CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
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Uli213
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CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
CAPÍTULO 020: VUELVO A VERTE
ENTRADA ESPECIAL POR EL FINAL:
El asesino Darío había seguido a Ramiro y Fabiola. Ahora se encontraba apuntando con el arma en la cabeza del hijo de la fallecida Catalina, luego de haber roto la ventana del carro de este. Fabiola se encontraba aterrada. Mientras que Ramiro respiraba lentamente, muy nervioso. Ninguno de los dos podía moverse.
Darío: Muy bien, ahora los dos van a bajar del carro, ¿entendieron? – Pregunta el asesino –. Cuando yo hablo se responde, ¿entendieron sí o no? – Pregunta nuevamente. Fabiola empieza a llorar, Ramiro la toma de la mano –
Ramiro: Sí – Dice Ramiro –
Darío: No escuché a la señorita – Fabiola rompe en llanto, totalmente aterrada –. No quiero lloriqueos, ¿entendió sí o no, jefa Fabiola? – Pregunta –
Fabiola: Sí – Dice llorando –
Darío: Muy bien. Son dos personas muy inteligentes, ¡me caen muy bien! – Exclama muy divertido –. Bajen, vamos, bajen del carro – Les dice amigablemente, como si se tratara de un par de amigos. Darío sin duda estaba enfermo. Ramiro y Fabiola bajan lentamente –. No intente huir, señorita. Sí lo hace, mataré a su querido Ramiro – Le advierte –. Acérquese, Fabiola, ¡por favor! – Fabiola se acerca lentamente hacia ellos –. Muy bien. Ahora tú, Ramirito hermoso, cierra los ojos, por favor – Fabiola empieza a gritar –, ¡cállate! ¡Cállate, maldita sea! – Grita muy furioso –, ¡cierra los ojos, Ramiro! ¡Ciérralos de una vez! – Ramiro cierra los ojos. En ese instante Darío golpea la cabeza de su antiguo amigo con el gatillo de la pistola y este cae desmayado. Fabiola vuelve a romper en llanto, totalmente desesperada –. Muy bien, muy bien, muy bien…
Darío le acaricia el rostro a la hija de la malvada Sofía y luego le tira un fuerte puñete en el rostro que también la deja desmayada. El asesino toma el cuerpo de Fabiola y lo sube al carro.
Horas Antes…
Casa de Mariano:
Mariano y Fabiola se encontraban preparando algo de comer. Ambos se estaban divirtiendo bastante, se ensuciaban apropósito sólo para reírse un rato. Se merecían felicidad y en ese momento la estaban viviendo.
Fabiola: ¡Ay, no hagas eso! – Dice, mientras Mariano le ensucia la cara con salsa de tomate –, ¡Tonto! – Los dos empiezan a reír y en ese instante Fabiola toma un poco de harina y se la arroja a él en toda la cara. La risa de la mujer resuena por toda la casa. Mariano se empieza a limpiar y ríe también –
Mariano: Ya, amor, dejemos de jugar – Le dice y le da un beso con la cara llena de harina. Fabiola vuelve a reír. Él también lo hace –, si seguimos jugando nunca vamos a terminar de preparar la comida…
Fabiola: ¡Está bien! Encárgate de la ensalada, yo me encargo del jugo – En ese instante el celular de nuestra protagonista empieza a sonar. Mariano observa a su enamorada, ella ve su teléfono y se da cuenta que es Ramiro. Se queda callada por un largo rato. –
Mariano: ¿Sucede algo? – Pregunta –
Fabiola: Me está llamando Ramiro – Le dice, algo nerviosa. Mariano se asusta por un instante –. No te preocupes, no le voy a contestar…
Mariano: No, contéstale. Por favor – Le dice y Fabiola observa nuevamente su celular –. Hazlo, todo va a estar bien – Le dice, intentando darle confianza. Ambos sonríen y finalmente la hermana de Bárbara contesta –
Fabiola: Aló, Ramiro – Le dice –
Vemos a Ramiro sentado en su automóvil. Estaba estacionado a las afueras de su casa.
Ramiro: Fabi, escúchame. Ya compré mi pasaje, me iré mañana. No quiero estar en el entierro de mi papá, ni de mi mamá. De ello se encargará un tío mío que viene pronto – Le explica, bastante cabizbajo –. Me quiero despedir de ti, por favor… Veámonos – Le ruega el enamorado hombre –
Fabiola: ¿Quieres que nos veamos? – Fabiola observa a Mariano y este le dice que “sí” con la cabeza –. No estoy segura, Ramiro…
Mariano: Dile que sí – Le dice su enamorado –. No hay ningún problema con que se vean. Dile que sí. No te preocupes por mí – Fabiola sonríe y respira aliviada –
Fabiola: Sí, está bien Ramiro – Mariano toma de la mano a su enamorada –. Nos vemos a esa hora. Cuídate – Fabiola cuelga y le da un beso al hombre que ama –. No voy a poder almorzar contigo, tengo que ir a cambiarme – Fabiola va y Mariano queda confundido por un instante –
Calles:
Darío se encontraba en su carro. Vestido de negro, aún adolorido por el balazo que había recibido. Al parecer se encontraba siguiendo a Ramiro. En ese instante una llamada llega a su teléfono.
Darío: Vladimir, ¿ya estás en el hospital? – Pregunta –. Muy bien, ya sabes lo que tienes que hacer. Quiero a ese bebé, ¡vivo! Lo quiero vivo. Yo me encargaré de él y luego los dos nos escaparemos con todo el dinero que le robé a la empresa, ¡con todo! – Darío empieza a reír y luego cuelga –. Antes me encargaré de arrebatarle, tanto a Ricardo como a Ramiro, lo que más aman… el bebé y Fabiola. Los dos se irán de este mundo… Por fin sabrán lo que se siente perder lo que más amas en esta maldita y asquerosa vida.
Casa de Mariano:
Fabiola se estaba despidiendo de Mariano, quien se encontraba confundido y preocupado, ¿acaso estaba sintiendo celos? Ni él mismo lo sabía.
Fabiola: Ya vuelvo, sólo será un rato, ¡termina de preparar la comida! La guardamos para la cena – Le dice y le da un gran beso en la boca –. Te amo…
Mariano: Y yo a ti – Le dice y le acaricia el rostro –
Fabiola: ¿Estás seguro que no te molesta que vaya? – Le pregunta y Mariano queda en silencio –, ¿mi amor?
Mariano: Estoy seguro – Le dice, fingiendo firmeza –. Anda… – Ambos se miran fijamente por un largo rato. Ella le vuelve a dar un beso y sale de la casa –, ¡Ay, maldición! – Exclama el hombre –, ¿por qué dejé que se vaya? Parezco un adolescente. Me muero de… ¿de celos? No sé, ¿por qué tendría que tener celos? Yo confío en Fabiola – Se dice a sí mismo –, ¿o no son celos? ¿Qué es esto que siento en el corazón? – El rostro de Mariano se transforma en uno lleno de temor y horror, como si supiera que algo va a suceder –, estoy preocupado…
Mariano sale rápidamente detrás de Fabiola, como sintiendo que algo va a ocurrir. Algo malo, ¡Lo que Mariano estaba sintiendo no eran celos! ¡Era un gran presentimiento! Algo que iba a ocurrir en esa salida con Ramiro.
Hospital:
Vemos a Vladimir salir corriendo con el bebé. Entra a un carro. Deja al bebé a su costado. Empieza a manejar a toda velocidad, mientras saca su celular y llama.
Vladimir: Líder, soy Vladimir – Le dice algo agitado –. Tengo al bebé, ¡Lo logré! – Exclama muy feliz –. Ya puede usted continuar con los planes…
Darío: Muy bien, Vladimir. Ahora me toca a mí – Le dice y sonríe –
Calles:
Mariano se encontraba siguiendo, desde su carro, el taxi donde Fabiola había subido. Se percata que su amada baja del transporte en una calle solitaria donde se encontraba estacionado otro automóvil que pertenecía a Ramiro.
Mariano (Pensamiento): Por ahora todo está bien – Pensaba Mariano, mientras observaba a lo lejos –. Tranquilo, Mariano, todo va a estar bien… Sólo hablarán un rato, se despedirán y ella volverá a casa.
Escuchar canción "Al descubierto":
En ese instante Mariano se sorprende al ver llegar a Darío, quien tenía un arma en su mano. Nuestro protagonista se queda inmovilizado, no sabía qué hacer. Sólo se le ocurre tomar rápidamente su teléfono celular y llamar al comandante Uribe.
Mariano: ¡Comandante! Soy Mariano, ¡Sí! Darío, Darío ha aparecido. Tiene un arma y va hacia Fabiola y Ramiro. Él a mí no me ve, pero tiene un arma, ¡No sé cómo acercarme! – Le grita sumamente alterado –
Uribe: Escúcheme, Mariano, ¡Usted no haga nada! Vea lo que vea, ¡No haga nada! Es muy peligroso y puede empeorar la situación, ¡Ahora dígame en dónde se encuentran! – Uribe escucha y apunta en un papel –. Muy bien, voy a ir con varios de mis hombres a capturar a ese sujeto, ¡No se mueva, por favor!
Mariano se encontraba sumamente sorprendido, había visto ya como Darío rompía el vidrio de la ventana del auto de Ramiro. Ahora ya tanto Fabiola como el hermano de Juan se encontraban fuera del carro.
Mariano (Pensamiento): ¡No puedo ver llorar a Fabiola de esa manera! Maldito asesino, ¡Tú mataste a Cecilia! ¡Él la mató! No puedo quedarme con los brazos cruzados – Pensaba y sus ojos se ponían rojos, de la furia y la impotencia que sentía –
En ese instante Darío golpea con su pistola a Ramiro, dejándolo desmayado. Luego Mariano ve como el asesino le da un fuerte golpe a su novia dejándola, también, desmayada.
Mariano: ¡No! ¡Noooooooooooooo! – Exclama desde su carro. En ese instante empieza a manejar, va directamente hacia ellos –
Darío ya había metido dentro del carro a Fabiola. Ahora empieza a manejar con suma rapidez. Mariano llega hasta donde se encontraban, sin embargo el asesino ya se había llevado a su amada. El hombre baja del auto para auxiliar a Ramiro, lo intenta despertar.
Mariano: ¡Vamos, Ramiro! ¡Despierta! ¡Vamos! – En ese instante Ramiro logra despertar y empieza a llorar –
Ramiro: ¿Dónde está Fabiola? ¿Dónde está? – Pregunta muy alterado –
Mariano: Ese maldito se la llevó, ¡Pero ven! ¡Vamos! ¿Puedes moverte? – Le pregunta –
Ramiro: Sí – Ramiro logra levantarse con algo de dificultad –
Mariano: No deben estar lejos, ¡Vamos por ellos! – Mariano y Ramiro suben al carro y van detrás del asesino –
Casa de Vladimir:
Vladimir se encontraba a las afueras de su casa con el bebé en manos. En ese instante ve como un carro negro se estaciona, por un instante se asusta, pero luego respira tranquilo al ver bajar a su líder, quien trae con él a una desmayada Fabiola.
Darío: Entremos de una vez. Vamos a sacrificar a estos dos. Haremos un bien a la humanidad – Dice muy sonriente –
Vladimir: Líder, ¿no cree que antes de hacer eso que dice…? Es que… no sé, no cree que yo pueda… es que esa mujer se ve muy bien… – Dice sumamente pervertido –
Darío: ¿Quieres divertirte un rato con ella? – Pregunta y empieza a reír –. Pues no lo harás – Le dice bastante molesto –, ella es el sacrificio y el único que podría pasarla bien, con esta perra, antes del sacrificio, ¡soy yo!
Vladimir: Claro, líder… – Dice, bastante cabizbajo –
Darío: Ahora entremos, quiero que dejes al bebé y luego te quedes acá afuera para vigilar, ¿me entendiste? – Vladimir asienta con el rostro. Ambos ingresan a la casa –
Mariano y Ramiro se encontraban observando a lo lejos, desde un carro. Mariano se comunica con el comandante al instante.
Mariano: Sí, comandante. Estamos en la calle de Pizarro 441, ¡sí! En ese mismo lugar – Le dice bastante agitado y preocupado –. Lo esperamos…
Ramiro: ¡Tienen a Ramirito! – Exclama muy alterado –. Es el hijo de Ricardo y Gabriela…
Mariano: Fabiola y el bebé son dos personas inocentes, ¡nada tienen que ver con Darío! ¿Qué quiere ese sujeto? – Se pregunta bastante indignado y frustrado –
Ramiro: ¿Entramos? – Pregunta. Ambos se miran fijamente, totalmente angustiados –
Mariano: No tenemos ningún arma – Dice, casi susurrando, sin embargo luego toma del brazo a Ramiro –, ¡pero entremos! Hagámoslo, ¡por Fabiola! ¡Por Cecilia! ¡Por mi hermano y su hijo!
Ramiro: Por Fabiola, el bebé y Esteban… – Ambos se miran a la cara y totalmente decididos bajan del carro en dirección a la casa –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban desesperados. Los distintos policías intentaban tranquilizarlos, sin embargo era imposible. Ambos estaban aterrorizados con lo que podría sucederle a su pequeño.
Ricardo: ¡Es un bebé recién nacido! ¡Cómo me piden que me tranquilice! – Grita totalmente alterado y adolorido –, maldito Darío, te juro que me las vas a pagar…
Gabriela: ¡Quiero a mi hijo conmigo! – Rompe en llanto y abraza a su tullido novio –, ¿de verdad crees que ese loco le haga algo a nuestro hijo?
