No me Olvides Capítulo 3: Confesión inesperada

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE HANNA / DÍA

Hanna acaba de darse una ducha. Lleva puesta una bata y con una toalla, se seca el cabello. Ella no se ha percatado que está siendo observada por Daniel, quien la mira lascivo.



Daniel: Hola Hanna.

Hanna: (volteando asustada) ¿Qué hace aquí? Salga inmediatamente (molesta). ¡Salga!

Daniel: (acercándose) ¿Por qué tan arisca mi niña? ¿Por qué siempre te comportas tan grosera conmigo?

Hanna: ¡Es usted un atrevido! ¿Cómo se atreve a entrar a mi cuarto así? Lo mejor es que salga por las buenas o hablaré muy seriamente con Blanca.

Daniel: (burlándose) ¡A mí me vale que le vayas con cuentos a mi madrina! Ya va siendo hora que alguien te dome, que sepas lo que es un verdadero hombre.

Daniel toma de mala manera a Hanna se los brazos, la arrincona contra la pared y comienza a besarla por el cuello a la fuerza. Hanna intenta soltarse.

Hanna: (gritando) ¡Suélteme desgraciado! ¡Suélteme!

Hanna empuja a Daniel y acto seguido lo cachetea. Él furioso, le devuelve la cachetada pero con más fuerza. El impacto hace que Hanna caiga a la cama. Daniel se desabrocha el cinturón y se tumba sobre la aterrada joven que empieza a gritar pidiendo auxilio.

Daniel (agitado): Vas a ver mi amor. Te voy a enseñar a respetar. ¡Te voy a hacer mía!

Hanna: ¡Noooo!

De repente, Oliver entra al cuarto. Lleno de furia, se dirige hacia Daniel para quitárselo a Hanna de encima.



Oliver: ¡Suéltala desgraciado!

El joven la toma de la camisa e inmediatamente le propina a Daniel un fuerte puñetazo. Hanna sale corriendo y se esconde tras su hermanastro. Daniel se vuelve el rostro y se percata que tiene el labio partido.

Oliver: ¡Eres un desgraciado! ¡Un degenerado! ¿Cómo pudiste intentar violarla, ah? ¡Debería matarte a golpes!

Daniel: ¡Tú no te metas en esto niñito! Le iba a enseñar a Hanna lo que es un verdadero hombre, para que aprenda de una buena vez a respetar y de paso, también me la iba a disfrutar, que hace rato le tengo hartas ganas.

Oliver (furioso): ¡Cínico!

Oliver intenta pegarle de nuevo a Daniel, pero ésta vez, éste se defiende, golpeando al chico en la cara. Los dos se enseñan en una fuerte pelea a golpes, en la que Oliver está perdiendo. Hanna grita, mientras llora desesperada.

Hanna: ¡Ya basta, por favor! ¡No más! ¡Paren! ¡Blanca! ¡Blanca, ayúdame! (Desesperada).

Oliver cae al piso, donde comienza a hacer pateado brutalmente por Daniel. La chica no ve de otra que tomar un candelabro y golpear con él a Daniel sobre la cabeza.

Daniel (adolorido): ¡Aaaah! (Llevándose las manos a la cabeza).

Hanna: (amenazándolo con el candelabro) ¡Lárguese de aquí ahora mismo! ¡Váyase! (Gritando). Lárguese o juro que se van a arrepentir. ¡Fuera!

Daniel: Ya cálmate mi amor. Cálmate…

Hanna: ¡Que se largue! ¡No lo quiero volver a ver! Váyase, porque de lo contrario, no pensaré dos veces para denunciarlo.

Daniel frunce el ceño y sale corriendo del cuarto. Hanna tira el candelabro y se inclina para atender a Oliver que yace sobre el piso muy malherido.

Hanna: (llorando) ¡Oliver!

En eso, llega Blanca.



Blanca (sorprendida): ¡Dios mío! ¿Pero qué fue lo que pasó aquí? ¿Qué le pasó al joven Oliver?

Hanna: Fue Daniel, Blanca. Ya luego te explico. Lo importante ahora es Oliver. Tenemos que llevarlo a un hospital pronto o se puede morir.

Afuera de la mansión, María Teresa y Melisa llegan en un auto, conducido por Andrew que se ha ofrecido a llevarlas. Las mujeres ocupan los asientos de atrás.



María Teresa: (susurrando) Ya lo sabes Melisa. En cuanto antes, quiero verte casada con Andrew y triunfando en el modelaje. Es la última oportunidad que te daré.

Melisa: (susurrando) Una oportunidad que pienso aprovechar muy bien mamá. Gracias por darme de nuevo tu voto de confianza.

María Teresa: Yo sólo quiero lo mejor para ti hija. (Abrazando a Melisa) Si soné un poco dura contigo, es porque te quiero y por tanto, mi obligación es corregirte. Confío en que me harás sentir muy orgullosa. Grábate esto. No dejes que nada, se interponga en tu camino. Nada.

