No me Olvides Capítulo 6: Maldad sin límites

INT. / AGENCIA DE MODELAJE, OFICINA DE ANDREW / DÍA

Melisa acaba de contarle a Andrew algo que lo ha dejado muy perturbado. Él está sentado, mientras ella lo ronda por detrás.



Melisa: (sonriendo con malicia) Así como lo oyes Andrew. Hanna es noviecita de Oliver, de su hermanastro. ¿Te das cuenta? Los dos tienen una relación clandestina, inmoral. Consumen drogas en centros nocturnos y lo más seguro es que deben caer en las más bajas pasiones.

Andrew: Eso no puede ser Melisa. Hanna no es una muchacha de esas. Ella vive de una manera sana (se levanta frustrado de la silla).

Melisa: Eso es lo que ella da a demostrar. Puedes preguntarle a mi mamá. Ella también lo sabe desde hace un par de semanas, con decirte que anoche estaban dando el peor de los espectáculos, besándose sin ningún pudor al frente de la mansión y drogados.

Andrew: Me siento incapaz de creer una cosa así viniendo de Hanna, tal vez de su hermanastro que me dio esa impresión aquella vez que lo llevamos al hospital, pero de Hanna no.

Melisa: Con más razón Andrew, date cuenta. Oliver fue una mala influencia para ella, la sedujo, la metió en su mundo.  Yo me vi en la obligación de contarte esto para que Hanna no viaje a París contigo. No es conveniente. Ella necesita una desintoxicación primero.

Andrew: ¿Y tú cómo te enteraste del viaje a París?

Melisa: La misma Hanna me lo dijo. Lo presumió frente a mí. Hanna nos tiene muy preocupadas a mamá y a mí con su comportamiento. Por eso decidimos internarla en una clínica durante unos meses. Es primordial para evitar que siga tomando un mal camino. El modelaje puede esperar.

Andrew: Tengo que hablar con ella. Tiene que explicarme, tiene que ser sincera conmigo. ¿En qué clínica van a internarla? ¿En dónde queda?

Melisa: En una muy buena, ubicada en el norte del país. Allí hay muy buenos especialistas y psicólogos. Confiando en que todo salga bien, en unos meses Hanna será la misma muchacha buena que era antes de enredarse con Oliver y podrá continuar con su carrera.

Melisa mira disimuladamente a Andrew con malicia. Éste se muestra consternado por los engaños bien montados de Melisa.

INT. / CLUB NOCTURNO MUSIC LIFE / NOCHE

Ya ha caído la noche en Dinamarca. El club está lleno de un público joven. Hanna ocupa una mesa sola y espera a que la banda donde Oliver es vocalista comience su presentación. Todo está oscuro. Justo cuando la banda ubicada en la tarima comienza a tocar, unas luces de color azulado iluminan el establecimiento. Julián y Oliver son los vocalistas y empiezan a cantar una canción titulada “I need You”.



Desde el público, Hanna mira con ilusión a Oliver. Éste, mientras canta la mira, como si estuviera dedicándole la letra de aquella canción. Luego de que la presentación termina, los aplausos del público nos e hacen esperar, incluyendo los de Hanna que aplaude muy emocionada.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SALA / NOCHE

Melisa platica con su madre. Las dos están sentadas en sofás diferentes.



Melisa: Sí mamá, tu plan está saliendo a la perfección. Logré que de cierta manera Andrew se creyera lo que le dije. Dañé ante él la imagen de Hanna, haciéndola quedar como una drogadicta que necesita urgentemente ayuda.

María Teresa: (levantándose) Te felicito mi amor. ¿Lo ves? Para lograr lo que quieres, tienes que ser inteligente. Ahora tenemos que seguir con la otra parte del plan. Vamos a deshacernos de Hanna (ríe con maldad).

Melisa: ¿Y cómo lograremos eso? Esa parte aún no logro comprenderla bien mamá.

