Capitulo 32: La traicion de Cristal

De noche.
En un restaurante.
En un restaurante de lujo, están cenando César y Victoria.
CÉSAR : ¡Muchísimas gracías por aceptar esta noche mi invitación!
DOÑA VICTORIA : Lo hize por el amor que una vez te tenía!
CÉSAR : Y ¿qué pasó con ese amor? No lo puedo creer que dejaste de amarme.
DOÑA VICTORIA: La verdad es que núnca he dejado de amarte. Pero perdí todas mis esperanzas cuando tú te fuiste y me abandonaste.
CÉSAR : ¡Perdoname! ¡Perdoname por mi cobardía! Núnca debí irme de tu lado. Pero ya el destino nos puso nuevamente frente a frente. Solamente espero que me hayas perdonado y podamos reconstruir una nueva vida juntos! ¿Qué me dices?
DOÑA VICTORIA : No lo sé… pero dejame pensarlo ¿sí?
CÉSAR: ¡Tomate el tiempo que tú quieras! (mientras dijo eso, saco una cajita del bolsillo interior de su saco y la abrió) ¿Acepta usted casarse conmigo?
DOÑA VICTORIA : (emocionada como una adolescente) ¡Aún sigues siendo un loco jeje! Ps sí, sí acepto casarme contigo!
CÉSAR : ¡Gracías, mi amor! Me haces el hombre más felíz del mundo!
DOÑA VICTORIA : Pero antes de todo te quiero decir una cosa.
CÉSAR : ¿Qué cosa?
DOÑA VICTORIA : Hace años… cuando tuvimos nuestro noviazgo… nacieron dos hijos. Ya tienes dos hijos.
CÉSAR : (asombrado) ¿¿Qué?? ¿Dos hijos más? ¡Quiero conocer a mis hijos!
DOÑA VICTORIA : Aníbal también te quiere conocer. De Rodolfo no sé… ya que se mudó a vivir con una sirvienta. Aníbal es el que más se parece a tí. Siempre fue y sigue siendo mi orgullo.
CÉSAR : La verdad es que yo también te quiero confesar algo.
DOÑA VICTORIA : ¿Qué cosa?
CÉSAR : No sé si lo sepas… pero hace años, cuando nosotros terminamos nuestra relación, estaba demasiado herido por esas mentiras inventadas por separarnos, que me enredé con una cabaretera y…
DOÑA VICTORIA : ¿Y qué pasó? No me digas que te casaste…
CÉSAR : ¡Noo! Dios me cuide! No tuve esa desgracia! Tuve una desgracia peor… un hijo!
DOÑA VICTORIA : ¿Un hijo? ¡Gracías por habermelo dicho, cielo!
CÉSAR : No quiero que haya secretos entre nosotros. ¡Y más ahora cuando decidimos retomar lo nuestro!
DOÑA VICTORIA: A ver… ¡regalame un beso como en aquel entonces que nos amabamos tanto!
CÉSAR : ¡Y que aún nos amamos!
(César se acerca a Victoria y le besa con la misma intensidad de hace años.)

* * *
Mansión Suarez Gonzalez.
Cristal viene a visitar a Saúl. Estaba decidida echar de cabeza a Aníbal y contarle todos sus planes. No soportaba que alguien la tomára a la fuerza. Tocan el timbre. Estrella va a abrir.
ESTRELLA : ¡Pase, señorita!
CRISTAL : ¿Se encuentra Saúl?
ESTRELLA : Depende quien lo busca.
CRISTAL : ¡Necesito hablar con él!
(Llegan al salón. Cristal ve a Marcos. Estrella deja a Marcos con Cristal.)
MARCOS: ¡Hola, Cristal! (terminó de tomarse sus últimas pastillas)
CRISTAL : ¡Ay, pero que enfermo te ves!
MARCOS : (irónico) ¡Muchísimas gracías por el ‘piropo’! Eres muy ‘amable’! Perdon… pero ¿qué se te perdió en esta casa?
CRISTAL : ¡Necesito hablar con Saúl! ¿Dónde está?
MARCOS: Mi hermano aún no llegó. ¿Qué quieres de él?

