CAPÍTULO 001: SENTENCIA DE MUERTE

CAPÍTULO 001: SENTENCIA DE MUERTE

ACTORES INVITADOS: ARIADNE DIAZ (RECEPCIONISTA) Y MICHAEL CLARKE DUNCAN (CONDUCTOR, HOMBRE MORENO)

Billy y Tony llegaban en una limosina de color negro a las afueras del gran palacio de gobierno, ellos contemplaban con admiración dicho lugar, donde solo habitaba gente de bien, gente que se dedicaba a mejorar el país, ellos se sentían orgullosos de ser parte de la gran construcción del nuevo Perú, un Perú sin corrupción, sin maldad, sin terrorismo o al menos eso creían.
Billy estaba tomando una copa con agua, mientras que Tony bebía mucho vino y whisky, Tony reía escandalosamente, mientras que Billy solo atinaba a sonreír, un hombre moreno y obeso manejaba la limosina…

Tony: Ya es hora de bajar mi querido Billy, ya es hora de que nos den nuestra gran medalla de honor, a cada uno – Tony sonreía, mientras que terminaba de tomar su última copa con whisky – ¡Ahhh, riquísimo!
Billy: Será un gran honor ver al mismísimo presidente poniéndonos esas medallas, creo que no lo merecemos, pero igual me enorgullece mucho…
Tony: ¿Pero cómo que no lo merecemos? ¡Claro que lo merecemos! Hemos resuelto casos que ni los policías venidos de los mismísimos Estados Unidos han podido, nosotros somos lo mejorcito de este país… – Agarró una copa y se empezó a servir vino –
Billy: Deberías ser un poco más modesto, Tony, en unos años, de seguro, ellos ni se acordarán de nosotros, debes tener los pies bien puestos sobre la tierra, ¿Entendiste? – Billy aún seguía con su vaso con agua en la mano –
Tony: Pero si tú mismo lo haz dicho, en unos años ni se acordarán de nosotros, sería mejor aprovechar el momento, ¿No lo crees? – Tony alzó su copa con vino y luego empezó a beber –
Billy: En eso tienes razón, pero debemos saber como aprovechar las cosas, no podemos aprovecharlas para nuestro bienestar, nosotros no estamos aquí para eso, estamos aquí para velar por el bienestar de los demás – Billy empezó a beber el agua que estaba en la copa –
Tony: ¿Y quién vela por nuestro bienestar? ¿El gobierno? No me jodas pues Billy, mira mejor bajemos de una buena vez…



El hombre moreno que estaba de piloto los miraba con gran odio, mientras ellos bajaban, Tony con un gran aire de superioridad y Billy con gran tranquilidad…

Tony: Nos vemos mi querido King Kong – Tony empezó a reír y luego bajó para darle el alcance a Billy, mientras que el hombre moreno apretaba sus puños –



Tony y Billy, ambos con unos ternos muy diferentes, Tony llevaba un terno negro, con zapatillas amarillas, que lo hacían ver como una persona que no podía vestir bien, mientras que Billy, muy elegante, con un terno azul, sin corbata, pero muy bien vestido, ambos caminaban en Palacio de Gobierno acompañados por una hermosa recepcionista, a la cual Tony ya estaba afanando, Billy solo sonreía y se sonrojaba por los coqueteos de su amigo hacía esa chica…

Billy: Disculpe señorita, mi amigo está un poco acalorado, ¿Te haz bañado hoy día? – Billy sonreía, mientras que Tony lo miró con cara de furia fingida –
Tony: ¿Qué pasa Señor? Yo todos los sábados me baño y hoy es sábado, así que hoy me tocó – Ambos empezaron a reír –, hasta que al fin te arranque una risa mi querido Billy…
Billy: Y te lo agradezco, he estado un poco fuera de tierra en estos días – Tony puso una mano en el hombro de Billy –
Tony: Para eso estamos los brothers, tú eres mi brother – Ambos sonríen, luego la recepcionista se dirige a ellos –
Recepcionista: Señores, les ruego que esperen, le comunicaré al Señor Fernando Mariño que ustedes están aquí…
Tony: ¿Y qué tiene que ver el Congresista Mariño en esto? – Decía con la mirada muy curiosa, Billy también se unía a esa mirada –
Recepcionista: Él será el que les de las medallas de honor – Billy y Tony se miraron –
Billy: Disculpe, pero la nota dice que el presidente será el que nos de las medallas, ¿Qué ha pasado?
Recepcionista: Eso se los tendría que explicar el mismo congresista, si Usted desea yo le digo al Señor Mariño que ambos necesitan hablar con él…
Billy: Si fuera tan amable – Billy sonrío y la recepcionista se fue, dejando a los detectives muy inquietos –



Departamento Brothers:

Se enfocaba el departamento de los Brothers, Tony y Billy, el cuarto de Billy estaba muy limpio, todo brillante, la cama tendida y unos hermosos pececitos nadando en una pequeña pecera, en ese momento se enfoca el cuarto de Tony, sucio, desordenado, comida tirada en el piso y un perro que ladraba demasiado, en la cama de Tony se encontraba Leandro, uno de los compañeros de los detectives, es la persona que les consigue los armamentos necesarios y no solo eso sino también información de algunos maleantes conocidos en el país. Leandro estaba junto a una mujer, la mujer estaba desnuda y él estaba en un bóxer…

Leandro (pensamiento): Tony tiene muy buenos gustos y sabe pagar muy bien, miren que pagarme con una de sus conquistas y miren que conquista, la chica estuvo muy bien, no tengo ninguna queja, la deuda está saldada – Leandro sonríe –

En ese momento entra Macarena, una gran amiga de Tony que se dedica a hacerles la vida “imposible” a los hombres que habitan en esa casa, siempre quiere ayudar en los diversos casos de investigación, aunque los Brothers no le dan permiso, ella siempre termina entrometiéndose en todos los casos y a pesar de que ellos no lo reconocen, ella siempre termina siendo una gran ayuda…

Macarena: ¿Pero qué haces con esta mujer? – La mujer despierta y se tapa con una sábana –, ¡LÁRGATE GOLFA! – La mujer sale corriendo –
Leandro: ¿Qué te pasa Macarena? ¿Por qué haces eso? Tú no tienes ningún derecho para meterte en mi vida, tal vez a Tony y a Billy los controles, pero a mí no…
Macarena: ¿A si? Pues no creas, yo estoy aquí para velar por todos los que habiten en esta casa y no solo ello, velar para que todo esté bien…
Leandro: ¿Y no me digas que hacer el amor con una mujer en esta casa, está mal?
Macarena: Pues fíjate que si, para mí si es malo, sobre todo si es una perra como esa, no quiero que vuelva a suceder, ¿Entendiste?
Leandro: Tú no me vas a prohibir nada, ¿Tú cuántas veces te haz acostado con Billy en esta casa? – Macarena le tira una cachetada –
Macarena: No me vuelvas a faltar el respeto y te aseguro que Billy se va a enterar de esto – Leandro empieza a reír –
Leandro: ¡Billy, Billy y Billy! ¿No puedes vivir sin Billy? No, claro que no, sin él no serías nada en esta casa – Leandro se va, dejando sola a Macarena, quien empezó a respirar rápidamente –



Palacio de Gobierno:

Tony y Billy seguían en una espera inquieta, los minutos se hacían largos, sobretodo para Tony, que era el más impaciente, quería que venga la prensa, para así hacerse conocido y poder tener las mujeres que quiera, mientras que a Billy le incomodaba la prensa, no le gustaba ser conocido, prefería mantener oculta su identidad de investigador por temor a alguna represalia. En ese momento, como una luz resplandeciente, salió la recepcionista, Tony y Billy la miraron y la recepcionista también los miró…

Tony: Hasta que al fin sale señorita, la estábamos esperando y sobretodo yo, que estoy tan enamorado de Usted – Tony le mandó un beso volado –
Billy: Ya Tony, no seas malcriado, deja hablar a la señorita, díganos señorita…
Recepcionista: Pueden pasar, el congresista Fernando Mariño los está esperando – Billy pasó, mientras que Tony se quedó parado y le sonrío –
Tony: ¿A qué hora sales? – La recepcionista le sonrío –, yo te puedo recoger y nos podemos ir a tomar unas copas, luego a bailar y luego a hacer otras cositas…
Recepcionista: Salgo a las 8, te estaré esperando – Tony sonríe y entra al escuchar los llamados de Billy –

Tony y Billy entran a la oficina, era una gran oficina, de color guinda, el escritorio negro y el sillón negro, el sillón estaba volteado, por lo que no podían ver el rostro del congresista, sin embargo en un abrir y cerrar de ojos, el congresista meció su sillón y vio a los detectives y los detectives lo vieron a él…