Andrew: (mirándolas por el retrovisor) ¿Qué hablan con tanta confidencialidad?

María Teresa: Cosas de mujeres Andrew. Le sembraba seguridad a Melisa para su próxima presentación. Yo sé que el potencial de mi hija es muy grande y puede mejorar. Melisa también me comentaba algo. Ella quiere hacerte una proposición, pero le da algo de timidez.

Andrew: Dime Melisa.

Melisa (extrañada): Eh… yo…

María Teresa: (interviniendo) A Melisa le gustaría invitarte a comer esta noche si es posible. ¿No es verdad hija? (Le hace un gesto a Melisa para que confirme).

Melisa: Sí Andrew. Me gustaría que pudiéramos cenar, no en la mansión, sino en un restaurante de la ciudad, el más lujoso. ¿Qué me dices?

Andrew: Creo que no tengo ningún pendiente, así que acepto tu invitación Melisa, pero con una condición. Yo reservo y pago todo, y vengo a recogerte. ¿Te parece?

Melisa: (sonriendo) Claro.

Minutos después, María Teresa, Melisa y Andrew pasan a la mansión. En eso, ven a Blanca, bajando las escaleras muy apresurada.



Blanca: ¡Qué bueno que llegan! Ocurrió una desgracia señora María Teresa.

María Teresa (extrañada): ¿Pero qué pasó Blanca? ¿Por qué estás así? ¿Qué fue lo que pasó?

Blanca: (llorando) ¡Ay señora! Es el joven Oliver. Está arriba muy malherido por una paliza que le dio mi ahijado Daniel. Lo veo muy grave y no logro comunicarme con el hospital para pedir una ambulancia.

María Teresa: (fingiendo pena) ¡Por Dios! ¡Qué barbaridad! Mi pobre hijastro.  No podemos permitir que se muera. Tenemos que llevarlo a un hospital (finge desesperación).

Andrew: ¿Quién es Oliver, María Teresa? Me pareció oír que se trata de tu hijastro.

Melisa: Yo también pregunto lo mismo mamá. ¿Es ese imbécil que se pasea a veces por la mansión? Pensé que era un empleado.

María Teresa: Sí, Oliver es mi hijastro. Es el hijo de mi difunto último esposo. Lo que pasa es que es muchacho bastante tímido. Sufre de depresión el pobrecito y consume drogas. No le gusta hablar con nadie, ni siquiera conmigo que intento ayudarlo. Es muy rebelde.

Blanca (pensando: Dios mío. ¿Cómo puede ser tan cínica esta mujer?)

Andrew: Lo mejor es que subamos. Yo lo llevaré a un hospital.

Andrew sube corriendo las escaleras. Tras él, suben Blanca, María Teresa y Melisa. En su cuarto, Hanna llora desconsolada sobre Oliver.



Hanna: ¡Oliver! Tienes que resistir, por favor. Tú no te puedes morir. Resiste.

Oliver está inconsciente. De repente, al cuarto entra Andrew. Hanna lo mira sorprendida. Él por su parte, también siente una fuerte impresión en su pecho al ver a la joven con el rostro lleno de lágrimas. En ese instante, llegan las demás.

María Teresa: ¡Hanna, retírate! Andrew llevará a Oliver a un hospital. No podemos esperar a que llegue una inepta ambulancia.

Andrew reacciona de nuevo. Hanna se aparta de Oliver y se limpia los ojos. Andrew sube a Oliver a su espalda y luego sale del cuarto abriéndose paso.

Melisa: (a María Teresa) Mamá, yo iré con Andrew en su auto.

María Teresa: Claro hija, ve. Yo también iré en el mío tras ustedes.

Melisa se va. María Teresa está a punto de irse, cuando es detenida por Hanna, quien la toma del brazo suavemente.

Hanna: ¡Espere, yo también quiero ir! Necesito saber qué pasará con Oliver.

María Teresa: (soltándose) ¡De ninguna manera! Tú te vas a quedar aquí estúpida.

Hanna: Por favor déjeme ir, se lo suplico señora. Por favor (Se arrodilla en el piso y toma de un pie María Teresa). Déjeme ir. Necesito ir. Tengo que saber cómo sigue Oliver, por favor (desesperada).

María Teresa (histérica): ¡Suéltame mocosa! (Se suelta bruscamente). ¡Eres una imbécil, una miserable! (Le revuelve el cabello a Hanna de mala manera). ¿Qué habré hecho para ser castigada con una hija como tú? (Le empuja la cabeza).

Hanna no para de llorar, pues se siente humillada de la peor manera por su propia madre.

María Teresa: ¡Ya deja de llorar, maldita sea! (Gritando). ¡Deja de llorar! ¡Patética!

