Capitulo 8 "Una Gran Injusticia"

Marcelo después de un largo beso, reacciono y se separó bruscamente de los labios de Patricia, y se le quedo mirando, esta recogió los papeles e intento huir, pero Marcelo la tomo del brazo.




-Patricia: Suéltame por favor… (Logro pronunciar con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos)

-Marcelo: Oye… no te pongas así… mira no sé qué…

-Patricia: Marcelo, déjame ir, lo siento, no me siento bien.

-Marcelo: Paty… no te avergüences, mira no sé porque lo hiciste… bueno supongo porque… pero no estoy seguro, pero no tienes por qué sentirte mal.

-Patricia: No ves, no te das cuenta, soy una estúpida, eh estado enamorada de ti, desde que trabajo aquí… y no sé cómo me atreví hoy.

Marcelo se quedó mirando, sorprendido y sin saber qué hacer.

En el estacionamiento se encontraba aun Marcia con las manos empuñadas. Mientras que Susana seguía esperando su reacción, hasta que logro hablar.



-Marcia: Bueno tu quien te crees para hablarme así. Además lo que dices es una reverenda estupidez.

-Susana: Mira no es una estupidez, sabes que es verdad, realmente me da lástima que teniendo un hombre como Marcelo, te andes acostando con otro.

-Marcia: Mira no tienes pruebas, y si así fuera, a ti que te importa, ¿que estas enamorada de mi marido?, pues cuanto lo siento chiquita, él es mío y aun así lo engañe con mil personas, no se va a separar de mi lado.

-Susana: ¡Vaya! Eres más sin vergüenza de lo que creí… pues él se va a enterar créeme que sí.

-Marcia: Pues puedes decirle lo que más se te antoje, pero sabes que no te va a creer, porque el confía en mí, además te repito no tienes ninguna prueba, y si hablamos de zorras, tu eres una muy grande, mira que besar a Leopoldo apenas conociéndolo.

-Susana: Lo bese para darte celos (interrumpiéndola) pero ya no tengo porque hacerlo, ya te descubrí. Y que pena me das.

-Marcia: ¿Pena? Pena me das tú, que tienes que andar metiéndote en la vida de los demás, besando a hombres, para que alguien te haga caso, y si ahora lo sabes, aléjate de Marcelo y también de Leopoldo, porque no me conoces y soy capaz…

-Susana: Tu tampoco me conoces a mi (la interrumpe de nuevo) así que tampoco me amenaces, porque no me espantas mamita, y por Marcelo no te preocupes no estoy interesada en él, solo quiero ayudarlo, porque es tan bueno, pero en el que si estoy interesada en de Leopoldo, así que o decides quedarte con uno de los dos, o le suelto la sopa a Marcelo.

-Marcia: Tú no vas a decir nada…

-Susana: Así, quien me lo va a impedir ¿tu?

-Marcia: Créeme que si (alzo una ceja, le sonrió y se dio media vuelta)

Susana se quedó desconcertada, pero dio media vuelta y se metió al carro, rápidamente lo arranco y se fue del lugar

Patricia lo miro por un largo rato esperando que Marcelo dijera algo, pero solamente se quedó mudo.



-Patricia: Ves ni siquiera puedes decir nada… mejor me voy

-Marcelo: Paty… perdón no sé qué decirte.

-Patricia: No te preocupes.

Patricia se dio media vuelta, tomo su bolso, apago su computadora y salió rápidamente hacia el ascensor, cuando se cerró la puerta, se tumbó en un rincón a llorar, mientras se repetía una y otra vez que era una estúpida.

En casa de Lucia Cornielle se encontraba su hija Ana Lucia en su cuarto navegando por el internet, cuando sonó su celular.



-Ana Lucia: Diga.

-Dylan: Hola hermosa ¿Cómo estás?

-Ana Lucia: Muy bien guapo… ¿ya estás en casa?

-Dylan: Ya aquí estoy, y no paro de pensar en ti.

-Ana Lucia: Lo mismo hago… ojala ya sea mañana para volverte a ver.

-Dylan: Pues no hace falta que sea mañana, nos podemos ver hoy mismo.

-Ana Lucia: Me encanta la idea.

-Dylan: ¿Puedo ir a verte?

-Ana Lucia: Estaré esperándote (suspira)

-Dylan. Llegare pronto.

-Ana Lucia: Ok, chao…

-Dylan: Lucí… te quiero.

-Ana Lucia: Y yo a ti Dy.

Marcelo había bajado por las escaleras, y vio a su mujer que se encontraba en el carro aun, “no puedo contarle nada” –pensó-.



-Marcelo: ¿Listas? Vámonos.

-Marcia: Por favor.

-Marcelo: Quiero pasar por Dylan y llevarlos a comer a un lugar que me recomendó Oliver, dice que esta delicioso.

