CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
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CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
ENTRADA:
Departamento del Doctor Carlos:
Sofía ha disparado contra Ciro y el Doctor Carlos. Ambos se encuentran desmayados. La mujer va hacia uno de los cuartos, coge una maleta y empieza a guardar sus cosas.
Sofía: ¡Ahora sí! A escapar se ha dicho – Susurra la villana, mientras guarda sus pertenencias y roba algunas del doctor –. Debo ir a la empresa a recoger mi dinero de la caja fuerte – Se dice a sí misma –. Por fin, mi venganza ha terminado. No tengo nada más qué hacer en este lugar…
La mujer cierra la maleta y sale del cuarto, al salir va rápidamente hacia los cuerpos de los hombres y sonríe.
Sofía: Adiós, hermosos – En ese instante Ciro abre los ojos, alza su brazo y dispara contra la mujer, quien cae al suelo. La bala ha caído en su estómago –
Ciro: ¡Maldita! – El hombre se levanta, agarrándose el hombro herido –, ahora tú te vas a morir…
Sofía: Ciro, no lo hagas, ¡No lo hagas, por favor! – Dice, casi moribunda y llorando –. Yo no quise hacerlo… No quise.
Ciro: No me causas pena, loca. Ahora yo te voy a matar como tú mataste a Catalina – Ciro apunta con su arma a la villana, quiere darle el disparo final –
Bar:
Ramiro se encontraba en un bar de mala muerte, en el que bebía y bebía. Dos trágicas noticias eran las que él había recibido en un solo día. Gabriela le confesó que Ramirito no era su hijo, sino de Ricardo y el comandante Uribe le informó que su madre había sido asesinada.
Ramiro: ¡Ya no quiero saber nada de la vida! – Grita mientras bebe un gran sorbo de cerveza y llora –. Quiero morirme, quiero morirme – Dice y su voz se quiebra –
En ese instante un tipo se acerca a él. Ramiro observa al hombre.
Ramiro: ¿Qué quieres? ¡Déjame en paz! ¡No quiero que nadie me fastidie! No tengo nada en la vida – Dice y rompe en llanto –. Ya no tengo nada, ¿Quieres matarme? ¡Hazlo de una maldita vez! – El hombre continuaba observando al destrozado Ramiro –
Vladimir: ¿Entonces quieres morirte? – Le pregunta sonriente y se sienta a su lado –. Ay, muchachito, pues yo te puedo ayudar…
Ramiro y Vladimir (Alexis Ayala) se miran fijamente a la cara. ¿Quién era este hombre? ¿Qué era lo que quería con Ramiro?
Empresa “Moda”:
Esteban acababa de escuchar a Darío decir que él había asesinado a Cecilia. Ambos se miraban al rostro, ambos totalmente asombrados y cautelosos del otro.
Escuchar soundtrack "Al descubierto":
Esteban: No puedo creer que hayas sido tú el que la mató – Le dice al asesino –
Darío: Siempre pensé que sospechabas de mí, Esteban – Le dice, mirándolo muy seriamente –, sobre todo después de que nos viste besándonos.
Esteban: Cuando vi a Cecilia besándose contigo, sufrí demasiado, pero pensé que se trataba de una simple aventura – Esteban empieza a reír –. Nada del otro mundo, nunca pensé que un simple tipo como tú fuera capaz de algo así…
Darío: Pues ya ves que las apariencias engañan – Le dice y le sonríe –. Y bueno, ahora que lo sabes, me gustaría hacerte una pregunta…
Esteban: ¿Una pregunta a mí? – Le dice algo cuestionado, mientras Darío continuaba sonriendo –
Darío: ¿Le pediste algo a cambio a Cecilia para no revelar que me viste besándola? Sé de lo que eres capaz, no creo que te hayas quedado tranquilo – Le dice, mirándolo fijamente –
Esteban: Claro que no. La chantajeé, le pedí que nos veamos con tal de no decir nada y sí, nos vimos, pero siguió rechazándome – Le dice muy tranquilo –. Yo la amaba de verdad, ¿por qué la mataste?
Darío: Yo también la amaba y justamente por eso la maté – Darío empieza a reír, mientras Esteban observa algo molesto –. Hubieras visto su cara: “No, Darío, por favor…. ¡No me hagas esto!” – Vuelve a reír –. Era una simple prostituta…
Esteban: No hables así de ella – Le advierte –
Darío: Eso es lo que era, ¡Una perra! – Esteban va corriendo hacia él y lo toma de la camisa –. Es una pena que un hombre tan brillante como tú tenga que terminar muerto en mis manos…
Esteban: Yo no te pienso matar – Le dice –, pero sí puedo llamar a la policía para que te detengan – Esteban golpea a Darío dejándolo en el piso –
Comandancia de policía:
El comandante Uribe ingresa a la celda donde se encontraban Mariano y Fabiola, ambos miran al hombre, quien llegaba con un rostro lleno de preocupación.
Uribe: Creo que es necesario que les cuente esto – Les dice el comandante. Mariano y Fabiola se miran entre sí, algo preocupados –
Mariano: ¿Qué es lo que sucede, comandante? – Pregunta el hombre –
Uribe: Se trata de la señora Catalina – Les dice y ambos quedan muy cuestionados –. Ha sido asesinada…
Fabiola: ¿Qué? ¿De qué está hablando? ¿Quién la mató? – Pregunta totalmente asombrada y algo alterada –
Por un instante todo se detiene y sólo se logra sentir todo lo que está sucediendo dentro de Mariano. No puede evitar recordar cómo conoció a Catalina y lo mucho que llegó a ilusionarse de ella.
Mariano (Pensamiento): No puede ser, Catalina, yo la quise mucho. Era una gran mujer, ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué tantas desgracias juntas? – Sus ojos se llenan de lágrimas –
Uribe: Fue su madre, señorita Fabiola. La señora Sofía Valenzuela fue la persona que asesinó a la señora Catalina – Fabiola no puede creer lo que está escuchando y abraza a Mariano, quien ni siquiera puede abrazarla de lo impresionado que se encuentra –
Fabiola: ¡Mi mamá! ¡Mi mamá! – Rompe en llanto mientras continúa abrazando a Mariano –, ¿y cómo está Ramiro? ¡Él debe estar destrozado! – Exclama –, ¡Ay, Dios! No puede ser, ¡Ramiro! ¡Ramiro! – Mariano observa a su novia, quien estaba totalmente desesperada –
Mariano: ¿Quieres ir a verlo? – Le pregunta –. Puedes hacerlo. Anda – Ambos se observan. Fabiola no sabía qué hacer –
Departamento del Doctor Carlos:
Ciro piensa dar el último disparo contra la villana, que bien lo tenía merecido. La mujer continuaba suplicando por su vida, mientras el hombre reía como un desquiciado.
Ciro: ¡Te mereces sufrir! ¡Sufre! ¡Sufre todo lo que yo he sufrido por tu culpa! – Le grita lleno de furia –. Sí, por tu culpa perdí a mi familia. Por tu culpa dejé de caminar por varios años, ¡Perdí mucho! Y ahora tú perderás la vida, ¡Sí! ¡Perderás tu vida!
Sofía: ¡Te lo suplico! ¡No lo hagas! ¡Por todo el amor…!
Ciro: ¿Qué amor? – Le pregunta interrumpiéndola –. Nunca sentí amor por ti, ¡nunca! Siempre fuiste alguien repulsivo para mí…
Sofía: No lo hagas – Le dice, botando algo de sangre por la boca –
Ciro: Me das asco – Le dice y le sonríe –. Adiós – Ciro va a disparar –
Se escucha el sonido de un disparo. Se ve el rostro totalmente sorprendido de Ciro y luego se ve como este cae al piso. Un balazo por la espalda lo perforó e hizo que muriera al instante. Ese balazo pertenecía al doctor Carlos.
Carlos: Nos morimos los tres – Dice para luego soltar el arma y cerrar los ojos –
Se ve el cuerpo de los tres. Los dos hombres ya muertos, mientras que Sofía continuaba agonizando.
Empresa “Moda”:
Esteban le tira un fuerte puñete en el rostro a Darío, dejándolo en el piso. El asesino se levanta y toma del cuello a Esteban. Ambos empiezan a golpearse mutuamente.
Esteban: ¡No podrás conmigo! ¡Eres un niño! – Le grita y lo empuja hacia el piso para luego tirarle una patada en el estómago –, soy mucho más fuerte que tú – Darío va nuevamente hacia Esteban, sin embargo este lo empuja fuertemente haciéndolo caer nuevamente –, ¡Entiéndelo! – Esteban le tira una y otra y otra patada, hasta que Darío queda inconsciente –. Al fin – El tío de Fabiola saca su celular y empieza a marcar un número –, ¿Aló, comandante? Le habla… – Darío toma del pie a Esteban y lo hace caer al suelo –, ¡Maldita sea! – Darío aprovecha el momento para tirarle una patada en el rostro a Esteban –
Darío: Eso te pasa por imbécil – Darío toma el celular de Esteban, cuelga y lo guarda en el bolsillo –, ¡Atrápame si puedes! – Grita Darío y sale corriendo de la oficina. Esteban se levanta, toma el teléfono, sin embargo no hay línea –
Esteban: No hay línea. Ese imbécil pensó en todo – Se dice –, ¿Dónde estás? – Grita y en ese instante la luz se apaga –. ¿Qué pasó? Se fue la luz – En ese instante la luz vuelve –. No entiendo nada, ¿Dónde estás?
