Capitulo 39: La muerte de Cristal

Segundo día.
Mansión Suarez.
Todos bajan a desayunar. En el comedor, César aún está sentado en la cabecera de la mesa. Aníbal se tapaba la boca y el ojo, ya que los tenía morados. Susana está mirando con odio a Aníbal. Él, a cambio la miraba con morbo. Saúl miraba en vacío pensando en Sofía. Antonio no podía mirar y miraba un punto fijo. Cristal, a cambio, estaba en su departamento ya que Reynaldo la corrió de la mansión sin nada de ropa. Saúl se queda mirando a Aníbal quien tapaba sus golpes.
SAUL : Y a ti ¿qué te pasó? ¿Te peleaste?
ANIBAL : ¡No creo que a ti te importe!
(Por debajo de la mesa, Aníbal le tocaba la pierna a Susana. Por error, y como Saúl estaba al lado de Susana, Aníbal le toca la pierna a Saúl. Saúl lo mira y nota como estaba mirando a Susana y se levanta de golpe.)
SAUL : ¿Qué crees que estás haciendo, imbécil?
(Aníbal se levanta también.)
ANIBAL : ¿Qué hago de que? Por si no lo vez, estoy desayunando.
SAUL : ¡No seas imbécil! Estabas tocandole la pierna a mi novia!
ANIBAL : Jajaja…
SAUL : ¿Quieres tener el otro ojo morado también? Porqué te puedo maquillar naturalmente. Y te hago un maquillaje muuy bonito.
ANIBAL : ¡Anda! Tan solo atrevete!
CÉSAR : (tratando de calmar el alboroto) ¡Ya basta! Ni comiendo no nos podemos entender?
SAUL : Tienes razón, papá.
(Saúl se sienta. Aníbal también. Saúl lo mira mal.)
SAUL : ¡Mira! Si te atreves tocar a Susana, vas a tener que vertelas conmigo ¿ok?
(Aníbal se hace el bobo y sigue comiendo.)


* * *
Mansión Díaz-Castro.
No había nadie en la mansión. Reynaldo dejó a su hijo al cuidado de la sirvienta, mientras él estaba trabajando. Cristal entra en la mansión sabiendo que no había nadie en la casa. La sirvienta estaba cocinando. El niño estaba con ella en la cocina. La sirvienta se va a la despensa a buscar azucar dejando al niño en la cocina. El niño comienza a llorar. Cristal estaba por los pasillos. Se guía por el llanto del bebé y llega a la cocina, dónde solo estaba el niño en su carrito. Se acerca a él, lo coge en sus brazos y se lo lleva. El niño está muy quieto y deja de llorar en cuanto su madre lo coge en sus brazos.
CRISTAL : ¡Shh! ¡Portate bien, chiquito!
(Cristal logra llevarse a su hijo. Sale de la mansión. El taxi la estaba esperando frente a la mansión. Se sube en el taxi y se va. La sirvienta regresa en la cocina y no ve al niño y se asusta.)
SIRVIENTA : ¡Delfino! ¡El niño! ¡Se robaron al niño!
(La sirvienta corre al teléfono para avisar a Reynaldo.)


* * *
En el bosque, cerca de la mansión Suarez.
Antonio está caminando por el bosque apoyandose en un bastón. Cerca de él, había un hermoso lago. Una mujer embarazada está sentada en la orilla del lago con los pies en el agua. Se tocaba el vientre. Se quita la ropa para meterse al agua, cuando, a la otra orilla del lago observa un hombre con un bastón en la mano. Al principio, a la mujer se le enfocan solo los pies, pero después se enfoca de cuerpo completo y es… Sofía. No había muerto en el accidente, ni tampoco perdió a su hijo. Se queda mirando al hombre del bastón, pero no recordaba quien es, ni se da cuenta que el pobre no la estaba mirando porqué estaba ciego.
SOFIA : ¡Hey! ¡Usted! ¿Qué tanto está mirando?
(Antonio, nervioso, reconoce la voz de su corazoncito y se quiere acercar a ella, pero no puede por el bastón. Nota que hay un lago distancia entre ellos.)
ANTONIO : ¿Corazoncito? ¿Sofía?
(La mujer se levanta, coge su ropa y se va del lago.)
ANTONIO : ¿Corazoncito? Estoy seguro que se trata de Sofía. Estoy segurísimo!