María Teresa: Escúchame bien. Cuando llegue, la dormiremos con alguna droga que la debilite, que la vuelva dócil. Un buen amigo mío la quiere como mercancía para su prostíbulo ilegal.

Melisa (sorprendida): ¿Eso no es trata de blancas?

María Teresa: ¿No quieres quitar del camino a Hanna? ¡Pues bien! Esa es la única manera que encuentro para ayudarte. No te preocupes, todo saldrá bien. Nadie va a volver a saber de Hanna, ni siquiera nosotras.

Melisa: ¿Y qué le diremos a Andrew cuando pregunte cómo le está yendo a Hanna en la clínica de rehabilitación?

María Teresa: Diremos que se escapó y que los médicos ni enfermeras pudieron darse cuenta. Todo es muy sencillo Melisa (hablándole al oído). Ahora sí tendrás el camino libre para apoderarte de todo lo que tu hermana te arrebató.

Melisa enarca una ceja, pensativa.

EXT. / MANSIÓN JANSEN / NOCHE

Hanna llega con Oliver a la mansión. Caminan a pasos lentos. Él la abraza de manera cálida a ella, mientras ríen. Hanna demuestra que se tomó un par de copas alicoradas.



Hanna: (riendo) ¡Ay no! Me siento súper cansada, pero a la vez me quiero divertir la noche entera. ¡Quiero bailar, saltar, cantar! Jajajaja (ríe).

Oliver: Jajajaja, estás loca. Ya nos divertimos bastante. Es justo que descansemos.

Hanna: Pero yo quiero pasar la noche contigo Oliver. Quiero que nos comamos juntos el mundo. Te quiero mucho (se abraza a él).

Los dos paran de caminar justo en la entrada de la mansión. Hay un silencio de pocos segundos en que se miran a los ojos.

Oliver: ¿Te gustó la canción? La canté especialmente para ti.

Hanna: Sí, me gustó mucho. Cantas excelente. Es más, mañana hablaré con Andrew y le preguntaré sino conoce algún productor musical que pueda ver el talento que tienes. ¿Te imaginas tú como un cantante de rock?

Oliver: No, la verdad no, aunque me gustaría mucho para que nos alejáramos de esta mansión, nos fuéramos de este país y viviéramos juntos, sin separarnos. Todas las canciones que haría, serían para ti.

Hanna no se contiene y besa a Oliver, quien no duda en corresponderle, pero al momento, Hanna se desvanece del sueño. Oliver la sostiene.

Oliver: (riendo) Mejor te cargaré hasta tu cuarto.

Hanna: ¡No, no quiero! Quiero que estés conmigo Oliver.

Oliver: Me quedaré contigo hasta que te duermas, no te preocupes (le sonríe con ternura). Vamos.

Minutos después, Hanna y Oliver llegan al cuarto de la primera. Él la recuesta sobre la cama. En ese momento, María Teresa entra al cuarto vestida aún con su ropa del día.



María Teresa (enojada): ¿Pero qué desfachatez es esta? ¿Cómo es posible que lleguen a estas horas? ¡Esta es una casa decente! No un bar cualquiera donde pueden besuquearse en la entrada.

Oliver (indiferente): No estábamos haciendo nada malo. Somos novios, no entiendo por qué se escandaliza señora.

María Teresa: ¡Mejor lárgate de aquí! Necesito hablar con mi hija ahora. ¿Qué esperas? ¡Vete!

Oliver le da un beso en la frente a Hanna y se retira del cuarto. Hanna se rasca los ojos para espantar un poco el sueño, quedándose a solas con su madre.

María Teresa: ¡Eres una cualquiera! ¿Cómo tienes tan poca vergüenza siendo novia de ese imbécil y a la vez, metértele por los ojos a Andrew? Aunque no me extraña. Esa debe ser la educación que te dio tu padre.

Hanna: (ignorando las palabras de María Teresa) ¿Qué es lo quiere hablar conmigo?

María Teresa: Ya me di cuenta que te piensas ir a París para ser la imagen de una marca de perfumes.

