Capitulo 7 "Lyly me descubre"

Leopoldo colgó el teléfono y alzo una ceja –como mande mi patrona- empezó a buscar a la mujer de rojo –si saber que la iba a matar hoy, la hubiera terminado de violar ayer- pensó y sonrió al mismo tiempo-.

Rápido apareció Lucia queriendo cruzar la calle, cuando se decidió a hacerlo, Leopoldo puso el auto en máxima velocidad, y piso el acelerador del auto con toda fuerza… el carro hizo un sonido ensordecedor que sirvió a Lucia como advertencia, corrió lo más rápido que pudo y logro salvarse del auto que venía sobre ella.

-Lucia: ¡IMBECIL!

-Leopoldo: ¡Uff falle!, no le gustara nada a Marcia, pero bueno, hay más tiempo que vida.



Ana Lucia se encontraba sentada en la fuente del centro del colegio, como siempre leyendo un libro, Dylan se acercó poco a poco hacia ella.

-Dylan: Hola (la saludo temeroso)

-Ana Lucia: ¿Qué tal Dylan? (contesto muy seria)

-Dylan: ¿Te pasa algo, me hablas muy seria?

-Ana Lucia: No, solamente que no quiero que tengas problemas con tu madre por mi…

-Dylan: Ella no está aquí ahora mismo…

-Ana Lucia: Si lo sé, pero igual se, que no es una buena persona… así que lo mejor es que te alejes de mí, no quiero que te regañen, ni mucho menos estar en peligro o que le pase algo a mi mama.

-Dylan: Oye espera, mi mama no es una blanca paloma, tiene sus malos ratos, pero tampoco te pases, no sería capaz de hacerte daño o a tu mama… aunque… bueno nada…

-Ana Lucia: ¿Aunque qué? Adelante dime, no te quedes callado.

-Dylan: Aunque tu mama si sea muy desvergonzada…

-Ana Lucia: Mira no te permito que te refieras a ella de esa manera.

-Dylan: perdóname, pero es la verdad, ayer mi mama me estuvo diciendo…

-Ana Lucia: Puras mentiras (le interrumpió) o acaso mi mama te dio esa impresión, ¿te trato mal? Porque a mi tu mama sí, no le pase y mi mama me dijo también cosas de tu madre, y sabes que le creo a ella, porque a diferencia de la tuya, ella no es una mentirosa.

-Dylan: Ana no quiero que me mal entiendas…

-Ana Lucia: No Dylan, si fuiste muy claro, dijiste Desvergonzada, y perdona eh, perdona porque ayer te llevamos a comer una desvergonzada y su hija.

Ana Lucia cerró el libro de golpe y se levantó del lugar donde se encontraba, empezó a caminar hacia otro lugar pero Dylan la siguió, y la tomo por el brazo.

-Dylan: Mira perdona, no sé si mi mama mintió o la tuya lo hizo, pero eso que, no me importa si no le gustas, tú me gustas, y con eso es más que suficiente para que yo sepa, que no quiero que te alejes de mi vida, y estoy dispuesto a luchar contra ella.

-Ana Lucia: Pues yo no lo sé, la verdad me da miedo…

-Dylan: Ana, te aseguro que no dejaría que te haga daño, es una mujer si de mucho carácter, pero no tiene porque en mi vida ya.

-Ana Lucia: Y todo esto ¿a qué viene?

-Dylan: A que te quiero, y te quiero conmigo, y si tú me lo permites, quisiera demostrártelo día con día, que importa lo que paso con ellas, nosotros no tenemos por qué pagarlo, seamos felices.

Ana Lucia le sonrió

-Ana Lucia: Esta bien. Perdóname.

-Dylan: Tú igual a mí, entonces ¿quieres andar conmigo?

-Ana Lucia: Me encantaría.

Dylan sonrió y se acercó poco a poco a ella, le tomo sus manos y acerco más su rostro al de ella, hasta que sus labios se pudieron rozar, y besar con una dulzura en el que parecía que solo existían ellos dos.

