Capitulo 33: La muerte de Marcos

SAUL : Mmm… ¡que guapa te vez hoy! (la coge por la cintura y le da dos besos)
(Susana le corresponde.)
SUSANA : ¡Ven sientate!
(Saúl se sienta al sofá.)
SUSANA : ¿Te sirvo un trago?
SAUL : ¡Cláro, gracías!
(Susana va al bar a echar whisky en unas copas. Camina sexy, moviendo las caderas. Saúl no puede dejar de mirarla.)
SUSANA : Mmm… ¿y qué te hizo venir a verme?
(Susana termina de echar en las copas, coge las copas y se acerca a él caminando sexy, moviendo las caderas.)
SUSANA : ¡Toma, cielo!
SAUL : ¡Gracías! (la mira; bebe un poco) Ps simplemente quiería relajarme un rato y que manera más buena que platicar contigo!
SUSANA : (se sienta a su lado) Mmm… ¿solamente platicar? (sonríe pícaramente y se le acerca)
SAUL : (ante una mujer tan sexy no puede decir que no) Ps sí… ¿qué otra cosa más podemos hacer?
SUSANA : No sé… por ejemplo ¡esto! (se acerca más a él y lo besa apasionadamente)
(Saúl le corresponde al beso calentandose más al tener a una mujer tan sexy a su lado.)
SAUL : Mmm… (no puede decir nada; sigue savoreando sus besos)
SUSANA : Mmm… (entre besos; le susurra) ¡me vuelves loca!
(Susana sigue besandolo más intenso mientras se deja en el sofá, acostandolo encima de ella. Le acarisia las pompas por encima del pantalón. Saúl se desgarra todo, pero recuerda que tiene novia.)
SAUL : (se separa de ella) ¡Perdoname! Esto no debe pasar. Eres muy guapa, me atraes, pero yo ya tengo novia. ¡Perdón!


SUSANA: (siente que hierbe de coraje, pero se propuso estar calma) (se acomoda nuevamente a su lado) ¡No es necesario que ella se entere! Podemos pasarla muy bien un rato tú y yo! (va a servirse otro trago) ¿Quieres más?
SAUL : ¡Sí, gracías! Ps de poder si podemos, pero no quiero vivir con un sentimiento de culpa y ocultarle la verdad a Sofía. Aunque teniendo a mi lado a una mujer tan sexy como tú no me puedo contener.
SUSANA: (regresa con las copas, le pasa su copa a Saúl) ¡No te contengas, cielo! (pasa detras de él dandole un masaje en los hombros) Solamente ¡relajate y disfrutalo!
(Saúl toma un poco, deja la copa y se relaja dejando su cabeza hacia atrás. No puede contenerse más ante los magnificos encantos de Susana. En su mente sabe que no debe y no quiere engañar a Sofía, pero su deseo de poseer a Susana es más grande. Quiere hacerla suya a como dé lugar.)
SAUL : (coge las manos de Susana y hace que ella se le siente en sus brazos) ¡Ven! (la asienta en sus brazos) ¡Ya no puedo más! ¡Me vuelves completamente loco! (la besa apasionadamente)
SUSANA : (lo sigue besando con la misma intensidad) ¡Ven! (se levante de sus brazos, lo coge de la mano y lo abraza) (lo sigue besando y lo lleva hasta su recámara)
(Saúl se va detrás de ella, calentado demasiado.)



* * *
Mansión Suarez.
En la habitación de Marcos se enfoca a Marcos dormido en la cama.Parecía dormido.

* * *
Departamento de Susana.
En la habitación de Susana. Entra Susana con Saúl. Lo empuja sensualmente en la cama. Él se queda observando su belleza que le volvía loco.

SUSANA : Mmm… ¡ya verás lo que te volverá más loco aún, cielo!
(Susana se desnuda sensualmente, mientras que Saúl la mira con lujuría. Se queda en ese bikini tan sexy tipo tigresa. Al verla, Saúl ya tenía esa cosa parada.)
SAUL : Mmm… ¡con ese bikini me vuelves completamente loco! ¡Ven aca!