Hanna: Aún no he decidido nada (se levanta de la cama). Le dije a Andrew que lo pensaría. ¿Qué pretende con eso? ¿Está haciéndome un reclamo? (se cruza de brazos).

María Teresa: Claro que no. Escúchame muy bien. Independientemente de si decides o no irte a París, ya no vas a seguir siendo modelo. Te lo prohíbo. Vas a renunciar a esa carrera.

Hanna: (riendo incrédula) ¿Perdón? ¿Y quién es usted para prohibirme cosas? Le guardo respeto sólo por ser mi madre, pero no le pienso permitir que a estas alturas de la vida venga a imponer una autoridad que no tiene sobre mí.

María Teresa: ¿Pero cómo te atreves a hablar así desgraciada? (Intenta cachetearla, pero Hanna la detiene).

Hanna (altanera): ¡Y tampoco le pienso permitir que me vuelva a poner una mano encima! ¿Me entendió? Ya no pienso seguir siendo la misma niñita tonta de antes a la que usted maltrataba. ¡Ya no más! Mañana mismo me voy de aquí.

María Teresa: ¡Claro que te vas a ir, pero al infierno estúpida!

María Teresa le lanza dos fuertes cachetadas a Hanna en cada lado de la cara, partiéndole el labio la joven y acto seguido, la toma de la cabellera y la saca a la fuerza del cuarto.

Hanna (adolorida): ¡Ah, suélteme! ¡Suélteme! ¡Auxilio! (Gritando) ¡Oliver, Blanca! ¡Ah!

María Teresa (histérica): ¡Cállate de una buena vez! ¡Cállate! Eres una miserable, una basura que detesto con todas mis fuerzas. Tú no eres mi hija. Siempre que te veo, me recuerdas ese maldito día que me desgraciaron la vida (llorando). ¡Eres peor que una peste! (Hablándole al oído con mucho odio).

Hanna: ¡Yo no tengo la culpa de lo que le haya pasado! ¡Suélteme de una buena vez!

Hanna le pisa con el tacón un pie a María Teresa, logrando zafarse de ella. Luego la empuja y sale corriendo por el corredor. De repente, Melisa sale de un cuarto y le quiebra un jarrón a la cabeza a Hanna. La chica cae al suelo y se lleva la mano a la cabeza, dándose cuenta que sangra. Melisa aprovecha y le pone un pañuelo oliendo a escopolamina a su hermana entre la boca y la nariz. Hanna intenta soltarse con todas sus fuerzas y logra aruñar en la cara a Melisa. Ésta última,  suelta a Hanna adolorida.



Melisa: ¡Estúpida! ¡Mi cara!

Hanna no duda en salir corriendo. Baja las escaleras a toda rapidez. En el último escalón, tropieza y se hiere el tobillo.

Hanna (asustada): ¡Ah! ¿Qué es esto? (Se levanta con dificultad y cojea). ¿Qué pretenden?

Hanna camina hasta la puerta de la mansión, pero para su sorpresa está cerrada con llave.

Hanna: ¡Dios mío! ¿Qué está pasando? ¡Ayuda! ¡Oliver, Blanca! (Gritando).

En eso, Melisa baja las escaleras corriendo. Tiene la mejilla derecha arañada.

Melisa: ¡Vuelve aquí desgraciada! ¡Espera a que te atrape!

Hanna se desespera y se dirige cojeando a la cocina. Una vez llega, busca unas llaves en un cajón. Al encontrarlas, abre la puerta trasera ubicada allí y no duda en salir corriendo, pero con mucha dificultad por el tobillo herido.

Hanna: Tengo que ir a la policía ya mismo. Me quieren matar, Dios mío, me quieren matar (llorando aterrada).

Dentro de la mansión, Melisa no encuentra a Hanna por ninguna parte. María Teresa baja las escaleras.

Melisa: ¡Maldición! (Furiosa). Hanna se escapó por la puerta de la cocina.