Ricardo: No, no – Le dice mintiéndole –. Estoy seguro que Darío no sería capaz, ¡Además la policía lo va atrapar! ¡Estoy seguro! – Ambos continuaban abrazados, totalmente angustiados y alterados –
Casa de Vladimir:
Vladimir dejó al bebé en un mueble viejo, mientras que Darío colocó en el suelo a Fabiola. El asesino observaba a la mujer con deseo y ansias de venganza.
Darío: ¿No escuchaste que te largues cuando dejes al bebé aquí? ¿No escuchaste? – Le pregunta totalmente amargo, mientras Vladimir sale rápidamente de la casa, bajando unas escaleras –
El desquiciado hombre se acerca lentamente a Fabiola y empieza a subirle la falda lentamente. Observaba sus piernas mientras las acariciaba con la yema de sus dedos.
Fabiola: ¡Ahhhhh! – Darío se sorprende al escuchar el grito de la mujer, quien había despertado –, ¡suéltame! Maldito, asqueroso – Le dice, intentando golpearlo, sin embargo este la empuja con furia –
Darío: ¿Quieres vivir, Fabiola? – Le pregunta y apunta con su arma –. Todo está en tus manos…
Fabiola: ¿De qué hablas? – Pregunta totalmente atemorizada –
Darío: La única forma de que tú y ese bebé, que está en el mueble, vivan… es que tú te saques toda la ropa y te acuestes conmigo – Le dice de manera seria, sin siquiera esbozar una sonrisa de maldad –
Fabiola: ¡Estás loco! Nunca podría meterme a la cama con un asqueroso como tú – Darío se acerca rápidamente a ella y le tira una cachetada que hace llorar a nuestra protagonista –
Darío: ¡Error al responder! – Exclama muy divertido, como si se tratara de un juego –, ¿acaso quieres que mate al hijo de tu cuñadito Ricardo? – Le pregunta y la deja sorprendida –, sí, este que ves aquí es hijo de tu cuñado… Y lo voy a matar – Darío apunta con su arma al bebé –
Fabiola: ¡No lo hagas! ¡Por favor! – Grita desesperada –, por favor… Con el bebé no…
Darío: Entonces sácate la ropa – Le dice mirándola fijamente a los ojos –
Fabiola: Lo haré – Le dice y llora aún más –
Vladimir se encontraba parado a las afueras de la casa. En ese instante aparecen por detrás Ramiro y Mariano, ambos lo toman al sujeto y lo empujan hacia el piso.
Vladimir: ¡Hey! – Vladimir apunta con su arma a ambos –, pero mira con quién me vengo a encontrar – Dice mirando a Ramiro –, el hijo pródigo – Empieza a reír –
Ramiro: Vladimir, sé hombre y suelta esa arma, ¡Pelea conmigo como los hombres! – Le exclama Ramiro, desafiándolo –
Vladimir: ¿Crees que te tengo miedo? – Le pregunta –. Te puedo matar con mis propias manos si quisiera…
Ramiro: Inténtalo – Le dice, intentando provocarlo. Mariano observaba totalmente serio –, vamos, ¿o acaso sí tienes miedo?
Vladimir: Está bien – Vladimir guarda el arma en su bolsillo y se abalanza contra Ramiro. Ambos caen al piso. Mariano queda pasmado, sin saber qué hacer –
Ramiro: ¡Mariano sube! ¡Sube y busca a Fabiola y el bebé! ¡Todo está en tus manos! – Exclama Ramiro, totalmente desesperado –
Mariano: ¿Pero y tú…? – Pregunta preocupado –
Ramiro: ¡Yo estaré bien! ¡Anda! – Grita y Mariano entra a la casa en busca de las víctimas –
Vladimir empieza a tirar uno y otro puñete en el rostro de Ramiro, quien se empezaba a ensangrentar. El villano no paraba de golpearlo, quería hacerle notar que él era superior.
Vladimir: ¡Ya ves, Ramirito! ¡Te dije que yo no te tenía miedo! – Le dice y sonríe –
Fabiola se iba a sacar el vestido, sin embargo rompió en llanto y no pudo hacerlo. Darío va hacia ella, la empuja hacia el suelo y se monta encima de ella. Empieza a besarle el cuello y a acariciarle las piernas.
Darío: ¡Siempre me pareciste tan guapa! ¡Siempre! Pero sabía que eras un imposible, ¡Sabía que contigo sufriría tanto! Por eso me fijé en Mayra, ¡Y con ella también! ¡Con ella también sufrí! – Le contaba mientras la besaba y la mañoseaba. Fabiola no podía dejar de llorar, totalmente petrificada, sin poder moverse –. Tener sexo contigo debe ser… Debe ser espléndido, sólo los ganadores deben hacerlo – Empieza a reír –, ¡Yo soy un ganador! – Darío se baja la bragueta del pantalón, mientras besa los pechos de Fabiola –. Serás mía…
Fabiola: ¡Noooooooooooooooooooooooooooooo! – Grita la mujer, totalmente asustada –
En ese instante ingresa Mariano y toma de los brazos a Darío, lo empuja y se abalanza hacia él. Empieza a golpearlo una y otra vez. No podía perdonarle todo el daño que este les había ocasionado.
Fabiola: ¡Suéltalo, Mariano! ¡Suéltalo! No vale la pena que te manches las manos por este sujeto – Le ruega y lo abraza –
Mariano: Maldito loco – Susurra y empieza a llorar –. Ha destruido nuestras vidas…
Fabiola: Llegaste justo a tiempo – Le dice y llora también –
En ese instante se escucha un disparo. Vemos a Darío con una pistola en la mano, ha disparado contra Mariano. El villano se encontraba aún en el suelo ensangrentado cuando había disparado. Mariano cae y Fabiola empieza a gritar…
Darío: Eso les pasa, por imbéciles – Darío logra levantarse y apunta con el arma a la pareja –
Fabiola: ¡Mi amor! ¿Estás bien? ¡Háblame! – Le dice, desesperada, mirándolo con mucho amor –
Mariano: Tranquila, Fabiola. Fue en la pierna – Ambos se abrazan, totalmente desamparados –
Darío: Tienes a tu hermano sin brazo y ahora tú te quedarás sin pierna – Empieza a reír –. Si salen vivos de esto, pueden formar un circo – Salta muy divertido –. Ahora veamos – Toma al bebé entre sus brazos –
Mariano: ¡Deja a ese bebé ahí! – Grita lleno de ira –
Darío: ¡Ya cállate! – Dispara en la otra pierna de Mariano y Fabiola lo abraza, rompiendo en llanto –. Un inválido en la familia… ¡Que hermoso! – Vuelve a reír y luego va a otro de los espacios de la casa, dejando solos a Mariano y Fabiola –
Fabiola: ¡Esta es nuestra oportunidad de escapar! – Le dice e intenta ayudar a que se levante –. Vamos Mariano, tú puedes…
Mariano: Me duele demasiado, ¡Vete tú! ¡Vete! – Le ordena y ambos se miran fijamente –
Escuchar soundtrack "Víctima":
Ramiro se encontraba en el suelo, con el rostro ensangrentado. Vladimir se encontraba parado, apuntaba con su arma al indefenso hombre.
Vladimir: Ahora te vas a morir, ¡Vas a morir como el perro que eres! – Ramiro se toca el rostro y empieza a llorar –. ¿Estás llorando? ¿Tienes miedo de morir?
Ramiro: Ese loco te ha lavado el cerebro, Vladimir, ¿crees que hacer esto está bien? – Le pregunta, intentándolo hacerle entrar en razón –
Vladimir: No caeré más en tus trampas – Le dice y en ese instante se escuchan las sirenas de policías –, ¿qué? ¡Maldita sea!
Ramiro: Ya caíste – Le dice Ramiro y sonríe –. Todo esto es una trampa…
Mariano y Fabiola se miraban fijamente, sin embargo ella no podía irse sin la persona que amaba. Ambos se abrazan, esperando ya lo peor. Ven regresar a Darío, quien traía cargado al bebé del brazo derecho y en su mano izquierda traía un galón de gasolina.
Mariano: ¿Qué piensas hacer? – Le pregunta –, ¿Qué harás?
Darío: Tú me caías bien, Mariano – Le dice y deja al bebé en el mueble –. Tú y Cecilia me defendían en el colegio. Todos me maltrataban, ¡decían que yo era un estúpido cuatro ojos y que nunca tendría futuro! ¡Que se notaba que yo era un perdedor! ¡Que olía a perdedor! – Darío empieza a chorrear la gasolina por toda la casa – y sin duda yo mismo empecé a sentir que olía a perdedor, que era feo, que era un estúpido inservible – Empieza a reír mientras continúa chorreando la gasolina –
Mariano: ¿Qué estás haciendo? – Pregunta totalmente asustado –
Fabiola: ¡Por Dios! – Exclama la mujer, abrazando a su novio –
Escuchar canción "Perversidad":
Darío: Me enamoré de Cecilia, ¿sabes? Al ver que ella me defendía, que era distinta – Dice y saca en ese instante un cigarrillo que se coloca en la boca. Luego un encendedor, prende el cigarrillo. Empieza a fumar –. Sin embargo se casó con Javier. Armé un gran plan para que se divorciaran, lo hicieron y no… Tampoco quiso tener nada conmigo – Arroja el cigarrillo hacia la gasolina –
Mariano: ¡No! ¡No! – Grita desesperado –
Fabiola: ¡Vamos a morir! – El fuego empieza a brotar por toda la casa –
Darío: Se casó contigo, Mariano. Sin embargo ella siempre, siempre en secreto iba a verme a mí, ¡yo le importaba! No le gustaba verme mal, ¡Cecilia era una mujer estupenda! Un día el ya muerto Esteban vio como yo la besaba, ¡Sí! Era yo quien la besaba. Por suerte no vio cuando ella me empujó y me dio una cachetada – Empieza a reír, totalmente enfermo, sin importarle que la casa se esté incendiando, como si ya no le importara vivir –
Mariano: ¡Darío! ¡Ayúdanos a salir de aquí! ¡Te lo suplico! – Grita –
Darío: ¿Antes de morir no te gustaría saber cómo la maté? – Le pregunta y en ese instante se hace un silencio. Sólo se escuchan las flamas del fuego –. Me alojé en un hotel de mala muerte, había sobornado al muchacho que atendía para que nunca recuerde mi rostro. Ahí fue a verme Cecilia…
Recuerdo:
Darío se encontraba echado en la cama de un cuarto sucio y viejo. En ese instante alguien llama a la puerta. El asesino se levanta y va hacia la puerta, abre y ve a Cecilia. Ambos se abrazan fuertemente.
Cecilia: ¿Cómo has estado? – Le pregunta y él no contesta –, ¿todo bien?
Darío: Ya sabes que los recuerdos del pasado a veces no me dejan tranquilo – Le dice y sus ojos se llenan de lágrimas –. Recuerdo los insultos, los golpes, los maltratos…
Cecilia: Debes olvidarlo, Darío, ¡eso ya pasó! – Le dice, acariciándole el cabello –. Yo te quiero mucho, pero no puedo estar siempre contigo – Los ojos de Darío se llenan de seriedad y odio –. Tú me quieres a mí como algo más y yo… Yo no puedo…
Darío: ¿Amas a Mariano? – Le pregunta –
Cecilia: Sí – Le dice y eso rompe el corazón de Darío –
Darío: Eres muy importante para muchos hombres, ¿sabías? Debe ser por ese algo que tiene tu rostro. Es inexplicable – Le acaricia la cara, Cecilia empieza a sentirse incómoda –. La primera vez que te vi, dije que hermosa mujer, ¿no será un ángel acaso?
Cecilia: Ay, Darío – Le dice y lo abraza –
Darío: Te amo – Le dice, Cecilia se aleja. Los ojos de Darío se llenan de lágrimas –. Lamentablemente también eres el gran amor de Ricardo, de ese abusador de niños…
Cecilia: Él era un inmaduro, pero estoy seguro que te pediría perdón, ¡Si quieres yo hablo con él! – Le dice, intentando animarlo –
Darío: ¡Quiero venganza! – Exclama totalmente furioso –
Cecilia: No hables así, por favor – Le dice, intentando tranquilizarlo –
Darío: Y la única forma de vengarme es…
Cecilia: Esa palabra “venganza” es horrible – En ese instante Darío saca un cuchillo y empieza a acuchillar la barriga de Cecilia, a quien no le dio tiempo ni de dar un grito. El asesino llora mientras lo hace, pero continúa, continúa acuchillando una y otra vez –
Darío: ¿Por qué? ¿Por qué asesinar a una mujer tan buena? – Se preguntaba mientras lloraba –. Era lo justo y necesario…
Realidad:
Escuchar soundtrack "Persecución":
Los ojos de Mariano estaban llenos de lágrimas, no podía creer lo que el desquiciado de Darío estaba contando. Las llamas del fuego continuaban brotando. Fabiola se encontraba muy angustiada y desesperada.
Darío: La maté – Empieza a llorar y se tira al piso –, ¡la maté! Todo por culpa de tu hermano – Dice, mientras continúa chillando como un bebé –. Luego – Dice, reponiéndose al instante de su llanto, como si fuera un enfermo – la empecé a acuchillar por todas partes, ¡No sólo la barriga! Quería que esté irreconocible, ¡que nadie vuelva a ver su belleza! ¡Que nadie vuelva a verte, Cecilia! – Exclama y empieza a reír –. Bueno y luego, días después, maté al chico que atendía en el hotel. No podía fiarme…
Mariano: ¡Darío! ¡Cecilia nunca te perdonará lo que hiciste! – Le exclama –, ¡Has algo bueno por tu vida y ayúdanos a salir! – Le ruega –, ¡Por favor! ¡Te lo suplico! ¡Recuerda que yo te ayudaba en el colegio!