-Canción : Fiera (la canción de Paola) – Acorralada-

(Saúl se levanta a medias y la jala de la mano haciendo que cae encima de él. Los dos se besan con una gran pasión e intensidad. Saúl ya cayó en las garras de Susana. Se de la vuelta encima de ella y la sigue besando mientras se quita la camisa. Ella lo ayuda a terminar de quitarse la camisa y se la tira por allí. Baja sus manos y le quita el pantalón tirandoselo por allí. Voltea encima de él rodeando sus caderas con sus piernas. Él ya está muerto de placer, y aún que el acto no empezó. Ella, estando encima de él, empieza besarle por el pecho mientras sus manos bajan a su cosa jugando con ella. Él le acarisia las pompas apretandoselas sensualmente. Los dos están cubiertos por una sábana. Ambos hacen el amor salvajemente olvidandose de todo y de todos. Después de tener sexo casi toda la noche, Saúl se duerme, Susana está dormida abrazada a él. Antes de quedarse a dormir, Susana lo mira dormir y le da un beso en el pecho. Se queda mirando en dirección adónde puso la cámara que los grabó en sus momentos más íntimos, les tomó fotografías de todo tipo y en todas las posiciones y sonríe felíz. Se queda mirandolo.)
SUSANA : {Pensamiento : Cuando esa muerta de hambre verá estas fotos lo va a dejar en un instante! Sé como son de orgullosas esas estúpidas! Y entonces serás completamente mío!}
(Susana lo mira sonriendo, le da otro beso en el pecho y se acuesta en su pecho.)



* * *
En la mañana.
Mansión Suarez.
Don César ya despertó y está en el comedor leyendo el periódico. La sirvienta viene a servir el desayuno. Aparece Estrella.
SIRVIENTA : ¡Buenos días, señor! ¿Le sirvo el desayuno?
CÉSAR : ¡Buenos días! Sí, cláro. ¿Y mis hijos?
ESTRELLA : Marcos todavia no despertó y Saúl no durmió en casa.
CÉSAR: ¿Cómo que no durmió en casa? (despasito) Seguramente se quedó con esa muerta de hambre que le gusta… (a la sirvienta) Y a Marcos llevale el desayuno a su cuarto! Con su enfermedad es mejor que no haga esfuerzos en bajar a desayunar.
SIRVIENTA : Está bien, señor. (se va)
ESTRELLA : (a la sirvienta) ¡Un momento! ¡Prepara el desayuno que yo se lo llevo!
SIRVIENTA : Está bien, señora. (se retira)
CÉSAR : (a Estrella; sin levantar la mirada del periódico) Hasta te dice ‘señora’…
ESTRELLA : (sentandose en la mesa) Puedes decir lo que te venga en gana de mí, hace rato que no me siento ofendida.
CÉSAR : Te haces la digna por vivir en esta casa, pero no eres más que una cabaretera! Solamente quize tener un momento de placer contigo y me até en la cabeza para toda la vida contigo.
ESTRELLA : ¡Ya te dije! Me llevo a mi hijo y jamás sabrás nada de nosotros.
CÉSAR : ¡Ni se te ocurra! (dejo el periódico y se levantó) ¡Tú no te vas a llevar a mis hijos!
ESTRELLA : Entonces acostumbrate a mi presencia porqué yo de Saúl no me pienso separar. ¿Cómo vez?
(Estrella se levanta.)
ESTRELLA : ¡Y con permiso! Me voy a llevarle el desayuno a Marcos!
(Estrella se va.)
CÉSAR : (cuando ya quedó solo) ¡Maldita!



* * *
Mansión Díaz-Castro.
En el comedor.
En el comedor estaban Gabriel y Chantal, Reynaldo y Cristal, Aníbal y Doña Victoria. Todos estaban desayunando.
REYNALDO : Así que hoy se vayan, hermano? ¡Os acompaño al aeropuerto!
CRISTAL : ¡Os acompañamos! (acarisia a Reynaldo) Yo también iré, mi amor. Es mi hermana y quiero acompañarla.
REYNALDO : ¡Perfecto! Entonces acompañalos tú! Yo voy a la compañía que tengo muchas cosas que hacer.
GABRIEL : ¡No es necesario, hermano! El vuelo sale a la hora del almuerzo y tenemos que estar dos horas antes. No tienes porqué tomarte todo el día libre.
REYNALDO : ¡Igualmente preferiría acompañarlos!
CHANTAL: ¡Yo preferiría que mi hermana y mi cuñado nos acompañáran!
GABRIEL: ¡Como tú quieras, belleza! Como quieras, hermano!
DOÑA VICTORIA : Ya que están a punto de irse, quisiera darles una noticia.
GABRIEL : (la mira) ¿Qué noticia, querida madrastra?
DOÑA VICTORIA : Decidí darme una nueva oportunidad en el amor. Y voy a aceptar la propuesta de mudarme en la mansión de César Suarez Gonzalez.
REYNALDO : ¿¿Qué??
ANIBAL : ¡Ya te dije, mamá! ¡Felicidades! Yo sí te apoyo porqué te lo mereces.
GABRIEL : ¡Haz lo que quieras! (sigue comiendo)
CRISTAL : ¡Que bueno, suegra!
CHANTAL : A mí también me parece muy bien.
GABRIEL : (a Chantal) Mejor come, belleza! Con la boca cerrada te ves mejor.
(Chantal lo mira mal y vuelve a comer.)
DOÑA VICTORIA : (a Cristal) ¡Muchísimas gracías, mi hija! (a Aníbal) ¡Gracías, mi amor! Sé que solo ustedes dos me apoyan.
REYNALDO : Si te parece que a tu edad te puedes enamorar tan fácilmente, y olvidaste tan rápido a mi padre, no hay más que decir. A mí simplemente, no es mi problema lo que hagas o dejes de hacer. (tomando del jugo) ¡Buen provecho! (se levanta) Pero yo ya tengo que irme!
(Reynaldo se va.)
CRISTAL : ¡Mi amor! (se dió cuenta que quedó sola) … (suspira)



