniel.

Ya verás si Daniel logra violar a Hanna . Hanna y Oliver son hermanastros.

La próxima semana el capítulo 3, en el que por cierto sucederán muchas cosas.

que buena la escena entre María Teresa y Osvaldo, no es lista ni nada la jodía vieja... Es una auténtica víbora, pero me encanta el papel que le diste a la Dosamantes, está genial. Que discusión con Oliver... 

Creo que Hanna y él no son nada, Oliver debe ser hijo dle difunto señor Jansen y otra mujer, por eso la vieja lo trata tan mal, esa la madrastra... Melisa sabe el secreto de su madre, veremos que hace... Me encanta la pareja que hacen Oliver y Hanna, él es muy tierno y muy noble igual que ella. 

Me cae bien Andrew, sin embargo Daniel es un abusador y un imbécil, asi que liado con la vieja?? jaja que asco. Melissa que ambiciosa es, se calla lo de su madre por la cuenta que la tiene, el dinero la corroe a esta chica.

Muy buena la novela, espero el 3.  

Ah una cosa, "te prohíbo terminantemente" en vez de terminante. 

Muchas gracias por tu comentario Pedro. Qué bueno que te gusta el papel de Susana Dosamantes en la novela. La actriz tiene un perfil muy bueno .

De hecho, Hanna y Oliver no son nada, ellos son hermanastros y Oliver es hijastro de María Teresa. Creo que no he aclarado eso  . Efectivamente como lo dijiste Oliver es hijo del difunto señor Jansen y de otra mujer.

Así es, Daniel es un mal tipo y es el amante de María Teresa jajajaja.

Melisa es demasiado ambiciosa. Por eso prefiere callar los secretos que sabe de su madre para que ella le dé la vida que quiere. Así como lo dijiste la corroe el dinero.

En el próximo capítulo Andrew tendrá un papel más central en la historia.

Y lo de terminante, ya lo corrijo, gracias

Es una de las mejores novelas de FTV, al menos de las pocas que leo. Es original tuya o remake de algo? 

Ya decía yo que no eran familia... menos mal.  

Me encanta la vieja, no sé cual vieja es peor si María Teresa, Ágata o Fabiola

Guao no puedo creer tanta maldad que hay en Maria Teresa que perra es esa vieja, y su hijita Melisa va por el mismo camino, Espero que Daniel no viole a Hanna Pobrecita :c

En espera del proximo capitulo.

Pspain escribió:Es una de las mejores novelas de FTV, al menos de las pocas que leo. Es original tuya o remake de algo? 

Ya decía yo que no eran familia... menos mal.  

Me alegra que así te parezca Pedro. Es un proyecto en el que estoy trabajando para todos, para que lo disfruten de principio a fin

La novela es completamente original mía! Jjajaja

Joana escribió:Me encanta la vieja, no sé cual vieja es peor si María Teresa, Ágata o Fabiola

Tal vez todas son iguales Joana jajaja. El foro está lleno de novelas con viejas malvadas

Robert Palacios escribió:Guao no puedo creer tanta maldad que hay en Maria Teresa que perra es esa vieja, y su hijita Melisa va por el mismo camino, Espero que Daniel no viole a Hanna Pobrecita :c

En espera del proximo capitulo.

Muchas gracias por comentar Robert! Exactamente, María Teresa es una vieja muy mala y Melisa se está encaminando para allá, pues aunque sabe los secretos de su madre, prefiere callar para seguir teniendo lujos.

Ay noooooo ojalá llegue a tiempo Oliver y la salve de ese desgraciado pero a ver si no Daniel le pega a Oliver, ay no mejor que Blanca sea la que suba.

Oliver me ha partido el alma, como ha sufrido por culpa de la vieja María Teresa.

Melisa sabe todo acerca de su madre y se lo calla solo por conveniencia

María Teresa es de lo peor, creí que quería a Melisa pero veo que a ella tampoco la quere pues la ha humillado demasiado y para colmo es la amante del nuevo mayordomo, solo falta que cuando se entere lo que le quiere hacerle a Hanna, le eche la culpa a ella,

Excelente capítulo Aleja, como todos los de todas tus historias, escribes demasiado bien. En espera del siguiente.   

Muchas gracias por tu comentario mi Gloria!

Ya sabrás en el próximo capítulo qué sucederá, si Oliver logra salvar a Hanna de ser violada por Daniel.

Así es, Oliver ha sufrido mucho por culpa de su madrastra que lo hace sentir como un completo miserable, pero eso no será nada, comparado con lo que María Teresa seguirá haciendo y así como dijiste, Melisa calla todas las maldades que ella comete por conveniencia.

Pronto el capítulo 3.

Lo esperamos

Más tarde que venga lo leo, me he pasado y se ve que está muy bueno .

Qué pervertido, grosero y desgraciado es Daniel, intentando abusar de Hanna, hasta le pegó y todo . Ojalá alguien llegue, me gustaría que fuera Oliver .

Wow, pero... , así que María Teresa es amante de Daniel y éste solo está con ella por el interés. Por lo visto sabe muchos secretos, hasta que ella mató a Osvaldo y sí, eso es cierto, María Teresa cruelmente lo asesinó... ¡¡¡Sin piedad!!! .

Así que Melisa solo le interesa su madre para que la vuelva famosa, claro, ya sabe muchas cosas de ella. Qué hipócrita es, le toca callar solo para eso. Qué mal me cae, por como trató a Blanca que es tan amable. Qué bien que Oliver ya no esté tan soberbio y se lleve mejor con Hanna, qué excelente pareja .

Muy buen segundo capítulo. Y digo lo mismo, es una de las mejores webnovelas que hay en Fiction TV y eso que apenas va en el capítulo 2 . Espero el próximo, a ver qué pasa con Hanna .

Muchas gracias Danni por tu comentario. Qué bueno que te parece una de las mejores historias que hay en FTV, porque es una historia en la que estoy poniendo todo mi empeño para que disfruten. En el próximo capítulo se sorprenderán, y así mismo sabrás si Oliver llega para salvar a Hanna antes de que Daniel abuse de Hanna, algo que sería muy triste si no llegara a pasar

Así es, Daniel es amante y cómplice de María Teresa en todos sus crímenes. El único que no sabe es que ella mató a Osvaldo.

Melisa es ambiciosa. Por eso prefiere callar ante todo lo que sabe de María Teresa para que la lleve a la cima.

De nada. Y para cuándo el tercer capítulo?

Aún no lo sé, ya que ahora ando concentrándome en la webpelícula que hay que presentar el jueves en el festival de Cannes , pero espero que sea en lo más pronto posible que ya si me demoro mucho, se pierden lectores.

Sí, tienes razón, al tardarse tanto en publicar, se pierden los lectores de una historia . Esperamos entonces el capítulo 3, a ver qué pasa con Hanna y Daniel, si éste si alcanza a hacerle algo malo .

pa cuando el 3 mija??

Si todo sale bien, para el lunes Morti