Esteban no se había dado cuenta, pero Darío se encontraba atrás de él. El asesino golpea a Esteban en la cabeza con el gatillo de su pistola, haciéndolo caer desmayado.
Darío: Se dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo, sin embargo el estar tan viejo también te puede volver un estúpido – Darío empieza a reír, mientras ve el cuerpo desmayado de Esteban –. Ahora vamos por el dinero…
Un par de horas después…
Dentro de la sucia celda de Mariano, se encontraba él hablando con alguien. Al parecer se encontraba desquitando toda su furia.
Mariano: ¡Fue mi hermano! ¿Puedes creerlo? ¡Fue él! – Le dice, muy desdichado y lleno de dolor –, me lo dijo la voz misteriosa, pero yo no puedo, ¡Yo no puedo decir que fue mi hermano! Me dolería mucho…
Darío: Lo comprendo – Ese alguien era Darío –. Mariano, no sabes cuánto me gustaría ayudarte. Tú eres mi amigo, sabes lo mucho que te aprecio, ¿verdad?
Mariano: Lo sé, claro que lo sé, Darío. Tú fuiste el primero que me dio la bienvenida en la empresa, ¿Cómo poder olvidarlo? – Ambos sonríen y en ese instante Mariano se percata de una herida en el labio de “su amigo”, herida que tiene después de la pelea con Esteban –, ¿qué sucedió en tu rostro?
Darío: Nada, no te preocupes – Le dice y le sonríe –, ¿estás seguro que no quieres que le diga al comandante que tu propio hermano fue quien mató a Cecilia? – Pregunta –
Mariano: Estoy seguro, Darío. Esto se terminó, yo pagaré por el delito que mi hermano cometió – Los ojos de Mariano se llenan de lágrimas, mientras Darío observa fijamente –
Darío: Se nota que eres un buen tipo – Darío toca el hombro de Mariano, para luego ambos mirarse a los ojos –
Hospital:
Fabiola llega al hospital e ingresa al cuarto donde se encontraba Gabriela. Ambas se miran a la cara fijamente.
Gabriela: ¿Qué es lo que quieres tú aquí? – Le pregunta –. No eres bienvenida, ¡Vete!
Fabiola: ¿Por qué me tratas así? ¿Qué te he hecho? – Le pregunta Fabiola –. Sólo quiero saber…
Gabriela: ¿Qué? ¿Qué quieres saber? ¿Quieres saber por qué le mentí a Ramiro? ¿Para eso has venido? – Le pregunta, dejando sorprendida a Fabiola –
Fabiola: ¿A qué te refieres con que le mentiste a Ramiro? – Le pregunta totalmente confundida –
Gabriela: Ah, no lo sabes… – Gabriela se incomoda. Se había dado cuenta que Fabiola no sabía nada –. Olvídate de todo y sal de mi cuarto…
Fabiola: Yo venía para preguntarte dónde estaba Ramiro, ¡Pero ahora me vas a decir cómo es eso de que le mentías! – Le dice muy furiosa –, ¡Vamos! ¡Responde! – Grita –
Gabriela: ¡Le confesé a Ramiro que tenía un amante y que el hijo que acaba de nacer no era suyo! – Grita totalmente furiosa –
Fabiola: ¿Qué has dicho? – Le pregunta totalmente asombrada y horrorizada –, ¿Cómo pudiste? Ramiro debe estar muy mal…
Gabriela: ¿Qué puede hacer una mujer cuando se siente sola? – Le pregunta y rompe en llanto –. Me fui a otro país al ganar una beca. Ramiro no me debió dejar ir. Menos de dos semanas bastaron para que un hombre me conquistara…
Fabiola: ¡No puedo creer lo que estoy escuchando! – Le grita –. ¿Y quién era tu amante?
Gabriela: El ex noviecito de tu amiga Mayra – Fabiola queda ahora aún más asombrada –
Fabiola: ¿Ricardo? ¿Ricardo Bustamante era tu amante? – Fabiola no puede creer que su amante sea el que ella cree es el asesino de Cecilia –
Departamento del Doctor Carlos:
El comandante Uribe ingresa a la casa del doctor Carlos, junto a otros policías más. La escena es horrenda, se ve los cuerpos de Ciro, el doctor y Sofía. El policía le toma el pulso a los tres.
Uribe: Están muertos. Los tres están muertos. Tómenles las fotografías pertinentes y luego lleven los cuerpos a la morgue – Les ordena el comandante –
Bar:
Ramiro se encontraba conversando con Vladimir, quien bebía mucho alcohol, todo lo contrario al hijo de la difunta Catalina, quien ya no bebía y, más bien, escuchaba atentamente al hombre extraño.
Ramiro: Me dices que existe un grupo donde se juntan personas que se quieren morir – Le dice totalmente extrañado –
Vladimir: Sí, somos como una religión – Le dice y bebe –. Nos juntamos, nos alimentamos de nuestro propio dolor y uno por uno vamos muriendo, como si fuéramos parte de un gran sacrificio.
Ramiro: Me parece interesante – Le dice, mirando a la nada –. Yo me quiero morir, pero yo sólo no podré matarme…
Vladimir: Nosotros te podemos ayudar – Le dice y le sonríe –, pero antes tengo que avisarle al líder que tenemos un nuevo miembro.
Ramiro: No estoy muy seguro, la verdad… – Le dice algo dudoso –, eso del líder me suena…
Vladimir: El líder Darío es un gran hombre. El sólo quiere ayudar a todos – Le dice, dejando intrigado a Ramiro –
Escuchar soundtrack "Madra electro":
Ramiro: ¿Darío? ¿Se llama Darío tu líder? Yo conozco un Darío también, ¿qué será de la vida de mi amigo? – Le dice y sonríe al recordarlo –
Vladimir: Sí, mi líder se llama Darío, Darío Cardoso – La sonrisa se borra del rostro de Ramiro. Ambos se encontraban hablando del mismo Darío –
Hospital:
Fabiola se encontraba asombrada al escuchar a Gabriela. No podía creer que el asesino de Cecilia sea el amante de la novia de Ramiro. Ahora todo se tornaba con mayor tensión.
Fabiola: No puedo creer que hayas cambiado a Ramiro por ese tipejo – Le dice, llena de ira –. Simplemente no puedo creerlo…
Gabriela: Ricardo es un gran hombre – Le dice totalmente seria –
Fabiola: ¡Es un asesino! – Grita, dejando sorprendida a Gabriela –
Gabriela: ¿De qué hablas? – Le pregunta –
Fabiola: ¡Eso no importa ahora! – Fabiola intenta tranquilizarse –, ¿dónde está Ramiro?
Gabriela: ¿Qué se yo? Seguro en un bar de mala muerte emborrachándose. Es lo que hace siempre que tiene problemas – Fabiola mira muy molesta –
Fabiola: ¿Sabes cuál bar frecuenta? – Le pregunta –
Gabriela: Las veces que lo he sacado ha sido en uno mugriento que se encuentra en el centro de Lima, se llama “La cantina vieja” – Le dice, mirando a la nada –
Fabiola: Gracias y adiós – Fabiola sale del cuarto, dejando a una Gabriela llorosa y cabizbaja –
Al salir del cuarto se sorprende al ver a alguien parado cerca de ahí, este alguien la retiene agarrándola de los hombros.
Darío: ¡Fabiola! – Se trataba de Darío –
Fabiola: ¡Ay, Darío! – Exclama –, ¡Me asustaste!
Darío: Lo siento, Mariano me pidió que viniera a verte para ver cómo estabas – Le dice sonriéndole –. ¿Todo bien?
Fabiola: Sí, sólo que me he enterado de algo terrible – Le dice, muy asqueada y preocupada –
Darío: ¿Qué sucede? Confía en mí, ya Mariano me puso al tanto de todo – Le dice y ella lo mira –, de absolutamente todo – Fabiola en ese instante abraza a Darío –
Fabiola: ¡Ay, todo es una tragedia! ¡De verdad! – Sus ojos se llenan de lágrimas –. Y ahora me entero que el hijo que acaba de tener Gabriela no es de Ramiro… – Darío queda sorprendido –
Darío: ¿No es de Ramiro? ¿Entonces de quién es? – Pregunta muy curioso –
Fabiola: De Ricardo, del hermano de Mariano – Darío no podía creer lo que estaba escuchando –
Casa deshabitada:
Una inmensa casa deshabitada, vieja y sucia. Se veían cucarachas y ratas andar por los suelos. En uno de los tantos cuartos de este lugar se encontraba Ricardo, quien estaba sentado en una silla, amarrado. Su brazo sangraba por culpa del balazo que recibió de parte de Darío. Ricardo respiraba profundamente, había despertado hace sólo unos momentos.
Ricardo: Este brazo, ¡Auxilio! ¡Me duele demasiado el brazo! ¡Por favor ayúdenme! – Grita el hermano de Mariano –, ¡Darío maldito! ¡Déjame salir! ¡Déjame salir! – Grita –, ¡Es que si alguien no ve mi brazo! Mi brazo, ¡Necesito un doctor! – Grita y rompe en llanto –. No puede ser, esto tiene que ser una pesadilla…
Comandancia de policía:
Mariano se encontraba en la celda, pensaba y pensaba demasiado. Lo único que podía hacer en ese lugar, sin ser juzgado, era pensar. Sin embargo lo que se le venía a la cabeza no eran cosas hermosas necesariamente.