* * *
Mansión Suarez.
Habitación de Marcos.
Estrella entra en la habitación de Marcos con la bandeja con el desayuno.
ESTRELLA : ¡Marcos! ¡Ya es hora de levantarse!
(Estrella deja la bandeja en una mesa y va a jalar las cortinas. Después de jalarlas, se acerca.)
ESTRELLA : ¡Marcos!
(Estrella le revisa el pulso y ve que tiene el pulso muy bajo, casi ni se le siente. Grita.)
ESTRELLA : ¡CÉSAR!!! ¡CÉSAR!!!
(En ese momento vienen corriendo la sirvienta y César.)
CÉSAR : ¿Qué pasó que estás gritando?
SIRVIENTA : ¿Qué pasa, señora?
ESTRELLA : ¡Marcos! Marcos, creo que ya está muerto!
CÉSAR : ¿¿Qué?? (se agacha con su hijo y se sienta a su lado) ¡Hijo! (le revisa el pulso; a la sirvienta) ¡Llama al médico con urgencia!!!
SIRVIENTA : Sí, señor.
(La sirvienta se va.)

* * *
Departamento de Susana.
En el dormitorio.
Saúl estaba dormido. Susana ya se había levantado de su lado y fue al baño a ducharse. Salió de la ducha y tenía una toalla alrededor suyo que le cubría también los grandes senos. Se sienta nuevamente en la cama a su lado.
SAUL : Mmm… (despierta) ¿qué hora es? (se ve desnudo en cama ajena) ¿Qué hago aquí? (se toca la cabeza) ¡Ahh!
SUSANA : Anoche estuvimos tomando y platicando bastante. Te quedaste a dormir conmigo. ¿No lo recuerdas?
SAUL : Cláro… lo único que recuerdo es que tengo que irme rápidamente para mi casa. (se levanta) ¡Voy al baño!
SUSANA : Cláro.
(Saúl entra al baño. Susana se queda en la cama acarisiandose toda.)
SUSANA : Mmm… ¡que rico lo pasamos, mi amor!
(Susana ve su camisa en el suelo. Se levanta, coge un labial suyo e impregna el cuello de la camisa dejando huellas de labial.)
SUSANA : ¡Perfecto! (sonríe)

* * *
Mansión Suarez.
Habitación de Marcos.
El médico ya subió y revisó a Marcos.
MEDICO : ¡Ya le falta muy poco! (suspira) ¡Lo siento mucho, de verdad!
MARCOS: Doctor… ¡quiero ver a mi hermano!
CÉSAR: ¡Voy a llamar a Saúl a ver dónde anda! Su hermano se está muriendo y él quien sabe dónde está.
(César sale de la habitación.)

* * *
Departamento de Susana.
En su habitación, Saúl ya salió del baño y se viste.
SUSANA : Mi amor, ¿nos seguiremos viendo?
SAUL: Cláro que sí. Pero de esto no tiene porqué saberlo Sofía porqué allí sí me mata. Esto no tuvo que pasar. Podemos quedar siendo amigos.
SUSANA: Cláro, ¡no te preocupes!
SAUL : ¡Ya me voy! Nos vemos más tarde. Yo te llamo.
SUSANA : Está bien, mi amor.
(Los dos se besan. Saúl se va.)

