No me Olvides Capítulo 11: ¿Felices por siempre?

NOTA: CAPÍTULO DOBLE, POR LO TANTO SE RECOMIENDA LEER POR PARTES


Hanna acaba de ver cómo Oliver y María Teresa se han unido en matrimonio. Los ojos de la chica se llenan de lágrimas, sintiendo como la ahoga un profundo dolor en el pecho.

Hanna: Era verdad... Los dos se acaban de casar. El hombre que amo se casó con mi madre, la mujer que más daño me ha hecho.

Hanna se da vuelta y comienza a caminar a pasos lentos rumbo hacia la mansión de Refugio. Toma un atajo por un paisaje desolado, mientras se abraza así misma dolida ante lo que presenció.

INT. / MANSIÓN ALDANA / DÍA

Morticia está tomándose un café, sentada en un sofá. Refugio camina de un lado a otro, preocupada por Hanna.



Morticia: Mija, me tienes mareada yendo de un lado para otro. Deja la angustia, que a la Hanna no le va a pasar nada.

Refugio: (parando de caminar) ¿Y cómo me pides eso Morticia? Hanna salió muy alterada de aquí para la mansión Jansen, donde supuestamente se estaban casando Oliver y María Teresa. Tengo miedo que se deje ver...

En eso, llega Hanna. Refugio corre a recibirla. Morticia se queda sentada, tomando su café.



Refugio: Hanna. Por fin llegas. Me tenías muy preocupada. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Era verdad el matrimonio ese?

Hanna: (con la voz quebrantada) Sí Refugio. Era verdad. Oliver y mi mamá se casaron. Yo lo vi todo (se le salen las lágrimas). Todo mi mundo se derrumbó cuando vi que se besaron. Me siento horrible, me siento tan decepcionada...

Refugio: ¡Ay mi niña! (La abraza). La verdad es que en este momento no sé que decirte. Me desconcierta esto que me cuentas. Tú me dijiste que María Teresa no sólo te maltrataba a ti, sino también a Oliver.

Hanna: Yo tampoco lo entiendo. Los dos se odiaban, pero parece que en este tiempo que he estado ausente, se dieron cuenta que sienten algo más el uno por el otro (Rompe a llorar). El dolor me está matando Refugio, no puedo creer que Oliver rompiera la promesa de amor que me hizo. Me duele en el alma...

Refugio: ¿Y qué piensas hacer ahora? Tienes que hablar con él, aclarar las cosas y recuerda que Andrew tiene pendiente llamarte para aconsejarse qué hacer.

Hanna: (limpiándose las lágrimas) Pues lo siento por Andrew, porque lo aprecio mucho, pero ya no quiero estar más aquí. Ya no me interesa. Por eso me iré contigo a Nueva York el tiempo que sea necesario Refugio.

Refugio: ¿Estás segura de esa decisión Hanna?

Hanna: Sí. Es lo mejor.

Ya no quiero estar en un lugar que me ha traído tantos momentos amargos.

SEIS MESES DESPUÉS
NUEVA YORK
INT. / DEPARTAMENTO DE REFUGIO / NOCHE

Refugio está en su despacho, usando unos lentes y sentada en su escritorio. Morticia está sentada al frente de ella, leyéndole un informe.



Morticia: Las ventas del último mes en el centro comercial del Time Square han incrementado un 20%. ¿Te fijas Cuquita? Eso equivale a cien mil dólares, válgame Dios. ¡Cuánta plata!

Refugio: (riendo) Eso es bueno. Quiere decir que la economía del centro comercial está estable. Tendremos que seguir pagando más publicidad a canales de televisión.

Morticia: Pero no a cualquiera. Yo que tú le pago publicidad a los canales de mayor rating como el Portal Glook o el Fiction TV. Mientras más personas vean el comercial, más clientes vas a tener.

Refugio: Gracias por el consejo Morticia. Lo tendré en cuenta.

En eso, Hanna entra al despacho sonriendo.



Hanna: Hola. ¿Les interrumpo?

Refugio: Claro que no Hanna. Morticia me estaba pasando un informa de las ventas del último mes. ¿Ya fuiste al cine con el hijo del señor Parton?