Mariano (pensamiento): Que solo me siento – Agacha su mirada –. Fabiola se fue. Está bien que se haya ido, no puede estar todo el día conmigo – Sus ojos se llenan de lágrimas –. ¿Le importará más Ramiro? ¡No pienses eso! Ella va a volver – Mariano empieza a golpear las paredes de la cárcel –. ¡Va a volver! El único que te ha traicionado es tu hermano, ¡Ricardo! A pesar de ello no puedo odiarte, pero estoy seguro que no podrás ser feliz nunca… Nunca…
El comandante Uribe acababa de regresar a su oficina. Su teléfono empieza a sonar, va a contestar con rapidez. Este era un día verdaderamente largo.
Uribe: ¿Aló? – Se queda sorprendido al escuchar –, ¿Cómo dice? ¿El cuerpo del comandante Javier Salazar? – Pregunta –. Está bien. Mandaré a mis hombres para que vayan a reconocer el cuerpo – Dice y cuelga. El comandante se encontraba muy intrigado –. Esto me huele mal, ¿quién pudo haberlo matado? Javier fue esposo de Cecilia y Mariano se encuentra en la celda. Él no lo pudo haber hecho, ¿o acaso la persona que mató a Javier no tiene nada que ver con el asesinato de Cecilia? No, es que todo esto está muy extraño… Bastante extraño.
Carro de Darío:
Darío manejaba bastante molesto, al parecer el escuchar que Ricardo tenía un hijo a él no le agradaba mucho que digamos. Detiene el carro en una calle desolada y empieza a golpear el timón.
Darío (pensamiento): ¡No puede ser! ¡No puede ser! – Dice mientras golpea el timón –. Así que tienes un heredero… Un pequeño Ricardito – El asesino empieza a reír –. Ese niño morirá por llevar la sangre de un ser tan asqueroso como él. Va a morir, ¡Va a morir! – Continúa riendo y luego baja del carro. Se encontraba a las afueras de la casa deshabitada –. Hora de divertirme…
Bar:
Fabiola llega al bar y encuentra a Ramiro junto a Vladimir. Ella corre hacia él. Ambos se miran a la cara.
Fabiola: ¡Al fin te encuentro, Ramiro! – Le dice Fabiola –. Vámonos de una vez – Lo toma de la mano, sin embargo él no se mueve –. ¿Qué te pasa? ¡Vamos!
Ramiro: No, no quiero irme. Estoy conversando con mi nuevo amigo – Le dice, intentando no mirarla –
Fabiola: ¡Ramiro! Deja de comportarte como un niño, ¡Hay muchas cosas que están sucediendo! – Le dice totalmente furiosa –
Vladimir: Bueno, yo mejor los dejo solos un rato – Le da la mano a Ramiro –. Ya vuelvo, compañero – Luego le sonríe a Fabiola –. Nos vemos, señorita – Vladimir se hace a un lado, mientras Ramiro continuaba sin querer mirar a la novia de Mariano –
Fabiola: ¡Ramiro! – Fabiola se sienta –. Por favor, mírame a los ojos – Lo toma del rostro y hace que este la mire –. Te quiero mucho – Los ojos de Ramiro se llenan de lágrimas y ella le acaricia el cabello –. Tranquilo, sé que todo debe ser terrible para ti…
Ramiro: No tengo nada. No tengo hijo, no tengo madre, no tengo novia… ¡No tengo nada! ¡Estoy solo! – Rompe en llanto –. Lo mejor será que me dejes así… Solo…
Fabiola: Nunca – Le dice –
Ramiro: ¿Y por qué?
Fabiola: Porque me importas demasiado – Ambos se miran fijamente. Ramiro estaba encandilado con ella y decide acercarse un poco más. Fabiola tampoco puede resistirse –
Casa deshabitada:
Darío se encontraba en uno de los cuartos de la casa deshabitada. Miraba como Ricardo se retorcía de dolor y él tan sólo reía viendo como sufría su mayor enemigo.
Darío: ¿Y quieres saber algo más? – Le pregunta –
Ricardo: ¿Qué? ¿Qué quieres, loco desquiciado? – Darío se acerca y le tira una cachetada –
Darío: No vuelvas a hablarme así, ¡Tú me volviste loco! ¡Tú que me maltratabas cuando yo era un simple niño! ¿Qué daño te hice yo? ¡Responde! – Grita el asesino –
Ricardo: Tal vez me excedí, pero sólo era un juego, ¡Un juego de niños! – Grita intentando que el villano lo entienda –
Darío: Pídeme perdón – Le dice mirándolo a los ojos –
Ricardo: ¡Perdón! – Grita él –. Perdóname, Darío. No fue mi intención, yo solamente era un estúpido. Un estúpido que quería creerse algo que no era – Darío mira con compasión a Ricardo y luego le sonríe –
Darío: Te entiendo – Le dice y le acaricia el rostro –, pero no te perdono – El villano presiona la herida que Ricardo tenía en el brazo, haciéndolo gritar demasiado –, ¿Te duele? ¿Te duele mucho? – Empieza a reír –
Ricardo: ¡Espero que te pudras en los infiernos, hijo de perra! – Le grita lleno de furia y dolor –
Darío: El que se pudrirá en los infiernos será tu retoño. Él morirá junto a ti. El padre, el hijo y yo invocaré al espíritu santo – Darío vuelve a reír, dejando a un espantado y sorprendido Ricardo –
Ricardo: ¡Con el bebé no te metas! ¡Con él no! – Grita enfurecido –
Bar:
Fabiola y Ramiro se miraban fijamente. El hombre se acercó a ella, la tomó del rostro e intentó besarla, sin embargo ella se apartó al instante.
Ramiro: ¿Qué pasa? – Le pregunta muy dolido –. ¿No me quieres?
Fabiola: Te quiero, pero no de esa manera, Ramiro. Yo tengo novio, yo estoy con Mariano. Yo lo amo a él – Ramiro mira hacia el suelo –
Ramiro: Creo que lo mejor será que te vayas. Déjame solo, necesito estar lejos de todos ustedes – Le dice y sus ojos se llenan de lágrimas –
Fabiola: Es que no puedo dejarte, ¡No sé por qué! Pero no puedo – Le dice y le acaricia el rostro –. Me da miedo, ¡Tengo miedo!
Ramiro: ¿Tienes miedo de amarme? ¿Tienes miedo de amarme y dejar a Mariano? – Le pregunta y Fabiola queda callada –
Fabiola: Yo amo a Mariano – Le dice, rompiéndole el corazón –, pero siento algo muy fuerte por ti también…
Ramiro: ¿Y qué es eso que sientes? – Fabiola agacha la mirada y empieza a llorar –
Fabiola: No lo sé y me siento tan mal, Mariano está en un momento espantoso y yo aquí…
Ramiro: Yo también me encuentro en un momento espantoso – Le dice y él también agacha la mirada y vuelve a llorar –
Fabiola: La diferencia es que él es mi novio – Le dice y se seca las lágrimas –. Creo que tenías razón, lo mejor es que me vaya – Fabiola se levanta de la mesa y se va caminando lentamente –
Ramiro: Fabiola, ay Fabiola… Te quiero tanto…
Casa deshabitada:
En otro de los cuartos se encontraba Esteban, quien recién se despertaba después de haber estado desmayado. Al abrir los ojos se percata que está sentado y amarrado en una silla. Encuentra frente a él a Darío, quien se encontraba parado al lado de una mesa llena de cuchillos.
Esteban: ¡Déjame ir! ¡Déjame ir, imbécil! – Grita el padre de Bárbara –
Darío: No seas malcriado, vejete asqueroso – Le dice y toma uno de los cuchillos –, ¿Has visto a los lanzadores de cuchillos esos que salen en los circos? – Le pregunta –
Esteban: ¡No te atrevas! ¡No te atrevas! – Grita –
Darío: ¿Qué no me atreva a qué? ¿A tirarte un cuchillo? – Darío arroja un cuchillo sin embargo este no le cae a Esteban –. Soy un excelente lanzador de cuchillos – Dice y empieza a reír –
Esteban: Si me quieres matar, ¡Hazlo de una vez! Ya no tengo nada qué hacer aquí – Le dice y agacha la cabeza –
Darío: ¡Pobre Esteban! ¡Pobre viejo estúpido! – Grita y vuelve a carcajearse –. Siempre creíste ser el hombre más inteligente, ¡Pero no! Lo siento, el más inteligente era yo…
Esteban: ¿De verdad crees ser muy inteligente? – Le pregunta y ahora él ríe –
Darío: ¿De qué te ríes, viejo estúpido? – Le pregunta muy molesto para luego arrojar otro cuchillo hacia él. El cuchillo cae muy cerca, pero no logra rozarle a Esteban –
Esteban: ¿Sabes dónde quedó tu grabadora de voz? – Darío queda sorprendido al escucharlo, luego busca entre sus ropas –. No está, ¿verdad? Se quedó en la empresa…
Darío: ¡Maldita sea! – Toma otro cuchillo y lo tira hacia Esteban, este último si le cae a Esteban en el brazo –, ¿Dolió?
Carro de Fabiola:
Fabiola se encontraba manejando su auto, cuando en ese momento su celular suena y al ver de quien se trata decide contestar.