(En esos momentos entra Saúl, jugando con las llaves.)
SAUL : ¡Buenas noches! (ve a Cristal) ¡Buenas noches, señorita! ¿Qué se le ofrece?
CRISTAL : ¡Buenas noches, Saúl! Necesito hablar contigo!
SAUL: ¡Vamos a la biblioteca!
(Saúl va a la biblioteca secundado por Cristal.)

* * *
En el coche de César.
César trajó a la casa a Doña Victoria.
CÉSAR : ¡Muchísimas gracías por haber aceptado cenar conmigo! No sabes lo mucho que me alegra que hemos podido retomar nuestra relación!
DOÑA VICTORIA : La más felíz soy yo! Y más porqué núnca he dejado de amarte!
CÉSAR : ¿Qué dices? ¿Aceptas venirte a vivir a mi casa?
DOÑA VICTORIA : Mm… no sé que decirte. No sé si mi hijo aceptará venirse a vivir contigo.
CÉSAR : Ps ¿no me dijiste que está curioso de conocerme? Bueno, no te voy a presionar más! Por el momento me basta que recuperamos lo nuestro!
DOÑA VICTORIA: Está bien. Y yo te prometo que lo voy a pensar! ¡Buenas noches!
(Victoria abre la portilla del coche. César se baja y le abre para que pueda salir.)
DOÑA VICTORIA : ¡Gracías!
CÉSAR : ¿Quedamos mañana?
DOÑA VICTORIA : ¿Con una llamada antes?
CÉSAR : ¡Cláro!
(Doña Victoria entra en la mansión. César se queda mirandola.)
CÉSAR : ¡Te amo! (se acarisia los labios)



* * *
Mansión Suarez Gonzalez.
En la biblioteca.
Saúl está sentado en el sillón de César. Cristal se sienta en un sillón enfrente de él.
SAUL : ¡Cuentame! ¿Qué le trae por aquí, señorita?
CRISTAL : La verdad es que vine… no sé como lo vayas a tomar, pero… se trata de algo muy delicado.
SAUL : ¡Cuentame! ¿Qué pasa?
CRISTAL : Usted no me conoce… y le digo desde un principio que soy inocente, que no tengo nada que ver con lo que le voy a contar.
SAUL : ¡Cuentame ya! Que me tienes asustado.
CRISTAL : Se trata del asesinato de Agustín.
(Saúl hace los ojos como platos y se le queda mirando.)
CRISTAL : Yo se que usted es inocente. Que usted no mato a ese hombre!
SAUL: Pero… (se levanta) ¿cómo puede estar tan segura? Usted misma dijo que no me conoce.
CRISTAL : Porqué yo misma conozco al asésino.
SAUL : ¿De verdad? (nervioso) ¡Dígamelo ya! Ese imbécil tiene que pagarlo!
CRISTAL : El asésino de Agustín es…
(Los dos están interrumpidos por Estrella, quien entra asustada.)
ESTRELLA : ¡Saúl! ¡Ven pronto al cuarto de Marcos! Tu hermano se desmalló!
SAUL : ¡Perdoname! Hablamos luego! ¡No te vayas! (a Estrella) ¡Vamos!
(Saúl se va corriendo.)

* * *
Habitación de Marcos.
En la habitación entra Saúl corriendo y ve al suelo a Marcos.
SAUL : ¡Hermano! (lo carga en sus brazos y lo sube en la cama) (a Estrella) ¡Llama al médico, Estrella! ¡Hermano!
* * *
(Después de un rato, viene el médico. Después de revisar a Marcos, Estrella y Saúl entran nuevamente a la habitación.)
SAUL : ¿Qué le pasó a mi hermano, doctor? ¿Qué tiene?
DOCTOR : (suspira) ¡Lo siento mucho! Marcos entró en la última fase de su enfermedad. Si no se cuida y no toma reposo, en unos días puede fallecer. Estaría bueno internarlo en el hospital. Allí estará bajo observación.
MARCOS: ¡No, doctor! No quiero morir en un hospital. Lo único que quiero es morirme en mi casa.
SAUL : ¡No hables de muerte, hermano!
MARCOS : No tapemos el sol con un dedo, hermano. Sé que me faltan unos días y me voy a morir. Lo único que quiero es no morir en un hospital.