-Marcia: Gracias mi vida… oye tu empleada está la de cabello rojo.

-Marcelo: ¿Susana?

-Marcia: Susana… esa misma, la verdad me da pena decírtelo amor, no quiero que pienses mal de ella.

-Marcelo: Dime ¿qué paso?

-Marcia: Bueno tú sabes que últimamente ha estado yendo a mi oficina por lo de su casa

-Marcelo: Si ella misma me ha comentado… ¿Por qué me lo dices?

-Marcia: Bueno… no sé cómo lo vayas a tomar (le toma la mano que estaba en la palanca de velocidades) no quiero que te enojes.

-Marcelo: Bueno Marcia, deja de dar vueltas, dime de una vez.

-Marcia: Bueno pues ayer llegue a mi oficina y ella estaba ahí… y pues me da mucha pena decírtelo, pero me estaba robando, la descubrí agarrando dinero de mi caja y luego le revise la bolsa y se estaba llevando algunos decorados de piso.

-Marcelo: No te lo puedo creer… ¿segura que Susana? ¿Por qué haría algo así?

-Marcia: No lo sé, y pues dude en decírtelo, de hecho le dije que no lo podía creer y hasta me amenazo, me dijo que si te lo contaba, se iba a inventar cualquier cosa para hacerme quedar mal contigo.

-Marcelo: ¿Pero cómo qué?

-Marcia: Pues no tengo idea amor, a lo mejor decirte que la trate mal, que no le quise dar las telas, que le cobre de más o a lo mejor hasta que tengo un amante, no sé qué cosas pueda inventarse.

-Marcelo: Vaya, aun no lo puedo creer, pero tengo que hacer algo al respecto.

-Marcia: No Marcelo (hace cara triste) yo no te lo quise decir para que la despidas o la regañes, solo para que pues tengas cuidado con la empresa, no quiero que haya nada malo.

-Marcelo: No te preocupes, he sido muy bueno y he confiado en todo mi grupo de trabajo, le pediré a Oliver todos los informes de ingreso y si falta algún dinero, no sabré que pensar…

-Marcia: te entiendo, y perdona por decírtelo.

-Marcelo: Muchas gracias amor, no te preocupes, ahora sé lo que hizo, la verdad no creo dejarla en el despacho, le daré cartas de muy buena recomendación y que busque otro trabajo.

-Marcia: Pero Marcelo…

-Marcelo: Nada Marcia, no puedo tener a alguien como ella conmigo y sobretodo porque te robo a ti, a mi mujer, a la mujer que más amo.

-Marcia: Pues tú decidirás, pero bueno, mejor le marcare mejor a Dylan, para que se arregle y lo pasemos a buscar en un momento.

Marcelo asintió y Marcia miro hacia el exterior por la ventana y no pudo evitar esbozar una gran y malévola sonrisa, -te gane maldita perra- pensó enseguida.

Susana estaba en la oficina de Marcia, acostada a lado de Leopoldo, los dos estaban completamente desnudos, habían acabado de tener sexo y ella estaba encima del pecho de Leopoldo, mientras él le acaricia la frente con sus manos.



-Susana: Me alegra haberte encontrado, así pudimos pasar una linda tarde.

-Leopoldo: Igual me alegra que hayas llegado, dos minutos más tarde y no me hubieras encontrado.

-Susana: Pues somos suertudos… y dime.

-Leopoldo: ¿Qué?

-Susana: (Ríe y lo mira) ¿soy mejor que ella?

Mira su mirada de Leopoldo desconcertada.

-Susana: ¿Qué si soy mejor que Marcia? Dime.

-Leopoldo: No entiendo de que me hablas, Marcia y yo…

-Susana: jajajaja (suelta tremenda carcajada) crees que me voy a tragar el cuento de que son amiguitos, además hace unas dos horas, me la encontré en el estacionamiento del despacho de abogados y ahí me lo confeso todo… pero eso no importa, dime ¿soy mejor?

-Leopoldo: No te lo creo… ¿te dijo todo?

-Susana: Completamente, la rodee, hasta que logre que me diga toda la verdad, y lo conseguí, par de desvergonzados (le pellizca una de sus tetillas)

-Leopoldo: Auch (se queja) pues ya que lo sabes, no nos puedes echar de cabeza, chiquita.

-Susana: Pues no lo sé, sé que no te conviene, pero ella me cae como sopa de hígado en la mañana, y si me sigue molestando pues…

-Leopoldo: No te preocupes yo me encargare de decirle que no te siga buscando… y la verdad, sí.

-Susana: ¿Si qué?

-Leopoldo: Eres mucho mejor que Marcia, mas cariñosa, más tierna, sabes contigo sentí hacer el amor y no solo sexo como es con ella…

-Susana: Entonces ¿porque la soportas?

-Leopoldo: Buena pregunta Susana… buena pregunta.