* * *
Departamento de Cristal.
Cristal llegó con su engendro al departamento. Dejó al niño en el sofá y cogió el teléfono. Le marca a Aníbal.
CRISTAL : ¿Dónde estás? ¡Vente a mi departamento que te tengo una noticia!
(Cristal cuelga.)

* * *
Empresa Díaz-Castro.
Reynaldo está trabajando. Diana le trajó unos informes, cuando suena el teléfono. Reynaldo contesta.
REYNALDO : ¿Bueno? … ¿Qué pasó? … ¿Cómo? … Está bien, voy para allá.
(Reynaldo parecía asustado. Recibió la noticia del secuestro de su hijo.)
DIANA : ¿Qué pasó, mi amor?
REYNALDO : Parece que se robaron a mi hijo. ¡Voy a la casa!
DIANA : ¡Te acompaño!
(Diana se va detrás de Reynaldo.)

* * *
Departamento de Cristal.
Aníbal llega al departamento de Cristal. Ve a su hijo al sofá, llorando.
CRISTAL : (lo esperaba sentada en el sofá, completamente relajada y sin estress) ¡Que bueno que llegaste! ¡Ya está! ¡Ya tengo a nuestro hijo!
ANIBAL: (la miraba asombrado, no sentía ni tan poco de cariño por su hijo) ¿Eso quierías decirmelo?
CRISTAL: (felíz por su decisión) ¡Quiería decirte que sí me quiero ir contigo!
ANIBAL : (felíz por cortarle las alas) Jajaja… la oferta ya no sigue en pie, chulita! Tú ¿qué crees? ¿Que yo tengo infinita paciencia? ¡Ps no!
CRISTAL: (decidida y furiosa) ¡Entonces vete al diablo que no te necesito!


* * *
Mansión Díaz-Castro.
Reynaldo y Diana llegan a la mansión. Entran por la puerta y se paran en el salón principal. La sirvienta sale a recibirlos.
REYNALDO : ¿Cómo pasó tal cosa, Dora? ¿No viste quien se lo llevó?
SIRVIENTA : (preocupada) No, patrón. Yo solo fui a la despensa por azucar y cuando regresé el niño ya no estaba. Lo dejé en su carrito.
REYNALDO : ¡No te preocupes! Ya verás que lo vamos a encontrar!
DIANA : ¡Tranquilo, mi amor!
REYNALDO : (le viene una idea) ¡Cláro! ¡Como no pensé antes!
DIANA: ¿Qué, mi amor?
REYNALDO: ¡Al departamento de Cristal! Ayer peleamos, la saqué de mi casa, porqué en todo este tiempo ella y Aníbal me estaban poniendo el cuerno con desfachatéz. Incluso el niño puede que no sea mi hijo, pero no me importa. Así que ¡vamos al departamento de Cristal! ¡Allá debe de estar!
DIANA : ¡Vamos!
(Los dos salen corriendo.)