Fabiola: Licenciado Reátegui, buenas noches – Le dice Fabiola –. Ay, licenciado, disculpe, no he podido revisar los papeles porque he estado muy ocupada con problemas personales – Nuestra protagonista escucha con atención al licenciado –, ¿Necesita que vea esos papeles ahora mismo? – Le pregunta –. Está bien, iré a la oficina en este instante. No tiene de qué preocuparse – Dice y suspira –. Gracias a usted…
Casa Deshabitada:
Darío se encontraba angustiado después de lo contado por Esteban, quien se encontraba sangrando del brazo.
Darío: Me tengo que ir a la oficina – Dice casi susurrando –
Esteban: A ver si logras encontrarlo – Le dice y empieza a reír –
Darío: ¡Ya cállate! ¡Me tienes harto! – El asesino tira un cuchillo más. Esta vez el cuchillo cae en el pecho de Esteban –. Nos vemos en el infierno – Darío sale del cuarto rápidamente –
Escuchar soundtrack "Catalina/Paloma":
Los ojos de Esteban se llenan de lágrimas, empieza a llorar al ver su pecho desangrar. Se encontraba totalmente conmocionado, en el fondo una parte de él quería quedarse por su hija Bárbara, sólo por ella. Sin embargo sabía que ella haría lo correcto, que ella había cambiado.
Esteban (Pensamiento): He sido un mal hombre, pero perdón… Ya he pedido antes perdón, pero vuelvo a hacerlo – Piensa mientras llora –. Mi Catalina, ¿te podré ver o me iré al infierno por haber cometido tantos delitos?
En ese instante se ve a Catalina, quien se acerca hasta Esteban y le acaricia el rostro. La mujer le da un ligero beso en la boca para luego sonreírle. Los ojos de Esteban se iban cerrando poco a poco y por suerte había logrado arrepentirse a tiempo. La vida agitada de este hombre había terminado.
CONTINUARÁ…
CAPÍTULO 20, ¡¡GRAN FINAL!!
SALIDA:
ENTRADA:
Departamento del Doctor Carlos:
Sofía ha disparado contra Ciro y el Doctor Carlos. Ambos se encuentran desmayados. La mujer va hacia uno de los cuartos, coge una maleta y empieza a guardar sus cosas.
Sofía: ¡Ahora sí! A escapar se ha dicho – Susurra la villana, mientras guarda sus pertenencias y roba algunas del doctor –. Debo ir a la empresa a recoger mi dinero de la caja fuerte – Se dice a sí misma –. Por fin, mi venganza ha terminado. No tengo nada más qué hacer en este lugar…
La mujer cierra la maleta y sale del cuarto, al salir va rápidamente hacia los cuerpos de los hombres y sonríe.
Sofía: Adiós, hermosos – En ese instante Ciro abre los ojos, alza su brazo y dispara contra la mujer, quien cae al suelo. La bala ha caído en su estómago –
Ciro: ¡Maldita! – El hombre se levanta, agarrándose el hombro herido –, ahora tú te vas a morir…
Sofía: Ciro, no lo hagas, ¡No lo hagas, por favor! – Dice, casi moribunda y llorando –. Yo no quise hacerlo… No quise.
Ciro: No me causas pena, loca. Ahora yo te voy a matar como tú mataste a Catalina – Ciro apunta con su arma a la villana, quiere darle el disparo final –
Bar:
Ramiro se encontraba en un bar de mala muerte, en el que bebía y bebía. Dos trágicas noticias eran las que él había recibido en un solo día. Gabriela le confesó que Ramirito no era su hijo, sino de Ricardo y el comandante Uribe le informó que su madre había sido asesinada.
Ramiro: ¡Ya no quiero saber nada de la vida! – Grita mientras bebe un gran sorbo de cerveza y llora –. Quiero morirme, quiero morirme – Dice y su voz se quiebra –
En ese instante un tipo se acerca a él. Ramiro observa al hombre.
Ramiro: ¿Qué quieres? ¡Déjame en paz! ¡No quiero que nadie me fastidie! No tengo nada en la vida – Dice y rompe en llanto –. Ya no tengo nada, ¿Quieres matarme? ¡Hazlo de una maldita vez! – El hombre continuaba observando al destrozado Ramiro –
Vladimir: ¿Entonces quieres morirte? – Le pregunta sonriente y se sienta a su lado –. Ay, muchachito, pues yo te puedo ayudar…
Ramiro y Vladimir (Alexis Ayala) se miran fijamente a la cara. ¿Quién era este hombre? ¿Qué era lo que quería con Ramiro?
Empresa “Moda”:
Esteban acababa de escuchar a Darío decir que él había asesinado a Cecilia. Ambos se miraban al rostro, ambos totalmente asombrados y cautelosos del otro.
Escuchar soundtrack "Al descubierto":
Esteban: No puedo creer que hayas sido tú el que la mató – Le dice al asesino –
Darío: Siempre pensé que sospechabas de mí, Esteban – Le dice, mirándolo muy seriamente –, sobre todo después de que nos viste besándonos.
Esteban: Cuando vi a Cecilia besándose contigo, sufrí demasiado, pero pensé que se trataba de una simple aventura – Esteban empieza a reír –. Nada del otro mundo, nunca pensé que un simple tipo como tú fuera capaz de algo así…
Darío: Pues ya ves que las apariencias engañan – Le dice y le sonríe –. Y bueno, ahora que lo sabes, me gustaría hacerte una pregunta…
Esteban: ¿Una pregunta a mí? – Le dice algo cuestionado, mientras Darío continuaba sonriendo –
Darío: ¿Le pediste algo a cambio a Cecilia para no revelar que me viste besándola? Sé de lo que eres capaz, no creo que te hayas quedado tranquilo – Le dice, mirándolo fijamente –
Esteban: Claro que no. La chantajeé, le pedí que nos veamos con tal de no decir nada y sí, nos vimos, pero siguió rechazándome – Le dice muy tranquilo –. Yo la amaba de verdad, ¿por qué la mataste?
Darío: Yo también la amaba y justamente por eso la maté – Darío empieza a reír, mientras Esteban observa algo molesto –. Hubieras visto su cara: “No, Darío, por favor…. ¡No me hagas esto!” – Vuelve a reír –. Era una simple prostituta…
Esteban: No hables así de ella – Le advierte –
Darío: Eso es lo que era, ¡Una perra! – Esteban va corriendo hacia él y lo toma de la camisa –. Es una pena que un hombre tan brillante como tú tenga que terminar muerto en mis manos…
Esteban: Yo no te pienso matar – Le dice –, pero sí puedo llamar a la policía para que te detengan – Esteban golpea a Darío dejándolo en el piso –
Comandancia de policía:
El comandante Uribe ingresa a la celda donde se encontraban Mariano y Fabiola, ambos miran al hombre, quien llegaba con un rostro lleno de preocupación.
Uribe: Creo que es necesario que les cuente esto – Les dice el comandante. Mariano y Fabiola se miran entre sí, algo preocupados –
Mariano: ¿Qué es lo que sucede, comandante? – Pregunta el hombre –
Uribe: Se trata de la señora Catalina – Les dice y ambos quedan muy cuestionados –. Ha sido asesinada…
Fabiola: ¿Qué? ¿De qué está hablando? ¿Quién la mató? – Pregunta totalmente asombrada y algo alterada –
Por un instante todo se detiene y sólo se logra sentir todo lo que está sucediendo dentro de Mariano. No puede evitar recordar cómo conoció a Catalina y lo mucho que llegó a ilusionarse de ella.
Mariano (Pensamiento): No puede ser, Catalina, yo la quise mucho. Era una gran mujer, ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué tantas desgracias juntas? – Sus ojos se llenan de lágrimas –
Uribe: Fue su madre, señorita Fabiola. La señora Sofía Valenzuela fue la persona que asesinó a la señora Catalina – Fabiola no puede creer lo que está escuchando y abraza a Mariano, quien ni siquiera puede abrazarla de lo impresionado que se encuentra –
Fabiola: ¡Mi mamá! ¡Mi mamá! – Rompe en llanto mientras continúa abrazando a Mariano –, ¿y cómo está Ramiro? ¡Él debe estar destrozado! – Exclama –, ¡Ay, Dios! No puede ser, ¡Ramiro! ¡Ramiro! – Mariano observa a su novia, quien estaba totalmente desesperada –
Mariano: ¿Quieres ir a verlo? – Le pregunta –. Puedes hacerlo. Anda – Ambos se observan. Fabiola no sabía qué hacer –
Departamento del Doctor Carlos:
Ciro piensa dar el último disparo contra la villana, que bien lo tenía merecido. La mujer continuaba suplicando por su vida, mientras el hombre reía como un desquiciado.
Ciro: ¡Te mereces sufrir! ¡Sufre! ¡Sufre todo lo que yo he sufrido por tu culpa! – Le grita lleno de furia –. Sí, por tu culpa perdí a mi familia. Por tu culpa dejé de caminar por varios años, ¡Perdí mucho! Y ahora tú perderás la vida, ¡Sí! ¡Perderás tu vida!
Sofía: ¡Te lo suplico! ¡No lo hagas! ¡Por todo el amor…!