María Teresa (alterada): ¿Y qué estás esperando para ir tras ella? Lo más seguro es que la muy estúpida debe pensar que queremos matarla. Va a ir a denunciarnos. No debe estar lejos.

Melisa (nerviosa): Tienes razón mamá. Me iré en el auto. La voy a alcanzar y no se me va a escapar. ¡Esta misma noche me voy a librar de esa idiota, aunque sea lo último que haga!

Melisa no espera un segundo más y sale de la mansión, aborda su auto y arranca en busca de Hanna.

EXT. / CARRETERAS DE COPENHAGUE / NOCHE

Es bastante tarde en la ciudad. Las carreteras están vacías. Por ellas, sólo corre velozmente Melisa en su auto. No muy lejos de allí, Hanna también corre pero a pie, cosa que se le dificulta ya que cojea.



Hanna: (llorando) ¡Dios mío, ayúdame por favor! ¡Ayúdame a llegar! ¡Ah! (adolorida).

La muchacha siente un intenso pavor, mirando constante hacia atrás. A sólo dos cuadras, divisa la estación de policía. Ella decide cruzar la calle, pero en ese momento viene Melisa, que al ver a su hermana, frunce el ceño y acelera.

Melisa: ¡Te atrapé maldita! (Furiosa). ¡Ya no te vas a escapar!

Y sin ninguna piedad, Melisa atropella brutalmente a Hanna. Se logra oír que el parabrisas se rompe del impacto. Hanna cae inconsciente sobre la carretera en medio de un charco de sangre.

INT. / MANSIÓN JANSEN, SALA / NOCHE

Una fuerte tormenta está comenzando a caer. Se oyen truenos. Oliver baja las escaleras corriendo preocupado.



Oliver: ¡Hanna, Hanna! ¿Dónde estás?

María Teresa sale de una penumbra, mirando de manera aterradora a Oliver. Tiene los brazos cruzados.

María Teresa: Hanna no está.

Oliver: ¿Cómo es eso de que no está? Ella se quedó hablando con usted y minutos después oí que estaba pidiendo ayuda. ¿Qué le hizo señora? ¿Dónde está Hanna? (Hablándole con rudeza).

María Teresa: Yo no tengo por qué darte explicaciones de nada imbécil. ¡Hanna es mi hija! Ella está lejos, muy lejos de ti. Limítate con saber eso.

Oliver (furioso): ¡No juegue con mi paciencia! ¿Dónde está Hanna? ¡Ya no pienso seguir repitiéndole la misma cosa! (Tira un jarrón contra el piso). ¡Le exijo que me diga dónde está Hanna!

María Teresa: ¡Me vas bajando el tono escuincle! Tú a mí no me desafías, ni me enfrentas. ¿Quieres saber que se hizo tu adorada novia? ¿Quieres saber dónde está Hanna? Pues bien. Le hice una propuesta.

Oliver (extrañado): ¿Qué propuesta?

María Teresa: Le dije que si se iba de esta casa, le daría el dinero suficiente para que pudiera radicarse en España y estudiara en una prestigiosa universidad. Ella aceptó. Ya le había comprado el ticket para abordar su vuelo que sale esta misma noche.

Oliver: ¡Eso no puede ser! ¡Es mentira! Hanna no se pudo haber ido. Ella no me pudo haber dejado (incrédulo). Es imposible que se hubiera ido así como así, justo cuando estábamos tan felices. Además ella tiene un buen trabajo como modelo.

María Teresa: Allá tú sino me crees (riéndose). Hanna se fue del país. Ella me dijo que se sentía abrumada con todo el trabajo que acarreaba ser modelo, que no le gustaba el mundo de la fama. Por eso aceptó en un momento desesperado mi propuesta.

Oliver: No le creo ni una sola palabra. ¿Por qué pedía ayuda entonces?

María Teresa: Pedía ayuda para que le ayudaran a subir sus maletas al auto, más no era porque le estuviera sucediendo algo malo. Deja de ser paranoico.