* * *
Departamento de Cristal.
Aníbal y Cristal están peleando. La ventana está abierta. El piso de Cristal está muy alto. El niño lloraba por los gritos.
ANIBAL : ¡Ya basta de insultarme que tú tampoco te creas muy salsa!
CRISTAL : ¿Con qué otra zorra te piensas largar y abandonarme?
ANIBAL : ¡A ti no te importa!
CRISTAL : ¡Fíjate que sí me importa! No parí este maldito engendro para criarlo sola! ¡Así que quieras o no nos fugamos juntos!
ANIBAL : ¡Cállate, que no eres quien para mandar y gobernar en mi vida!
(Cristal se acerca al balcón, mirando para abajo, después mira a Aníbal quien estaba adentro.)
CRISTAL : ¡Si me dejas, me mato! Y me llevo conmigo al maldito engendro!
ANIBAL : ¡Estás loca! ¡Mátate, pero al niño no le vas a hacer nada!
(Cristal se acerca a la barandilla del balcón mirando para abajo. Aníbal se acerca a ella mirando en vacío.)
CRISTAL : ¡Me lanzo! ¡Y vas a tener mi muerte sobre la conciencia!
ANIBAL : (se acerca a ella y le coge del brazo) ¡Deja de ser tan estúpida por una vez en tu vida!
CRISTAL : ¡Suéltame!
(Cristal se suelta del brazo de Aníbal, éste intenta agarrarla nuevamente, pero ella se cae por la barandilla directo al suelo. Cuando llega al suelo, queda inmóvil, con los ojos abiertos como platos, y la sangre saliendole de la cabeza. Cristal ha muerto, o por lo menos está en sus últimos momentos sin chance de salvación. Aníbal la mira aterrado desde arriba. Entra en la habitación asustado. La gente se junta alrededor del cadaver de Cristal.)
* * *
(Minutos después, vienen en el coche, frente al departamento de Cristal, Reynaldo y Diana. Ven mucha gente enfrente del edificio, y una ambulancia. Se bajan del coche y se acercan a la multitud de gente.)
REYNALDO : (se acerca, tratando de observar el cadaver de quien murió) ¿Qué pasó?
MUJER 1 : Una mujer cayó del 8 piso.
REYNALDO : (mira el cadaver y observa a Cristal) ¡No! (a Diana) ¡Es Cristal! ¡El niño! (cuando dijo eso se echó a correr dentro del edificio)
(Aníbal se lleva al niño y sale del edificio por la puerta de atrás. Reynaldo sube corriendo. Llega al departamento, ve la puerta abierta y entra. Pero ni rastro de su hijo. Diana sube atrás de él.)
REYNALDO : (golpeando en la pared) ¡Maldita sea!
DIANA: (lo abraza) Quizás no ella se llevó a tu hijo…
REYNALDO: ¡No! Estoy seguro que ella se lo llevó y quien sabe adónde se lo llevó.
DIANA : ¡Ya, tranquilo, verás que lo vamos a encontrar!
(Los dos se abrazan.)