Ciro: ¿Qué amor? – Le pregunta interrumpiéndola –. Nunca sentí amor por ti, ¡nunca! Siempre fuiste alguien repulsivo para mí…
Sofía: No lo hagas – Le dice, botando algo de sangre por la boca –
Ciro: Me das asco – Le dice y le sonríe –. Adiós – Ciro va a disparar –
Se escucha el sonido de un disparo. Se ve el rostro totalmente sorprendido de Ciro y luego se ve como este cae al piso. Un balazo por la espalda lo perforó e hizo que muriera al instante. Ese balazo pertenecía al doctor Carlos.
Carlos: Nos morimos los tres – Dice para luego soltar el arma y cerrar los ojos –
Se ve el cuerpo de los tres. Los dos hombres ya muertos, mientras que Sofía continuaba agonizando.
Empresa “Moda”:
Esteban le tira un fuerte puñete en el rostro a Darío, dejándolo en el piso. El asesino se levanta y toma del cuello a Esteban. Ambos empiezan a golpearse mutuamente.
Esteban: ¡No podrás conmigo! ¡Eres un niño! – Le grita y lo empuja hacia el piso para luego tirarle una patada en el estómago –, soy mucho más fuerte que tú – Darío va nuevamente hacia Esteban, sin embargo este lo empuja fuertemente haciéndolo caer nuevamente –, ¡Entiéndelo! – Esteban le tira una y otra y otra patada, hasta que Darío queda inconsciente –. Al fin – El tío de Fabiola saca su celular y empieza a marcar un número –, ¿Aló, comandante? Le habla… – Darío toma del pie a Esteban y lo hace caer al suelo –, ¡Maldita sea! – Darío aprovecha el momento para tirarle una patada en el rostro a Esteban –
Darío: Eso te pasa por imbécil – Darío toma el celular de Esteban, cuelga y lo guarda en el bolsillo –, ¡Atrápame si puedes! – Grita Darío y sale corriendo de la oficina. Esteban se levanta, toma el teléfono, sin embargo no hay línea –
Esteban: No hay línea. Ese imbécil pensó en todo – Se dice –, ¿Dónde estás? – Grita y en ese instante la luz se apaga –. ¿Qué pasó? Se fue la luz – En ese instante la luz vuelve –. No entiendo nada, ¿Dónde estás?
Esteban no se había dado cuenta, pero Darío se encontraba atrás de él. El asesino golpea a Esteban en la cabeza con el gatillo de su pistola, haciéndolo caer desmayado.
Darío: Se dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo, sin embargo el estar tan viejo también te puede volver un estúpido – Darío empieza a reír, mientras ve el cuerpo desmayado de Esteban –. Ahora vamos por el dinero…
Un par de horas después…
Dentro de la sucia celda de Mariano, se encontraba él hablando con alguien. Al parecer se encontraba desquitando toda su furia.
Mariano: ¡Fue mi hermano! ¿Puedes creerlo? ¡Fue él! – Le dice, muy desdichado y lleno de dolor –, me lo dijo la voz misteriosa, pero yo no puedo, ¡Yo no puedo decir que fue mi hermano! Me dolería mucho…
Darío: Lo comprendo – Ese alguien era Darío –. Mariano, no sabes cuánto me gustaría ayudarte. Tú eres mi amigo, sabes lo mucho que te aprecio, ¿verdad?
Mariano: Lo sé, claro que lo sé, Darío. Tú fuiste el primero que me dio la bienvenida en la empresa, ¿Cómo poder olvidarlo? – Ambos sonríen y en ese instante Mariano se percata de una herida en el labio de “su amigo”, herida que tiene después de la pelea con Esteban –, ¿qué sucedió en tu rostro?
Darío: Nada, no te preocupes – Le dice y le sonríe –, ¿estás seguro que no quieres que le diga al comandante que tu propio hermano fue quien mató a Cecilia? – Pregunta –
Mariano: Estoy seguro, Darío. Esto se terminó, yo pagaré por el delito que mi hermano cometió – Los ojos de Mariano se llenan de lágrimas, mientras Darío observa fijamente –
Darío: Se nota que eres un buen tipo – Darío toca el hombro de Mariano, para luego ambos mirarse a los ojos –
Hospital:
Fabiola llega al hospital e ingresa al cuarto donde se encontraba Gabriela. Ambas se miran a la cara fijamente.
Gabriela: ¿Qué es lo que quieres tú aquí? – Le pregunta –. No eres bienvenida, ¡Vete!
Fabiola: ¿Por qué me tratas así? ¿Qué te he hecho? – Le pregunta Fabiola –. Sólo quiero saber…
Gabriela: ¿Qué? ¿Qué quieres saber? ¿Quieres saber por qué le mentí a Ramiro? ¿Para eso has venido? – Le pregunta, dejando sorprendida a Fabiola –
Fabiola: ¿A qué te refieres con que le mentiste a Ramiro? – Le pregunta totalmente confundida –
Gabriela: Ah, no lo sabes… – Gabriela se incomoda. Se había dado cuenta que Fabiola no sabía nada –. Olvídate de todo y sal de mi cuarto…
Fabiola: Yo venía para preguntarte dónde estaba Ramiro, ¡Pero ahora me vas a decir cómo es eso de que le mentías! – Le dice muy furiosa –, ¡Vamos! ¡Responde! – Grita –
Gabriela: ¡Le confesé a Ramiro que tenía un amante y que el hijo que acaba de nacer no era suyo! – Grita totalmente furiosa –
Fabiola: ¿Qué has dicho? – Le pregunta totalmente asombrada y horrorizada –, ¿Cómo pudiste? Ramiro debe estar muy mal…
Gabriela: ¿Qué puede hacer una mujer cuando se siente sola? – Le pregunta y rompe en llanto –. Me fui a otro país al ganar una beca. Ramiro no me debió dejar ir. Menos de dos semanas bastaron para que un hombre me conquistara…
Fabiola: ¡No puedo creer lo que estoy escuchando! – Le grita –. ¿Y quién era tu amante?
Gabriela: El ex noviecito de tu amiga Mayra – Fabiola queda ahora aún más asombrada –
Fabiola: ¿Ricardo? ¿Ricardo Bustamante era tu amante? – Fabiola no puede creer que su amante sea el que ella cree es el asesino de Cecilia –
Departamento del Doctor Carlos:
El comandante Uribe ingresa a la casa del doctor Carlos, junto a otros policías más. La escena es horrenda, se ve los cuerpos de Ciro, el doctor y Sofía. El policía le toma el pulso a los tres.
Uribe: Están muertos. Los tres están muertos. Tómenles las fotografías pertinentes y luego lleven los cuerpos a la morgue – Les ordena el comandante –
Bar:
Ramiro se encontraba conversando con Vladimir, quien bebía mucho alcohol, todo lo contrario al hijo de la difunta Catalina, quien ya no bebía y, más bien, escuchaba atentamente al hombre extraño.
Ramiro: Me dices que existe un grupo donde se juntan personas que se quieren morir – Le dice totalmente extrañado –
Vladimir: Sí, somos como una religión – Le dice y bebe –. Nos juntamos, nos alimentamos de nuestro propio dolor y uno por uno vamos muriendo, como si fuéramos parte de un gran sacrificio.
Ramiro: Me parece interesante – Le dice, mirando a la nada –. Yo me quiero morir, pero yo sólo no podré matarme…
Vladimir: Nosotros te podemos ayudar – Le dice y le sonríe –, pero antes tengo que avisarle al líder que tenemos un nuevo miembro.
Ramiro: No estoy muy seguro, la verdad… – Le dice algo dudoso –, eso del líder me suena…
Vladimir: El líder Darío es un gran hombre. El sólo quiere ayudar a todos – Le dice, dejando intrigado a Ramiro –
Escuchar soundtrack "Madra electro":
Ramiro: ¿Darío? ¿Se llama Darío tu líder? Yo conozco un Darío también, ¿qué será de la vida de mi amigo? – Le dice y sonríe al recordarlo –
Vladimir: Sí, mi líder se llama Darío, Darío Cardoso – La sonrisa se borra del rostro de Ramiro. Ambos se encontraban hablando del mismo Darío –
Hospital:
Fabiola se encontraba asombrada al escuchar a Gabriela. No podía creer que el asesino de Cecilia sea el amante de la novia de Ramiro. Ahora todo se tornaba con mayor tensión.
Fabiola: No puedo creer que hayas cambiado a Ramiro por ese tipejo – Le dice, llena de ira –. Simplemente no puedo creerlo…
Gabriela: Ricardo es un gran hombre – Le dice totalmente seria –
Fabiola: ¡Es un asesino! – Grita, dejando sorprendida a Gabriela –
Gabriela: ¿De qué hablas? – Le pregunta –
Fabiola: ¡Eso no importa ahora! – Fabiola intenta tranquilizarse –, ¿dónde está Ramiro?
Gabriela: ¿Qué se yo? Seguro en un bar de mala muerte emborrachándose. Es lo que hace siempre que tiene problemas – Fabiola mira muy molesta –
Fabiola: ¿Sabes cuál bar frecuenta? – Le pregunta –
Gabriela: Las veces que lo he sacado ha sido en uno mugriento que se encuentra en el centro de Lima, se llama “La cantina vieja” – Le dice, mirando a la nada –
Fabiola: Gracias y adiós – Fabiola sale del cuarto, dejando a una Gabriela llorosa y cabizbaja –
Al salir del cuarto se sorprende al ver a alguien parado cerca de ahí, este alguien la retiene agarrándola de los hombros.