MARCOS : Doctor, ¿cuánto tiempo me queda de vida?
DOCTOR : (suspira) Siento ser portador de tan malas noticias, pero… teniendo en cuenta la manera de como su enfermedad avanza, solo puedo decir un termino de 48 horas, pero si tiene suerte se puede prolongar un poco más, quizás unos días más. Pero todo depende de usted y de su organismo.
MARCOS : ¡No le tengo miedo a la muerte, doctor!
SAUL : ¡Hermano!
(Saúl abraza a su hermano. Bota unas lágrimas.)



* * *
Mansión Díaz Castro.
Doña Victoria sube las escaleras hacía su dormitorio, cuando Aníbal entra en la mansión.
ANIBAL : ¿A dónde fuiste, mamá?
DOÑA VICTORIA : ¡Hijo! Me asustaste! Pensé que estabas dormido…
ANIBAL : Ps ya vez que no, mamá. ¿Dónde estabas?
DOÑA VICTORIA : Sé que esto tal vez no te va a gustar, hijo, pero salí con tu padre. (le enseña el anillo) Me acaba de pedir matrimonio.
ANIBAL : (felíz) ¿De verdad, mamá? (la coge en sus brazos dando vueltas) ¡Te mereces toda la felicidad del mundo, mamá! Ojalá sepa hacerte felíz y no dejarte como hace años!
DOÑA VICTORIA : ¡Ay, ya, bajame, hijo, que me voy a marear! Jaja
ANIBAL : (la baja) ¡Felicidades, mamá, te adoro! (le da dos besos) ¡Voy a mi cuarto por si me necesitas! ¡Buenas noches, mamá!
DOÑA VICTORIA : ¡Buenas noches, hijo!
(Aníbal sube a su cuarto. Luego también su madre.)

* * *
Mansión Suarez.
En la biblioteca.
Cristal estaba mirando por allí, cuando le suena su célular. Éra Aníbal.
CRISTAL : ¿Qué quieres?
ANIBAL : ¿Dónde estás?
CRISTAL : ¿Qué te importa a ti en dónde estoy yo? Fíjate que estoy haciendo lo que debería de hacer hace tiempo.
ANIBAL : Espero que no me traiciones, belleza. O ya sabes lo que le pasa a los traicioneros. Si me traicionas, puede que no llegues a casarte con mi hermanastro…
CRISTAL : ¿Me estás amenazando?
ANIBAL : ¡Tomalo como quieras! Yo solamente te advertí de lo que podía pasar.
CRISTAL : ¡No lo haré, no te preocupes!
(Cristal cuelga. Se queda pensando en si decirle o no a Saúl ue Aníbal mató a Agustín. Pero finalmente, su deseo de casarse con Reynaldo éra tan grande que finalmente decidió cedir ante las amenazas de Aníbal. Pero no por mucho tiempo. Aníbal tiene que pagar por haberla violado. Y que manera más lista de tomarlo por sorpresa y vengarse de él.)
(En ese momento, entra Saúl.)
SAUL : ¡Que bueno que no te fuiste! ¡Perdoname! Mi hermano tuvo una crisís. Pero ¡ya! ¡Cuentame! ¿Quién mató a Agustín?
CRISTAL : (pensativa) La verdad es que…
SAUL : ¡Dime el nombre del asésino! Hace poco estabas decidida a hablar y ahora cambiaste de opinión ¿o qué?
CRISTAL : ¡No es eso! Es que…
SAUL : Si te tiene amenazada ¡no te preocupes! Yo te voy a proteger! Solamente dime el nombre del asésino!
(Cristal suspira. Su deseo de vengarse de Aníbal por haberla violado ganó y está decidida a decir la verdad.)
CRISTAL : (suspira) Está bien. El asésino de Agustín es Aníbal Díaz-Castro!
(Saúl recuerda cuando en el juicio el testigo que trajó Susana declaró que de un coche disparó hacía Agustín un hombre, y que en el coche también había una mujer.)
SAUL : Claaro… debería imaginarme que ese hombre del coche éra Aníbal. Entonces con ese desgraciado había alguien más… una mujer! Ese imbécil tuvo una complice.
(Cristal traga saliva asustada. Temía que Saúl descubriera que ella éra la complice de Aníbal.)
CRISTAL : ¡No! Creo que te estás equivocando. El asésino es un hombre y Aníbal actuó solo.
SAUL : (la mira intrigado) Pero ¿cómo puedes estar tan segura? Al menos que tú… seas su complice…
CRISTAL : ¿Qué cosas dices? Yo solamente vengo hacerte un bien y confesartelo y tú mira como me pagas. Mejor será irme! (coge su bolso y se va)
SAUL : ¡Espera! ¡Perdoname! Muchísimas gracías por habermelo dicho! Pero… aún no comprendo ¿por qué me lo dices justo ahora?
CRISTAL: Porqué ya no quiero que Aníbal me amenaze. ¿Me entiendes?
SAUL : ¡Perfectamente! Y no te preocupes! Yo te voy a proteger!
CRISTAL : Gracías.
(Cristal se va sonriendo. Por fín delató a Aníbal y ella no lo va a pagar.)