* * *
En el coche enfrente del edificio de Susana.
Saúl prende su célular.
SAUL : ¡Pff! ¡Cuantas llamadas perdidas! De la casa… ¿qué habrá pasado?
(Suena nuevamente el célular.)
SAUL : Bueno?!
CÉSAR : ¿Dónde andas?
SAUL : Papá?! Ps… pase la noche con un amigo.
CÉSAR : Un amigo o… ¿una amiga?
SAUL : Ya, papá! Dime… ¿qué pasó?
CÉSAR : ¡Muevete para la casa! Tu hermano se está muriendo y quiere hablar contigo!
SAUL : ¡Ya voy, papá!
(Saúl cuelga y se va.)



* * *
Mansión Díaz-Castro.
En la habitación de Doña Victoria.
Doña Victoria estaba en su habitación. Sacó del closet una maleta y empezó a empacar sus cosas. Aníbal entra y la ve.
ANIBAL : ¿Qué haces con eso, mamá? ¿A dónde vas?
DOÑA VICTORIA : Hijo… ayer no te lo dije, pero…

ANIBAL : ¿Qué pasa, mamá?
DOÑA VICTORIA : Ya que tu hermanastro Gabriel y su esposa se van del país, para que nosotros no quedemos solos, ¿por qué no nos mudamos los dos en la mansión de tu padre?
ANIBAL : ¿De verdad, mamá? (felíz) Pero… ¿él lo sabe? ¿Nos acepta?
DOÑA VICTORIA: Cláro que nos acepta, mi amor. Si él mismo me lo propuso ayer.
ANIBAL : Entonces vamos, mamá! Voy a preparar mi maleta también.
DOÑA VICTORIA : Está bien, mi amor.
(Aníbal se va. Doña Victoria sigue empacando.)

* * *
Mansión Suarez.
Habitación de Marcos.
Saúl viene corriendo y entra en la habitación.
SAUL : ¡Hermano! ¿Qué pasó? ¿Qué tienes?
MARCOS : (lo ve) Ya me voy a morir… solamente… te quiería decir algo.
SAUL : Cláro, ¡dime!
MARCOS: A solas…
CÉSAR: (a los demas) ¡Vamos un momento afuera!
(Todos salen afuera dejando a Saúl con Marcos.)
SAUL : Ahora sí… ¡dime!
MARCOS : (respira) Busca… busca a… Lorenzo… Lorenzo Suarez.
SAUL : ¿Para qué? ¿Quién es?
MARCOS : Búscalo! Tú solo búscalo! El… el es… el único que sabe… el secreto de… la familia!
SAUL : Está bien, hermano, te juro que lo voy a buscar! ¡Te lo juro!
(Saúl le coge la mano a Marcos y se la besa.)
MARCOS : ¡Y júrame! ¡Júrame que núnca te vas a separar de Sofía! ¡Luchen por su amor!

SAUL : ¡Te lo juro, hermano!
(Saúl bota unas lágrimas. Abraza a su hermano.)
MARCOS: ¡Prometeme que… vas a cuidar al viejo! (respira) Y… vas a querer mucho a tu mamá!
SAUL : ¡Tranquilo, hermano!
MARCOS : ¡Prometemelo! Estrella… (respira) se merece todo el amor de su hijo!
SAUL : (lo mira) ¿Qué? Estrella…
MARCOS : (respira) Sí… Estrella es… tu verdadera mamá… (respira) ¡Quierela mucho… y no la odies! ¡Prometemelo!
(Marcos respira hondo, hace los ojos grandes y se queda inmóvil. Ha muerto.)
SAUL : (llorando) ¡Hermano!!! (lo abraza fuertemente) ¡Te lo juro! Te juro que no le voy a guardar rencor… (llorando más) ¡te lo juro! (llorando más y más abrazandose al cuerpo de su hermano) ¡Noooooooooooo!!!