Darío: ¡Pero eres hermano de Ricardo! – Le grita enfurecido –, ¿no lo entiendes? – Apunta con su arma a Mariano, dispuesto a matarlo –
Cuatro patrullas de policía llegaron al lugar que se encontraba consumiéndose por el fuego. De los carros bajan al instante todos los oficiales, entre ellos el comandante Uribe. Toman a Vladimir de los brazos y lo llevan a uno de los carros. El comandante va hacia Ramiro para asegurarse que este se encuentre estable.
Uribe: ¿Cómo te sientes? – Le pregunta, intentándolo poner en pie –
Ramiro: Yo bien, pero adentro están Mariano, Fabiola y el bebé, ¡Tienen que ayudarlos! – Le pide Ramiro, totalmente agitado y desesperado –
Uribe: ¡Eso haremos! – Uribe mira a todos sus hombres y les habla con toda seriedad –. Entraremos cuatro de nosotros a la casa, buscaremos a los secuestrados y atraparemos, ¡vivo o muerto! Al asesino…
Uribe y otros tres policías corren y entran cautelosamente a la casa ardiendo en llamas. Dentro de uno de los cuartos se encontraba Darío apuntando con su arma a Mariano, estaba dispuesto a matarlo. Fabiola sólo cerraba sus ojos, totalmente nerviosa y esperando lo peor.
Darío: ¡Llevas su sangre! ¡Llevas la sangre de ese mal nacido! – Cuando Darío estaba dispuesto a disparar, ingresa rápidamente el comandante y le dispara en la mano haciendo que este caiga al suelo y su pistola se vaya volando hacia otra dirección –, ¡No! ¡No! ¡Maldita sea!
Uribe: ¡Corran! – Grita esperando que sus demás compañeros lo escuchen –, ¡Estamos acá! – Uribe va corriendo hacia Darío y lo toma entre sus brazos. En ese instante los otros tres policías ingresan y ayudan a Fabiola, Mariano y el bebé –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban sumamente sorprendidos al escuchar la noticia que un policía les acababa de dar. Ambos estaban más asustados que nunca.
Ricardo: ¿Pero cómo que mi hermano y su novia también están secuestrados? – Pregunta totalmente aterrado –
Policía: El señor Ramiro Olivera y el señor Mariano fueron hasta el lugar y al parecer ese asesino también tiene a la señorita Fabiola – Les dice y la pareja se queda aterrada –
Ricardo: ¡Tengo un mal presentimiento! ¡Espero no les pase nada! – Gabriela y él se toman de la mano –
Gabriela: Esperemos que todo salga bien, ¡Es sólo un bebé, Dios! ¡Por favor! – Exclama –
Ricardo: Estoy seguro que Mariano luchará hasta el último momento por salvar a nuestro hijo, ¡Estoy seguro! – Ambos se abrazan muy preocupados –
Casa de Vladimir:
Ramiro y los demás policías se encontraban observando. Nadie salía de la casa… Vladimir también miraba desde el carro de policía, donde se encontraba ya esposado. En ese instante se ve como el fuego empieza a brotar más. Eso asusta a todos, ¿acaso habían muerto adentro? ¿Qué estaba sucediendo?
Ramiro: ¿Por qué no salen? ¡Ya tardaron mucho! – Grita desesperado y angustiado –. Mamá, papá, Esteban, Juan, hermano, tú que amaste tanto a Fabiola, ¡Protégelos! ¡Por favor!
Se escucha canción "Esperanza":
En ese instante se ve el rostro de Catalina en una parte del cielo, como si fuera una estrella que guiara el camino de los desolados. A un lado, muy cerca, Esteban y Ciro, quienes parecían un par de estrellas luminosas que guiaban a quienes tomaban decisiones equivocadas. Y arriba, arriba en la luna parecía verse el rostro de Juan, quien cerrando los ojos, como sintiendo una mezcla de amor y dolor nos transmitía la paz y la tranquilidad.
Ramiro: ¡Ayúdalos! Ayúdalos, Dios mío – Cuando los ojos de Ramiro ya se habían llenado de lágrimas, se vio salir a los policías quienes traían consigo a Mariano, Fabiola y el bebé. Ramiro sonríe ampliamente –, ¡Gracias! ¡Gracias, Dios! – Ramiro corre hacia ellos. Los tres se abrazan. Mariano es llevado rápidamente a una de las patrulladas, sus piernas aún sangraban y él se encontraba sumamente adolorido. Fabiola y Ramiro se miran fijamente –. Fue mi hermano – Le dice. Ambos se sonríen y se abrazan fuertemente. Luego uno de los policías le da el bebé a Ramiro –. Ve con Mariano, él te necesita…
Fabiola va corriendo hacia Mariano e ingresa a uno de los carros para estar junto a él. Ramiro le sonreía al bebé, empieza a caminar hacia otra de las patrullas. Se ve salir al comandante Uribe, quien llevaba a la fuerza a un desquiciado Darío.
Darío: ¡Que me suelte le digo! – En ese instante Darío empuja al comandante. Todos los policías estaban alerta, corren hacia él, sin embargo Darío saca nuevamente un arma y apunta contra la cabeza del comandante –. Nadie se mueva o lo mato…
Uribe: ¡Disparen! – Grita Uribe –, ¡Les ordeno que disparen! No importa que suceda conmigo…
Darío: Oh, me vas a hacer llorar – Le dice y empieza a reír –, pero que gran policía eres, ¿Le van a hacer caso a su jefe? – Pregunta –
Uribe: ¡Háganme caso y disparen! – Grita desesperado –
Darío: ¡Eres un imbécil! – Darío dispara en la cabeza de Uribe y lo mata al instante. El asesino ahora está dispuesto a disparar a los demás, sin embargo tres de los policías disparan contra el cuerpo de Darío, dejándolo desangrado en el piso –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban ya con su bebé. La pareja estaba muy alegre de que todo haya salido bien. Ramiro estaba al lado de ellos y sonreía al ver al bebé sano y salvo.
Ramiro: Los doctores dicen que el bebé tendrá que llevar un tratamiento por haber respirado tanto humo, pero que estará bien – Les dice y la pareja continuaba divirtiéndose con el bebé –
Ricardo: No sabes lo mucho que te agradezco, Ramiro – Le dice y ambos se sonríen –. Me salvaste a mí y también a mi hijo. Eso nunca lo olvidaré…
Gabriela: Sí, Ramiro. Nosotros traicionándote y tú pagándonos así, ¡Eres un gran hombre! – Le dice y caen algunas lágrimas –
Ramiro: No se preocupen. Estoy seguro que desde ahora todos haremos lo correcto – Ramiro sonríe y se acerca al bebé. Lo acaricia –, además veo a este bebé como si fuera mi hijo…
Ricardo: Lo es – Le dice Ricardo –, este bebé tiene dos papás. Tú y yo…
Ingresa Fabiola y se acerca a los tres. Todo parecía estar bien. Todo parecía ser tranquilidad en este momento.
Fabiola: El doctor me acaba de informar que Mariano estará bien, que necesitará una pequeña rehabilitación, pero que en menos de un mes ya podrá moverse – Todos se alegran. Ramiro agacha la cabeza por un instante y luego decide irse –
Ramiro: Cuídense, los veré algún día… – Ramiro le da un beso en la frente al bebé y sale del cuarto. Fabiola lo mira con gran nostalgia –
Días después…
Escuchar soundtrack "Nostalgia":
Ramiro había decidido aplazar su viaje después de lo sucedido. Ya habían enterrado a su madre y a Ciro, también hicieron una misa en nombre de Esteban, aunque su cuerpo no haya estado presente luego de haber explotado junto a la casa abandonada de Darío. Hoy había llegado el día en que Ramiro partiría. Se encontraba tomando un café en la cafetería del aeropuerto. Al parecer estaba esperando a alguien. Ese alguien era Fabiola, quien llegó, se sentó y miró fijamente al hermano de quien fue uno de sus más grandes amores.
Ramiro (pensamiento): Si tan sólo me besara. Que me besara y me diga que me quiere – En ese instante se ve como Fabiola besa locamente a Ramiro y le dice “Te quiero”. Sin embargo aquello sólo era imaginación del muchacho –
Fabiola: ¿Ramiro? – Le pregunta –, ¿sucede algo?
Ramiro: No, nada. Me quedé hipnotizado con tu belleza – Le dice y ambos sonríen –. Fabiola, ahora sí me voy… Te quiero mucho y espero seas la mujer más feliz del mundo. Mariano y tú se lo merecen – La toma de la mano y cierra los ojos –
Fabiola: Tú también te lo mereces – Le dice. Sus ojos se llenan de lágrimas –. Eres un gran hombre, Ramiro. Me he dado cuenta que eres muy importante para mí, que detrás de ese hombre lleno de rencor habita una persona hermosa…
Ramiro: Sí – La interrumpe –, pero yo no soy Juan, ¿verdad? – Le pregunta y esta queda callada –. Lo sé, aún tengo mucho que cambiar… Pero lo lograré y encontraré, espero, una mujer tan hermosa como tú – Ambos sonríen –
Fabiola: Me confundí por un momento al creer volver a ver a Juan en ti, pero tú no eres como él – Le dice muy emocionada –, tú has demostrado ser incluso más noble y más bueno…
Casa de Mariano:
Ricardo ingresa totalmente serio a la habitación de su hermano, quien aún se encontraba convaleciente, echado en cama. Mariano se asusta al ver el semblante de Ricardo.
Mariano: ¿Pasa algo? – Le pregunta muy asustado –
Ricardo: Ha venido alguien a verte – Le dice y en ese instante ingresa Diana, la madre de la fallecida Cecilia –. Los dejo solos – El tullido Ricardo sale de la habitación –
Mariano: Señora, que sorpresa – Le dice Mariano y suspira –, ¿viene a acusarme nuevamente de ser un asesino? – Le pregunta muy serio –
Diana: No, Mariano – Diana se acerca a él y lo toma de la mano. Esto sorprende mucho al novio de Fabiola –. Vengo a ofrecerte una disculpa por todo esto…
Mariano: ¿Una disculpa? – Le pregunta asombrado –
Diana: Sí, sé que te debe sorprender – Dice y rompe en llanto –, pero ya sé que ese tipo fue quien mató a mi hija… Él lo hizo – Le dice y continúa llorando – y yo te acusé a ti injustamente…
Mariano: Por favor, señora. No se preocupe. Yo no le guardo ningún rencor… – Mariano acaricia la mano de la mujer y esta lo mira fijamente –
Diana: ¿De verdad? – Le pregunta y este le sonríe. Ambos se abrazan tiernamente perdonando así todos los viejos rencores –
Cafetería del Aeropuerto:
Ramiro se levanta de la silla. Fabiola también lo hace. Ambos se miran fijamente y se tornan en un fuerte abrazo. Un abrazo de amigos, de compañeros, de personas que se quieren mucho de una manera pura.
Ramiro: Adiós, Fabiola – Le dice y le da un beso en la mejilla –. Nunca te olvidaré. Gracias por enseñarme tanto – Los ojos de ambos se llenan de lágrimas –
Fabiola: Gracias a ti, ¡gracias a ti por ser nuestro héroe! – Se vuelven a abrazar por un largo rato. En ese instante ambos se ven a la cara y se acercan, sin embargo no logran besarse. Los dos miran hacia el piso y luego vuelven a sonreír –. Sé que serás feliz…
Ramiro: Voy a buscar ayuda. Un psicólogo, entraré también a alcohólicos anónimos. Debo reconocer que tengo un serio problema con el alcohol – Fabiola le acaricia el hombro con gran, gran cariño –
Fabiola: Lograrás salir adelante – Ramiro es ahora quien abraza por última vez a Fabiola y logra robarle un beso en la boca. La mujer queda sorprendida –
Ramiro: Adiós, mi amor – Ramiro sale de la cafetería en dirección a uno de los aviones. Fabiola queda en silencio, tocándose los labios –
Ramiro se encontraba ya sentado en el asiento del avión. El hombre se dirigía a un lugar desconocido por todos nosotros. A vivir una nueva vida, a renacer respirando otros aires.
Ramiro (Pensamiento): Adiós, adiós dolores, adiós amor… – Ramiro suspira y sonríe –, pero me voy feliz… Muy feliz… – El avión empieza a moverse. Ramiro ríe, como por efecto de un chiste –, ¡Me voy feliz!
Hospital:
Un policía se encontraba conversando con un doctor. Al parecer un delincuente muy importante se encontraba echado en una cama, inmóvil.
Policía: Entonces este hombre se encuentra en estado vegetal – Le dice el policía al doctor –
Doctor: Sí, no sabemos cuándo pueda reaccionar. Pero debido a que es un delincuente muy peligroso, creo que deberían llevarlo a un centro especializado donde lo reguarden día y noche – El policía le sonríe al doctor –
Policía: No se preocupe, este ya nunca se nos va a escapar…
Se ve al peligroso delincuente, se trataba de Darío, quien se encontraba en estado vegetal. Sin poder moverse, sin embargo el gran temor de todos era que algún día este sujeto pueda despertar y, como si se tratara de una película de horror, tal vez vuelva a atacar, si no se contaba con la seguridad adecuada… El rostro del asesino reflejaba odio y rencor a pesar de estar dormido. En ese instante uno de los dedos del hombre se mueve.
Policía: ¡Movió su dedo! – Exclama el policía –
Doctor: No se preocupe, es normal que a veces mueva algunas partes de su cuerpo, pero eso no quiere decir que vaya a despertar – El policía observa al asesino, quien ya no se movía –
Meses después…
Mariano, Fabiola, Ricardo, Gabriela y el bebé se encontraban en casa. La primera pareja se encontraba cocinando, como siempre, mientras la otra estaba jugando con el bebé.