Morticia (curiosa): ¿Cómo es eso de que Hannis está saliendo con ese papacito? (Se da aire con la mano). Ay mija. De sólo recordarlo se me sube la presión. ¿Y ya se comieron la cereza?

Hanna (avergonzada): Claro que no señora Morticia. ¡Qué cosas dice usted! Él es un tipo bastante respetuoso conmigo y yo sólo lo veo como un amigo.

Refugio: Bueno, pues cambiando de tema, Hanna... ¿realmente te sientes capaz de regresar a Dinamarca?

Hanna esboza su sonrisa.

Hanna: Claro que sí Refugio. Después de todo, creo que llegó el tiempo de mostrarme tal cual como soy.

Refugio: ¿Estás segura? Recuerda que tenemos que regresar para inaugurar el nuevo centro comercial.

Hanna: Por eso no hay problema. Yo estaré presente en esa inauguración, sin importar si mi mamá, mi hermana u Oliver van.

COPENHAGUE, DINAMARCA
INT. / HOSPITAL, CUARTO DE ANDREW / DÍA

Mientras en Nueva York es de noche, en Dinamarca es temprano, casi medio día. El sol brilla. Andrew reposa sobre la cama, inconsciente y está conectado a diversos aparatos. Katherine lo observa. En eso, entra Melisa al cuarto.



Melisa: Hola Katherine. ¿Cómo sigue Andrew?

Katherine (triste): Igual Melisa, sin esperanzas de salir del coma. Todos los días vengo a visitarlo, para cuidarlo. Le hablo con la esperanza de que me escuche y abra los ojos, pero no...

Melisa: (fingiendo pena) Tú no eres la única a la que duele que Andrew esté así. Créeme que a mí también. Me duele muchísimo, que no me pueda decir que me ama, que no me pueda besar ni abrazar (solloza). Disculpa (Se limpia los ojos).

Katherine: No te preocupes. Te entiendo. Tú eres su novia, te ibas a casar con él, pero podemos guardar la esperanza de que algún día despierte y se recupere.

Melisa: ¡Ay Katherine! Yo quisiera tener esperanzas, pero sinceramente las estoy perdiendo. Ya son seis meses desde que Andrew está así. Todavía recuerdo esa noche en que estábamos en su departamento. Me había invitado a cenar, pero nunca pensamos que se resbalara y cayera rodando por las escaleras.

Katherine: Las cosas pasan por algo Melisa. Puede que sea necesario que Andrew esté así para dar paso a algo bueno.

Melisa (incrédula): Por favor Katherine, discúlpame, ¿pero qué bueno puede traer que Andrew esté en coma?

Katherine: Sólo lo creo y tengo esa seguridad de que estoy en lo cierto. Ya lo verás.

Melisa (pensando: Pues ojalá lo único bueno que traiga esto, sea que Andrew termine de morirse de una buena vez).

Melisa, a pesar de sus pensamientos, se comporta como una completa hipócrita ante Andrew, fingiendo pena.

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE OLIVER Y MARÍA TERESA / NOCHE

Oliver está sólo, sentado en la cama y leyendo un documento.



Oliver: (sonriendo) Con este papel, haré que María Teresa me devuelva lo que es mío, firmándolo. Ya quiero ver su cara, cuando la humille de la peor manera diciéndole que está en la calle y que no la amo como piensa, sino que me da asco cada vez que me veo obligado a tocarla.

En ese momento María Teresa entra al cuarto. Oliver esconde rápidamente el documento en una carpeta debajo del colchón de la cama.



María Teresa: Hola mi amor. ¿Estabas haciendo algo? (Besa a Oliver).

Oliver: No, sólo hacía un poco de ejercicio.

María Teresa: Mmm, ¿sabes? Esta mañana me llegó una invitación para la inauguración de un centro comercial que construyeron hace poco en la ciudad.

Oliver: ¿Y quién es el dueño de ese centro comercial?

María Teresa: Refugio Aldana, una de las mujeres más influyentes del país. Tiene muchos más centros comerciales en Europa y Estados Unidos. Me gustaría ir contigo para que hiciéramos amistad con esa mujer. Nos conviene, después de todo es súper millonaria.

Oliver: Claro, podemos ir. No tengo ningún problema. ¿Es mañana?

María Teresa: Sí, mañana en la noche. Cambiando de tema, hace una semana que no me tocas. Te extraño mucho (Intenta quitarle la camisa).