Oliver no da crédito a las palabras de María Teresa, por lo que mira con recelo a su madrastra y sale de la casa en medio de la lluvia.

EXT. / CARRETERAS DE COPENHAGUE / NOCHE

Melisa acaba de atropellar brutalmente a su hermana. La malvada joven detiene el auto y se baja de él muy consternada por lo que acaba de hacer, sin importarle el fuerte aguacero que está cayendo. Es así como ve el cuerpo inconsciente de Hanna tendido sobre la carretera.



Melisa: (llevándose las manos a la boca) ¡Dios mío! ¿Qué fue lo que hice? (Mira a su alrededor asustada y desesperada).

Melisa se acerca a Hanna y la mueve, más ella no despierta. Al momento de moverla, se mancha las manos de sangre, asustándose aún más.

Melisa: ¡Ay por Dios! ¡La maté! ¡La maté! Tengo que deshacerme de ella. Yo no puedo ir a la cárcel. ¡No puedo!

Minutos después, con gran dificultad, Melisa arrastra a Hanna hasta su auto y la mete en la cajuela. Luego vuelve a subir y arranca a toda velocidad a un lugar desconocido. Después de conducir durante varios minutos, Melisa sale de Copenhague y llega a un bosque espeso y cubierto de neblina. Allí detiene el vehículo, se baja de nuevo, abre la cajuela y saca el cuerpo de Hanna, que aún sigue inconsciente. Sin dudarlo, Melisa deja a su malherida hermana en el interior de ese bosque y se va. En el camino, ella llora desesperada.

Melisa: ¡Esto nadie puede saberlo! Tengo que decírselo a mamá cuando llegue para que me ayude, para que no vayan a culparme.

Entretanto, Oliver está cerca de la carretera de Copenhague donde Melisa atropelló a Hanna. Está empapado por la lluvia. Está llorando desconsolado.



Oliver: ¡Hanna! ¡Mi vida, no te puedes ir! ¡Hanna! (desgarrado).

CONTINUARÁ…

Dios mío!!    María Teresa y Melissa están realmente endomoniadas, es un poco comprensible que María Teresa no quiera a Hanna por ser producto de una violación, pero de ahí a odiarla tanto como quererla internar en un manicomio, está mujer está completamente loca y poseída y luego Melissa, por un momento creí que estaba arrepentida al ver a su hermana como muerta inconsciente y bañada en sangre y creí que se asustaba y eso la hacía recapacitar, pero no, sí estaba asustada pero por el hecho de que la descubran y vaya a la cárcel, pero no por Hanna, ella también la odia!   

Ojalá alguien vea pronto a Hanna y la auxilie. pobrecita de ella y también de Oliver     

En espera del siguiente capítulo

dede luego que fuesete es con hermanas asi ,mas vale ser hija unica

Gloria escribió:Dios mío!!     María Teresa y Melissa están realmente endomoniadas, es un poco comprensible que María Teresa no quiera a Hanna por ser producto de una violación, pero de ahí a odiarla tanto como quererla internar en un manicomio, está mujer está completamente loca y poseída y luego Melissa, por un momento creí que estaba arrepentida al ver a su hermana como muerta inconsciente y bañada en sangre y creí que se asustaba y eso la hacía recapacitar, pero no, sí estaba asustada pero por el hecho de que la descubran y vaya a la cárcel, pero no por Hanna, ella también la odia!    

Ojalá alguien vea pronto a Hanna y la auxilie. pobrecita de ella y también de Oliver     

En espera del siguiente capítulo

Muchas gracias por tu comentario Gloris. Efectivamente Melisa y María Teresa han pasado los límites de su maldad atentando contra de Hanna de la manera en que ya viste y si bien, podrían estar endemoniadas como dices. Melisa en realidad no quiere en lo más mínimo a Hanna, por eso, en un arranque no dudó en atropellarla y después dejarla en el bosque a su suerte.