(Cuando sale de la mansión, Rafael(Jorge Salinas) estaba afuera fumando un cigarrillo apoyado en la pared. Cristal no lo vió, estaba demasiado pensativa.)
RAFAEL: (la ve y silba por ella)
CRISTAL : (voltea para ver de dónde el silbado y lo ve) Tú no tienes cosas que hacer ¿verdad?
RAFAEL : Wow… ¡tan bella y tan malhumorada! Hace poco que se descubre que Saúl es el hijo del patrón y ya anda llamando mujeres para sus ratos!
CRISTAL : (no podía creer que hay hombres tan estúpidos como éste) Hm… ¡piensa lo que te venga en gana! Al fin y al cabo no tienes vela en ese entierro. Solamente vine a platicar con él, nada más. Pero no tengo porqué darte explicaciones a tí, un simple empleado.
RAFAEL : Mmm… (mirandola de pies a cabeza) ¡tan sexy y tan peligrosa!
CRISTAL : No sé porqué estoy perdiendo el tiempo con un obsesionado sexual.
(En ese momento entra César.)
CÉSAR : ¿Qué ocurre aquí? Rafael ¿qué haces que no estás en tu puesto?
RAFAEL : Estaba viendo por si alguien necesita algo, patrón.
CÉSAR : ¡Hazme el favor y vete!
RAFAEL: Cláro, patrón!
(Rafael tira el cigarrillo, le echa una mirada a Cristal y se va.)
CRISTAL : ¡Gracías por haberme salvado, señor!
CÉSAR : ¡No te preocupes! Rafael aunque parece malo, muy en el fondo es buena persona. Pero ¡pasa!
CRISTAL : ¡Disculpeme, señor, pero acaba de salir! Fui a hablar con Saúl sobre un asunto muy importante y ya iba de salida! Pero con gusto le acepto la invitación la próxima vez.
CÉSAR : Bueno, entonces no te robo más el tiempo.
CRISTAL : ¡Adiós! Y nuevamente ¡gracías!
CÉSAR : ¡No tienes de que!
(Cristal se va. César entra en la mansión.)

* * *
Mansión Suarez.
En el chalet de Rafael.
Rafael estaba sentado en un sillón, viendo un partido de futból y tomando una cerveza.
RAFAEL : ¡Qué mala onda que llegó el patrón! ¡Pff! Y yo ni siquiera le pedí el nombre a la mujercita… Pero bueno, mañana hablaré con Saúl. Él tiene que saber como se llama la mujercita!