Oliver: (deteniéndola) Espera mi amor. Primero me gustaría que nos calentáramos un poco, ¿no crees?

María Teresa (lasciva): ¿Y de qué otra manera podríamos calentarnos?

Oliver: Con una buena champagne. ¿Qué te parece? Ya la traigo del estudio. Espérame aquí.

Oliver se retira del cuarto, se detiene en el pasillo y respira agitado.

Oliver: Tengo que complacerla. Tienes que aguantar un poco más Oliver. Pronto terminará todo esto.

INT. / MANSIÓN ALDANA / NOCHE

Hanna, Refugio y Morticia acaban de llegar a Dinamarca y se instalan en la mansión. Morticia se deja caer agotada sobre el sofá.



Morticia: Me matan los pies, chicas. ¡Qué viaje tan inesperado! Siento que me atropelló un camión, válgame Dios.

Refugio: (riendo) La verdad es que sí fue un viaje bastante apurado. Yo también estoy súper cansada, pero era necesario. Mañana es la inauguración del centro comercial. Imagino que tú mi niña también estarás muy cansada (Le dice a Hanna).

Hanna (pensativa): Sí, creo que me iré a dormir ahora mismo. Siento que los párpados me pesan. Con todo este cambio tan brusco de horario, no es para menos.

Refugio: Pero no es solamente cansancio. Estás pensativa por algo más y estoy segura que es por la inauguración de mañana, ¿o me equivoco?

Hanna: No Refugio, no te equivocas. Por más que trate, me siento ansiosa, asustada por lo que pueda pasar mañana en ese evento.

Refugio: Lo entiendo. Muchas personas van a ir, principalmente las de mayor renombre de la ciudad, entre esas María Teresa de Jansen, pero si quieres puedo revocar la invitación que se le mandó.

Hanna: No, no es necesario. Si va o no, con Oliver, tengo que ser firme. No puedo esconderme toda la vida de ellos. Quiero que sepan que estoy aquí... Todavía me pregunto qué creerán mi mamá y Melisa sobre mi paradero. A lo mejor creen que estoy muerta.

Refugio: Es lo más seguro. Por eso no se han empeñado ni preocupado en buscarte.

Hanna: El caso es que no tendré miedo y me presentaré en esa inauguración pase lo que pase.

Todas se miran entre sí.

INT. / MANSIÓN JANSEN, CUARTO DE OLIVER Y MARÍA TERESA / NOCHE

Oliver le sirve champagne en una copa a María Teresa, quien está acostada en la cama. Con cautela, Oliver le echa un polvo blanco a la bebida y luego, se la lleva a María Teresa. Ella recibe la copa.



María Teresa: ¿Tú no piensas beber? (Se toma de un sorbo todo el champagne). Está exquisita.

Oliver: No me siento muy cómodo tomando alcohol. Esa es una debilidad que tengo.

María Teresa: Eso es más emocionante (Lo besa). Los dos, amándonos bajo las sábanas sin control...

Oliver (incómodo): Sí, es verdad.

María Teresa besa a Oliver. Éste le corresponde resignado.

INT. / HOSPITAL, HABITACIÓN DE ANDREW / AL DÍA SIGUIENTE

Katherine entra a la habitación. Encuentra a Andrew, sumido en ese coma. La muchacha se acerca a la cama y le toma la mano.



Katherine: Andrew... ¡Ay Andrew! (Rompe a llorar) Me siento horrible verte en este estado, tan ajeno al mundo y a lo que pasa a tu alrededor. Quisiera verte de nuevo con los ojos abiertos, siendo ese hombre maravilloso que siempre has sido. Por favor despierta Andrew. Lamento no haberte dicho antes lo mucho que te amo. Despierta...

Katherine suelta la mano de Andrew y se sienta en una silla a llorar. Sin darse cuenta, Andrew mueve un par de dedos y lentamente, comienza a abrir los ojos. Primero tiene la visión borrosa, pero después se va aclarando.

Andrew (consternado): Ha... Hanna...

Katherine al oír la voz de Andrew, se levanta de la silla y mira sorprendida como él acaba de despertar del coma.

Katherine: (respirando agitada) Andrew... Andrew despertaste. Soy yo. Soy Katherine (sonriendo feliz). Dios mío, gracias.