Darío: ¡Fabiola! – Se trataba de Darío –
Fabiola: ¡Ay, Darío! – Exclama –, ¡Me asustaste!
Darío: Lo siento, Mariano me pidió que viniera a verte para ver cómo estabas – Le dice sonriéndole –. ¿Todo bien?
Fabiola: Sí, sólo que me he enterado de algo terrible – Le dice, muy asqueada y preocupada –
Darío: ¿Qué sucede? Confía en mí, ya Mariano me puso al tanto de todo – Le dice y ella lo mira –, de absolutamente todo – Fabiola en ese instante abraza a Darío –
Fabiola: ¡Ay, todo es una tragedia! ¡De verdad! – Sus ojos se llenan de lágrimas –. Y ahora me entero que el hijo que acaba de tener Gabriela no es de Ramiro… – Darío queda sorprendido –
Darío: ¿No es de Ramiro? ¿Entonces de quién es? – Pregunta muy curioso –
Fabiola: De Ricardo, del hermano de Mariano – Darío no podía creer lo que estaba escuchando –
Casa deshabitada:
Una inmensa casa deshabitada, vieja y sucia. Se veían cucarachas y ratas andar por los suelos. En uno de los tantos cuartos de este lugar se encontraba Ricardo, quien estaba sentado en una silla, amarrado. Su brazo sangraba por culpa del balazo que recibió de parte de Darío. Ricardo respiraba profundamente, había despertado hace sólo unos momentos.
Ricardo: Este brazo, ¡Auxilio! ¡Me duele demasiado el brazo! ¡Por favor ayúdenme! – Grita el hermano de Mariano –, ¡Darío maldito! ¡Déjame salir! ¡Déjame salir! – Grita –, ¡Es que si alguien no ve mi brazo! Mi brazo, ¡Necesito un doctor! – Grita y rompe en llanto –. No puede ser, esto tiene que ser una pesadilla…
Comandancia de policía:
Mariano se encontraba en la celda, pensaba y pensaba demasiado. Lo único que podía hacer en ese lugar, sin ser juzgado, era pensar. Sin embargo lo que se le venía a la cabeza no eran cosas hermosas necesariamente.
Mariano (pensamiento): Que solo me siento – Agacha su mirada –. Fabiola se fue. Está bien que se haya ido, no puede estar todo el día conmigo – Sus ojos se llenan de lágrimas –. ¿Le importará más Ramiro? ¡No pienses eso! Ella va a volver – Mariano empieza a golpear las paredes de la cárcel –. ¡Va a volver! El único que te ha traicionado es tu hermano, ¡Ricardo! A pesar de ello no puedo odiarte, pero estoy seguro que no podrás ser feliz nunca… Nunca…
El comandante Uribe acababa de regresar a su oficina. Su teléfono empieza a sonar, va a contestar con rapidez. Este era un día verdaderamente largo.
Uribe: ¿Aló? – Se queda sorprendido al escuchar –, ¿Cómo dice? ¿El cuerpo del comandante Javier Salazar? – Pregunta –. Está bien. Mandaré a mis hombres para que vayan a reconocer el cuerpo – Dice y cuelga. El comandante se encontraba muy intrigado –. Esto me huele mal, ¿quién pudo haberlo matado? Javier fue esposo de Cecilia y Mariano se encuentra en la celda. Él no lo pudo haber hecho, ¿o acaso la persona que mató a Javier no tiene nada que ver con el asesinato de Cecilia? No, es que todo esto está muy extraño… Bastante extraño.
Carro de Darío:
Darío manejaba bastante molesto, al parecer el escuchar que Ricardo tenía un hijo a él no le agradaba mucho que digamos. Detiene el carro en una calle desolada y empieza a golpear el timón.
Darío (pensamiento): ¡No puede ser! ¡No puede ser! – Dice mientras golpea el timón –. Así que tienes un heredero… Un pequeño Ricardito – El asesino empieza a reír –. Ese niño morirá por llevar la sangre de un ser tan asqueroso como él. Va a morir, ¡Va a morir! – Continúa riendo y luego baja del carro. Se encontraba a las afueras de la casa deshabitada –. Hora de divertirme…
Bar:
Fabiola llega al bar y encuentra a Ramiro junto a Vladimir. Ella corre hacia él. Ambos se miran a la cara.
Fabiola: ¡Al fin te encuentro, Ramiro! – Le dice Fabiola –. Vámonos de una vez – Lo toma de la mano, sin embargo él no se mueve –. ¿Qué te pasa? ¡Vamos!
Ramiro: No, no quiero irme. Estoy conversando con mi nuevo amigo – Le dice, intentando no mirarla –
Fabiola: ¡Ramiro! Deja de comportarte como un niño, ¡Hay muchas cosas que están sucediendo! – Le dice totalmente furiosa –
Vladimir: Bueno, yo mejor los dejo solos un rato – Le da la mano a Ramiro –. Ya vuelvo, compañero – Luego le sonríe a Fabiola –. Nos vemos, señorita – Vladimir se hace a un lado, mientras Ramiro continuaba sin querer mirar a la novia de Mariano –
Fabiola: ¡Ramiro! – Fabiola se sienta –. Por favor, mírame a los ojos – Lo toma del rostro y hace que este la mire –. Te quiero mucho – Los ojos de Ramiro se llenan de lágrimas y ella le acaricia el cabello –. Tranquilo, sé que todo debe ser terrible para ti…
Ramiro: No tengo nada. No tengo hijo, no tengo madre, no tengo novia… ¡No tengo nada! ¡Estoy solo! – Rompe en llanto –. Lo mejor será que me dejes así… Solo…
Fabiola: Nunca – Le dice –
Ramiro: ¿Y por qué?
Fabiola: Porque me importas demasiado – Ambos se miran fijamente. Ramiro estaba encandilado con ella y decide acercarse un poco más. Fabiola tampoco puede resistirse –
Casa deshabitada:
Darío se encontraba en uno de los cuartos de la casa deshabitada. Miraba como Ricardo se retorcía de dolor y él tan sólo reía viendo como sufría su mayor enemigo.
Darío: ¿Y quieres saber algo más? – Le pregunta –
Ricardo: ¿Qué? ¿Qué quieres, loco desquiciado? – Darío se acerca y le tira una cachetada –
Darío: No vuelvas a hablarme así, ¡Tú me volviste loco! ¡Tú que me maltratabas cuando yo era un simple niño! ¿Qué daño te hice yo? ¡Responde! – Grita el asesino –
Ricardo: Tal vez me excedí, pero sólo era un juego, ¡Un juego de niños! – Grita intentando que el villano lo entienda –
Darío: Pídeme perdón – Le dice mirándolo a los ojos –
Ricardo: ¡Perdón! – Grita él –. Perdóname, Darío. No fue mi intención, yo solamente era un estúpido. Un estúpido que quería creerse algo que no era – Darío mira con compasión a Ricardo y luego le sonríe –
Darío: Te entiendo – Le dice y le acaricia el rostro –, pero no te perdono – El villano presiona la herida que Ricardo tenía en el brazo, haciéndolo gritar demasiado –, ¿Te duele? ¿Te duele mucho? – Empieza a reír –
Ricardo: ¡Espero que te pudras en los infiernos, hijo de perra! – Le grita lleno de furia y dolor –
Darío: El que se pudrirá en los infiernos será tu retoño. Él morirá junto a ti. El padre, el hijo y yo invocaré al espíritu santo – Darío vuelve a reír, dejando a un espantado y sorprendido Ricardo –
Ricardo: ¡Con el bebé no te metas! ¡Con él no! – Grita enfurecido –
Bar:
Fabiola y Ramiro se miraban fijamente. El hombre se acercó a ella, la tomó del rostro e intentó besarla, sin embargo ella se apartó al instante.
Ramiro: ¿Qué pasa? – Le pregunta muy dolido –. ¿No me quieres?
Fabiola: Te quiero, pero no de esa manera, Ramiro. Yo tengo novio, yo estoy con Mariano. Yo lo amo a él – Ramiro mira hacia el suelo –
Ramiro: Creo que lo mejor será que te vayas. Déjame solo, necesito estar lejos de todos ustedes – Le dice y sus ojos se llenan de lágrimas –
Fabiola: Es que no puedo dejarte, ¡No sé por qué! Pero no puedo – Le dice y le acaricia el rostro –. Me da miedo, ¡Tengo miedo!
Ramiro: ¿Tienes miedo de amarme? ¿Tienes miedo de amarme y dejar a Mariano? – Le pregunta y Fabiola queda callada –
Fabiola: Yo amo a Mariano – Le dice, rompiéndole el corazón –, pero siento algo muy fuerte por ti también…
Ramiro: ¿Y qué es eso que sientes? – Fabiola agacha la mirada y empieza a llorar –
Fabiola: No lo sé y me siento tan mal, Mariano está en un momento espantoso y yo aquí…
Ramiro: Yo también me encuentro en un momento espantoso – Le dice y él también agacha la mirada y vuelve a llorar –
Fabiola: La diferencia es que él es mi novio – Le dice y se seca las lágrimas –. Creo que tenías razón, lo mejor es que me vaya – Fabiola se levanta de la mesa y se va caminando lentamente –
Ramiro: Fabiola, ay Fabiola… Te quiero tanto…
Casa deshabitada:
En otro de los cuartos se encontraba Esteban, quien recién se despertaba después de haber estado desmayado. Al abrir los ojos se percata que está sentado y amarrado en una silla. Encuentra frente a él a Darío, quien se encontraba parado al lado de una mesa llena de cuchillos.