-Susana: Basta de ella, me gustas Leopoldo, déjala, vamos a tener algo.

-Leopoldo: Quisiera pero no puedo… hemos hecho muchas cosas.

-Susana: Ninguna tan fuerte como para no dejarla.

-Leopoldo: Desgraciadamente si (pensó: una hija sobretodo) pero bueno al menos podemos seguir viéndonos de esta manera.

-Susana: Cuando quieras… pero al menos piénsalo, tu y yo juntos, teniendo algo, y bueno porque no hasta una familia.

Leopoldo la miro, ella con una mirada picara le respondió y la empezó a besar de nuevo con mucha pasión.

Marcelo, Marcia y la pequeña Lyly estaban llegando a casa y Dylan los esperaba afuera.



-Dylan: Que bueno que llegaron.

-Marcia: ¿Qué paso? Estaba marcando a tu celular y no me contestas, tampoco me contestaron en la casa, ¿que acaso no está Casilda o Mayuco?

-Dylan: Bueno la verdad es que deje el celular conectado, Casilda fue por el súper y Mayuco ha de estar bien ocupado en el jardín, que ni escucho.

-Marcia: Bueno que bueno que estas cambiado, vamos a comer, solo se cambia de ropa Lyly y nos vamos, anda hija corre a ponerte otra ropa.

-Lyly: Si mama (aun algo triste)

-Dylan: Híjole mama, me temo que no podre acompañarlos.

-Marcia: ¿Por qué no?

-Dylan: Tengo una cita con Ana Lucia y no puedo dejarla mal.

-Marcia: Pues que lastima, le hablas a esa niña, y le dices que no podrás ir.

-Dylan: ¿Te has vuelto loca o qué?

-Marcia: No me hables así. Y ya te dije tienes esa opción o dejarla plantada si quiera avisándole.

-Dylan: Pero mama…

-Marcelo: Ya escuchaste a tu madre (serio)

-Dylan: Pues ni iré con ella, ni con ustedes y no pueden obligarme.

-Marcia: Esta bien como quieras, pero le diré a Mayuco que cuide la puerta y si me entero que saliste Dylan, te juro que te vas a arrepentir.

Dylan miro a su madre con mucho odio. Dylan entro a la casa y con mucha pena marco a la casa de Ana Lucia.



-Ana Lucia: ¿Qué pasa? Ya estoy hecha, solo espero por ti.

-Dylan: Me temo que no llegare bebe.

-Ana Lucia: ¿Pero por qué no? Ya estoy preparada, ven por mí, no me dejes plantada Dylan.

-Dylan: lo siento, mis padres, no me dejaron salir.

-Ana Lucia: ¿Y qué tienes que pedir permiso para todo?

-Dylan: Pues parece que para verte si… no sé porque pero mi mama te odia.

-Ana Lucia: Pues me importa poco, sabes que quédate con tu mama, no me importa, y sabes que, no debí aceptarte en tan poco tiempo.

Ana Lucia corto la llamada

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Marcelo estaba llegando a la oficina, y subió las escaleras, cuando llego a la planta de trabajo, estaba Patricia muy apenada aun por lo que había sucedido un día anterior, mientras que Susana se encontraba en su escritorio arreglando unos papeles, cuando vio que entro Marcelo lo saludo.



-Susana: Buenos días Marcelo, Bonito día para trabajar ¿no?

-Marcelo: Hazme el favor de recoger todas tus cosas, y deja la oficina en este mismo momento, estas despedida.

Marcelo tenía los ojos furiosos y la mano empuñada en el escritorio de Susana, a esta se le llenaron rápidamente los ojos de lágrimas, mientras que Patricia se quedó con la boca totalmente abierta.

Mañana te leo con atencion

Claro que si, cuando puedas gracias por seguir la historia Joana

Tuve muchas cosas que hacer, mañana en el café te leo con detenimiento

Cuando puedas Joana el capi aquí se quedara saludos

Gracias joanna por seguirla, y si Marcia es requeteperra jajaxD

Saludos

Ay no pero que canija es Marcia, claro como Susana le dijo que le contaría toda la verdad a Marcelo pues ésta se adelantó y es que Susana no debió enfrentarla sino conseguir pruebas, a ver ahora, solo le queda enamorar a Leopoldo de verdad para que este le confíe todo lo que han hecho. Ay Susana en la que ser metió

Que bueno que Patricia besó a Marcelo aunque está avergonzada, él ahora ya sabe que ella está enamorada de él.

Dylan entre más le prohiban estar con Ana Lucía más se enamorará de ella, es mejor que se enterara de la verdad de una vez pero poco apoco y por la misma Lucía.

Así es, pobre Susana en la que se ha metido Marcia es muy mala no debió de hacer eso pero al fin de cuentas es la villana de la historia, Ya te tendrá que pagar por eso, gracias por leer, espero te esté gustando la historia saludos