Mariano: ¡Ellos se llevan la parte más divertida! – Exclama riendo –
Fabiola: ¿Por qué lo dices, amor? – Le pregunta Fabiola –
Mariano: ¡Juegan con el bebé! Ya quisiera yo jugar y no estar cocinando – Ahora todos empiezan a reír. Ricardo corre hasta la cocina y le dice algo en el oído a Fabiola –, ¡Hey! No se estén cuchicheando delante de mí…
Ricardo: ¡Vamos, Fabiola! Dile a mi hermano, ¡De una vez! – Dice, bastante feliz –
Mariano: ¿Qué es lo que me tiene que decir? – Pregunta algo serio –
Fabiola: Mi amor, es que… – Fabiola queda callada y mira hacia el piso –
Mariano: Dime, mi amor, ¿pasa algo? – Pregunta preocupado –
Ricardo: Díselo, Fabiola. Él merece saberlo – Dice, como tratando de inquietar a su hermano –
Mariano: A ver, esto ya no me está gustando mucho, ¿qué sucede? – Pregunta ahora sí, ya bastante molesto –
Fabiola: Ay, mi amor, ¡Tranquilo! – Le dice y empieza a reír –, ¡Nada malo!
Mariano: ¿Entonces? – Pregunta con una media sonrisa –
Fabiola: ¡Que muy pronto vas a poder jugar con tu bebé! – Le dice y le sonríe –
Mariano: Ah, era eso… – Le dice, como si no la hubiera escuchado. En ese instante Mariano se da cuenta de lo que Fabiola acababa de decir –, ¿Qué dijiste?
Fabiola: ¡Que vas a ser papá, tonto! – Exclama y empieza a reír –
Mariano: ¡No puedo creerlo! ¡Mi amor! – Mariano besa a Fabiola y la carga. La pareja reía mientras se besaba –, ¡Te amo! ¡Te amo!
Fabiola: ¡Yo también te amo! ¡Te amo! – Le dice –
Se empieza a escuchar la canción principal de la novela:
Mariano besa lleno de alegría a Fabiola. Ambos se abrazan, mientras Ricardo empieza a saltar y se une también al abrazo. Era un momento de mucha dicha. Gabriela aparece junto al bebé, quien empieza a reír mágicamente como si sintiera la felicidad que hay a su alrededor. Todo se hace lento, muy lento en ese instante, porque los momentos de dicha también se pueden disfrutar de manera pausada, como si se tratara de un delicioso plato de comida. Nuestros protagonistas eran felices por fin, fruto de esa felicidad llegaría pronto un niño. Un hermoso bebé que pudo llegar después de haber pasado por tantas pruebas. Gabriela y Ricardo se miraban a la cara y sonreían. El hermano de Mariano sabía que, a pesar de ya no contar con su brazo derecho, él continuaría haciendo todo lo posible por sacar adelante a su novia e hijo. La paz y el amor han llegado, señores… Y sólo queda celebrar, tal vez, abriendo una botella de champagne y gritando a los cuatro vientos que son libres, libres por fin y que si alguna vez se te escapó el amor, puedes volver a encontrarlo, volver a verlo… Y es así que “Vuelvo a verte” llega a su…
¿FIN...?
Sin embargo en otro lugar se encontraban dos personas vestidas de terno. Conversaban y reían como si estuvieran terminando una charla de varias horas. Ambos se encontraban dentro de una oficina, en la empresa “Tecnología aplicada”. Víctor (Osvaldo de León) conversaba con un nuevo accionista de la empresa.
Víctor: Así que finalmente te fuiste, dejaste a la chica que querías y ahora una nueva vida – Le dice y sonríe –
Ramiro: Sí, una nueva vida – Dice Ramiro – y nada menos que con ustedes en la empresa “Tecnología aplicada” – Víctor le da la mano a Ramiro –
Víctor: Pues me alegra que hayas llegado hasta esta empresa – El teléfono de la oficina de Víctor empieza a sonar –. Discúlpame – Víctor contesta y se sorprende al escuchar lo que le decían –, ¿Pero cómo? ¡Yo le prohibí al científico que haga eso! – Ramiro queda preocupado al escucharlo –
Ramiro: ¿Qué sucede? – Pregunta –
Víctor: Un robot humano que está fuera de control – Ambos se miran fijamente a la cara –
ENTRADA ESPECIAL POR EL FINAL:
El asesino Darío había seguido a Ramiro y Fabiola. Ahora se encontraba apuntando con el arma en la cabeza del hijo de la fallecida Catalina, luego de haber roto la ventana del carro de este. Fabiola se encontraba aterrada. Mientras que Ramiro respiraba lentamente, muy nervioso. Ninguno de los dos podía moverse.
Darío: Muy bien, ahora los dos van a bajar del carro, ¿entendieron? – Pregunta el asesino –. Cuando yo hablo se responde, ¿entendieron sí o no? – Pregunta nuevamente. Fabiola empieza a llorar, Ramiro la toma de la mano –
Ramiro: Sí – Dice Ramiro –
Darío: No escuché a la señorita – Fabiola rompe en llanto, totalmente aterrada –. No quiero lloriqueos, ¿entendió sí o no, jefa Fabiola? – Pregunta –
Fabiola: Sí – Dice llorando –
Darío: Muy bien. Son dos personas muy inteligentes, ¡me caen muy bien! – Exclama muy divertido –. Bajen, vamos, bajen del carro – Les dice amigablemente, como si se tratara de un par de amigos. Darío sin duda estaba enfermo. Ramiro y Fabiola bajan lentamente –. No intente huir, señorita. Sí lo hace, mataré a su querido Ramiro – Le advierte –. Acérquese, Fabiola, ¡por favor! – Fabiola se acerca lentamente hacia ellos –. Muy bien. Ahora tú, Ramirito hermoso, cierra los ojos, por favor – Fabiola empieza a gritar –, ¡cállate! ¡Cállate, maldita sea! – Grita muy furioso –, ¡cierra los ojos, Ramiro! ¡Ciérralos de una vez! – Ramiro cierra los ojos. En ese instante Darío golpea la cabeza de su antiguo amigo con el gatillo de la pistola y este cae desmayado. Fabiola vuelve a romper en llanto, totalmente desesperada –. Muy bien, muy bien, muy bien…
Darío le acaricia el rostro a la hija de la malvada Sofía y luego le tira un fuerte puñete en el rostro que también la deja desmayada. El asesino toma el cuerpo de Fabiola y lo sube al carro.
Horas Antes…
Casa de Mariano:
Mariano y Fabiola se encontraban preparando algo de comer. Ambos se estaban divirtiendo bastante, se ensuciaban apropósito sólo para reírse un rato. Se merecían felicidad y en ese momento la estaban viviendo.
Fabiola: ¡Ay, no hagas eso! – Dice, mientras Mariano le ensucia la cara con salsa de tomate –, ¡Tonto! – Los dos empiezan a reír y en ese instante Fabiola toma un poco de harina y se la arroja a él en toda la cara. La risa de la mujer resuena por toda la casa. Mariano se empieza a limpiar y ríe también –
Mariano: Ya, amor, dejemos de jugar – Le dice y le da un beso con la cara llena de harina. Fabiola vuelve a reír. Él también lo hace –, si seguimos jugando nunca vamos a terminar de preparar la comida…
Fabiola: ¡Está bien! Encárgate de la ensalada, yo me encargo del jugo – En ese instante el celular de nuestra protagonista empieza a sonar. Mariano observa a su enamorada, ella ve su teléfono y se da cuenta que es Ramiro. Se queda callada por un largo rato. –
Mariano: ¿Sucede algo? – Pregunta –
Fabiola: Me está llamando Ramiro – Le dice, algo nerviosa. Mariano se asusta por un instante –. No te preocupes, no le voy a contestar…
Mariano: No, contéstale. Por favor – Le dice y Fabiola observa nuevamente su celular –. Hazlo, todo va a estar bien – Le dice, intentando darle confianza. Ambos sonríen y finalmente la hermana de Bárbara contesta –
Fabiola: Aló, Ramiro – Le dice –
Vemos a Ramiro sentado en su automóvil. Estaba estacionado a las afueras de su casa.
Ramiro: Fabi, escúchame. Ya compré mi pasaje, me iré mañana. No quiero estar en el entierro de mi papá, ni de mi mamá. De ello se encargará un tío mío que viene pronto – Le explica, bastante cabizbajo –. Me quiero despedir de ti, por favor… Veámonos – Le ruega el enamorado hombre –
Fabiola: ¿Quieres que nos veamos? – Fabiola observa a Mariano y este le dice que “sí” con la cabeza –. No estoy segura, Ramiro…
Mariano: Dile que sí – Le dice su enamorado –. No hay ningún problema con que se vean. Dile que sí. No te preocupes por mí – Fabiola sonríe y respira aliviada –
Fabiola: Sí, está bien Ramiro – Mariano toma de la mano a su enamorada –. Nos vemos a esa hora. Cuídate – Fabiola cuelga y le da un beso al hombre que ama –. No voy a poder almorzar contigo, tengo que ir a cambiarme – Fabiola va y Mariano queda confundido por un instante –
Calles:
Darío se encontraba en su carro. Vestido de negro, aún adolorido por el balazo que había recibido. Al parecer se encontraba siguiendo a Ramiro. En ese instante una llamada llega a su teléfono.
Darío: Vladimir, ¿ya estás en el hospital? – Pregunta –. Muy bien, ya sabes lo que tienes que hacer. Quiero a ese bebé, ¡vivo! Lo quiero vivo. Yo me encargaré de él y luego los dos nos escaparemos con todo el dinero que le robé a la empresa, ¡con todo! – Darío empieza a reír y luego cuelga –. Antes me encargaré de arrebatarle, tanto a Ricardo como a Ramiro, lo que más aman… el bebé y Fabiola. Los dos se irán de este mundo… Por fin sabrán lo que se siente perder lo que más amas en esta maldita y asquerosa vida.
Casa de Mariano:
Fabiola se estaba despidiendo de Mariano, quien se encontraba confundido y preocupado, ¿acaso estaba sintiendo celos? Ni él mismo lo sabía.
Fabiola: Ya vuelvo, sólo será un rato, ¡termina de preparar la comida! La guardamos para la cena – Le dice y le da un gran beso en la boca –. Te amo…
Mariano: Y yo a ti – Le dice y le acaricia el rostro –
Fabiola: ¿Estás seguro que no te molesta que vaya? – Le pregunta y Mariano queda en silencio –, ¿mi amor?
Mariano: Estoy seguro – Le dice, fingiendo firmeza –. Anda… – Ambos se miran fijamente por un largo rato. Ella le vuelve a dar un beso y sale de la casa –, ¡Ay, maldición! – Exclama el hombre –, ¿por qué dejé que se vaya? Parezco un adolescente. Me muero de… ¿de celos? No sé, ¿por qué tendría que tener celos? Yo confío en Fabiola – Se dice a sí mismo –, ¿o no son celos? ¿Qué es esto que siento en el corazón? – El rostro de Mariano se transforma en uno lleno de temor y horror, como si supiera que algo va a suceder –, estoy preocupado…
Mariano sale rápidamente detrás de Fabiola, como sintiendo que algo va a ocurrir. Algo malo, ¡Lo que Mariano estaba sintiendo no eran celos! ¡Era un gran presentimiento! Algo que iba a ocurrir en esa salida con Ramiro.
Hospital:
Vemos a Vladimir salir corriendo con el bebé. Entra a un carro. Deja al bebé a su costado. Empieza a manejar a toda velocidad, mientras saca su celular y llama.
Vladimir: Líder, soy Vladimir – Le dice algo agitado –. Tengo al bebé, ¡Lo logré! – Exclama muy feliz –. Ya puede usted continuar con los planes…
Darío: Muy bien, Vladimir. Ahora me toca a mí – Le dice y sonríe –
Calles:
Mariano se encontraba siguiendo, desde su carro, el taxi donde Fabiola había subido. Se percata que su amada baja del transporte en una calle solitaria donde se encontraba estacionado otro automóvil que pertenecía a Ramiro.
Mariano (Pensamiento): Por ahora todo está bien – Pensaba Mariano, mientras observaba a lo lejos –. Tranquilo, Mariano, todo va a estar bien… Sólo hablarán un rato, se despedirán y ella volverá a casa.
Escuchar canción "Al descubierto":
En ese instante Mariano se sorprende al ver llegar a Darío, quien tenía un arma en su mano. Nuestro protagonista se queda inmovilizado, no sabía qué hacer. Sólo se le ocurre tomar rápidamente su teléfono celular y llamar al comandante Uribe.
Mariano: ¡Comandante! Soy Mariano, ¡Sí! Darío, Darío ha aparecido. Tiene un arma y va hacia Fabiola y Ramiro. Él a mí no me ve, pero tiene un arma, ¡No sé cómo acercarme! – Le grita sumamente alterado –
Uribe: Escúcheme, Mariano, ¡Usted no haga nada! Vea lo que vea, ¡No haga nada! Es muy peligroso y puede empeorar la situación, ¡Ahora dígame en dónde se encuentran! – Uribe escucha y apunta en un papel –. Muy bien, voy a ir con varios de mis hombres a capturar a ese sujeto, ¡No se mueva, por favor!
Mariano se encontraba sumamente sorprendido, había visto ya como Darío rompía el vidrio de la ventana del auto de Ramiro. Ahora ya tanto Fabiola como el hermano de Juan se encontraban fuera del carro.
Mariano (Pensamiento): ¡No puedo ver llorar a Fabiola de esa manera! Maldito asesino, ¡Tú mataste a Cecilia! ¡Él la mató! No puedo quedarme con los brazos cruzados – Pensaba y sus ojos se ponían rojos, de la furia y la impotencia que sentía –
En ese instante Darío golpea con su pistola a Ramiro, dejándolo desmayado. Luego Mariano ve como el asesino le da un fuerte golpe a su novia dejándola, también, desmayada.