El padre Octavio se encontraba en la parroquia rezando, pero fue interrumpido por alguien.



-Marcelo: Cuñado, buenas tardes.

-Octavio: Marcelo, claro que sí. Adelante.

-Marcelo: ¿Cómo estás?

-Octavio: Muy bien, gracias, ¿y tú? ¿Qué haces por aquí?

-Marcelo: Nada voy por Lyly a la escuela, pero se me hizo algo temprano, así que pase a saludarte y aprovechar para pedirte un favor.

-Octavio: Claro tú dirás.

-Marcelo: Pues como viste, le pedí a tu hermana que renováramos votos.

-Octavio: Si, lo sé (cabizbajo)

-Marcelo: Bueno creo que a los dos nos daría mucho gusto, que siento tu Padre y además de la familia, pues te quiero pedir que tus nos cases.

-Octavio: ¡No! ¡Eso nunca! (respondió agitado el padre)

Marcelo lo miro muy asustado y desconcertado.



Leopoldo llego a la oficina y entro Marcia aún seguía un poco agitada.

-Marcia: Dime que está muerta.

-Leo: No, desgraciadamente para ti no la mate, logro corre, esquivo el carro la muy maldita.

-Marcia: Bueno no importa, no te lo niego, me hubiese encantado que ya estuviera rindiendo cuentas en el infierno, pero mejor que se espere un poco más, la quiero hacer sufrir, llorar sangre, con Marcia Cataluña nadie se mete y menos un maldita jardinera zorra, no señor, se va a arrepentir y de paso su hija igual.

-Leo: Uy hasta miedo me diste.

-Marcia: Pues deberías tenerme miedo, para que sepas que no debes de ponerte en mi contra

-Leo: Marcia, no te olvides que estamos involucrados juntos en muchas cosas, y si caigo yo, tú caes después, o viceversa si caes tú, seguramente caigo yo, por eso amor… es mejor llevar la fiesta en paz, nadie puede contra nosotros y si alguien quiere ponerse contra nosotros, es muy fácil, le haremos pagar.

-Marcia: Si perdóname Leo, sabes que, vamos a cerrar temprano y vamos a relajarnos juntos…

-Leo: No se diga más.

Leopoldo giro el letrero colgante de la puerta de cristal de “Abierto” a “Cerrado” se arrancó la playera de un solo movimiento y tomo por la cintura a Marcia, la empezó a besar con mucha pasión y ella le correspondía con la misma intensidad.



Octavio se dio cuenta de lo que había dicho y de la manera y enseguida corrigió.

-Octavio: Quiero decir cuñado que la verdad me gustaría más estar en su boda como invitado, no es que no les quiera oficiar la misa, pero me gustaría más presenciarla.

-Marcelo: Me diste un buen susto, pero piénsalo al menos, sabes que a Marcia le daría muchísimo gusto, que fuera su mismo hermano quien nos volviera a unir.

-Octavio: Te prometo que lo hare, además aún falta algunas semanas.

-Marcelo: Tres exactamente, fijamos la fecha muy rápido, será algo sencillo, solo un almuerzo con la familia.

-Octavio: Perfecto, entonces lo pensare y créeme que te lo hare saber.

-Marcelo: Gracias cuñado, y nada nos daría más gusto que fueras tu… bueno voy por tu sobrina que ya es demasiado tarde y ella se desespera.

Marcelo le dio un abrazo a Octavio y se dispuso a salir por la puerta, el Padre Octavio se quedó mirando a la puerta y pensó: Mi cuñado no se merece lo que le hacen y perdóname Dios pero no los podría casar, no sabiendo lo que hace mi hermana.



Lucia fue a buscar a su hija a la escuela de abogacía, está la miro y se despidió de beso en la boca de Dylan, cosa que impacto mucho a Lucia, cuando esta se subió la intercepto.

-Lucia: ¿Qué fue eso?

-Ana Lucia: Bueno mama, Dylan me pidió hoy que empezáramos una relación

-Lucia: Vaya hija y no te pareció que es demasiado pronto.