Blanca: (interviniendo) Señora María Teresa, por favor. Ya no siga.

María Teresa: ¡Tú cállate Blanca! Deja de ser tan metiche. Me voy, y queda rotundamente prohibido que Hanna salga de esta casa. ¿Entendido?

Blanca asienta con la cabeza tímidamente. Luego, María Teresa se retira. Hanna rompe a llorar y Blanca se inclina a su lado para consolarla.

INT. / AGENCIA DE MODELAJE / DÍA

Varias modelos jóvenes están desfilando sobre la tarima; son principiantes y se encuentran en prácticas con Morticia Leblanc, su recatada profesora.



Morticia: ¡Eso chicas! ¡Vamos! Estamos mal. Alzando la barbilla, eso. Margarita, tú eres caso perdido mi amor. Estás tan gorda que haces el mundo más pesado mija. Y luego preguntan que por qué hay terremotos.

En eso, llega Katherine.



Katherine: ¡Haber, haber! ¿Qué se supone que está haciendo usted señora Morticia? ¿Por qué les baja tanto la moral a las chicas?

Morticia: ¡Ay mija! Tú lo dices por falta de experiencia, pero yo que soy toda una profesional, sé lo que hago. Hay chicas que me dejarían viva si se me aparecieran a la media noche, válgame Dios.

Katherine: Usted no tiene caso. ¿Sabe qué? ¡Ya me tiene harta! Merece que le digan de una buena vez sus cinco verdades. No es más que una vieja envidiosa.

Morticia (furiosa): Vieja tu tía de Brasil, naca sacada de barrio. A mí me respetas. Tú no tienes ningún derecho a hablarme así. Podrás creerte la mandamás de esta agencia porque ya te comiste la cereza con el Andrew, pero eso no es así mi amor. La diva de aquí soy yo. ¡Yo!

Katherine: ¿Pero cómo se atreve a calumniarme de esa manera? ¿No será al revés y la que se muere por Andrew es otra? ¿Cree que no vi los calzoncillos de Andrew guardados en su camerino, vieja depravada?

Morticia: ¡Mira patas de marrana…!

Katherine: ¡Mire nada! Ya me cansé. Cuando llegue Andrew, le voy a contar las barbaridades que hace en mi camerino. Estoy cansada que destroce mi ropa y escriba esas estúpidos mensajes de odio en la pared.

Morticia: ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? ¡Yo no soy! (Mirando hacia otro lado).

Katherine: (burlándose) Por favor señora. Por lo menos si me va a atacar, sea más inteligente. ¿Cómo es tan bruta para firmar los mensajes como “Morticia no hizo esto”? ¡Por Dios! Acepte de una buena vez que me tiene envidia.

Morticia: ¡Mija, pero debes estar loca! ¿Cómo voy a envidiar a una modelito de quinta categoría como tú, que pa’ ajustar tiene prótesis de baja calidad? ¿Por qué mejor no te largas de esta agencia? Está demostrado que tú y yo no cabemos aquí.

Katherine: ¿Por qué mejor no se larga usted? Andrew necesita que en su agencia haya modelos jóvenes como yo y no pensionadas como usted.

Morticia: ¡Ya rebosaste mi paciencia Jacqueline! ¡Te voy a enseñar quién es Morticia Leblanc!

Katherine: Es Katherine. Mira nada más, hasta de alzhéimer sufre y no es pera menos. Ya está pasadita de años.

De repente, Morticia le lanza un salvaje puño a Katherine en la nariz. La joven modelo se percata que sangra por el golpe.

Katherine (sorprendido): ¡Mire lo que hizo!

Morticia: Y eso no es nada. ¡Te voy a dejar calva zorra desgraciada!

Morticia agarra del pelo a Katherine y la jalonea. Katherine grita pidiendo auxilio. Las modelos principiantes se acercan curiosas por la pelea.

INT. / HOSPITAL DE COPENHAGUE / DÍA

En la sala de espera, María Teresa está sentada con Melisa en las bancas. María Teresa frunce el ceño, exasperada.



María Teresa: ¡Ya no soporto estar más en este inmundo hospital! De buena gana dejaría que se muriera el estúpido ese de Oliver. ¡Como lo detesto!

Melisa: Pensé que realmente te importaba. Parecías muy preocupada por él cuando llegamos a la mansión y Blanca nos contó que estaba mal.

María Teresa: Por favor Melisa. Lo que pase como ese idiota me tiene sin cuidado. Lo odio tanto como odio a la estúpida de Hanna. Los dos son una peste que nunca acaba. Fingí estar preocupada porque Andrew estaba presente.

Melisa: ¿Y puedo saber la razón por la que odias tanto a Hanna, mamá?

María Teresa se queda pensativa ante esa pregunta y tiene un recuerdo de varios años atrás.