Billy: Buenas tardes Señor Fernando, vinimos a hablar con usted…
Fernando: Mis queridos Billy y Tony, ¿Cómo han estado? – Fernando sonreía –, ¿Quieren algo de tomar? ¿Vino, champagne, whisky? Está muy surtido mi bar…
Billy: A mí tan solo déme un poco de agua, por favor – Fernando empezó a reír –
Tony: Bueno, yo si lo tomaré la palabra, un poco no, bastante vino, por favor – Fernando vuelve a reír –
Fernando: Bueno, ¿Y qué los trae por aquí? – Decía como si no supiera de las medallas que les otorgarían –, ¿Acaso hoy hay algo importante?
Tony: ¿Cómo que para qué estamos aquí? ¿Nos está bromeando? – Fernando vuelve a reír y luego les entrega a cada uno su copa con las respectivas bebidas –
Fernando: A mí no me gustan las bromas, para mí estar aquí no es una broma, no suelo decir ninguna broma cuando estoy en mi oficina…
Billy: Bueno, entonces lo debió haber olvidado, ¿No recuerda que hoy nos entregarían unas medallas?
Fernando: A las medallas, las tontas medallas, lo siento muchachos, pero tendrá que ser algo muy discreto, entre los tres, ¿Qué les parece?
Tony: Discúlpeme, pero ¿Usted está loco? – Fernando se sorprendió y luego soltó una carcajada –, el presidente dijo que esto sería algo grandioso…
Fernando: Y lo será mi querido Tony Blades, lo será, solo que será algo privado, ¿No te parece Billy?
Billy: Por mí no hay inconveniente, la prensa no me interesa, mejor si no viene…
Tony: Nos disculpa, es que tengo que hablar con Billy un momento…
Fernando: Vayan, den una vuelta y luego regresan – Tony y Billy salieron, mientras que Fernando cambió su rostro sonriente por un rostro de maldad e ira –



Departamento Brothers:

Macarena estaba volteada lavando la ropa, la lavaba con gran esmero, le gustaba que Billy luciera una ropa limpia y brillosa, ella siempre se preocupaba por los detectives y sobre todo por Billy, aunque todo apunta a que ella está enamorada de él, ella siempre lo niega. Cuando más esmero le ponía a la lavada, llegó Leandro, la empezó a ver con lujuria y empezó a sonreír…

Leandro: Lavando la ropa de Billy, claro, la mujer siempre hace las labores domésticos del esposo – Macarena soltó una carcajada –
Macarena: Ay ya cállate Leandro, tú solo abres la boca para decir estupideces – Decía mientras lavaba –
Leandro: ¿Son estupideces? Pues todos dicen lo contrario, tú miras a Billy con un brillo en los ojos…
Macarena: Yo miro a Billy como miro a todos, tú estás inventando Leandro – Leandro se acercó a ella y le empezó a masajear el cuello –
Leandro: Si tú sabes que yo te amo, ¿Por qué prefieres a Billy? – Le susurraba en el oído –
Macarena: Tú no me amas, tú solo quieres llevarme a la cama igual que a esa tipa con la que te encontré, ¿Verdad? – Leandro empezó a reír –
Leandro: ¿Amas a Billy? – Macarena no respondía – Responde, vamos, ¿Lo amas?
Macarena: Ehhh, no, no lo amo, es un simple amigo – Leandro se mordió los labios –
Leandro: Entonces demuéstramelo – Le apretó el trasero y Macarena abrió la boca, sorprendida –



Palacio de Gobierno:

Billy salió junto a Tony, ambos estaban caminando por los pasillos de Palacio, Billy se dio cuenta que a Tony algo le preocupaba…

Billy: ¿Qué pasa Tony? ¿De qué quieres hablar conmigo? – Tony agachó la cabeza, luego se sacó sus lentes oscuros –
Tony: Billy, algo muy raro está pasando aquí, ¿Acaso no te das cuenta? – Billy parpadeó los ojos –
Billy: Yo no veo nada extraño aquí, todo está bien, mira se que te afecta que no esté la prense, pero tienes que entender que las cámaras no nos harán más…
Tony: No es eso, me llegan al carajo las cámaras, pero tú y yo hemos escuchado los rumores del Fernando Mariño ese…
Billy: Tú mismo lo haz dicho, son simples rumores, ¿O acaso piensas que esto tiene algo que ver con los rumores?
Tony: Por supuesto, según los rumores, ese congresista es un hijo de puta que tan solo quiere cagar este país, ¿Me entiendes?
Billy: Si, pero ¿De qué forma perjudicaría al país haciendo que esto sea privado? – Tony empezó a reír –
Tony: ¿De qué forma? Pues de la siguiente forma…

Tony se asombró al ver en ese momento al hombre moreno y obeso que estaba manejando la limosina, quien se dirigió hacía la recepcionista y luego paso a la oficina del congresista…

Tony: ¿Viste? ¿Por qué ese hombre entró a la oficina del congresista?
Billy: Era él mismo que nos trajo en la limosina, ¿Verdad? – Ambos se asombran – ¿Y qué tiene que ver ese tipo con el congresista?
Tony: No lo se, pero esto está muy extraño, primero no nos quieren dar el gran homenaje que nos dijeron, luego este sujeto…
Billy: Tienes razón, vamos a rechazar la medalla, esto está extraño y nosotros no nos vamos a prestar para cosas como estas, vamos a averiguar de que se trata…
Tony: ¡Ese es mi Billy carajo! – Le da un beso en la cabeza –, vamos…