Muerta


* * *
Segundo día. En la mañana.
Mansión Suarez.
Jardín.
Estrella está en el jardín, leyendo un libro, el libro que siempre le gustaba. Lorenzo sale al jardín, se acerca a ella y le ofrece una rosa.
LORENZO : ¡Una bella flor para otra flor! (dijo ofreciendole la rosa)
ESTRELLA : (toma la rosa en sus manos y le huele la aroma) ¡Gracías! Es muy bonita.
LORENZO : (sentandose a su lado) No más que tú. Y ¿qué lees? (dijo mientras miraba el libro)
ESTRELLA : ¡Ah, tonterías! (dijo mientras miraba tambien el libro y se sonrojaba) Ps leía unos poemas de amor.
LORENZO : ¿Recuerdas? Siempre te regalaba una flor… pero tú… ni caso me hacías… estabas muy enamorada de mi hermano.
ESTRELLA : Lo sé… (agachó la cabeza, evitando mirarlo) y fue el peor error de mi vida.
LORENZO : (le coge la cara haciendo que lo mire a los ojos) No… fue una experiencia más. Y eso nos sirvió a todos a darnos cuenta de las verdaderas intenciones de la personas. No tienes porqué culparte por algo que no dependió de ti y que además ocurrió en el pasado. Mejor vamos a vivir el presente que eso es lo que cuenta. Yo siempre te amé y aún te amo. No hubo un día sin que yo dejára de pensar en ti. Solo se que mi hermano no puede amar a una mujer. Solo se burla de ellas dejandolas abandonadas. Y siento mucho que tú hayas sido una víctima más que cayó ante sus encantos.
ESTRELLA : ¡Tienes razón! (se seca las lágrimas y lo mira a los ojos) Sabes… ya quiero empezar nuevamente a ser felíz. Y con quien más que contigo. Los dos tenemos algo en común : a los dos César nos desgració la vida.
LORENZO : (suspira) ¡No digas eso! A mí nadie me obligó a beber. Lo hize porqué quize, y ahora me doy cuenta que hize mal. Tenía que haber luchado por lo que es mío. Como ahora, que le doy muchas gracías a tu hijo. Si no fuera por él, César núnca me daría lo que es mío.
ESTRELLA : (sonríe) Mi hijo es muy bueno. Le doy gracías a Dios por haberlo recuperado. César me lo robó de mis brazos recién nacido, pero núnca logró corromperlo con sus mentiras. A veces no me gusta que sufra tanto. Y más ahora, con la muerte de esa muchacha.
LORENZO : ¡Como me gustaría poder hacerles felices a los dos! ¿Aceptas mi invitación a cenar esta noche? Descubrí un local que recíen abrió y tiene muy buena comida. (se lo dijo sonriendo y emocionado esperando una respuesta positiva)
ESTRELLA : (lo mira a los ojos notando la alegría y el entusiasmo que hace años lo vió en el rostro de Lorenzo y aceptó) ¡Sí, acepto! (rísas) Hasta parece una pedida de mano jejeje.
(Lorenzo también reía ante la última afirmación que Estrella dijo. César los estaba mirando desde adentro de la casa, con furia y rabia. No podía aceptar que el culpable de todo esto éra su propio hijo. Que su propio hijo haya metido a esa ‘’escoria de hombre’’ como acostumbraba decirle a su hermano Lorenzo, a su casa.)



* * *
(De él se acerca Saúl y le toca el hombro.)
SAUL : ¿Qué pasa, papá? ¿Celoso?
CÉSAR : (voltea y lo mira a los ojos) ¡Tú cállate, traidor! Todo esto (enseña afuera, al jardín, hacía Lorenzo y Estrella) pasa por tu culpa! ¡Por tu maldita culpa! ¿Para qué trajiste a este borracho a mi casa? ¿Para humillarme? ¿Para ponerme en ridículo con la servidumbre? ¿Para qué? ¿Cuál es tu jueguito?
SAUL : (veía a su padre y reía por su reacción) Jajaja… estás celoso no lo niegues!
CÉSAR : (sigue con lo suyo, más que furioso) ¡Que no estoy celoso! ¿Cómo quieres que tenga celos de esa escoria de hombre? ¡Son tal para cual! ¡El borracho y la loca!
SAUL : (enfurrece cuando oye a su padre ofender a su madre) ¡No te atrevas a ofender a mi mamá! ¿Ok? (no podía reaccionar de ninguna manera ya que César es su padre)
CÉSAR : (furioso) ¡Todavia no me dijiste cual es tu juego! ¿Para qué trajiste al borracho a mi casa?
SAUL : ¡No es ningún juego, papá! Simplemente cumplí el último deseo de mi hermano Marcos.
CÉSAR : ¡Ahh! Así que Marcos tuvo la estúpida idea de encontrar al borracho… Ustedes no saben cuanto esfuerzo me costó levantar de la ruina todo esto. Todo lo que invertí en esto y en los negocios. Si dejaba todo como éra, se había ido todo al diablo hace mucho. Y ¿para qué? ¿Para que ahora le devuelva todo al borracho? ¡No, gracías! ¡Prefiero la muerte! ¡Nadie me va a quitar nada! ¡Antes prefiero la muerte!
SAUL : (miraba a su padre) ¡No digas eso, papá! Aquí nadie te desea la muerte! Pero es lo justo! Aunque tú también tienes razón. Tú solo hayas invertido mucho en esta casa y en los negocios y eso me consta!
CÉSAR : ¿Entonces?
SAUL : Pero también me parece justo que tu hermano y tú sean los dueños de todo esto.
CÉSAR : ¡No! ¡Ya te dije! Antes de compartir el negocio prefiero mil veces la muerte!
SAUL : ¡No, papá, no digas eso! ¡No voy aceptar que te mueras!
CÉSAR : Si fueras un buen hijo no me habrías traído al borracho a mi casa!
SAUL : (se la corta) ¡No, papá! Si tú fueras un buen padre no hubieras dejado que el pobre de mi tío viva en esa misería dónde lo encontré. Y ahorita con permiso! ¡Tengo algunas cosas pendientes!
(Saúl se retira. César se acerca al bar a echarse una copa de whisky.)
CÉSAR : ¡Maldita sea! ¡No me queda más remedio que eso!