Ya verás que sucede en los siguientes capítulos, que serán muy tristes porque el drama a penas comienza

morerenita escribió:dede luego que fuesete es con hermanas asi   ,mas vale ser hija unica

Exactamente Morenita, con hermanas como Melisa, más vale ser hij@ únic@.

Gracias por comentar

Quiere decir que para el próximo capítulo prepararé mis pañuelos deshechables   

Sí, prepara tus pañuelos desechables XD, pero hablando en serio, si serán capítulos conmovedores.

MUY BIEN

Voy a retomar de donde me quedé

Excelente

mijo tu solo sabes decir excelente, de verdad te lees las novelas??? pq mi bola cristal dice que nanai de la habana mi amol jajajjajajajjajajajjaja

Efrencito escribió:
MUY BIEN

Gracias Efren, claro que como dice Morti, me gustaría saber qué otra cosa opinas de la novela

Joana escribió:Voy a retomar de donde me quedé

Cuando puedas Joana. Estaré publicando más seguido porque tengo muchísimas ideas Lee sin prisas.

MorticiaFonzy escribió:mijo tu solo sabes decir excelente, de verdad te lees las novelas??? pq mi bola cristal dice que nanai de la habana mi amol jajajjajajajjajajajjaja

Tú sí dices las cosas de dientes pa' fuera Morti

Dios mio por dios D: he quedado impactado no puedo creer lo desgraciada que puede ser Melisa que perra es no la soporto D: la detesto a la igual que la vieja de Maria Teresa que es otra vibora tal para cual las dos :c

Pobre Hanna :c ella tiene que salvarse es la protagonista :c Oliver esta sufriendo ojala la encuentre pobrecito los dos :c

En espera del siguiente capitulo

Gracias por comentar Robert. Sí, Melisa y María Teresa son exactamente igual de malas. Melisa atropelló en un momento desesperado a Hanna, pero en vez de arrepentirse, se asustó más por las consecuencias que eso podría traerle. Ya verás qué sucede

Se ve interesante la historia que escribiste

Alguien de verdad confió en Esmeralda Pimentel como protagonista es linda la chica

EduLin17Xever escribió:Alguien de verdad confió en Esmeralda Pimentel como protagonista es linda la chica

Y muy buena actriz, la mejor actriz joven que he conocido

Estoy muy ancioso por saber que pasa   

EduLin17Xever escribió:Alguien de verdad confió en Esmeralda Pimentel como protagonista es linda la chica

Gracias Edulin. Aquí Esmeralda es villana. Esta es una historia juvenil romántica, con melodrama

Robert Palacios escribió:Estoy muy ancioso por saber que pasa   

Espero esta semana publicar el capítulo 7 Robert

Dios mío, esas desgraciadas de Melisa y María Teresa han sobrepasado el límite!! Intentaron hacerle daño a Hanna, pobrecita, antes de haber sido atropellada de esa manera, debió haber sentido el dolor en su cabeza cuando Melisa le quebró el jarrón en la cabeza Pobrecita

María Teresa es una cínica, decir incluso que Hanna estaba pidiendo ayuda para subir las maletas Pobre Oliver, ahora cree que ella lo ha dejado solo, sin haberse despedido de él. Para acabar de ajustar, Andrew seguro debe pensar lo peor de Hanna

Qué irá a hacer Hanna sola en ese bosque? Quién la irá a encontrar? Para acabar de ajustar, estaba cayendo un aguacero

Mañana me paso a los capítulos 7, 8 y 9

Muchas gracias por comentar Danni, así es, Melisa y María Teresa sobrepasaron el límite de su maldad intentando deshacerse de Hanna, pues ya viste que Melisa la atropelló y aún así, ni siquiera la socorrió...

Jajajaja, sí María Teresa fue bastante cínica en mentirle tan descaradamente a Oliver de que Hanna se había ido lejos.

Justo en estos momentos ando publicando el capítulo 9. Menos mal no los he escrito largos, así que serán más fáciles de leer