Andrew: (hablando con dificultad) Katherine... Tienes que... ayudar a Hanna.

Katherine (desconcertada): ¿De qué estás hablando Andrew? ¿Por qué menciones a Hanna?

Andrew: Tienes que ayudarla. Katherine, por favor...

Katherine no entiende a qué se refiere Andrew.

INT. / MANSIÓN JANSEN, COCINA / DÍA

Oliver entra a la cocina. Blanca está allí cocinando y al ver Oliver, se muestra indiferente.



Blanca: ¿Necesita algo joven?

Oliver: Blanquita... Ya no sigas en esa actitud conmigo, por favor. Me duele que me trates así.

Blanca: Discúlpeme, pero no puedo tratarlo de otra manera. Mejor dígame qué necesita.

Oliver: Necesito que me perdones. Yo sé que nunca has estado de acuerdo conmigo en mi venganza hacia María Teresa, pero entiéndeme. Todo lo he hecho por hacer justicia, para que esa mujer pague el daño que ha hecho.

Blanca: Haberse casado con ella no era la manera de hacer justicia. ¿Acaso no siente repudio cuando la besa, cuando se acuesta con ella, cuando la toca?

Oliver: Claro que sí. Pero ya pronto todo eso va a terminar. Anoche, la drogué sin que se diera cuenta para que me firmara un documento que un abogado me ayudó a redactar. Ella lo firmó, sin ni siquiera saber que con eso, se queda en la calle y me deja todo a mí.

Blanca: ¿Entonces ya está satisfecho? ¿Qué más quiere? Es hora de que la denuncie a la policía.

Oliver: Primero quiero humillarla, pero te prometo que no tardaré en meterla a la cárcel con la libreta de tu ahijado como prueba. Blanca... Ya no quiero que estemos enemistados por esto. Por favor perdóname.

Blanca (conmovida): ¡Ay joven! Usted siempre ha sido una gran persona conmigo. Claro que lo perdono.

Oliver: (sonriendo) Gracias Blanquita. Yo sabía que lo ibas a hacer.

Oliver abraza de alegría a Blanca. Ella también le corresponde el abrazo. Luego se separan.

Oliver: Todavía me falta averiguar dónde está Hanna. De alguna manera lograré que me lo diga.

Blanca: En estos últimos días he tenido la sensación de que está cerca, no sé por qué. Puede ser alguna premonición de que tal vez usted vaya a encontrarla.

Oliver (emocionado): Espero que sí. Encontrarla sería lo mejor que podría pasarme...

INT. / CENTRO COMERCIAL ALDANA / NOCHE

Ya la noche ha caído sobre Copenhague. Todos los invitados a la inauguración del nuevo mega centro comercial van llegando, algunos con ropa elegante y formal. Morticia los recibe a todos en la entrada al gran salón, con un vestido negro largo y apretado, que resalta su buen cuerpo.



Morticia: Bienvenidos... Gracias por venir. Pónganse cómodos (Les dice a quienes van llegando).

En eso, llega María Teresa enganchada de brazo con Oliver. Melisa también llega, todos tres muy elegantes. Morticia al verlos, no hace un buen gesto en el rostro.



Morticia: Bienvenidos...

Melisa (sorprendida): ¿Qué hace usted aquí? Se supone que debería estar en la cárcel por intento de homicidio (Molesta).

Morticia: (sonriendo con hipocresía) Eso suponías tú mija, pero aquí me ves, libre como el viento. Conseguí trabajo con la prestigiosa Refugio Aldana. Las dos somos amiguísimas.

María Teresa: ¿Ya conocías esta mujer Melisa?

Melisa: Por desgracia sí, mamá. Era profesora en la agencia de modelajes de Andrew. Ella me intentó matar hace muchos meses, pero quien resultó herido en todo esto fue Andrew.

María Teresa: Ah, ya recuerdo. Tú me lo habías comentado e incluso salió en el periódico.

Morticia: Todo eso fue en un arranque de histeria, algo sin importancia que ya no vale la pena recordar. Mejor pasen. El evento está por comenzar.

Melisa mira fulminante a Morticia, sin embargo ésta última sólo le sonríe con burla e hipocresía.