Mariano: ¡No! ¡Noooooooooooooo! – Exclama desde su carro. En ese instante empieza a manejar, va directamente hacia ellos –
Darío ya había metido dentro del carro a Fabiola. Ahora empieza a manejar con suma rapidez. Mariano llega hasta donde se encontraban, sin embargo el asesino ya se había llevado a su amada. El hombre baja del auto para auxiliar a Ramiro, lo intenta despertar.
Mariano: ¡Vamos, Ramiro! ¡Despierta! ¡Vamos! – En ese instante Ramiro logra despertar y empieza a llorar –
Ramiro: ¿Dónde está Fabiola? ¿Dónde está? – Pregunta muy alterado –
Mariano: Ese maldito se la llevó, ¡Pero ven! ¡Vamos! ¿Puedes moverte? – Le pregunta –
Ramiro: Sí – Ramiro logra levantarse con algo de dificultad –
Mariano: No deben estar lejos, ¡Vamos por ellos! – Mariano y Ramiro suben al carro y van detrás del asesino –
Casa de Vladimir:
Vladimir se encontraba a las afueras de su casa con el bebé en manos. En ese instante ve como un carro negro se estaciona, por un instante se asusta, pero luego respira tranquilo al ver bajar a su líder, quien trae con él a una desmayada Fabiola.
Darío: Entremos de una vez. Vamos a sacrificar a estos dos. Haremos un bien a la humanidad – Dice muy sonriente –
Vladimir: Líder, ¿no cree que antes de hacer eso que dice…? Es que… no sé, no cree que yo pueda… es que esa mujer se ve muy bien… – Dice sumamente pervertido –
Darío: ¿Quieres divertirte un rato con ella? – Pregunta y empieza a reír –. Pues no lo harás – Le dice bastante molesto –, ella es el sacrificio y el único que podría pasarla bien, con esta perra, antes del sacrificio, ¡soy yo!
Vladimir: Claro, líder… – Dice, bastante cabizbajo –
Darío: Ahora entremos, quiero que dejes al bebé y luego te quedes acá afuera para vigilar, ¿me entendiste? – Vladimir asienta con el rostro. Ambos ingresan a la casa –
Mariano y Ramiro se encontraban observando a lo lejos, desde un carro. Mariano se comunica con el comandante al instante.
Mariano: Sí, comandante. Estamos en la calle de Pizarro 441, ¡sí! En ese mismo lugar – Le dice bastante agitado y preocupado –. Lo esperamos…
Ramiro: ¡Tienen a Ramirito! – Exclama muy alterado –. Es el hijo de Ricardo y Gabriela…
Mariano: Fabiola y el bebé son dos personas inocentes, ¡nada tienen que ver con Darío! ¿Qué quiere ese sujeto? – Se pregunta bastante indignado y frustrado –
Ramiro: ¿Entramos? – Pregunta. Ambos se miran fijamente, totalmente angustiados –
Mariano: No tenemos ningún arma – Dice, casi susurrando, sin embargo luego toma del brazo a Ramiro –, ¡pero entremos! Hagámoslo, ¡por Fabiola! ¡Por Cecilia! ¡Por mi hermano y su hijo!
Ramiro: Por Fabiola, el bebé y Esteban… – Ambos se miran a la cara y totalmente decididos bajan del carro en dirección a la casa –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban desesperados. Los distintos policías intentaban tranquilizarlos, sin embargo era imposible. Ambos estaban aterrorizados con lo que podría sucederle a su pequeño.
Ricardo: ¡Es un bebé recién nacido! ¡Cómo me piden que me tranquilice! – Grita totalmente alterado y adolorido –, maldito Darío, te juro que me las vas a pagar…
Gabriela: ¡Quiero a mi hijo conmigo! – Rompe en llanto y abraza a su tullido novio –, ¿de verdad crees que ese loco le haga algo a nuestro hijo?
Ricardo: No, no – Le dice mintiéndole –. Estoy seguro que Darío no sería capaz, ¡Además la policía lo va atrapar! ¡Estoy seguro! – Ambos continuaban abrazados, totalmente angustiados y alterados –
Casa de Vladimir:
Vladimir dejó al bebé en un mueble viejo, mientras que Darío colocó en el suelo a Fabiola. El asesino observaba a la mujer con deseo y ansias de venganza.
Darío: ¿No escuchaste que te largues cuando dejes al bebé aquí? ¿No escuchaste? – Le pregunta totalmente amargo, mientras Vladimir sale rápidamente de la casa, bajando unas escaleras –
El desquiciado hombre se acerca lentamente a Fabiola y empieza a subirle la falda lentamente. Observaba sus piernas mientras las acariciaba con la yema de sus dedos.
Fabiola: ¡Ahhhhh! – Darío se sorprende al escuchar el grito de la mujer, quien había despertado –, ¡suéltame! Maldito, asqueroso – Le dice, intentando golpearlo, sin embargo este la empuja con furia –
Darío: ¿Quieres vivir, Fabiola? – Le pregunta y apunta con su arma –. Todo está en tus manos…
Fabiola: ¿De qué hablas? – Pregunta totalmente atemorizada –
Darío: La única forma de que tú y ese bebé, que está en el mueble, vivan… es que tú te saques toda la ropa y te acuestes conmigo – Le dice de manera seria, sin siquiera esbozar una sonrisa de maldad –
Fabiola: ¡Estás loco! Nunca podría meterme a la cama con un asqueroso como tú – Darío se acerca rápidamente a ella y le tira una cachetada que hace llorar a nuestra protagonista –
Darío: ¡Error al responder! – Exclama muy divertido, como si se tratara de un juego –, ¿acaso quieres que mate al hijo de tu cuñadito Ricardo? – Le pregunta y la deja sorprendida –, sí, este que ves aquí es hijo de tu cuñado… Y lo voy a matar – Darío apunta con su arma al bebé –
Fabiola: ¡No lo hagas! ¡Por favor! – Grita desesperada –, por favor… Con el bebé no…
Darío: Entonces sácate la ropa – Le dice mirándola fijamente a los ojos –
Fabiola: Lo haré – Le dice y llora aún más –
Vladimir se encontraba parado a las afueras de la casa. En ese instante aparecen por detrás Ramiro y Mariano, ambos lo toman al sujeto y lo empujan hacia el piso.
Vladimir: ¡Hey! – Vladimir apunta con su arma a ambos –, pero mira con quién me vengo a encontrar – Dice mirando a Ramiro –, el hijo pródigo – Empieza a reír –
Ramiro: Vladimir, sé hombre y suelta esa arma, ¡Pelea conmigo como los hombres! – Le exclama Ramiro, desafiándolo –
Vladimir: ¿Crees que te tengo miedo? – Le pregunta –. Te puedo matar con mis propias manos si quisiera…
Ramiro: Inténtalo – Le dice, intentando provocarlo. Mariano observaba totalmente serio –, vamos, ¿o acaso sí tienes miedo?
Vladimir: Está bien – Vladimir guarda el arma en su bolsillo y se abalanza contra Ramiro. Ambos caen al piso. Mariano queda pasmado, sin saber qué hacer –
Ramiro: ¡Mariano sube! ¡Sube y busca a Fabiola y el bebé! ¡Todo está en tus manos! – Exclama Ramiro, totalmente desesperado –
Mariano: ¿Pero y tú…? – Pregunta preocupado –
Ramiro: ¡Yo estaré bien! ¡Anda! – Grita y Mariano entra a la casa en busca de las víctimas –
Vladimir empieza a tirar uno y otro puñete en el rostro de Ramiro, quien se empezaba a ensangrentar. El villano no paraba de golpearlo, quería hacerle notar que él era superior.
Vladimir: ¡Ya ves, Ramirito! ¡Te dije que yo no te tenía miedo! – Le dice y sonríe –
Fabiola se iba a sacar el vestido, sin embargo rompió en llanto y no pudo hacerlo. Darío va hacia ella, la empuja hacia el suelo y se monta encima de ella. Empieza a besarle el cuello y a acariciarle las piernas.
Darío: ¡Siempre me pareciste tan guapa! ¡Siempre! Pero sabía que eras un imposible, ¡Sabía que contigo sufriría tanto! Por eso me fijé en Mayra, ¡Y con ella también! ¡Con ella también sufrí! – Le contaba mientras la besaba y la mañoseaba. Fabiola no podía dejar de llorar, totalmente petrificada, sin poder moverse –. Tener sexo contigo debe ser… Debe ser espléndido, sólo los ganadores deben hacerlo – Empieza a reír –, ¡Yo soy un ganador! – Darío se baja la bragueta del pantalón, mientras besa los pechos de Fabiola –. Serás mía…
Fabiola: ¡Noooooooooooooooooooooooooooooo! – Grita la mujer, totalmente asustada –
En ese instante ingresa Mariano y toma de los brazos a Darío, lo empuja y se abalanza hacia él. Empieza a golpearlo una y otra vez. No podía perdonarle todo el daño que este les había ocasionado.
Fabiola: ¡Suéltalo, Mariano! ¡Suéltalo! No vale la pena que te manches las manos por este sujeto – Le ruega y lo abraza –
Mariano: Maldito loco – Susurra y empieza a llorar –. Ha destruido nuestras vidas…
Fabiola: Llegaste justo a tiempo – Le dice y llora también –
En ese instante se escucha un disparo. Vemos a Darío con una pistola en la mano, ha disparado contra Mariano. El villano se encontraba aún en el suelo ensangrentado cuando había disparado. Mariano cae y Fabiola empieza a gritar…
Darío: Eso les pasa, por imbéciles – Darío logra levantarse y apunta con el arma a la pareja –
Fabiola: ¡Mi amor! ¿Estás bien? ¡Háblame! – Le dice, desesperada, mirándolo con mucho amor –
Mariano: Tranquila, Fabiola. Fue en la pierna – Ambos se abrazan, totalmente desamparados –
Darío: Tienes a tu hermano sin brazo y ahora tú te quedarás sin pierna – Empieza a reír –. Si salen vivos de esto, pueden formar un circo – Salta muy divertido –. Ahora veamos – Toma al bebé entre sus brazos –
Mariano: ¡Deja a ese bebé ahí! – Grita lleno de ira –
Darío: ¡Ya cállate! – Dispara en la otra pierna de Mariano y Fabiola lo abraza, rompiendo en llanto –. Un inválido en la familia… ¡Que hermoso! – Vuelve a reír y luego va a otro de los espacios de la casa, dejando solos a Mariano y Fabiola –
Fabiola: ¡Esta es nuestra oportunidad de escapar! – Le dice e intenta ayudar a que se levante –. Vamos Mariano, tú puedes…
Mariano: Me duele demasiado, ¡Vete tú! ¡Vete! – Le ordena y ambos se miran fijamente –
Escuchar soundtrack "Víctima":
Ramiro se encontraba en el suelo, con el rostro ensangrentado. Vladimir se encontraba parado, apuntaba con su arma al indefenso hombre.
Vladimir: Ahora te vas a morir, ¡Vas a morir como el perro que eres! – Ramiro se toca el rostro y empieza a llorar –. ¿Estás llorando? ¿Tienes miedo de morir?
Ramiro: Ese loco te ha lavado el cerebro, Vladimir, ¿crees que hacer esto está bien? – Le pregunta, intentándolo hacerle entrar en razón –
Vladimir: No caeré más en tus trampas – Le dice y en ese instante se escuchan las sirenas de policías –, ¿qué? ¡Maldita sea!
Ramiro: Ya caíste – Le dice Ramiro y sonríe –. Todo esto es una trampa…
Mariano y Fabiola se miraban fijamente, sin embargo ella no podía irse sin la persona que amaba. Ambos se abrazan, esperando ya lo peor. Ven regresar a Darío, quien traía cargado al bebé del brazo derecho y en su mano izquierda traía un galón de gasolina.
Mariano: ¿Qué piensas hacer? – Le pregunta –, ¿Qué harás?
Darío: Tú me caías bien, Mariano – Le dice y deja al bebé en el mueble –. Tú y Cecilia me defendían en el colegio. Todos me maltrataban, ¡decían que yo era un estúpido cuatro ojos y que nunca tendría futuro! ¡Que se notaba que yo era un perdedor! ¡Que olía a perdedor! – Darío empieza a chorrear la gasolina por toda la casa – y sin duda yo mismo empecé a sentir que olía a perdedor, que era feo, que era un estúpido inservible – Empieza a reír mientras continúa chorreando la gasolina –
Mariano: ¿Qué estás haciendo? – Pregunta totalmente asustado –
Fabiola: ¡Por Dios! – Exclama la mujer, abrazando a su novio –
Escuchar canción "Perversidad":
Darío: Me enamoré de Cecilia, ¿sabes? Al ver que ella me defendía, que era distinta – Dice y saca en ese instante un cigarrillo que se coloca en la boca. Luego un encendedor, prende el cigarrillo. Empieza a fumar –. Sin embargo se casó con Javier. Armé un gran plan para que se divorciaran, lo hicieron y no… Tampoco quiso tener nada conmigo – Arroja el cigarrillo hacia la gasolina –
Mariano: ¡No! ¡No! – Grita desesperado –
Fabiola: ¡Vamos a morir! – El fuego empieza a brotar por toda la casa –
Darío: Se casó contigo, Mariano. Sin embargo ella siempre, siempre en secreto iba a verme a mí, ¡yo le importaba! No le gustaba verme mal, ¡Cecilia era una mujer estupenda! Un día el ya muerto Esteban vio como yo la besaba, ¡Sí! Era yo quien la besaba. Por suerte no vio cuando ella me empujó y me dio una cachetada – Empieza a reír, totalmente enfermo, sin importarle que la casa se esté incendiando, como si ya no le importara vivir –
Mariano: ¡Darío! ¡Ayúdanos a salir de aquí! ¡Te lo suplico! – Grita –
Darío: ¿Antes de morir no te gustaría saber cómo la maté? – Le pregunta y en ese instante se hace un silencio. Sólo se escuchan las flamas del fuego –. Me alojé en un hotel de mala muerte, había sobornado al muchacho que atendía para que nunca recuerde mi rostro. Ahí fue a verme Cecilia…
Recuerdo:
Darío se encontraba echado en la cama de un cuarto sucio y viejo. En ese instante alguien llama a la puerta. El asesino se levanta y va hacia la puerta, abre y ve a Cecilia. Ambos se abrazan fuertemente.