FLASH BACK

EXT. / BAR / NOCHE

María Teresa es una muchacha humilde. Está acorralada en uno de los baños por un desagradable cliente del bar. El hombre, que posee mal aspecto, besa a la fuerza a María Teresa arrinconada contra la pared, al tiempo que desgarra su ropa.

María Teresa: ¡Suélteme viejo cochino! ¡Suélteme! (Gritando aterrada). ¡Ayúdenme! (Desesperada). ¡No! ¡Romero!

Hombre: Aquí no va a está el imbécil de tu marido para defenderte. Por fin te voy a dar una probadita. Tranquila que no te va a doler, mamacita. Vas a ver que te va a quedar gustando. Ya verás (Lascivo).

El hombre continúa besando con desmedida pasión a María Teresa, que intenta quitárselo de encima, pero la fuerza de él es mucho mayor. Finalmente, el hombre consuma el atroz hecho.

FIN DEL FLASH BACK

María Teresa deja de recordar. Derrama un par de lágrimas discretas por haber removido ese amargo momento de su vida. Melisa se percata de ello.

Melisa: ¿Estás bien mamá? ¿Qué te pasa?

María Teresa: (limpiándose las lágrimas) Nada. No me pasa absolutamente nada. Sólo recordaba por qué desprecio tanto a la miserable de Hanna. Me da un rotundo asco tenerla cerca. No la soporto ni un instante.

Melisa (cautelosa): No respondiste a mi pregunta. Tú misma acabas de confesar que tienes un motivo en especial para odiarla.

María Teresa: Eso es algo que nadie podrá saber nunca, así que te prohíbo que vuelvas a hacerme esa misma pregunta. ¿Entendido?

Melisa: Está bien. Sólo espero que esto no vaya a arruinar mi cita con Andrew. Esta noche, voy a dar el zarpazo (sonríe pícara). Ya verás mamá. Andrew será mío en poco tiempo.

María Teresa: Eso espero. Ya te lo dije. Es tu última oportunidad para dar a relucir lo que tienes.

En eso, llega Andrew, sosteniendo con las manos dos cafés.



Andrew: Les traje un poco de café. Les hace falta.

Ellas reciben.

Melisa: Gracias Andrew. Tú siempre tan considerado.

Andrew: (pensando en Hanna) ¿Quién era esa chica que había cerca a tu hijastro María Teresa?

María Teresa: Es... mi hija. Se llama Hanna.

Andrew (consternado): ¿Hanna? Un nombre bastante particular. Es una chica muy bonita (sonríe). ¿Y no hay noticias de Oliver?

María Teresa: Precisamente ahí viene.

El doctor se acerca a ellos. Habla español con un acento especial.

María Teresa: ¿Cómo sigue mi Oliver doctor? ¿Ya está mejor? ¿Ya está fuera de peligro?

Doctor: Afortunadamente sí. Hicieron bien en traerlo a tiempo para el hospital. Tiene golpes muy graves y un par de costillas rotas.

María Teresa: (fingiendo pena) Dios mío. Pobre muchacho. Me pregunto cómo pudo suceder algo así. ¿Qué animal lo golpeó tan brutalmente?

Andrew: Ya tendrás tiempo de averiguar como pasó todo María Teresa. Tranquila.

María Teresa: ¿Cuánto tiempo se va a quedar Oliver aquí doctor?

Doctor: Hay que esperar a que sane de sus heridas y fracturas. Si todo sale bien en dos semanas podré darle de alta, pero tendrá treinta días de incapacidad.

Andrew: Muchas gracias por todo doctor.

El doctor sonríe y se retira. Melisa mira fulminante a su madre sin que ésta se dé cuenta.

Melisa (pensando: María Teresa Pérez de Jansen. Eres una desgraciada, cínica e hipócrita. ¿Qué otras cosas esconderás? De alguna manera iré descubriendo cada uno de tus secretos y ya sabré como usarlos).

INT. / MANSIÓN JANSEN / DÍA

Hanna está vestida con ropa normal. Mira para todos lados y luego sale corriendo hasta la entrada de la mansión. Se detiene al escuchar la voz de Blanca:



Blanca: ¡Hanna! ¿A dónde vas? ¿Qué piensas hacer niña?

Hanna: Blanca, yo ya no puedo seguir un minuto más aquí. Tengo que saber cómo está Oliver. Tengo que estar con él.

Blanca: Pero muchacha. ¿Se te olvidó lo que dijo tu madre? Te prohibió salir de esta casa. No te puedes aparecer por el hospital.

Hanna: No me importa. Oliver me ayudó. Me salvó de Daniel que intentó violarme. Yo no lo puedo dejar solo Blanca, no puedo (solloza). Tienes que ayudarme.
Blanca suspira resignada.

INT. / HOSPITAL, BAÑOS DE MUJERES / DÍA

María Teresa está lavándose las manos frente al espejo. Cuando termina, se sorprende al ver en el reflejo a Daniel detrás de ella.