* * *
Mansión Suarez.
Aníbal se baja del coche. En sus brazos tenía un bulto. Allí metió al niño. No éra tan estúpido para entrar en la mansión por la puerta principal así que va por la puerta que llevaba a la cocina. Allá se encuentra con la sirvienta, quien le pregunta que trae allí. Aníbal saca un fajete de dólares y se lo da.
ANIBAL : ¡Toma! (le da el dinero) Con la condición de callarte y no decirle a nadie! ¡Encargate de él! (le da el bulto) ¡Cuidado, bruta, es un bebé!
SIRVIENTA : (coge el bulto con cuidado) ¿Un bebé?? ¿De quién es el bebé?
ANIBAL : ¡Eso no te importa, estúpida! ¡Tú solo encargate del escuincle! O sino dime para botarte de la casa!
SIRVIENTA : Está bien, patrón, yo me encargo.
(La sirvienta se lleva el niño y Aníbal va para su cuarto.)

* * *
Bosque, cerca de la mansión.
Antonio decide ir al bosque y al mismo lago dónde le pareció escuchar la voz de su corazoncito. Una imprudencia de su parte ya que no puede ver. Trae con él el bastón que lo ayuda. Caminando, no ve y se tropieza con una piedra y cae. Segundos después, no se deja derrumbar y sigue su camino. Tan fuerte es el amor que siente por Sofía que está dispuesto a buscarla hasta debajo de las piedras.

* * *
Departamento de Susana.
Susana está sentada en el sofá, viendo el primer capítulo de ‘’El Amor de mi Vida’’, y tomando una copa. Ve como la policía atrapa a Antonio (el de ‘’El amor de mi vida’’) en el aeropuerto llevandolo a la cárcel. Cuando, empieza a sentirse mal. Se tapa la boca, se levanta y corre al baño.

* * *
Bosque.
En una cabaña, vive Melva (Alma Delfina) , una bruja, pero buena mujer. Ella fue quien ayudó a Sofía cuando tuvo el accidente. Solamente que Sofía perdió la memoria y Melva no sabe quien es ella, así que le dijo Caracol.