Esteban: ¡Déjame ir! ¡Déjame ir, imbécil! – Grita el padre de Bárbara –
Darío: No seas malcriado, vejete asqueroso – Le dice y toma uno de los cuchillos –, ¿Has visto a los lanzadores de cuchillos esos que salen en los circos? – Le pregunta –
Esteban: ¡No te atrevas! ¡No te atrevas! – Grita –
Darío: ¿Qué no me atreva a qué? ¿A tirarte un cuchillo? – Darío arroja un cuchillo sin embargo este no le cae a Esteban –. Soy un excelente lanzador de cuchillos – Dice y empieza a reír –
Esteban: Si me quieres matar, ¡Hazlo de una vez! Ya no tengo nada qué hacer aquí – Le dice y agacha la cabeza –
Darío: ¡Pobre Esteban! ¡Pobre viejo estúpido! – Grita y vuelve a carcajearse –. Siempre creíste ser el hombre más inteligente, ¡Pero no! Lo siento, el más inteligente era yo…
Esteban: ¿De verdad crees ser muy inteligente? – Le pregunta y ahora él ríe –
Darío: ¿De qué te ríes, viejo estúpido? – Le pregunta muy molesto para luego arrojar otro cuchillo hacia él. El cuchillo cae muy cerca, pero no logra rozarle a Esteban –
Esteban: ¿Sabes dónde quedó tu grabadora de voz? – Darío queda sorprendido al escucharlo, luego busca entre sus ropas –. No está, ¿verdad? Se quedó en la empresa…
Darío: ¡Maldita sea! – Toma otro cuchillo y lo tira hacia Esteban, este último si le cae a Esteban en el brazo –, ¿Dolió?
Carro de Fabiola:
Fabiola se encontraba manejando su auto, cuando en ese momento su celular suena y al ver de quien se trata decide contestar.
Fabiola: Licenciado Reátegui, buenas noches – Le dice Fabiola –. Ay, licenciado, disculpe, no he podido revisar los papeles porque he estado muy ocupada con problemas personales – Nuestra protagonista escucha con atención al licenciado –, ¿Necesita que vea esos papeles ahora mismo? – Le pregunta –. Está bien, iré a la oficina en este instante. No tiene de qué preocuparse – Dice y suspira –. Gracias a usted…
Casa Deshabitada:
Darío se encontraba angustiado después de lo contado por Esteban, quien se encontraba sangrando del brazo.
Darío: Me tengo que ir a la oficina – Dice casi susurrando –
Esteban: A ver si logras encontrarlo – Le dice y empieza a reír –
Darío: ¡Ya cállate! ¡Me tienes harto! – El asesino tira un cuchillo más. Esta vez el cuchillo cae en el pecho de Esteban –. Nos vemos en el infierno – Darío sale del cuarto rápidamente –
Escuchar soundtrack "Catalina/Paloma":
Los ojos de Esteban se llenan de lágrimas, empieza a llorar al ver su pecho desangrar. Se encontraba totalmente conmocionado, en el fondo una parte de él quería quedarse por su hija Bárbara, sólo por ella. Sin embargo sabía que ella haría lo correcto, que ella había cambiado.
Esteban (Pensamiento): He sido un mal hombre, pero perdón… Ya he pedido antes perdón, pero vuelvo a hacerlo – Piensa mientras llora –. Mi Catalina, ¿te podré ver o me iré al infierno por haber cometido tantos delitos?
En ese instante se ve a Catalina, quien se acerca hasta Esteban y le acaricia el rostro. La mujer le da un ligero beso en la boca para luego sonreírle. Los ojos de Esteban se iban cerrando poco a poco y por suerte había logrado arrepentirse a tiempo. La vida agitada de este hombre había terminado.
CONTINUARÁ…
CAPÍTULO 20, ¡¡GRAN FINAL!!
SALIDA:
Última edición por Jake LaMotta el Lun Sep 22, 2014 8:13 pm, editado 1 vez
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Excelente webnovela Abel, me gustó mucho este capítulo. Por lo general me gustan los villanos más humanos, que no son del todo malos o del todo bueno, así como Esteban y lo conmovedor fue ver como él murió, pero antes se arrepintió de todo el mal que hizo y es sí fue una escena conmovedora con Catalina que también había muerto viniendo hasta él y besándolo
Ya también murió la loca de Sofía, moribunda, rogando por su vida. Tanto ella como Ciro y el Dr. Carlos.
Espero que Darío no siga cometiendo locuras y el comandante Uribe logre atar cabos rápido y lo descubre. A ver como terminará Darío que a este paso se convirtió en el villano más hipócrita de la historia.
Qué raro el tipo que se le acercó a Ramiro y lo invitó a unirse a su religión. Lo más impactante es que es Darío quien dirige esa religión. Eso es raro.
Espero el siguiente capítulo
Ya también murió la loca de Sofía, moribunda, rogando por su vida. Tanto ella como Ciro y el Dr. Carlos.
Espero que Darío no siga cometiendo locuras y el comandante Uribe logre atar cabos rápido y lo descubre. A ver como terminará Darío que a este paso se convirtió en el villano más hipócrita de la historia.
Qué raro el tipo que se le acercó a Ramiro y lo invitó a unirse a su religión. Lo más impactante es que es Darío quien dirige esa religión. Eso es raro.
Espero el siguiente capítulo
Aleja Soto- Mensajes : 5016
Fecha de inscripción : 21/04/2012
Localización : Colombia
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
que bueno que por lo menos Sofia este agonizando y los tres esten muertos hasta que Sofia muere sufre alli
me cago en Dario que mejor lo hubiera matado Esteban y acaba con el ya
que carniceria en el departamento del doctor Carlos por lo menos la zorra de Sofia ha muerto
coño que grupo es ese????? como que se provocan la muerte????? lider Dario?????
ese imbecil de Dario ha matado a Esteban tambien esperemos que llegue junto a Catalina
esperamos el proximo
quiero ver a Dario en la silla electrica!!
me cago en Dario que mejor lo hubiera matado Esteban y acaba con el ya
que carniceria en el departamento del doctor Carlos por lo menos la zorra de Sofia ha muerto
coño que grupo es ese????? como que se provocan la muerte????? lider Dario?????
ese imbecil de Dario ha matado a Esteban tambien esperemos que llegue junto a Catalina
esperamos el proximo
quiero ver a Dario en la silla electrica!!
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Aleja Soto escribió:Excelente webnovela Abel, me gustó mucho este capítulo. Por lo general me gustan los villanos más humanos, que no son del todo malos o del todo bueno, así como Esteban y lo conmovedor fue ver como él murió, pero antes se arrepintió de todo el mal que hizo y es sí fue una escena conmovedora con Catalina que también había muerto viniendo hasta él y besándolo
Ya también murió la loca de Sofía, moribunda, rogando por su vida. Tanto ella como Ciro y el Dr. Carlos.
Espero que Darío no siga cometiendo locuras y el comandante Uribe logre atar cabos rápido y lo descubre. A ver como terminará Darío que a este paso se convirtió en el villano más hipócrita de la historia.
Qué raro el tipo que se le acercó a Ramiro y lo invitó a unirse a su religión. Lo más impactante es que es Darío quien dirige esa religión. Eso es raro.
Espero el siguiente capítulo
Gracias por el comentario, Aleja. Que bueno que te haya gustado el capítulo y sí, finalmente Esteban logró arrepentirse del todo, aunque lástima que no haya podido atrapar a Darío... Y este último, como tú dices, parece estar completamente loco. La forma como mató a Esteban y como tiene encerrado a Ricardo y ahora, al parecer, también dirige una extraña secta religiosa... Ya veremos de qué se trata.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Joana Sabbagh escribió:que bueno que por lo menos Sofia este agonizando y los tres esten muertos hasta que Sofia muere sufre alli
me cago en Dario que mejor lo hubiera matado Esteban y acaba con el ya
que carniceria en el departamento del doctor Carlos por lo menos la zorra de Sofia ha muerto
coño que grupo es ese????? como que se provocan la muerte????? lider Dario?????
ese imbecil de Dario ha matado a Esteban tambien esperemos que llegue junto a Catalina
esperamos el proximo
quiero ver a Dario en la silla electrica!!
Ya llega pronto el prox. capítulo, Joana. Gracias por comentar y sí, esperemos a ver cuál será el final de Darío, ¿qué esperan que le suceda? Parece que este tipo no piensa arrepentirse de nada como Esteban... Parece que él no se detendrá hasta poder asesinar al, recién nacido, hijo de Ricardo y a todo aquel que se entrometa en sus planes o lo descubra. ¡E incluso ahora Fabiola está yendo a la oficina, al igual que este loco asesino!