María Teresa: (volteando) ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

Daniel (molesto): ¿No lo sabes?

María Teresa: Me imagino que algo tendrás que ver con la paliza que le diste al estúpido de Oliver. ¿No? ¿Qué fue lo que pasó?

Daniel: Tu hijastro me sorprendió cuando le estaba dando unos cariñitos a Hanna. Se puso celoso y me pegó. Yo por supuesto me defendí. No me iba a quedar quieto viendo como un niñito tonto me golpeaba.

María Teresa: (cacheteándolo) ¡Eres un estúpido! ¡Imbécil! ¿Cómo me dices tan cínicamente que intentaste violar a mi hija? ¡Idiota! ¡Mil veces idiota! (Histérica). ¿Acaso no pensaste qué hubiera pasado si llegabas a violarla? Estarías en la cárcel y allí te estarías pudriendo.

Daniel: ¡Ya! No me tienes que gritar, ni mucho menos por qué pegar. Te seguí porque necesito una buena cantidad de dinero para salir del país y hacer mi vida lejos.

María Teresa: ¿Y a mí qué me importan las necesidades que tengas? Por mí, puedes arder en el mismísimo infierno. Me vale.

Daniel: (tomando a María Teresa del cuello) ¡Escúchame muy bien vieja estúpida! Ya no pienso seguir permitiendo que me trates como una basura. Te exijo que me des dinero, el que necesito, porque sino, haré que la policía se dé cuenta de cada uno de los crímenes que has cometido, porque eres muy mala mi amor (burlándose). Muy mala. Yo que tú, haría caso.

María Teresa (furiosa): ¡Maldito! Ya sabía yo que eso fue lo único que buscaste de mí desde el principio. ¡Suéltame inmediatamente! Me estás haciendo daño.

Daniel: (sin soltarla del cuello) ¿Me darás el dinero o empiezo a hablar?

María Teresa: No sabes con quien te metes. ¡Imbécil!

Daniel: (soltándola) Sí lo sé. Para mañana, quiero que transfieras a mi cuenta bancaria 50 mil dólares. Si al medio día el dinero no ha sido transferido, no pasará una hora para que estés tras las rejas por asesina. Estás advertida.

Daniel sale del baño. Se cubre la cabeza con la capota de su chaqueta. María Teresa se queda furiosa y pensativa. En el mismo hospital, por la sala de espera, Andrew acompaña a Melisa.



Andrew: ¿A dónde fue María Teresa?

Melisa: Fue al baño. Ya debe estar por llegar. A ver si nos vamos de una buena vez de aquí. Los hospitales me exasperan. Y no me traen buenos recuerdos. Mi papá murió en uno (seria).

Andrew: Lo siento Meli. (Mira su reloj de muñeca) Yo debo irme ya. Tengo asuntos que atender en la agencia. Nos vemos esta noche.

Melisa: (despidiéndose de beso en la mejilla con Andrew) Chao Andrew. Cuídate. Estaré contando los minutos ansiosa para nuestra salida esta noche.

Andrew le sonríe a Melisa. Luego se retira. Mientras camina por la recepción del hospital, Andrew saca su celular y mira algo en él. En eso, choca con alguien. El celular cae al piso. Ese alguien es Hanna.



Hanna (muy apenada): ¡Disculpe usted! Iba de prisa y…

Andrew: (reconociendo a Hanna) Tú… ¿Eres Hanna, verdad? ¿Eres la hija menor de María Teresa? (sonriéndole).

Hanna: Sí. Usted es el hombre que ayudó a Oliver esta mañana. Ahora lo recuerdo.

La chica se inclina para tomar el celular. Luego se incorpora y se lo entrega a Andrew. Éste lo recibe, sosteniéndole la mirada fascinado a Hanna.

Hanna: Le pido de nuevo disculpas. Como le dije, venía a toda prisa para saber cómo sigue Oliver. Qué vergüenza. Espero que la caída no haya afectado de ninguna manera su celular.

Andrew: No, está bien. Yo tampoco me fijaba por donde iba. Me distraje mirando algo. En cuanto a Oliver, está fuera de peligro. El doctor le ha dado treinta días de incapacidad y es posible que en dos semanas le dé de alta.

Hanna (aliviada): ¿De verdad? ¿Oliver ya está mejor?

Andrew: Sí, de verdad. Tu madre y tu hermana están en la sala de espera. Puedes ir para estar con ellas. Me presento. Mi nombre es Andrew. Mucho gusto. María Teresa ya me habló de ti (Le extiende la mano, Hanna le corresponde el gesto).

Hanna: Gracias por su amabilidad señor Andrew.

Andrew: (riéndose) Por favor llámame simplemente Andrew. Me haces sentir viejo con ese modismo. Yo soy el dueño de la agencia en la que Melisa está entrenándose para ser modelo. Tu madre es mi socia.