Mientras que el congresista Fernando, estaba muy molesto mirando al hombre moreno…

Fernando: Cometiste un error, ¡Ay, carambas! – Fernando agachó la cabeza – ¿Cómo te atreviste a entrar sabiendo que ellos están adentro?
Hombre: Disculpe señor, pero yo no sabía que ellos estaban afuera, yo creía que aún seguían en su oficina…
Fernando: Pues por esa simple equivocación, acabas de terminar con tu vida, lo siento mucho – Fernando se paró y se puso a lado de él –
Hombre: ¿Qué me piensa hacer? ¿Me piensa matar? – Decía muy serio y con lágrimas en los ojos –
Fernando: No, a ti nadie te va a matar, a ti te va a dar un infarto – Fernando sacó una inyección de su bolsillo y se la colocó en el brazo al hombre –
El hombre empezó a respirar más y más cada vez, luego se empezó a tocar el corazón, Fernando sonreía, mientras el hombre agachaba lentamente su cabeza hacía el escritorio…
Fernando: Ups, te dio un infarto, ahora tendré que salir como un estúpido gritando “le dio un infarto, le dio un infarto…”, ¡Ay que vergüenza! – Fernando seguía sonriente –



Departamento Brothers:

Leandro le empezó a besar el cuello, Macarena volteo y lo miró a la cara, una mirada sensual y explosiva, Leandro estaba excitado…
Macarena: Nunca más me vuelvas a tocar – Le tira un rodillazo en sus genitales –, ¡Asqueroso!
Leandro: ¿QUÉ TE PASA MACARENA? – Decía retorciéndose de dolor – ¡Maldita perra! Esta me la pagas…
Macarena: Uy mira cuanto miedo tengo, mira mejor vete y no quiero que te me vuelvas a acercar, me das asco…
Leandro: El asco es mutuo querida, el asco es mutuo – Leandro sonrío y luego se fue, dejando a Macarena muy furiosa –

Macarena empezó a lavar nuevamente la ropa y al ver un polo de Billy sonrío, y lo abrazó a pesar de que estaba cubierto de jabón y agua, luego suspiró y empezó a recordar a su querido Billy, al cual, aunque no quiera reconocerlo, quiere de una manera muy especial…



Palacio de Gobierno:

Mientras que Tony y Billy estaban platicando con la recepcionista, quien no los dejaba pasar a la oficina del congresista…

Billy: Disculpe señorita, pero el congresista dijo que platicáramos y que luego regresáramos, así que eso haremos…
Recepcionista: Ya le dije que no puede señor, el congresista está ocupado, ¿No lo entiende?
Tony: Mi amor, por favor, tú y yo ya somos más que amigos, por favor déjanos entrar…
Recepcionista: Lo siento, pero no, yo no pienso perder mi trabajo – En ese momento salió corriendo el congresista –
Fernando: ¡LE DIO UN INFARTO, LE DIO UN INFARTO! – Tony y Billy entraron corriendo y vieron al hombre moreno –

Tony y Billy estaban asombrados, no podían creer que el tipo esté recostado y que así por así le haya dado un infarto, el congresista entró atrás de ellos y cerró la puerta…

Billy: ¿Qué fue lo que sucedió? – Fernando sonrío –, ¿Por qué sonríe?
Fernando: ¿Por qué tendría que estar triste? Este pobre diablo no era nada mío…
Tony: ¿Entonces por qué salió corriendo y gritando como una mariquita?
Fernando: Mi querido Tony, tú insolencia para con Billy, no conmigo, por favor, sino tendré que echarte de mi oficina…
Tony: Hágalo, igual yo no quiero sus sucias medallas ni sus asquerosos homenajes, ¡Renuncio! – Fernando empieza a reír –
Billy: Yo también renuncio, hasta ahora no entiendo como pude servir a un gobierno como este, vámonos Tony – Fernando se para –
Fernando: Hey, se van a ir dejando a ese muerto, ¿No pueden hacer algo por él?
Tony: No es nada nuestro, es un pobre diablo, le pertenece a usted, está en su gran oficina, ahora nos retiramos – Billy y Tony salen, Fernando se asombra –
Fernando: ¡JaJaJa! Acaban de firmar su sentencia de muerte…



CONTINUARÁ…

Madre mía. Pobre hombre y nadie ni siquiera llama a una ambulancia? Lo de las medallas me parece sospechoso. Creo que era una excusa para hacerles algo malo. Veremos a ver como continua todo esto.

La corrupción es tan grande, al parecer este Fernando Mariño tiene a todos comprados.

Un abrazo.