Actuación especial:
Alma Delfina como Melva


Afuera de la cabaña, Sofía salió para caminar y encontrar unas hierbas que le son necesarias a Melva. Antonio camina con la ayuda del bastón y se acerca a la cabaña. Melva sale en la puerta de la cabaña y se dirige a Sofía.
MELVA: ¡Caracol! ¡No te olvides de las hierbas que te dije!
CARACOL: (le grita desde lejos) ¡No, Melva, no!
(Es entonces cuando Antonio se da cuenta que Caracol es en realidad Sofía.)
ANTONIO: (felíz) ¡Noo! ¡Sí es ella! ¡Es mi corazoncito!
(Antonio va hacia adonde se escuchó aquella señora Melva y se acerca a ella. Ella ve que un forastero se acerca a ella y se queda esperando a ver lo que quiere.)
MELVA: ¿Qué está haciendo aquí?
ANTONIO: (felíz) ¡Buenos días! Este... (emocionado) ¿quién es la chica cuya voz se escuchó hace rato?
MELVA: (directa, miente) ¡Es mi sobrina! ¿Por qué le interesa?
ANTONIO: (perdiendo la esperanza) ¡No lo creo! Creo que es alguien que yo conozco. Es más, estoy seguro que se trata de mi esposa.
MELVA: No se de que me habla, señor.
ANTONIO: ¡Por favor! (mirandola suplicante) ¡Ayudeme!
MELVA: (se compadece de él) Está bien, le voy ayudar. ¡Pase!
(Antonio entra siguiendo a Melva. Melva, como éra bruja, ya se dió cuenta que Antonio estaba ciego.)

* * *
Hospital.
Susana va al hospital hacerse una prueba de embarazo. Después de varios minutos sale el médico con el resultado. En el consultorio del doctor, Susana está sentada en el sillón frente al médico. El médico leía el resultado.
SUSANA: (impaciente) ¿Qué pasó, doctor? ¿Qué tengo? Lo estoy ¿verdad?
MÉDICO: (sonrie) ¡Alégrese usted! ¡Sí está embarazada!
SUSANA: (felíz, tocandose el vientre) ¡Gracías, doctor! Y ¿cuánto tengo de embarazo, doctor?
MÉDICO: Apenas unas semanas.
SUSANA: (sonrie aliviada sabiendo que el niño es de Saúl) ¡Gracías, doctor!
(Susana se va felíz y con una copia de los estudios. El médico queda felíz.)


* * *
Bosque.
Cabaña de Melva.
Sofía regresa con unas hierbas mientras que Melva platicaba con Antonio. Se asombra al ver al hombre que la estaba mirando en el lago mientras se quiería bañar.
CARACOL: (asombrada) ¿Usted aquí? Me está siguiendo o ¿qué?
MELVA: ¡Tranquila, hija, escúchalo! Tiene algo muy importante que decirte sobre lo que te ocurrió, mi hija!
(Caracol se queda sin decir nada. La atormentaba demasiado el pensamiento de que no sabía nada de su pasado. Se sienta en un sillón, tocandose el vientre. Antonio estaba más que felíz.)
ANTONIO: ¡Mi amor! ¡Mi corazoncito! ¡Estás viva!
(Caracol está sin decir nada. Estaba confundida. Antonio le cuenta todo lo que pasó. Melva está escuchando mientras preparaba una infusión de té que está bueno para las mujeres embarazadas.)


* * *
De noche.
En un restaurante.
Lorenzo y Estrella estaban cenando a un lugar exquisito. Ambos vestían ropa elegante. Lorenzo lucía su mejor traje. Estrella tenía un vestido negro, de seda, muy elegante. Ambos estaban sentados en una mesa con velas, champan, luz ni tan fuerte, ni tampoco mucha oscuridad. Como background músical, los violines tocaban una canción romántica.
ESTRELLA: ¡Todo esto es maravilloso, Lorenzo!
LORENZO: ¡Lo hize por ti! Para que estés contenta! Y aún no te dí la gran sorpresa!
ESTRELLA: (curiosa) ¿Qué sorpresa? Ya me tienes impaciente jeje.
LORENZO: Ps... temo que esta vez tendrás que esperar un poquito jeje.
(Lorenzo le hace una seña al mesero para que venga con el primer platillo. El mesero viene con una bandeja donde había un plato cubierto. El mesero pone el plato así cubierto como está delante de Estrella. Coge la cosa que lo cubría y deja ver una muy bonita ensalada decorada con legumbres y frutas, pero que también en el centro, rodeada de la ensalada, había allí un anillo muy bonito. Estrella se sorprende.)
ESTRELLA: Lorenzo...
LORENZO: (coge el anillo entre sus dedos para ponerselo; emocionado) ¿Aceptas casarte conmigo?
ESTRELLA: (sorprendida, pero a la vez felíz) Síí, acepto.
(Los dos se abrazan y se besan.)