Cecilia: ¿Cómo has estado? – Le pregunta y él no contesta –, ¿todo bien?
Darío: Ya sabes que los recuerdos del pasado a veces no me dejan tranquilo – Le dice y sus ojos se llenan de lágrimas –. Recuerdo los insultos, los golpes, los maltratos…
Cecilia: Debes olvidarlo, Darío, ¡eso ya pasó! – Le dice, acariciándole el cabello –. Yo te quiero mucho, pero no puedo estar siempre contigo – Los ojos de Darío se llenan de seriedad y odio –. Tú me quieres a mí como algo más y yo… Yo no puedo…
Darío: ¿Amas a Mariano? – Le pregunta –
Cecilia: Sí – Le dice y eso rompe el corazón de Darío –
Darío: Eres muy importante para muchos hombres, ¿sabías? Debe ser por ese algo que tiene tu rostro. Es inexplicable – Le acaricia la cara, Cecilia empieza a sentirse incómoda –. La primera vez que te vi, dije que hermosa mujer, ¿no será un ángel acaso?
Cecilia: Ay, Darío – Le dice y lo abraza –
Darío: Te amo – Le dice, Cecilia se aleja. Los ojos de Darío se llenan de lágrimas –. Lamentablemente también eres el gran amor de Ricardo, de ese abusador de niños…
Cecilia: Él era un inmaduro, pero estoy seguro que te pediría perdón, ¡Si quieres yo hablo con él! – Le dice, intentando animarlo –
Darío: ¡Quiero venganza! – Exclama totalmente furioso –
Cecilia: No hables así, por favor – Le dice, intentando tranquilizarlo –
Darío: Y la única forma de vengarme es…
Cecilia: Esa palabra “venganza” es horrible – En ese instante Darío saca un cuchillo y empieza a acuchillar la barriga de Cecilia, a quien no le dio tiempo ni de dar un grito. El asesino llora mientras lo hace, pero continúa, continúa acuchillando una y otra vez –
Darío: ¿Por qué? ¿Por qué asesinar a una mujer tan buena? – Se preguntaba mientras lloraba –. Era lo justo y necesario…
Realidad:
Escuchar soundtrack "Persecución":
Los ojos de Mariano estaban llenos de lágrimas, no podía creer lo que el desquiciado de Darío estaba contando. Las llamas del fuego continuaban brotando. Fabiola se encontraba muy angustiada y desesperada.
Darío: La maté – Empieza a llorar y se tira al piso –, ¡la maté! Todo por culpa de tu hermano – Dice, mientras continúa chillando como un bebé –. Luego – Dice, reponiéndose al instante de su llanto, como si fuera un enfermo – la empecé a acuchillar por todas partes, ¡No sólo la barriga! Quería que esté irreconocible, ¡que nadie vuelva a ver su belleza! ¡Que nadie vuelva a verte, Cecilia! – Exclama y empieza a reír –. Bueno y luego, días después, maté al chico que atendía en el hotel. No podía fiarme…
Mariano: ¡Darío! ¡Cecilia nunca te perdonará lo que hiciste! – Le exclama –, ¡Has algo bueno por tu vida y ayúdanos a salir! – Le ruega –, ¡Por favor! ¡Te lo suplico! ¡Recuerda que yo te ayudaba en el colegio!
Darío: ¡Pero eres hermano de Ricardo! – Le grita enfurecido –, ¿no lo entiendes? – Apunta con su arma a Mariano, dispuesto a matarlo –
Cuatro patrullas de policía llegaron al lugar que se encontraba consumiéndose por el fuego. De los carros bajan al instante todos los oficiales, entre ellos el comandante Uribe. Toman a Vladimir de los brazos y lo llevan a uno de los carros. El comandante va hacia Ramiro para asegurarse que este se encuentre estable.
Uribe: ¿Cómo te sientes? – Le pregunta, intentándolo poner en pie –
Ramiro: Yo bien, pero adentro están Mariano, Fabiola y el bebé, ¡Tienen que ayudarlos! – Le pide Ramiro, totalmente agitado y desesperado –
Uribe: ¡Eso haremos! – Uribe mira a todos sus hombres y les habla con toda seriedad –. Entraremos cuatro de nosotros a la casa, buscaremos a los secuestrados y atraparemos, ¡vivo o muerto! Al asesino…
Uribe y otros tres policías corren y entran cautelosamente a la casa ardiendo en llamas. Dentro de uno de los cuartos se encontraba Darío apuntando con su arma a Mariano, estaba dispuesto a matarlo. Fabiola sólo cerraba sus ojos, totalmente nerviosa y esperando lo peor.
Darío: ¡Llevas su sangre! ¡Llevas la sangre de ese mal nacido! – Cuando Darío estaba dispuesto a disparar, ingresa rápidamente el comandante y le dispara en la mano haciendo que este caiga al suelo y su pistola se vaya volando hacia otra dirección –, ¡No! ¡No! ¡Maldita sea!
Uribe: ¡Corran! – Grita esperando que sus demás compañeros lo escuchen –, ¡Estamos acá! – Uribe va corriendo hacia Darío y lo toma entre sus brazos. En ese instante los otros tres policías ingresan y ayudan a Fabiola, Mariano y el bebé –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban sumamente sorprendidos al escuchar la noticia que un policía les acababa de dar. Ambos estaban más asustados que nunca.
Ricardo: ¿Pero cómo que mi hermano y su novia también están secuestrados? – Pregunta totalmente aterrado –
Policía: El señor Ramiro Olivera y el señor Mariano fueron hasta el lugar y al parecer ese asesino también tiene a la señorita Fabiola – Les dice y la pareja se queda aterrada –
Ricardo: ¡Tengo un mal presentimiento! ¡Espero no les pase nada! – Gabriela y él se toman de la mano –
Gabriela: Esperemos que todo salga bien, ¡Es sólo un bebé, Dios! ¡Por favor! – Exclama –
Ricardo: Estoy seguro que Mariano luchará hasta el último momento por salvar a nuestro hijo, ¡Estoy seguro! – Ambos se abrazan muy preocupados –
Casa de Vladimir:
Ramiro y los demás policías se encontraban observando. Nadie salía de la casa… Vladimir también miraba desde el carro de policía, donde se encontraba ya esposado. En ese instante se ve como el fuego empieza a brotar más. Eso asusta a todos, ¿acaso habían muerto adentro? ¿Qué estaba sucediendo?
Ramiro: ¿Por qué no salen? ¡Ya tardaron mucho! – Grita desesperado y angustiado –. Mamá, papá, Esteban, Juan, hermano, tú que amaste tanto a Fabiola, ¡Protégelos! ¡Por favor!
Se escucha canción "Esperanza":
En ese instante se ve el rostro de Catalina en una parte del cielo, como si fuera una estrella que guiara el camino de los desolados. A un lado, muy cerca, Esteban y Ciro, quienes parecían un par de estrellas luminosas que guiaban a quienes tomaban decisiones equivocadas. Y arriba, arriba en la luna parecía verse el rostro de Juan, quien cerrando los ojos, como sintiendo una mezcla de amor y dolor nos transmitía la paz y la tranquilidad.
Ramiro: ¡Ayúdalos! Ayúdalos, Dios mío – Cuando los ojos de Ramiro ya se habían llenado de lágrimas, se vio salir a los policías quienes traían consigo a Mariano, Fabiola y el bebé. Ramiro sonríe ampliamente –, ¡Gracias! ¡Gracias, Dios! – Ramiro corre hacia ellos. Los tres se abrazan. Mariano es llevado rápidamente a una de las patrulladas, sus piernas aún sangraban y él se encontraba sumamente adolorido. Fabiola y Ramiro se miran fijamente –. Fue mi hermano – Le dice. Ambos se sonríen y se abrazan fuertemente. Luego uno de los policías le da el bebé a Ramiro –. Ve con Mariano, él te necesita…
Fabiola va corriendo hacia Mariano e ingresa a uno de los carros para estar junto a él. Ramiro le sonreía al bebé, empieza a caminar hacia otra de las patrullas. Se ve salir al comandante Uribe, quien llevaba a la fuerza a un desquiciado Darío.
Darío: ¡Que me suelte le digo! – En ese instante Darío empuja al comandante. Todos los policías estaban alerta, corren hacia él, sin embargo Darío saca nuevamente un arma y apunta contra la cabeza del comandante –. Nadie se mueva o lo mato…
Uribe: ¡Disparen! – Grita Uribe –, ¡Les ordeno que disparen! No importa que suceda conmigo…
Darío: Oh, me vas a hacer llorar – Le dice y empieza a reír –, pero que gran policía eres, ¿Le van a hacer caso a su jefe? – Pregunta –
Uribe: ¡Háganme caso y disparen! – Grita desesperado –
Darío: ¡Eres un imbécil! – Darío dispara en la cabeza de Uribe y lo mata al instante. El asesino ahora está dispuesto a disparar a los demás, sin embargo tres de los policías disparan contra el cuerpo de Darío, dejándolo desangrado en el piso –
Hospital:
Ricardo y Gabriela se encontraban ya con su bebé. La pareja estaba muy alegre de que todo haya salido bien. Ramiro estaba al lado de ellos y sonreía al ver al bebé sano y salvo.
Ramiro: Los doctores dicen que el bebé tendrá que llevar un tratamiento por haber respirado tanto humo, pero que estará bien – Les dice y la pareja continuaba divirtiéndose con el bebé –
Ricardo: No sabes lo mucho que te agradezco, Ramiro – Le dice y ambos se sonríen –. Me salvaste a mí y también a mi hijo. Eso nunca lo olvidaré…
Gabriela: Sí, Ramiro. Nosotros traicionándote y tú pagándonos así, ¡Eres un gran hombre! – Le dice y caen algunas lágrimas –
Ramiro: No se preocupen. Estoy seguro que desde ahora todos haremos lo correcto – Ramiro sonríe y se acerca al bebé. Lo acaricia –, además veo a este bebé como si fuera mi hijo…
Ricardo: Lo es – Le dice Ricardo –, este bebé tiene dos papás. Tú y yo…
Ingresa Fabiola y se acerca a los tres. Todo parecía estar bien. Todo parecía ser tranquilidad en este momento.
Fabiola: El doctor me acaba de informar que Mariano estará bien, que necesitará una pequeña rehabilitación, pero que en menos de un mes ya podrá moverse – Todos se alegran. Ramiro agacha la cabeza por un instante y luego decide irse –
Ramiro: Cuídense, los veré algún día… – Ramiro le da un beso en la frente al bebé y sale del cuarto. Fabiola lo mira con gran nostalgia –
Días después…
Escuchar soundtrack "Nostalgia":
Ramiro había decidido aplazar su viaje después de lo sucedido. Ya habían enterrado a su madre y a Ciro, también hicieron una misa en nombre de Esteban, aunque su cuerpo no haya estado presente luego de haber explotado junto a la casa abandonada de Darío. Hoy había llegado el día en que Ramiro partiría. Se encontraba tomando un café en la cafetería del aeropuerto. Al parecer estaba esperando a alguien. Ese alguien era Fabiola, quien llegó, se sentó y miró fijamente al hermano de quien fue uno de sus más grandes amores.
Ramiro (pensamiento): Si tan sólo me besara. Que me besara y me diga que me quiere – En ese instante se ve como Fabiola besa locamente a Ramiro y le dice “Te quiero”. Sin embargo aquello sólo era imaginación del muchacho –
Fabiola: ¿Ramiro? – Le pregunta –, ¿sucede algo?
Ramiro: No, nada. Me quedé hipnotizado con tu belleza – Le dice y ambos sonríen –. Fabiola, ahora sí me voy… Te quiero mucho y espero seas la mujer más feliz del mundo. Mariano y tú se lo merecen – La toma de la mano y cierra los ojos –
Fabiola: Tú también te lo mereces – Le dice. Sus ojos se llenan de lágrimas –. Eres un gran hombre, Ramiro. Me he dado cuenta que eres muy importante para mí, que detrás de ese hombre lleno de rencor habita una persona hermosa…
Ramiro: Sí – La interrumpe –, pero yo no soy Juan, ¿verdad? – Le pregunta y esta queda callada –. Lo sé, aún tengo mucho que cambiar… Pero lo lograré y encontraré, espero, una mujer tan hermosa como tú – Ambos sonríen –
Fabiola: Me confundí por un momento al creer volver a ver a Juan en ti, pero tú no eres como él – Le dice muy emocionada –, tú has demostrado ser incluso más noble y más bueno…
Casa de Mariano:
Ricardo ingresa totalmente serio a la habitación de su hermano, quien aún se encontraba convaleciente, echado en cama. Mariano se asusta al ver el semblante de Ricardo.