-Ana Lucia: Si lo sé, pero ya casi es una semana que lo conozco.

-Lucia: Bueno como sea, recuerda los valores que te he inculcado, por favor no quiero que te lastimen ni que cometas alguna estupidez, confió mucho en ti, y en Dylan igual, es un buen chico.

-Ana Lucia: No tienes de que preocuparte, tus palabras están guardadas en mi mente como jeroglíficos y lo sabes.

Lucia sonrió y arranco el carro, dio un adiós con la mano a Dylan.



Marcia se ponía de nuevo la blusa, mientras que Leopoldo la miraba con una sonrisa en el rostro.

-Marcia: Ándale vístete rápido, que Marcelo quedo en pasar por mi hoy, y ya no debe tardar mucho en llegar.

-Leopoldo: ¿Te da miedo que me vea así?

-Marcia: No seas estúpido, y no estoy jugando, ponte la ropa.

Leopoldo se levantó y empezó a colocarse las prendas de vestir que estaban tiradas en el suelo, mientras tanto en el estacionamiento el carro de Marcelo había llegado.



-Marcelo: Ándale nena anda a ver tu mami, dile que ya venimos por ella.

-Lyly: Si papa.

Lyly se bajó del auto muy emocionada, cuando entro de golpe y fue muy rápido a encontrar a Marcia, abrió la puerta y vio a su mama en los brazos de Leopoldo y el aun sin camisa.



-Lyly: Mama (Muy desconcertada)

Marcia se dio media vuelta muy espantada y Leopoldo también estaba aterrado, sabían que lo peor que les había poder pasado era que la niña los viera, Leopoldo se colocó la playera y pensó –es mi nena, mi hija-

-Marcia: Lyly hija, pasa, estábamos despidiendonos.

-Lyly: Pero ¿Por qué le estabas dando un beso en su boca a él, como los que le das a mi papito?

-Marcia: Bueno porque así nos saludamos los muy amigos.

-Lyly: Pero mi papito no se saluda así con nadie.

-Marcia: Porque a tu papito no le gusta hija.

-Lyly: (casi llorando) No te creo nada mama, se lo voy a decir a mi papito.

Lyly salió corriendo y Marcia se quedó paralizada, al ver esto Leopoldo fue tras de la niña y la cargo y la llevo de nuevo al mismo lugar.

-Lyly: (empezó a llorar) dile que me suelte.

-Marcia: Baja a mi hija Leopoldo.

Lyly se empezó a secar las lágrimas de los ojos y Marcia se agacho hasta quedar a su altura, trago saliva y se puso muy seria.

-Marcia: Liliana no le vas a decir nada a tu papa…

-Lyly: si, yo le diré…

-Marcia: Que ¡NO! (Le grito y la niña se espantó) No le vas a decir nada a nadie, y si se te sale una sola palabra hija, no vas a tener más regalos, ni más juguetes, ni más dinero, y lo peor es que te voy a mandar a una escuela donde van las niñas malas y desobedientes como tu (la tomo de la quijada) así que estas muy chiquita, pero sé que me entiendes, así que no le dirás nada a tu papito, ni a nadie.

Leopoldo la miro muy asustado (pensó: –esta mujer no tiene corazón-)

-Marcia: Ahora límpiate las lágrimas y vamos al carro con papa chiquita. (La abrazo)

-Lyly: Si mami, lo que tú digas.

-Marcia: Nos vemos mañana Leopoldo, cierras todo bien.

-Leo: Hasta mañana Marcia



Marcia llego hasta el auto donde esperaba Marcelo mientras cantaba una canción, Lyly se subió en el asiento aún muy triste pero ya sin llorar, y Marcia tomo lugar adelante.

-Marcia: Hola mi amor.

-Marcelo: Hola querida, te molestas si pasamos a la oficina, Susana me acaba de hablar y me dijo que ya tiene algo que le pedí.

-Marcia: No para nada, supongo que no te vas a tardar.

-Marcelo: Entro y salgo, te lo prometo.