Saludos.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Que gran final para este gran villano ESTEBAN, pareciera él el protagonista, pues todo el tiempo robó cámara con su gran actuación, sus grandes villanadas y en sí su gran historia, pues no fue un villano cualquiera que mata por matar o intriga solo por ambición o deseo de alguna mujer, no, su historia fue mucho más profunda, pudimos darnos cuenta cuando él recordaba, lo mucho que sufrió de niño, su padre lo comparaba constantemente con su hermano y creo que esto es lo peor que puede hacer una madre o un padre, creo que el hecho de comparar te hace mucho mas daño que unas nalgadas, incluso mas daño que unas bofetadas ya que te marcan psicológicamente como en este caso a Esteban, él estaba falto de cariño y por eso quitaba de enmedio a todo lo que le impedía llegar a esa felicidad, pero cuando se enteró que tenía una hija y ella le habló del arrepentimiento, Esteban de verdad que se arrepintió, incluso devolvió al bebé pero en vez de empezar a ser feliz... ya era demasiado tarde, sin su Catalina pero buen premio a su arrepentimiento se llevó que al final viera a Catalina, a la única mujer que realmente amó. Adiós Esteban y gracias por todas las emociones que nos hiciste vivir, nos hiciste gritar, llorar, odiar y finalmente llorar de emoción por tu arrepentimiento verdadero.
Darío otro ser que también se enfermó su mente y se convirtió en asesino por lo que sufrió de niño, Ricardo ahora sí que está pagando con creces el bullying que le hacía a Darío cuando eran los dos unos niños, según Ricardo solo era un "juego"
Sofía esa sí que fue mala porque quizo,ni siquiera le importaron sus hijas, solo le importaban los hombres y el dinero, muy adecuada su muerte, lenta, sufriendo como se lo merecía.
Ramiro me parte el alma, lo único que le queda es Fabiola pero ella está entre lla espada y la pared pues también la necesita mucho Mariano.
En espera del siguiente capítulo.
Darío otro ser que también se enfermó su mente y se convirtió en asesino por lo que sufrió de niño, Ricardo ahora sí que está pagando con creces el bullying que le hacía a Darío cuando eran los dos unos niños, según Ricardo solo era un "juego"
Sofía esa sí que fue mala porque quizo,ni siquiera le importaron sus hijas, solo le importaban los hombres y el dinero, muy adecuada su muerte, lenta, sufriendo como se lo merecía.
Ramiro me parte el alma, lo único que le queda es Fabiola pero ella está entre lla espada y la pared pues también la necesita mucho Mariano.
En espera del siguiente capítulo.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:Que gran final para este gran villano ESTEBAN, pareciera él el protagonista, pues todo el tiempo robó cámara con su gran actuación, sus grandes villanadas y en sí su gran historia, pues no fue un villano cualquiera que mata por matar o intriga solo por ambición o deseo de alguna mujer, no, su historia fue mucho más profunda, pudimos darnos cuenta cuando él recordaba, lo mucho que sufrió de niño, su padre lo comparaba constantemente con su hermano y creo que esto es lo peor que puede hacer una madre o un padre, creo que el hecho de comparar te hace mucho mas daño que unas nalgadas, incluso mas daño que unas bofetadas ya que te marcan psicológicamente como en este caso a Esteban, él estaba falto de cariño y por eso quitaba de enmedio a todo lo que le impedía llegar a esa felicidad, pero cuando se enteró que tenía una hija y ella le habló del arrepentimiento, Esteban de verdad que se arrepintió, incluso devolvió al bebé pero en vez de empezar a ser feliz... ya era demasiado tarde, sin su Catalina pero buen premio a su arrepentimiento se llevó que al final viera a Catalina, a la única mujer que realmente amó. Adiós Esteban y gracias por todas las emociones que nos hiciste vivir, nos hiciste gritar, llorar, odiar y finalmente llorar de emoción por tu arrepentimiento verdadero.
Darío otro ser que también se enfermó su mente y se convirtió en asesino por lo que sufrió de niño, Ricardo ahora sí que está pagando con creces el bullying que le hacía a Darío cuando eran los dos unos niños, según Ricardo solo era un "juego"
Sofía esa sí que fue mala porque quizo,ni siquiera le importaron sus hijas, solo le importaban los hombres y el dinero, muy adecuada su muerte, lenta, sufriendo como se lo merecía.
Ramiro me parte el alma, lo único que le queda es Fabiola pero ella está entre lla espada y la pared pues también la necesita mucho Mariano.
En espera del siguiente capítulo.
Gracias por esas palabras hacia el personaje de "Esteban", Gloria. Ahora habrá qué ver qué es lo que hace Darío... Al parecer su locura no tiene límites y no hay nadie quien lo controle. Me temo que es tan o más peligroso que Sofía, quien sí, por suerte tuvo una muerte adecuada, por tanto daño que hizo... Ya veremos qué sucede entre Ramiro, Fabiola y Mariano.
Saludos.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
No quiero adelantarme a los hechos porque luego por ahí me han dicho que quiero que las novelas sean a mi gusto, que suceda lo que yo quiero pero no es así, no tendría ningún sentido, tu eres el escritor de esta gran novela y lo que escribas me encantará, solo diré lo que me imaginé, ya que cuando el escritor crea unos personajes como los que tu has creado, que nos hacen mover los sentimientos y los vemos como reales tanto que los llegamos a odiar y otras a amar, pues nos empezamos a imaginar cosas, así que repito, no es que quiera que en la novela suceda esto, simplemente es lo que me imaginé, lo que se me vino a la mente: Darío secuestra al bebe de Gabriela y Ricardo y lo lleva al centro de esa secta, de la que habló Vladimir, están a punto de matar al pequeño y Ramiro lo salva.
Es solo lo que imaginé eh?
Es solo lo que imaginé eh?
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:No quiero adelantarme a los hechos porque luego por ahí me han dicho que quiero que las novelas sean a mi gusto, que suceda lo que yo quiero pero no es así, no tendría ningún sentido, tu eres el escritor de esta gran novela y lo que escribas me encantará, solo diré lo que me imaginé, ya que cuando el escritor crea unos personajes como los que tu has creado, que nos hacen mover los sentimientos y los vemos como reales tanto que los llegamos a odiar y otras a amar, pues nos empezamos a imaginar cosas, así que repito, no es que quiera que en la novela suceda esto, simplemente es lo que me imaginé, lo que se me vino a la mente: Darío secuestra al bebe de Gabriela y Ricardo y lo lleva al centro de esa secta, de la que habló Vladimir, están a punto de matar al pequeño y Ramiro lo salva.
Es solo lo que imaginé eh?
Pues ya veremos, sólo te puedo adelantar que Ramiro jugará un papel muy importante para ver si se detiene a Darío o no... Creo que todo estará en sus manos, la gran pregunta es: ¿lo hará? ¿o preferirá dejar morir a Ricardo y su hijo por el daño que le hicieron?
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
No Ramiro en el fondo es noble y no permitiría que el asesino acabara con Ricardo y mucho menos con el bebe, que aunque no sea su hijo él sabe que es una criatura inocente.
Creo que Fabiola terminará quedándose con él y quizá Mariano se enamore de la amiga de Fabiola, hay no puede ser, no puedo recordar su nombre, la que Darío quiere matar
Creo que Fabiola terminará quedándose con él y quizá Mariano se enamore de la amiga de Fabiola, hay no puede ser, no puedo recordar su nombre, la que Darío quiere matar
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:No Ramiro en el fondo es noble y no permitiría que el asesino acabara con Ricardo y mucho menos con el bebe, que aunque no sea su hijo él sabe que es una criatura inocente.
Creo que Fabiola terminará quedándose con él y quizá Mariano se enamore de la amiga de Fabiola, hay no puede ser, no puedo recordar su nombre, la que Darío quiere matar
¿Mayra? En el prox. capítulo se verá lo que sucede con ella.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Sí, ella, Mayra, ojalá no muera y pueda llegar a ser feliz con Mariano
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:Sí, ella, Mayra, ojalá no muera y pueda llegar a ser feliz con Mariano
¿Mayra y Mariano? Quién sabe... Aunque Ricardo, el hermano de Mariano, estuvo con ella... Jaja, que trauma para Mariano saber que está con la ex de su hermano.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Ay si es verdad, no me acordaba, primero le quita a Cecilia y luego a Mayra como que no verdad? Pero pues también Ricardo si el queda con Gabriela que es la madre de su hijo, no debe importarle que Mayra quede con su hermano o mejor le buscamos otra chica a Mariano o a Ramiro, ah no me acordaba de Bárbara que ya se hizo buena
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:Ay si es verdad, no me acordaba, primero le quita a Cecilia y luego a Mayra como que no verdad? Pero pues también Ricardo si el queda con Gabriela que es la madre de su hijo, no debe importarle que Mayra quede con su hermano o mejor le buscamos otra chica a Mariano o a Ramiro, ah no me acordaba de Bárbara que ya se hizo buena
Bueno, siento romper tus ilusiones, pero... Bárbara está en prisión por haber cometido aquellos crímenes.
Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Pero se puede casar estando en la cárcel jaja
No, ya veremos como quedan cada quien con su cada cual
No, ya veremos como quedan cada quien con su cada cual
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Pero se puede casar estando en la cárcel jaja
No, ya veremos como quedan cada quien con su cada cual
No, ya veremos como quedan cada quien con su cada cual
Gloria- Mensajes : 11369
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Re: CAPÍTULO 017: EL ADIÓS DE UN GRAN VILLANO
Gloria escribió:Pero se puede casar estando en la cárcel jaja
No, ya veremos como quedan cada quien con su cada cual
Sí, ya veremos... ¡Faltan sólo 3 capítulos para que esta historia llegue a su fin!
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