Mariano: ¿Pasa algo? – Le pregunta muy asustado –
Ricardo: Ha venido alguien a verte – Le dice y en ese instante ingresa Diana, la madre de la fallecida Cecilia –. Los dejo solos – El tullido Ricardo sale de la habitación –
Mariano: Señora, que sorpresa – Le dice Mariano y suspira –, ¿viene a acusarme nuevamente de ser un asesino? – Le pregunta muy serio –
Diana: No, Mariano – Diana se acerca a él y lo toma de la mano. Esto sorprende mucho al novio de Fabiola –. Vengo a ofrecerte una disculpa por todo esto…
Mariano: ¿Una disculpa? – Le pregunta asombrado –
Diana: Sí, sé que te debe sorprender – Dice y rompe en llanto –, pero ya sé que ese tipo fue quien mató a mi hija… Él lo hizo – Le dice y continúa llorando – y yo te acusé a ti injustamente…
Mariano: Por favor, señora. No se preocupe. Yo no le guardo ningún rencor… – Mariano acaricia la mano de la mujer y esta lo mira fijamente –
Diana: ¿De verdad? – Le pregunta y este le sonríe. Ambos se abrazan tiernamente perdonando así todos los viejos rencores –
Cafetería del Aeropuerto:
Ramiro se levanta de la silla. Fabiola también lo hace. Ambos se miran fijamente y se tornan en un fuerte abrazo. Un abrazo de amigos, de compañeros, de personas que se quieren mucho de una manera pura.
Ramiro: Adiós, Fabiola – Le dice y le da un beso en la mejilla –. Nunca te olvidaré. Gracias por enseñarme tanto – Los ojos de ambos se llenan de lágrimas –
Fabiola: Gracias a ti, ¡gracias a ti por ser nuestro héroe! – Se vuelven a abrazar por un largo rato. En ese instante ambos se ven a la cara y se acercan, sin embargo no logran besarse. Los dos miran hacia el piso y luego vuelven a sonreír –. Sé que serás feliz…
Ramiro: Voy a buscar ayuda. Un psicólogo, entraré también a alcohólicos anónimos. Debo reconocer que tengo un serio problema con el alcohol – Fabiola le acaricia el hombro con gran, gran cariño –
Fabiola: Lograrás salir adelante – Ramiro es ahora quien abraza por última vez a Fabiola y logra robarle un beso en la boca. La mujer queda sorprendida –
Ramiro: Adiós, mi amor – Ramiro sale de la cafetería en dirección a uno de los aviones. Fabiola queda en silencio, tocándose los labios –
Ramiro se encontraba ya sentado en el asiento del avión. El hombre se dirigía a un lugar desconocido por todos nosotros. A vivir una nueva vida, a renacer respirando otros aires.
Ramiro (Pensamiento): Adiós, adiós dolores, adiós amor… – Ramiro suspira y sonríe –, pero me voy feliz… Muy feliz… – El avión empieza a moverse. Ramiro ríe, como por efecto de un chiste –, ¡Me voy feliz!
Hospital:
Un policía se encontraba conversando con un doctor. Al parecer un delincuente muy importante se encontraba echado en una cama, inmóvil.
Policía: Entonces este hombre se encuentra en estado vegetal – Le dice el policía al doctor –
Doctor: Sí, no sabemos cuándo pueda reaccionar. Pero debido a que es un delincuente muy peligroso, creo que deberían llevarlo a un centro especializado donde lo reguarden día y noche – El policía le sonríe al doctor –
Policía: No se preocupe, este ya nunca se nos va a escapar…
Se ve al peligroso delincuente, se trataba de Darío, quien se encontraba en estado vegetal. Sin poder moverse, sin embargo el gran temor de todos era que algún día este sujeto pueda despertar y, como si se tratara de una película de horror, tal vez vuelva a atacar, si no se contaba con la seguridad adecuada… El rostro del asesino reflejaba odio y rencor a pesar de estar dormido. En ese instante uno de los dedos del hombre se mueve.
Policía: ¡Movió su dedo! – Exclama el policía –
Doctor: No se preocupe, es normal que a veces mueva algunas partes de su cuerpo, pero eso no quiere decir que vaya a despertar – El policía observa al asesino, quien ya no se movía –
Meses después…
Mariano, Fabiola, Ricardo, Gabriela y el bebé se encontraban en casa. La primera pareja se encontraba cocinando, como siempre, mientras la otra estaba jugando con el bebé.
Mariano: ¡Ellos se llevan la parte más divertida! – Exclama riendo –
Fabiola: ¿Por qué lo dices, amor? – Le pregunta Fabiola –
Mariano: ¡Juegan con el bebé! Ya quisiera yo jugar y no estar cocinando – Ahora todos empiezan a reír. Ricardo corre hasta la cocina y le dice algo en el oído a Fabiola –, ¡Hey! No se estén cuchicheando delante de mí…
Ricardo: ¡Vamos, Fabiola! Dile a mi hermano, ¡De una vez! – Dice, bastante feliz –
Mariano: ¿Qué es lo que me tiene que decir? – Pregunta algo serio –
Fabiola: Mi amor, es que… – Fabiola queda callada y mira hacia el piso –
Mariano: Dime, mi amor, ¿pasa algo? – Pregunta preocupado –
Ricardo: Díselo, Fabiola. Él merece saberlo – Dice, como tratando de inquietar a su hermano –
Mariano: A ver, esto ya no me está gustando mucho, ¿qué sucede? – Pregunta ahora sí, ya bastante molesto –
Fabiola: Ay, mi amor, ¡Tranquilo! – Le dice y empieza a reír –, ¡Nada malo!
Mariano: ¿Entonces? – Pregunta con una media sonrisa –
Fabiola: ¡Que muy pronto vas a poder jugar con tu bebé! – Le dice y le sonríe –
Mariano: Ah, era eso… – Le dice, como si no la hubiera escuchado. En ese instante Mariano se da cuenta de lo que Fabiola acababa de decir –, ¿Qué dijiste?
Fabiola: ¡Que vas a ser papá, tonto! – Exclama y empieza a reír –
Mariano: ¡No puedo creerlo! ¡Mi amor! – Mariano besa a Fabiola y la carga. La pareja reía mientras se besaba –, ¡Te amo! ¡Te amo!
Fabiola: ¡Yo también te amo! ¡Te amo! – Le dice –
Se empieza a escuchar la canción principal de la novela:
Mariano besa lleno de alegría a Fabiola. Ambos se abrazan, mientras Ricardo empieza a saltar y se une también al abrazo. Era un momento de mucha dicha. Gabriela aparece junto al bebé, quien empieza a reír mágicamente como si sintiera la felicidad que hay a su alrededor. Todo se hace lento, muy lento en ese instante, porque los momentos de dicha también se pueden disfrutar de manera pausada, como si se tratara de un delicioso plato de comida. Nuestros protagonistas eran felices por fin, fruto de esa felicidad llegaría pronto un niño. Un hermoso bebé que pudo llegar después de haber pasado por tantas pruebas. Gabriela y Ricardo se miraban a la cara y sonreían. El hermano de Mariano sabía que, a pesar de ya no contar con su brazo derecho, él continuaría haciendo todo lo posible por sacar adelante a su novia e hijo. La paz y el amor han llegado, señores… Y sólo queda celebrar, tal vez, abriendo una botella de champagne y gritando a los cuatro vientos que son libres, libres por fin y que si alguna vez se te escapó el amor, puedes volver a encontrarlo, volver a verlo… Y es así que “Vuelvo a verte” llega a su…
¿FIN...?
Sin embargo en otro lugar se encontraban dos personas vestidas de terno. Conversaban y reían como si estuvieran terminando una charla de varias horas. Ambos se encontraban dentro de una oficina, en la empresa “Tecnología aplicada”. Víctor (Osvaldo de León) conversaba con un nuevo accionista de la empresa.
Víctor: Así que finalmente te fuiste, dejaste a la chica que querías y ahora una nueva vida – Le dice y sonríe –
Ramiro: Sí, una nueva vida – Dice Ramiro – y nada menos que con ustedes en la empresa “Tecnología aplicada” – Víctor le da la mano a Ramiro –
Víctor: Pues me alegra que hayas llegado hasta esta empresa – El teléfono de la oficina de Víctor empieza a sonar –. Discúlpame – Víctor contesta y se sorprende al escuchar lo que le decían –, ¿Pero cómo? ¡Yo le prohibí al científico que haga eso! – Ramiro queda preocupado al escucharlo –
Ramiro: ¿Qué sucede? – Pregunta –
Víctor: Un robot humano que está fuera de control – Ambos se miran fijamente a la cara –
¡NO SE PIERDAN “HELENA, UN AMOR ROBÓTICO”!
Muchas gracias a todos. Este fue el gran final de "Vuelvo a verte". Muchas gracias, queridos lectores. Ha sido bastante gratificante poder escribir esta historia, en la que pude mezclar el melodrama con lo policial. Muchas gracias por permitírmelo y por haber sido cómplices, junto a mí y los personajes, de todo esto llamado "Vuelvo a verte".
Última edición por Jake LaMotta el Lun Sep 22, 2014 8:09 pm, editado 5 veces
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Mariano presiente que algo pasará con Fabiola.. debería no haberla dejado ir
¡Maldita sea! Vladimir logró llevarse al bebé..
Mariano la ha seguido aunque hizo bien
Por un lado Darío da pena, pero por otro mejor que se muera esperamos que los salve y él se queme en el incendio
¡No puede ser que ese imbécil de Darío escape! Deberían haberle disparado en la cabeza
Esperamos que Ramiro encuentre a alguien, debería haber quedado con Mayra si Darío no la matase
Que bueno que Diana haya perdonado a Mariano
Por un lado me gusta que Darío haya quedado en estado vegetal porque por lo menos sufre
Fabiola está esperando un hijo de Mariano, me gusta
Con razón Ramiro lleva el mismo nombre porque ha llegado en “Helena, un amor robotico”
Felicidades por haberla finalizado
¡Maldita sea! Vladimir logró llevarse al bebé..
Mariano la ha seguido aunque hizo bien
Por un lado Darío da pena, pero por otro mejor que se muera esperamos que los salve y él se queme en el incendio
¡No puede ser que ese imbécil de Darío escape! Deberían haberle disparado en la cabeza
Esperamos que Ramiro encuentre a alguien, debería haber quedado con Mayra si Darío no la matase
Que bueno que Diana haya perdonado a Mariano
Por un lado me gusta que Darío haya quedado en estado vegetal porque por lo menos sufre
Fabiola está esperando un hijo de Mariano, me gusta
Con razón Ramiro lleva el mismo nombre porque ha llegado en “Helena, un amor robotico”
Felicidades por haberla finalizado
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Joana Sabbagh escribió:Mariano presiente que algo pasará con Fabiola.. debería no haberla dejado ir
¡Maldita sea! Vladimir logró llevarse al bebé..
Mariano la ha seguido aunque hizo bien
Por un lado Darío da pena, pero por otro mejor que se muera esperamos que los salve y él se queme en el incendio
¡No puede ser que ese imbécil de Darío escape! Deberían haberle disparado en la cabeza
Esperamos que Ramiro encuentre a alguien, debería haber quedado con Mayra si Darío no la matase
Que bueno que Diana haya perdonado a Mariano
Por un lado me gusta que Darío haya quedado en estado vegetal porque por lo menos sufre
Fabiola está esperando un hijo de Mariano, me gusta
Con razón Ramiro lleva el mismo nombre porque ha llegado en “Helena, un amor robotico”
Felicidades por haberla finalizado
Gracias, Joana. Sí, son el mismo personaje en "Vuelvo a verte" y en "Helena...". Veremos sí logra encontrar el amor... Me alegra que te haya gustado el final. Fabiola y Mariano esperando un hijo y Darío en ese estado dentro del hospital. Gracias por haber sido una fiel lectora.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Un fin adecuado para una gran historia. La verdad me encanto. No fue el típico final con la boda al ultimo. Esto si es como la vida real.
Mi favorita escena fue la del incendio pues pide imaginármela en la cabeza exactamente como sería mientras el recordaba a Cecilia.
¡Felicidades por una gran historia!
Saludos
Uli
Mi favorita escena fue la del incendio pues pide imaginármela en la cabeza exactamente como sería mientras el recordaba a Cecilia.
¡Felicidades por una gran historia!
Saludos
Uli
Uli213- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
No he llegado todavia hasta el final, veo que Ramiro es el lazo entre esta y la nueva novela. Felicidades por el gran final Abel, despues de varios meses es gratificante poder decir que uno terminó un proyecto.
Pspain- Admin
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Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Uli213 escribió:Un fin adecuado para una gran historia. La verdad me encanto. No fue el típico final con la boda al ultimo. Esto si es como la vida real.
Mi favorita escena fue la del incendio pues pide imaginármela en la cabeza exactamente como sería mientras el recordaba a Cecilia.
¡Felicidades por una gran historia!
Saludos
Uli
Gracias, Ulises. Que bueno que te haya gustado. Sí, la escena del incendio yo también lograba imaginármela. Intenté no hacer el clásico final, ¡joder, la gente ya no se casa! Jaja, conviven, tienen hijos y ya luego vendrán las formalidades. Primero a disfrutar.
Saludos, compañero.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Pspain escribió:No he llegado todavia hasta el final, veo que Ramiro es el lazo entre esta y la nueva novela. Felicidades por el gran final Abel, despues de varios meses es gratificante poder decir que uno terminó un proyecto.
Sí, bastante gratificante, Pedro. Estoy contento por haber acabado la historia. Contento también porque le fue bien y logró cautivar a unos cuantos.
Gracias.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Darío deberia merecer la muerte, pero sería demasiado fácil para él así que prefiero haya quedado así para siempre.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Joana Sabbagh escribió:Darío deberia merecer la muerte, pero sería demasiado fácil para él así que prefiero haya quedado así para siempre.
Sí, aunque... algún día podría despertar y... quién sabe.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
entonces podría haber segunda temporada de VAV?
Pspain- Admin
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Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Pspain escribió:entonces podría haber segunda temporada de VAV?
Podría, pero quién sabe... Por ahora todo está en paz.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Joana Sabbagh escribió:Esperemos que NO despierte.. xD
Pues sí, todos esperamos eso, Joa.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Sorprendente final Abel, me gustó muchísimo, me encantó, me fascinó de principio a fin todo lo que pasó. Voy a extrañar mucho esta historia, porque en medio de tanta acción, tantos sucesos inesperados, parecía como si todo fuera a terminar mal.