Hanna: Ya veo. La verdad me gustaría ver directamente a Oliver. No quiero que mi mamá ni mi hermana me vean. ¿Será posible que usted pueda ayudarme?

Andrew: Por supuesto. Podemos hablar con el doctor encargado. Pero no entiendo por qué no quieres que ellas te vean.

Hanna: No puedo decirle, disculpe. Tengo mis razones. Espero que entienda.

Andrew: No hay problema. Ven, acompáñame.

Andrew y Hanna se adentran de nuevo al hospital. En el cuarto de Oliver, éste descansa sobre la reconfortante la cama. Tiene un ojo morado y varias curillas pegadas sobre la cara. De repente, Hanna entra al cuarto en silencio. De sus ojos, derrama un par de lágrimas al ver lo malherido que está Oliver. Ella se acerca a la cama lentamente y luego, lo toma de la mano.



Oliver: (abriendo los ojos) Hanna… Viniste.

Hanna: Claro que sí. Yo no podía quedarme con la angustia de saber cómo estabas después de que te sacrificaras por mí. Muchas gracias por haberme salvado hermanito (Le sonríe).

Oliver: (riendo algo desalentado) ¿Hermanito? Hanna… Tú y yo no somos hermanos.

Hanna: Ya lo sé. No lo somos de sangre, pero así te considero. El hermanito que nunca tuve. Tú eres muy importante para mí Oliver. Yo te quiero, te aprecio bastante y no sé que hubiera hecho si por defenderme te hubiera pasado algo mucho más grave que esto.

Oliver: Lo importante es que ese patán no podrá volverte a hacer daño. (Acomodándose en la cama) ¿Y qué se hizo? ¿Escapó?

Hanna: Sí. Ojalá se vaya muy lejos. No creo que se atreva a volver por la mansión. Mejor descansa; así podrás recuperarte más rápido y saldrás de aquí mucho más pronto. Podrás volver a lo que más te gusta: cantar.

Oliver: Hanna… Tengo que… Tengo que decirte algo que hace tiempo siento.

Hanna (extrañada): ¿De qué se trata?

Oliver: De que yo siento por ti algo muy profundo. Te amo Hanna. Te amo (La toma a ella de las brazos, mirándola fijamente).

Hanna se queda sin habla ante la inesperada confesión de Oliver.

INT. / AGENCIA DE MODELAJE / HORAS DESPUÉS

Andrew está en su oficina acompañado de Morticia y Katherine. Ésta última está desgreñada, con el maquillaje corrido. Andrew está sentado y ellas de pie.



Andrew (molesto): ¿Y no piensan decir nada?

Katherine: Por Dios Andrew. Las palabras sobran. ¡Mira nada más lo que me hizo esta vieja cacatúa!

Morticia: ¡Vieja tu madre, zorra sin cola! (Haciéndose la víctima) ¿Lo ves Andrew? Ella siempre es la que empieza. Yo no puedo seguir en esta agencia así. Desde que Katherine llegó, no ha hecho otra cosa que ultrajarme e insultarme. ¡Estoy harta! (Llorando).

Katherine se sorprende por la actitud de Morticia. Andrew se conmueve, se levanta y abraza a Morticia.

Morticia (pensando: Mmm, pero qué rico hueles Andrew. Te comería a besos papacito).

Katherine (sorprendida): ¡Lo que faltaba! Andrew no seas tonto. ¿No ves que se está haciendo la víctima?

Andrew: ¡Ya Katherine! ¡Por favor! Respeta a Morticia. Ten en cuenta que ella es mayor que tú y lleva varios años trabajando en esta agencia. Fue una modelo muy respetada y ahora que se retiró, es una excelente profesora. Deberías admirarla y tomarla como un modelo de vida.

Katherine: ¿Modelo de vida? No puedo creer esto.

Morticia solo guarda silencio, aferrada como una garrapata a Andrew.

Andrew: Les daré un ultimátum. Si ninguna de las dos se llevan bien, comenzaré a tomar medidas drásticas. ¿Entendido?

Katherine (resignada): Está bien. Y me voy de aquí. Necesito tomar aire y pedirle al Cielo que me dé paciencia para soportar a esta señora.

Katherine sale muy molesta de la oficina. Morticia se queda abrazada a Andrew, sonriendo muy cómoda.

INT. / MANSIÓN JANSEN / NOCHE

María Teresa llega furiosa a la mansión con Melisa. Blanca las recibe.



María Teresa: Blanca, ven inmediatamente a mi cuarto. ¡Ahora!

Blanca (tímida): Sí señora.

La mujer sube las escaleras.

Blanca: (a Melisa) ¿Le sucede algo a la señora?

Melisa: ¿Y yo qué voy a saber? Ocúpate de obedecer criada inmunda. A ver si te lavas bien las manos. ¡Huele a ajo!