* * *
Mansión Suarez.
En el comedor.
Todo el mundo estaba en el comedor.
SAUL: Papá ¿sabías que hoy Marcos se pusó mal?
CÉSAR : ¿Y eso? ¿Cuándo pasó?
SAUL : Hace poco. El médico vinó y nos dijo que ya está en sus últimos días. Me niego a creer eso, papá. Él no tiene como morir.
CÉSAR: ¡No te preocupes, hijo, voy hablar para llevarlo a un hospital de los Estados Unidos, pero Marcos no se puede morir!
ESTRELLA : Dudo mucho que en los Estados Unidos os digan otra cosa.
CÉSAR : ¡Tú callate! ¿Qué puedes saber tú si abandonaste a tu hijo? ¡Tú no estás en condiciones de hablar!
ESTRELLA : Te recuerdo que tú fuiste el que me separó de mi hijo.
CÉSAR : Sí, cláro, culpame a mí de todas tus andanzas.
ESTRELLA : (se levanta) ¡Mejor me retiro que no estoy en condiciones de discutir! Se me acabó el apetito!
(Estrella se va.)
CÉSAR : Cláro, vete!
SAUL: A mí también se me acabó el apetito! ¡Buenas noches, papá!
(Saúl también se va.)

* * *
Departamento de Susana.
Susana estaba acostada en el sofá, viendo ‘La Noche del Lago’. Coge el telefóno y marca un número.

* * *
Mansión Suarez.
Habitación de Saúl.
Saúl estaba acostado en la cama pensando en sus cosas. Cuando suena el célular.
SAUL : Bueno?!
SUSANA : Hace mucho que trato de localizarte y por fin te encuentro!
SAUL : ¡Perdoname, Susana, lo que pasa es que he estado trabajando mucho hoy.
SUSANA : Supongo que tampoco estás en condiciones de que echemos una platica ¿no?
SAUL : Supones mal. Lo único que me relajaría ahorita es una platica contigo.
SUSANA : Entonces te espero en mi departamento. Tienes la dirección que te dí ¿verdad?
SAUL : (buscando en un cajón, encuentra la tarjeta) Cláro. En media hora estoy allí.
SUSANA: ¡Te espero!
(Saúl cuelga, se levanta y va al baño. Luego se cambia y sale.)

* * *
Departamento de Susana.
SUSANA : Mmm… ¡mi gran noche!
(Susana va a su habitación y abre el closet para encontrar su mejor bikini.)
SUSANA : ¡Con esto lo volveré loco! (saca un bikini tipo tigresa) Pero no tengo que olvidarme de esa muerta de hambre que disque es su novia. A esa la quito de mi camino en un dos por tres.
(Susana busca una cámara.)
SUSANA: ¡Perfecto! (mete la cámara en un cajón)



* * *
Mansión Suarez.
Habitación de Estrella.
Estrella está acostada en la cama, llorando.
ESTRELLA : ¿Cuándo será que puedo recuperar a mi hijo, Dios mío? ¿Cuándo le podré decir toda la verdad?

* * *
Habitación de Marcos.
Marcos está acostado en la cama, sintiendose débil con cada minuto que pasa. El ritmo del corazón empieza acelerarse. Siente que le falta el aire.
MARCOS : ¡Dios! ¡No ahorita, te lo suplico! ¡Dejame por lo menos unos días más!
(Trata de levantarse de la cama, pero no puede porqué ya ha perdido el equilibrio. Está sentado a medias en la cama. Se arrastra para volver a acomodarse en la cama. Estira la mano para tomar su medicina. Logra coger el vaso de agua. Saca un puño de pastillas para dormir, las mete a la boca y los traga.)
MARCOS : ¡Por lo menos que nadie sufra por mí!
(Marcos siente como ya tiene sueño y se desmalla pareciendo estar dormido. Pero nadie sabe que en realidad las pastillas hicieron efecto y él se durmió para siempre.)

* * *
Departamento de Susana.
Susana está vestida con un bikini tipo tigresa, esperando al hombre que deseaba con todas sus fuerzas. Encima del bikini tenía puesto un top bastante sexy listo para que se lo quiten y disfruten de su lindo cuerpo. Alguien toca el timbre. Susana se acerca a abrir. Se le enfoca solo los pies caminando hacia la puerta. Susana abre la puerta.
SUSANA : ¡Pasa, cielo!
(Se enfoca de abajo para arriba a Saúl.)