Supiste transmitir muy bien, por lo menos a mí, el dolor, el odio y el rencor que sentía Darío, un tipo realmente despreciable, repugnante, por el que sólo se podía sentir nada más que desprecio y lástima, porque en medio de todo lo que vivió de niño, su mente se enfermó y lo llevó a convertirse en ese asesino. Pienso que el dolor y el sufrimiento, no son justificables para llegar a algo como convertirse en un asesino serial, ni tampoco para suicidarse. Pienso que todo eso, son maneras de esconderse de la verdadera realidad, de acobardarse y no enfrentar el mundo y salir adelante. Darío fue el peor villano de la historia y me parece que su castigo, su fin quedando en coma, fue perfecto para él.
La parte en que Darío relata y recuerda como asesinó a Cecilia, fue una escena impactante.
Pero la mejor fue la escena final, Fabiola y Mariano próximos a ser padres, tantos ellos como Ricardo y Gabriela disfrutando de la felicidad Además todo quedó perdonado, porque Mariano siempre fue noble y perdonó que doña Diana, su ex-suegra lo juzgara siempre de la muerte de Cecilia.
También se me hizo curioso. Tanto Vuelvo a Verte como Helena van a estar muy relacionadas porque en ambas va a estar Ramiro, vas a hacer como una especie de "crossover"
Una bonita escena en que Ramiro en medio de su desesperación cuando la cabaña estaba incendiada, pidiera ayuda divina a sus familiares fallecidos, cada uno representando un camino.
Ahora a esperar cómo será Helena y de nuevo. GRAN FINAL
Supiste transmitir muy bien, por lo menos a mí, el dolor, el odio y el rencor que sentía Darío, un tipo realmente despreciable, repugnante, por el que sólo se podía sentir nada más que desprecio y lástima, porque en medio de todo lo que vivió de niño, su mente se enfermó y lo llevó a convertirse en ese asesino. Pienso que el dolor y el sufrimiento, no son justificables para llegar a algo como convertirse en un asesino serial, ni tampoco para suicidarse. Pienso que todo eso, son maneras de esconderse de la verdadera realidad, de acobardarse y no enfrentar el mundo y salir adelante. Darío fue el peor villano de la historia y me parece que su castigo, su fin quedando en coma, fue perfecto para él.
La parte en que Darío relata y recuerda como asesinó a Cecilia, fue una escena impactante.
Pero la mejor fue la escena final, Fabiola y Mariano próximos a ser padres, tantos ellos como Ricardo y Gabriela disfrutando de la felicidad Además todo quedó perdonado, porque Mariano siempre fue noble y perdonó que doña Diana, su ex-suegra lo juzgara siempre de la muerte de Cecilia.
También se me hizo curioso. Tanto Vuelvo a Verte como Helena van a estar muy relacionadas porque en ambas va a estar Ramiro, vas a hacer como una especie de "crossover"
Una bonita escena en que Ramiro en medio de su desesperación cuando la cabaña estaba incendiada, pidiera ayuda divina a sus familiares fallecidos, cada uno representando un camino.
Ahora a esperar cómo será Helena y de nuevo. GRAN FINAL
Aleja Soto- Mensajes : 5016
Fecha de inscripción : 21/04/2012
Localización : Colombia
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Aleja Soto escribió:Sorprendente final Abel, me gustó muchísimo, me encantó, me fascinó de principio a fin todo lo que pasó. Voy a extrañar mucho esta historia, porque en medio de tanta acción, tantos sucesos inesperados, parecía como si todo fuera a terminar mal.
Supiste transmitir muy bien, por lo menos a mí, el dolor, el odio y el rencor que sentía Darío, un tipo realmente despreciable, repugnante, por el que sólo se podía sentir nada más que desprecio y lástima, porque en medio de todo lo que vivió de niño, su mente se enfermó y lo llevó a convertirse en ese asesino. Pienso que el dolor y el sufrimiento, no son justificables para llegar a algo como convertirse en un asesino serial, ni tampoco para suicidarse. Pienso que todo eso, son maneras de esconderse de la verdadera realidad, de acobardarse y no enfrentar el mundo y salir adelante. Darío fue el peor villano de la historia y me parece que su castigo, su fin quedando en coma, fue perfecto para él.
La parte en que Darío relata y recuerda como asesinó a Cecilia, fue una escena impactante.
Pero la mejor fue la escena final, Fabiola y Mariano próximos a ser padres, tantos ellos como Ricardo y Gabriela disfrutando de la felicidad Además todo quedó perdonado, porque Mariano siempre fue noble y perdonó que doña Diana, su ex-suegra lo juzgara siempre de la muerte de Cecilia.
También se me hizo curioso. Tanto Vuelvo a Verte como Helena van a estar muy relacionadas porque en ambas va a estar Ramiro, vas a hacer como una especie de "crossover"
Una bonita escena en que Ramiro en medio de su desesperación cuando la cabaña estaba incendiada, pidiera ayuda divina a sus familiares fallecidos, cada uno representando un camino.
Ahora a esperar cómo será Helena y de nuevo. GRAN FINAL
Gracias, Aleja. Me ha encantado a mí tu comentario, que bueno que te haya gustado este final y la historia en general. Darío ha sido un personaje impactante en esta historia, creo que uno de los mejores personajes que he escrito hasta ahora (en realidad en esta historia he logrado construir varios personajes entrañables). La escena final con las parejas Mariano-Fabiola y Ricardo-Gabriela sí, fue muy emocionante incluso para mí a la hora de escribirla. Sí, esa parte en la que Ramiro pide ayuda a Catalina, Ciro, Juan y Esteban fue bastante conmovedora, como dices. Gracias nuevamente, Ale, por haber sido una lectora fiel.
Muchos saludos.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Guaua y super guau Abel, pero que gran final tan espectacular digno de la gran historia que nos regalaste, mil gracias y mil felicidades, he quedado encantada, una historia muy dramática, llena de acción y de mensaje, si de mensaje, que debemos tener cuidado cuando tenemos esos juegos pesados que hieren a las personas, sobre todo a niños que pueden quedar traumados y convertirse en asesinos como Darío y Esteban. Una historia que nos mostró que el amor lo puede todo y por amor nos hacemos fuertes para luchar contra todo.
Que linda la escena donde las dos parejas se ven felices, Gabriela y Ricardo con su bebé y Mariano y Fabiola con un futuro bebé, la felicidad que tanto se merecen.
Que horror con Darío, me hizo recordar la película EL DEMONIO donde éste queda dormido pero con la amenaza de que algún día despertará para destruir a todo el mundo, ¡QUE HORROR! Espero que nunca lo dejen de vigilar, que se turnen los guardias para cuidar día y noche a ese monstruo de Darío Cardoso
Me encantó esa idea tan genuina y original tuya de hacer que Ramiro sea parte de otra historia, su nueva vida
Así que de nuevo mil gracias y mil felicidades por este gran final y esta gran historia que llevaremos por siempre en nuestras mentes y nuestros corazones
Que linda la escena donde las dos parejas se ven felices, Gabriela y Ricardo con su bebé y Mariano y Fabiola con un futuro bebé, la felicidad que tanto se merecen.
Que horror con Darío, me hizo recordar la película EL DEMONIO donde éste queda dormido pero con la amenaza de que algún día despertará para destruir a todo el mundo, ¡QUE HORROR! Espero que nunca lo dejen de vigilar, que se turnen los guardias para cuidar día y noche a ese monstruo de Darío Cardoso
Me encantó esa idea tan genuina y original tuya de hacer que Ramiro sea parte de otra historia, su nueva vida
Así que de nuevo mil gracias y mil felicidades por este gran final y esta gran historia que llevaremos por siempre en nuestras mentes y nuestros corazones
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Gloria escribió:Guaua y super guau Abel, pero que gran final tan espectacular digno de la gran historia que nos regalaste, mil gracias y mil felicidades, he quedado encantada, una historia muy dramática, llena de acción y de mensaje, si de mensaje, que debemos tener cuidado cuando tenemos esos juegos pesados que hieren a las personas, sobre todo a niños que pueden quedar traumados y convertirse en asesinos como Darío y Esteban. Una historia que nos mostró que el amor lo puede todo y por amor nos hacemos fuertes para luchar contra todo.
Que linda la escena donde las dos parejas se ven felices, Gabriela y Ricardo con su bebé y Mariano y Fabiola con un futuro bebé, la felicidad que tanto se merecen.
Que horror con Darío, me hizo recordar la película EL DEMONIO donde éste queda dormido pero con la amenaza de que algún día despertará para destruir a todo el mundo, ¡QUE HORROR! Espero que nunca lo dejen de vigilar, que se turnen los guardias para cuidar día y noche a ese monstruo de Darío Cardoso
Me encantó esa idea tan genuina y original tuya de hacer que Ramiro sea parte de otra historia, su nueva vida
Así que de nuevo mil gracias y mil felicidades por este gran final y esta gran historia que llevaremos por siempre en nuestras mentes y nuestros corazones
Gracias, Gloria, gracias por ser una lectora fiel y continuar hasta el final. Incluso a mí me apena mucho tener que terminar la historia. Le había agarrado mucho cariño a los personajes, a Mariano, a Fabiola, a Ramiro, incluso al mismo Darío. A quien odiaba como espectador, pero amaba como escritor. Tienes razón, hay que tener cuidado con el bullying, a veces no sabemos el gran daño que le podemos hacer a una persona. Y sí, ¡Que horror! Darío durmiendo, en estado vegetal, algún día podría despertar. ¿Les gustaría que haya, en algún momento claro -no ahora-, una segunda temporada-corta?
Saludos.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Claro que nos gustaría, nos encantaría una segunda temporada.
Creaste a un Darío y a un Esteban tan perfectos que definitivamente se llevaron el show. Es increíble como primero le temíamos y odiábamos a Esteban y después terminó dándonos lástima y a Darío creo que le tememos tanto que cuando veamos a Carlos de la Mota en otra novela, pensaremos inevitablemente en su gran personaje de Darío Cardoso y pensaremos en que matará e medio elenco de esa novela jajaj
Creaste a un Darío y a un Esteban tan perfectos que definitivamente se llevaron el show. Es increíble como primero le temíamos y odiábamos a Esteban y después terminó dándonos lástima y a Darío creo que le tememos tanto que cuando veamos a Carlos de la Mota en otra novela, pensaremos inevitablemente en su gran personaje de Darío Cardoso y pensaremos en que matará e medio elenco de esa novela jajaj
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Estaría bien hagas más adelante una segunda temporada, yo con El Poder del Dinero hice 3 temporadas (total 25 caps), con descanso por medio entre cada una de ellas.
Pspain- Admin
- Mensajes : 14699
Fecha de inscripción : 24/09/2010
Localización : España
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Pues en algún momento, tal vez me animo a hacer: "Vuelvo a verte, años después...". Eso ya se verá más adelante. Gracias, muchachos.
Saludos.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Oh también podría ser solo el personaje de DARIO REGRESA, él despierta y se escapa del hospital, hace su vida y empieza a asesinar gente hasta que un día por fin descubran que él es el asesino, que con esa carita de niño bueno que tiene, nadie se lo esperaba
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Gloria escribió:Oh también podría ser solo el personaje de DARIO REGRESA, él despierta y se escapa del hospital, hace su vida y empieza a asesinar gente hasta que un día por fin descubran que él es el asesino, que con esa carita de niño bueno que tiene, nadie se lo esperaba
Jaja, también se me había ocurrido, pero quién sabe... De alguna forma podría volver esta historia. Por ahora este es el final y espero que de verdad los haya cautivado.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Por supuesto que desde luego que si nos cautivó y sí sería interesante tener una segunda temporada y ver que sucedió con cada uno de los personajes, ver a Ramirito que creció, al niño de Fabiola y de Mariano, luego que Ramiro regrese y les cuente como le fue con Helena la del robot, etc.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Gloria escribió:Por supuesto que desde luego que si nos cautivó y sí sería interesante tener una segunda temporada y ver que sucedió con cada uno de los personajes, ver a Ramirito que creció, al niño de Fabiola y de Mariano, luego que Ramiro regrese y les cuente como le fue con Helena la del robot, etc.
Sí, gracias Gloria. Ya veremos qué sucede, por ahora pronto estrenaré "Helena, un amor robótico". No será una historia tan larga, seguro más corta que esta. Unos 12-15 capítulos.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Novela movida a la sección "Classics-Novelas finalizadas"
En esta sección podrán continuar disfrutando de "Vuelvo a verte".
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
Ricardo: Ha venido alguien a verte – Le dice y en ese instante ingresa Diana, la madre de la fallecida Cecilia –. Los dejo solos – El tullido Ricardo sale de la habitación –
me encanto la novela
pero aunque sea verdad no me me gusta esa parte q se parte que pone tullido para mi opinion
espero no molestarte
me encanto la novela
pero aunque sea verdad no me me gusta esa parte q se parte que pone tullido para mi opinion
espero no molestarte
morerenita- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 29/03/2014
Localización : valencia
Re: CAPÍTULO 020 (FIN): VUELVO A VERTE
morerenita escribió:Ricardo: Ha venido alguien a verte – Le dice y en ese instante ingresa Diana, la madre de la fallecida Cecilia –. Los dejo solos – El tullido Ricardo sale de la habitación –
me encanto la novela
pero aunque sea verdad no me me gusta esa parte q se parte que pone tullido para mi opinion
espero no molestarte
Gracias por tu comentario, morerenita. Te entiendo, fue muy específico también y la palabra es fuerte. Comparto tu opinión. Saludos y gracias por haber seguido la novela.
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