Blanca agacha la cabeza y se retira. En su cuarto María Teresa desquita su ira contra los objetos que encuentra a su paso.

María Teresa: ¡Imbécil! ¡Eres un imbécil Daniel! (Tirando un jarrón contra el piso). Esta traición te va a costar muy cara.

CONTINUARÁ...

Mañana te leo con atención

Qué buen cap. Aleja. Así que por eso odia la vieja a Hanna, por que es fruto de una violación.

Me cae bien Andrew, se ve muy buena persona, creo que se ha fijado en Hanna y eso que ahora Oliver se le ha declarado. Menos mal que la salvo del abuso de Daniel.

Melissa es igual que la madre de mala, son iguales solo las diferencia la edad. Daniel chantajeando a María Teresa por dinero, no es listo ni nada... un interesado.

Cuando Melissa se entere de que a Andrew le gusta Hanna va a haber problemas, la va a odiar más.

Esperemos Oliver se ponga bien pronto. Muy divertida la pelea de Morticia y Katherine jajaja, parecía una preparadora del Miss Venezuela, jajaja.

Cada vez se pone mejor esta historia. Esperamos el siguiente.

Guaua que capitulazo Aleja!!!

Ya decía yo que la vieja tenía algún motivo para odiar tanto a Hanna, pero es una completa estúpida, la niña no tiene la culpa de que a su madre la hayan violado.

Andrew parece ser que le gustó Hanna, otro motivo más para que María Teresa la odie aún más.

Qué bueno que Oliver está fuera de peligro, pero pobrecito, se enamoró de Hanna y ella solo lo ve como a un hermano.

Qué risa con maestra de modelaje Morticia jaja como se desgreño a la otra modelo y luego como finge ante Andrew haciéndose la víctima recargada bien a gusto en él jajjaj.

Joana escribió:Mañana te leo con atención

Claro Joana. Cuando puedas. Lee con calma   

Pspain escribió:Qué buen cap. Aleja. Así que por eso odia la vieja a Hanna, por que es fruto de una violación.

Me cae bien Andrew, se ve muy buena persona, creo que se ha fijado en Hanna y eso que ahora Oliver se le ha declarado. Menos mal que la salvo del abuso de Daniel.

Melissa es igual que la madre de mala, son iguales solo las diferencia la edad. Daniel chantajeando a María Teresa por dinero, no es listo ni nada... un interesado.

Cuando Melissa se entere de que a Andrew le gusta Hanna va a haber problemas, la va a odiar más.

Esperemos Oliver se ponga bien pronto. Muy divertida la pelea de Morticia y Katherine jajaja, parecía una preparadora del Miss Venezuela, jajaja.

Cada vez se pone mejor esta historia. Esperamos el siguiente.

Muchas gracias Pedro por tu comentario. Pues sí, ya sabemos por qué María Teresa odia tanto a Hanna y es que Hanna es producto de una violación que María Teresa sufrió.

Así es, a Andrew le ha interesado mucho Hanna. Las cosas no se pondrá bien cuando Melisa sienta que entre los dos hay mucha cercanía y es que el próximo capítulo, será decisivo por eso.

Daniel siempre ha sido ambicioso. Por lo pronto, digo que María Teresa no se quedará con los brazos cruzados siendo chantajeada por él.

Jajajaja Morticia preparadora de Miss Venezuela Ella será la parte cómica de la novela para que todo no sea drama

En lo más pronto posible publico el capítulo 4.

Hola!

Mañana me leo el capítulo.

Gloria escribió:Guaua que capitulazo Aleja!!!

Ya decía yo que la vieja tenía algún motivo para odiar tanto a Hanna, pero es una completa estúpida, la niña no tiene la culpa de que a su madre la hayan violado.

Andrew parece ser que le gustó Hanna, otro motivo más para que María Teresa la odie aún más.

Qué bueno que Oliver está fuera de peligro, pero pobrecito, se enamoró de Hanna y ella solo lo ve como a un hermano.

Qué risa con maestra de modelaje Morticia jaja como se desgreño a la otra modelo y luego como finge ante Andrew haciéndose la víctima recargada bien a gusto en él jajjaj.

Muchas gracias por tu comentario mi Gloria

Así es, María Teresa es estúpida, pues odia a Hanna sólo por ser la hija que nació fruto de esa violación que sufrió años atrás.

Andrew sí se fijó en Hanna. Esto dará mucho conflicto en el próximo capítulo.

Puede que en el fondo, Hanna también sienta lo mismo que Oliver, como puede que no. Morti será la parte cómica de la historia. Ella está enamorada de Andrew, pero no lo acepta.

Pronto el prox. cap

Danni escribió:Hola!

Mañana me leo el capítulo.