Luego de que todos los asistentes a la inauguración han llegado, Refugio pasa a la tarima, usando un vestido muy bonito y muy bien peinada. Ella comienza a hablar a través del micrófono. Todos se quedan en silencio para escucharla.



Refugio: (sonriendo) Bienvenidos sean todos a la inauguración de este nuevo centro comercial. Quiero agradecerles su asistencia. Es un proyecto que hice pensando para mejorar el comercio de la ciudad en general. Copenhague necesitaba un centro comercial y la persona más idónea para cumplir esa necesidad, era yo. Por esa razón, me enorgullece inaugurar oficialmente este centro que mejorará la calidad de vida de muchas personas y generará empleo. Por otra parte, quiero presentar la que será la imagen del centro comercial. Recibamos con un fuerte aplauso, por favor a Hanna Sandoval.

Todo el público aplaude, excepto María Teresa, Melisa y Oliver quienes se muestran desconcertados. Hanna pasa a la tarima, usando un vestido rojo corto, deslumbrante con su belleza. La muchacha se muestra un poco nerviosa, más cuando ve a lo lejos a Oliver, su madre y Melisa. Estos tres últimos están atónitos al verla después de tanto tiempo.



Melisa (aterrada): Es Hanna... Está viva. Por Dios. ¡Hanna está viva!

María Teresa: Lo mejor es que nos vayamos ya mismo, no me siento bien. Vámonos.

Pero Oliver ignora completamente a María Teresa, se levanta y corre hacia Hanna. Ésta al ver, se agita y sale corriendo de la tarima. Oliver va tras ella.

María Teresa: (gritando) ¡Oliver! Mi amor. ¿Para dónde vas?

Melisa: Mamá, tenemos que irnos de aquí. Tengo un mal presentimiento. Vámonos, por favor.

Algunas personas notan que María Teresa y Melisa están alteradas. Refugio continúa hablando.

Refugio: Bueno, pues tal parece que a la modelo se le ha presentado un problema. Pero continuemos por favor con la inauguración y disfruten del evento.

En ese momento, la voz de Katherine se oye por todo el salón.



Katherine: ¡Un momento!

Los asistentes posan sus miradas en Katherine quien entra por la entrada principal con Andrew. Éste último reposa en silla de rudas y detrás hay varios policías. Melisa se queda impactada al ver a Andrew despierto. María Teresa aprovecha la distracción, se escabulle entre la gente y se va.

Katherine: En este momento nadie va a salir de aquí. Es necesario que desenmascare frente a todos la clase de mujeres que son María Teresa de Jansen y su hija Melisa Sandoval.

Todo el público posa sus miradas en Melisa. Ella se muestra totalmente nerviosa sin saber qué hacer, más cuando ve que está sola y María Teresa se ha ido.

Katherine: María Teresa y Melisa son un par de criminales. Intentaron matar a una pobre muchacha que por cierto es hija y hermana de ellas respectivamente. Intentaron matarla y mintieron sobre su desaparición diciendo que estaba internada en un centro de rehabilitación al norte del país, porque se había convertido en una drogadicta.

Toda la gente se impacta al oír las revelaciones de Katherine y comienza a murmurarse entre sí.

Melisa (alterada): ¡Eso es mentira! ¡Yo no soy ninguna asesina!

Katherine: Claro que no es mentira. Es la verdad y hace unos meses, cuando su prometido se enteró de la clase de mujer que era, intentó matarlo también y lo tiró por unas escaleras, sólo que no lo mató. Cayó en coma y él esta aquí en este momento, sentado en esta silla de ruedas.

Refugio: (interviniendo) Esa joven dice la verdad. Melisa Sandoval intentó matar a su propia hermana en complicidad con su madre, María Teresa de Jansen. Las dos le hicieron la vida a esa muchacha. Yo puedo dar crédito de eso, porque todo este tiempo la he protegido.

Katherine: Así es y todo fue obra de los celos enfermizos que Melisa sentía por su hermana que quiso deshacerse de ella, asesinándola.

Andrew: (hablando con dificultad) Arréstenla.

Los policías proceden a esposar a Melisa. Melisa llora desesperada al verse pérdida.

Melisa: ¡Eso no es verdad! ¡No tienen derecho a arrestarme! ¡Yo no soy ninguna asesina! (Llorando desesperada). ¡Suéltenme!