En la oficina



-Susana: Ya me voy, cuando venga Marcelo le das esta carpeta, aquí le deje las dos solicitudes que me pidió y dile que cualquier cosa me marque, nos vemos amiga.

-Patricia: Sale Susy cuídate.

Susana se despidió de un beso con Patricia y salió por las escaleras, mientras Marcelo ya había llegado al lugar y tomo el ascensor para que sea más rápido, Susana llego al estacionamiento donde se encontraba el auto de Marcelo donde iba Marcia y la pequeña Lyly, Marcia la vio y pensó: Ay va la zorra, voy a averiguar qué es lo que quiere con mi Leo. Se bajó del carro.

Marcelo llego hasta arriba.



-Marcelo: Susana vengo por los… ¿y Susana?

-Patricia: Ya se fue Marcelo, pero me dejo la carpeta con las solicitudes, tiene un minuto que bajo.

-Marcelo: Bueno entrégamelos Paty, y te puedes ir temprano hoy.

-Patricia: Claro aquí tienes.

Al dárselo Patricia accidentalmente dejo caer su contenido y los papeles fueron a dar al suelo, Patricia y Marcelo se levantaron a recogerlos juntos y al alzar el rostro sus miradas se encontraron y estaban tan cerca que sentían la respiración del otro, Patricia miro sus labios de Marcelo y sin pensarlo lo beso apasionadamente.



Marcia llego hasta Susana antes de que esta se subiera a su carro.

-Marcia: Susana, Hola ¿Cómo estás? Mira ya tengo tus cortinas y tus alfombras, cuando quieras puedes pasar, si quieres pasa mañana antes que vengas al trabajo a esa hora no está aún Leopoldo y la verdad me caíste muy bien, no quiero que Leopoldo te use y después te deje como ha hecho con muchas.

-Susana: A ver Marcia, pongamos las cartas sobre la mesa, tu no estas preocupada por mí, tu estas preocupada por ti misma, no quieres que te quite a Leopoldo, porque ya lo sé, está claro QUE TU Y EL SON AMANTES.

Marcia se quedó paralizada y la miro muy seria, con una cara de odio, Susana la miro de la misma manera pero con un aire de triunfadora, A Marcia se le endurecieron las facciones y después sonrió hipócritamente.

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mañana te leo con atencion

Claro, no te lo pierdas.

Si pues es muy perra con la niña!

:S

la pobre...

Ay no Susana no debe ser tan valiente que no está tratando con cualquier mujer sin vergüenza, está tratando con una asesina!!! Espero que Marcia no trate de matarla a ella también, aunque si la manda a matar con Leopoldo creo que ahora sí no le hara caso pues ya le gustó Susana.

Creí que no le haría caso de tratar de matar a Lucía y sí lo hizo, lo bueno fue que ella logró salvarse.

Definitivamente Marcia no tiene sentimientos, ni moral ni escrúpulos, ni alma, no tiene nada, en vez de arrepentirse de lo que está haciendo al haber sido descubierta por su propia hija, no, amenaza a la pobre niña.

Que bueno que Patricia besó a Marcelo, ahora él se dará cuenta si siente algo por ella y cuando descubra que Marcia lo engaña pues ya no sufrirá tanto porque sabrá donde poder consolarse.


Lucía debería decirle a su hija la verdad que son hermanos y no solo recomendarle que no vayan a terner sexo porque lo importante no es solo eso, el incesto sino los sentimientos, si ellos llegan a enamorarse mucho sufrirán y hasta puede que después cuando se enteren de la verdad quieran hasta suicidarse, es mejor que de una vez ahorita que apenas empiezan sepan la verdad, al menos ella Ana Lucía. Pero se me figuara que quizá ella resulte ser adoptiva de Lucía por eso ella en realidad no teme tanto que se enamoren sus dos hijos porque tal vez sepa que nos son hermanos, no se...

Pobre Padre Octavio entre la espada y la pared.

Ya verás lo que pasara con Susana es muy atrevida pero no sabes el problema en el que se ha metido. :/

Gracias por comentar gloria

Saludos.