* * *
Segundo día.
En la mañana.
Mansión Suarez.
Todo el mundo está desayunando. Estrella estaba al lado de Lorenzo, admirandose el anillo. Ambos están felices. César nota su felicidad y está celoso. Doña Victoria está a su lado.
CÉSAR: Se puede saber ¿a qué se debe tanta felicidad?
ESTRELLA: ¿Qué? ¿Te molesta tanta felicidad? Ps fíjate que estamos felices!
(Estrella besa a Lorenzo frente a César.)
CÉSAR: Por lo menos ten un poco de decencia ya que estás frente a tu hijo!
SAUL: ¡No te preocupes por mí, papá! Que yo estoy felíz si mi mamá está felíz.
CÉSAR: No cabe duda que no eres un digno hijo mío. Rafael éra más hijo mío que tú.
SAUL: (se entristece) Ps lo siento mucho que pienses eso, papá!
LORENZO: ¡Ya! Ps para alegrar más los ánimos, les quiero contar que Estrella y yo nos comprometimos y nos vamos a casar!
(Lorenzo abraza a Estrella y le da un beso. Al oír eso, César se atraganta con la comida.)
CÉSAR: ¿¿QUE?? ¿Cómo que te vas a casar?
SAUL: (se levanta para abrazar a su mamá y a su tío) ¡Felicidades, mamá! Estoy seguro que el tío te va a hacer más felíz que (mira a César) ciertos personajes de aquí!
CÉSAR: ¿Qué estás insinuando, hijo?
SAUL: ¿Yo? ¡Nada!
ANIBAL: (comiendo) Ps a mí no me parece digno de una mujer decente casarse con el hermano del padre de su hijo. Me parece de... ¿zorras?
(En ese momento, Saúl enfurece, lo coge del cuello y le tira un puño en la naríz. Aníbal se cae al suelo, tocandose la naríz que le estaba sangrando.)
SAUL: ¡Jamás vuelvas a ofender a mi madre, imbécil!
ANIBAL: (mirandolo con odio) ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte, desgraciado! Esta no te la voy a perdonar, bastardo!
SAUL: (furioso) ¿Quieres más? Porqué te doy más, pedazo de imbécil!
LORENZO: ¡Ya basta! ¡Calmense!
ANIBAL: Yo estoy calmado. Él que empezó fue este desgraciado!
ESTRELLA: ¡Basta ya!
(Los dos se calman. Todos vuelven a comer. La atmosfera bastante tensa.)



* * *
Horas después.
Al mediodía.
Departamento de Susana.
Saúl viene a visitar a su prometida. Ella le abra vestida muy sexy. Él entra, la coge por la cintura y le besa.
SUSANA: (entre besos) Mmm... ¡mi amor! (beso) Te tengo una sorpresa! (beso)
SAUL: (para y la mira) Mmm... ¿qué sorpresa? (besandole el cuello)
SUSANA: (mientras le acarisia la cabeza) ¡Vas a ser papá!
SAUL: (para y la mira) ¿Qué? (sorprendido)
SUSANA: ¡Vamos a ser papás, mi amor! ¿No estás felíz?
(Saúl se queda pensando, recordando algo, se sienta despasito en el sofá.)
SAUL: (recuerda la escena del cementerio) ANTONIO: (llora) Te llevaste contigo mi corazón… pero también te llevaste nuestro tesorito… que aunque no éra mío, lo quiero como si lo fuera. ¡Dale un beso de mi parte a nuestro tesorito! (llora)
(En ese momento se acerca Saúl con el ramo de rosas blancas en sus brazos.)
SAUL : ¿De qué tesoro estás hablando?
SUSANA: (se sienta a su lado abrazandolo) ¿Qué pasa, mi amor? ¿No estás contento?
SAUL: No es eso... cláro que estoy contento! (suspira) Solamente recordé algo.
SUSANA: {Pensamiento: Seguramente recordaba a esa muerta de hambre! Pero que bueno que ya está muerta!} ¡Ya, mi amor, tranquilo! (lo abraza y le da besos por el cuello)
SAUL: Está bien... me haces muy felíz, mi amor!
(Saúl besa a Susana. Le acarisia el vientre dandole besos.)