Te digo lo mismo que a Joana. No hay prisas Danni

Que bello es Oliver *--* como defendio a Hanna del miserable ese de Daniel. Que lindo hasta le confeso su amor *--* me conmovi con esa escena :$.

Jajajajajaja Morti hasta en las novelas hace show jajajajajaja me encanta *---*

Pobre Daniel no sabe con quien se metio a ese segurito lo matan por pendejo jejejeje.

En espera del próximo capitulo *O*

Que bueno que Oliver defendió a Hanna

Jajaja me meo, Morti aparece en la novela jajaja ¿Cuánto te cobró? Supongo que el oro y el moro jaja

Jaja que bueno que Katherine aparece para apaciguar jaja

Jajaja ya me extrañaba yo por que vino Ximena con moretones a las grabaciones, pero por suerte se las tapamos jaja

Ahora comprendemos porque María Teresa odia a Hanna… pero ella no tiene la culpa de lo que la pasó a la vieja

Jajaja Morticia más vieja que se retiró más bien murió jajaja

Robert Palacios escribió:Que bello es Oliver *--* como defendio a Hanna del miserable ese de Daniel. Que lindo hasta le confeso su amor *--* me conmovi con esa escena :$.

Jajajajajaja Morti hasta en las novelas hace show jajajajajaja me encanta *---*

Pobre Daniel no sabe con quien se metio a ese segurito lo matan por pendejo jejejeje.

En espera del próximo capitulo *O*

Muchas gracias Robert por tu comentario. Sí, Oliver, aunque es algo rebelde y hostil con los demás, en el fondo es un buen muchacho, capaz de sentir amor por Hanna. Me alegra que te haya conmovido esa escena.

Jajajaja sí Morti hace show en toda parte. Sin ella la diversión no sería igual

Ya sabrás que pasa con Daniel.

Joana escribió:Que bueno que Oliver defendió a Hanna

Jajaja me meo, Morti aparece en la novela jajaja ¿Cuánto te cobró? Supongo que el oro y el moro jaja

Jaja que bueno que Katherine aparece para apaciguar jaja

Jajaja ya me extrañaba yo por que vino Ximena con moretones a las grabaciones, pero por suerte se las tapamos jaja

Ahora comprendemos porque María Teresa odia a Hanna… pero ella no tiene la culpa de lo que la pasó a la vieja

Jajaja Morticia más vieja que se retiró más bien murió jajaja

Muchas gracias por el comentario Joana. Qué bueno que te ha gustado el capítulo. Pues Morti será esa parte cómica de la novela. Mientras divierta vale la pena pagar lo que sea así me deje en quiebra

Pues fíjate que a Morticia se le fue la mano con Ximena y en vez de actuar los golpes, se los dio de verdad. Por eso llegó a Amores Envenenados toda golpeada.

Sí, María Teresa odia a Hanna por ser producto de una violación y tienes razón, Hanna no tiene la culpa.

Pronto el cap. 4

Jajaja claro, tuvimos que maquillarla ya me contó como fue

Qué excelente capítulo Aleja, cada vez esta historia me gusta más.

Pobre Oliver por la golpiza que le dio el desgraciado de Daniel, por suerte está fuera de peligro aunque tenga tantas heridas. Y todo por haber defendido a Hanna que valoró mucho lo que hizo él por ella. Vamos a ver qué pasa ahora que Oliver la ha confesado sus sentimientos.

Seguro María Teresa va a matar a Daniel, no creo que satisfaga sus deseos al menos de que solo sea por otro interés.

Qué risa la pelea de Morticia y Katherine jajajajaja, lo más gracioso fue el regaño que le dio Morticia a una de las modelos de que hay terremotos por su gran peso . Por otra parte, Andrew se ha interesado en Hanna pero ahora saldrá con Melisa. ¿Qué pasará? Pobre Hanna, las peleas que habrán cuando esta joven villana se de cuenta de que Andrew se interesó por su hermana.

Entonces será que Hanna no es la verdadera hija de Romero?   Porque por el recuerdo que tuvo María Teresa, parece que la violaron, osea que Hanna sería de ella y del violador.

Espero el próximo capítulo con ansias .

Muchas gracias por comentar Danni. Sí, la historia cada vez se está enredando más, pues ahora, aunque Hanna quiere mucho a Oliver y valoró lo que él hizo por ella cuando la defendió de Daniel, sólo lo ve como un hermano y Oliver la ve como algo más. Además, como bien dices, Andrew se ha fijado en Hanna y esto hará que en el próximo capítulo, hayan sucesos y giros inesperados.

Ya verás si María Teresa se atreve a matar a Daniel.

Qué bueno que te pareció chistosa esa parte en que Morti y Katherine pelearon y discutieron. Morticia dará mucho de qué hablar.

Así es, Hanna no era la verdadera hija de Romero, ya que ella es producto de una violación que sufrió María Teresa. Pronto se aclararán más detalles de eso.