(Todo el mundo entra porqué oyeron el grito.)
CÉSAR: ¿Qué pasó? ¡Mi hijo!
(César, Estrella y la sirvienta vieron muerto a Marcos.)
CÉSAR : ¡NOOOOOOOO!!!
(Llorando, César se acerca a Marcos y lo abraza. Saúl dejó a su hermano en la cama y se levantó para ir a abrazar a Estrella.)
SAUL : ¡Estrella! (llorando, la abraza fuertemente) ¡Mamá! (lo dijo entre llanto y César, por el dolor, no oyó)
ESTRELLA : (emocionada) Hijo… (se abrazan los dos fuertemente, llorando y como recuperando el tiempo perdido)
CÉSAR : Hijo ¿por queeeeeeeee?? ¡NOOOOO!!!
(César abraza el cuerpo de Marcos llorando y llorando hasta secarsele las lágrimas. Pasa su mano por los ojos de Marcos.)
CÉSAR : (llorando y llorando) ¡Dios mío!!! ¿Por qué no me llevaste a mí?? ¿Por qué?? Por qué?? ¡Maldita sea!!!
(César llora y llora mares de lágrimas. Estrella se acerca a la sirvienta.)
ESTRELLA : ¡Traele unos calmantes, porfavor!
SIRVIENTA : (con lágrimas) Si, señora.
(La sirvienta se va.)
ESTRELLA : (le toca el hombro a César) César… ¡ya! Vamos a llamar para que le arreglen el cuerpo para velarlo!
CÉSAR : ¡Noo!!! De mi hijo no me pienso separar!
SAUL: ¡Papá! Estrella tiene razón. Tenemos que resignarnos! (a Estrella) Voy a hablar a la funeraria!
ESTRELLA : Cláro, hijo…
(Saúl se va.)
ESTRELLA : Sé que es muy duro, César, pero quiero que sepas que estoy contigo!
CÉSAR : ¡Dejame solo con mi hijo!
ESTRELLA : Está bien…
(Estrella se va.)
CÉSAR : (llorando más y más) ¡Noooooooooo!!! ¿Por qué, Dios? ¿Por qué? (mirando una imagen de la Virgen que estaba en la pared) ¡Tú no existes! Me castigaste de la peor manera y esto no te lo voy a perdonar!



* * *
En la noche.
Mansión Suarez.
Todos estaban en el salón. En el centro estaba el ataud de Marcos. Las velas estaban prendidas alrededor del ataud. Todos vestían de luto. César estaba el más afectado, ya que se trataba de su hijo. Estrella estaba encargandose de los invitados. El mundo llegaba a presentarles el pésame. Saúl estaba con su padre. Rafael parece sentir el dolor de su patrón y se quedó encerrado en su chalet, viendo televisión, alejado del dolor de la familia.
En la mansión entran Doña Victoria y Aníbal. Doña Victoria se acerca a César tratando de consolarlo. César abraza fuertemente a Victoria. Saúl mira hacia la entrada y ve a Aníbal. Se acerca furioso.
SAUL : Tú ¿qué mierda haces aquí?
ANIBAL : ¡Tranquilo! Tú no me conoces, yo no te conozco, así que no entiendo tu actitud.
SAUL: ¿No la entiendes? ¿No la entiendes ah? ¡Ven para aca, desgraciado!
(Saúl intenta cogerlo del brazo para sacarlo, pero Aníbal se suelta.)
ANIBAL: ¡Dejame en paz! Vengo con mi madre a presentarle el pésame a mi padre! Así que ¡sueltame, imbécil!
SAUL : ¡Yo sí te conozco, infelíz! ¡Tú mataste a Agustín y te escondiste para que me culpáran a mí, desgraciado!
ANIBAL : ¡No sabes lo que dices, idiota! Yo soy un hombre respetable! No maté a nadie!
SAUL: ¡Deja de fingir o te rompo el cico aquí mismo!
ANIBAL : ¡Sí! ¡Yo maté a Agustín! ¿Y?
SAUL: ¡Y yo mismo me voy a encargar de que lo pagues, infelíz! ¡Ahorita te quiero ver fuera de mi casa! ¿Entiendes? ¡Fuera de mi casa!
ANIBAL : (se sienta en un sillón del pasillo) Ps olvidate de eso! Me voy a instalar en esta casa junto con mi madre! Eso le propuso tu padre!
(Saúl lo coge del cuello levantandolo del sillón y lo empuja hacia la puerta.)
SAUL : No entiendes castellano ¿o qué? Dije ¡fuera!
ANIBAL : ¡Tú no me mandas a mí, imbécil!
(Aníbal se levanta y le tira un puñetazo agarrando desprevenido a Saúl y éste cae en las escaleras. Se levanta y va con Aníbal. Le tira un puñetazo en la naríz.)
SAUL : ¡Ahora lárgate de mi casa, desgraciado!
(Justo en ese momento aparece César secundado por Victoria.)
CÉSAR: ¿Qué está pasando aquí? ¿Ni siquiera respetan la muerte de mi hijo?
(Aníbal y Saúl miran a César.)