* * *
Mansión Suarez.
César se encerró en la biblioteca. Estaba sentado en el sillón del escritorio, triste y abatido. No quiería que nadie lo molestára. Estos días se comportó demasiado extraño. Abre un folder, firma unos papeles que estaban dentro y vuelve a cerrar el folder. Después, abre el cajón derecho del escritorio y saca un arma despasito. No estaba decidido en si sacarlo o no. Recuerda la escena del desayuno de la mañana y se decide en sacarlo. También recuerda la muerte de su hijo Marcos, la muerte de Rafael, como también la escena del desayuno de la mañana.
(Todo el mundo entra porqué oyeron el grito.)
CÉSAR: ¿Qué pasó? ¡Mi hijo!
(César, Estrella y la sirvienta vieron muerto a Marcos.)
CÉSAR : ¡NOOOOOOOO!!!
(Llorando, César se acerca a Marcos y lo abraza. Saúl dejó a su hermano en la cama y se levantó para ir a abrazar a Estrella.)
SAUL : ¡Estrella! (llorando, la abraza fuertemente) ¡Mamá! (lo dijo entre llanto y César, por el dolor, no oyó)
ESTRELLA : (emocionada) Hijo… (se abrazan los dos fuertemente, llorando y como recuperando el tiempo perdido)
CÉSAR : Hijo ¿por queeeeeeeee?? ¡NOOOOO!!!
(César abraza el cuerpo de Marcos llorando y llorando hasta secarsele las lágrimas. Pasa su mano por los ojos de Marcos.)
CÉSAR : (llorando y llorando) ¡Dios mío!!! ¿Por qué no me llevaste a mí?? ¿Por qué?? Por qué?? ¡Maldita sea!!!
(César llora y llora mares de lágrimas. Estrella se acerca a la sirvienta.)

(Vuelve a recordar la muerte de Rafael, su hombre de confianza.)
CONDUCTORA : En la tarde, en el centro de la Ciudad de México, tuvo lugar el asalto de un banco. Hubo varios muertos, entre ellos Rafael Peréz, un hombre que durante mucho tiempo fue buscado por la policía. Y cosa del destino, murió en manos de la policía.
CÉSAR : ¿QUE? ¿Cómo mierda te dejaste matar, imbécil?

(Vuelve a recordar la escena del desayuno en la mañana.)
LORENZO: ¡Ya! Ps para alegrar más los ánimos, les quiero contar que Estrella y yo nos comprometimos y nos vamos a casar!
(Lorenzo abraza a Estrella y le da un beso. Al oír eso, César se atraganta con la comida.)
CÉSAR: ¿¿QUE?? ¿Cómo que te vas a casar?
SAUL: (se levanta para abrazar a su mamá y a su tío) ¡Felicidades, mamá! Estoy seguro que el tío te va a hacer más felíz que (mira a César) ciertos personajes de aquí!

(Mientras recordaba tenía la mano con la pistola en la cabeza. Estaba decidido en quitarse la vida. Se encerró en el despacho para que nadie lo molestára. Minutos después respira hondo y presiona el gatillo. En ese momento se escucha un disparo y el cuerpo de César cae inerto en el sillón, con rastros de sangre a su alrededor. Afuera, las aves volaban intranquilas haciendo ruido.)

Muerto