Los policías comienzan a llevarse a Melisa. La gente no para de murmurar entre sí sobre lo que está pasando. Morticia se acerca a Refugio.



Morticia: ¡Madre mía! ¿Quién se iba a imaginar que este evento se iba a convertir en una manera de desenmascarar a la cara de mono esa? Pero me alegro que se vaya para la cárcel. Es justo lo que merece.

Refugio: Tienes razón Morticia. Yo tampoco me lo imaginé, pero me parece lo mejor. Espero que también atrapen a María Teresa. Ahora me preocupa Hanna. Salió corriendo y Oliver fue tras ella.

EXT. / PAISAJE / NOCHE

Hanna se detiene de correr en un amplio paisaje, que sólo es iluminado por la luna llena y las estrellas. La muchacha se apoya en un árbol y rompe a llorar. En ese momento llega Oliver. Los dos se miran a los ojos, respirando agitados.



Oliver: Hanna... De verdad eres tú, mi amor (Se acerca a ella). Eres tú (se le salten las lágrimas de felicidad).

Hanna: Sí, después de tanto tiempo nos volvemos a ver. ¿Pero para qué? Las cosas han cambiado mucho.

Oliver: ¿Han cambiado? ¿De qué estás hablando? Yo te sigo amando como siempre. En todos estos meses que estuviste lejos, no pensé en nadie más que en ti.

Hanna (incrédula): ¿En mí? ¿Pensaste en mí Oliver? ¡Estás casado con mi mamá! Yo vi el día en que se casaron (Llorando). Y tú no te imaginas el dolor que sentí cuando los vi.

Oliver: Me casé con ella por un interés en especial. Todo se trata de una venganza que tengo planeada contra esa mujer. Ella es una asesina, mató a mi padre, a Osvaldo, me robó mi herencia...

Hanna (sorprendida): ¿Mi mamá, una asesina? Eso no puede ser.

Oliver: Lo es. Blanca encontró en el apartamento de Daniel una libreta de él, en la que tenía apuntes importantes sobre María Teresa. Tal parece que los dos eran cómplices. Según Blanca, un fantasma de Daniel se le estaba apareciendo.

Hanna: ¿Fantasma? ¿Eso quiere decir que está muerto?

Oliver: Sí, lo encontraron muerto en su apartamento. El caso es que con esa libreta hundiré a María Teresa. Quiero humillarla, vengarme por todo el daño que nos hizo a ti y a mí (Toma a Hanna de los brazos). Pero también me casé con ella, por ti, para saber dónde estabas realmente, porque María Teresa me dijo que te habías ido a España.

Hanna: Las cosas pasaron de otra manera Oliver. Ella junto con Melisa intentaron matarme esa noche (Llorando). Yo logré escapar, pero cuando iba a la estación de policía para levantar un denuncio, sufrí un accidente. Un auto me atropelló, no sé quien pudo hacerlo.

Oliver (indignado): ¿Intentaron matarte? Son un par de desgraciadas, las dos. ¿Pero dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué no me buscaste?

Hanna: Tenía miedo. El trauma no me dejaba. Una buena mujer me acogió y ha sido muy buena conmigo, es la misma Refugio Aldana. El día en que me decidí a hablar contigo, fue que me enteré de tu matrimonio con mi mamá… Pero ahora veo que soy una estúpida (Desconsolada). Me sentí traicionada creyendo que de verdad te casabas con mi mamá por amor…

Oliver: (tomándola del rostro) Claro que no, mi amor. Yo te lo prometí. Te prometí que siempre te iba a amar y aún cuando estuvimos lejos, no rompí la promesa. Te amo. Ya no quiero que nadie nos separe.

Oliver besa a Hanna y ésta le corresponde. Los dos se dan un beso prolongado, un beso que desde hacía tiempo ambos deseaban darse. Poco a poco, se acuestan sobre el césped, acariciándose mutuamente. De esa manera, continúan fundiendo sus cuerpos en pasión, deseo y amor.

INT. / ESTACIÓN DE POLICÍA, SALA DE INTERROGATORIOS / NOCHE

Melisa está llorando, con ambas manos esposadas. En eso, entra un policía de mayor rango mirando seriamente a la muchacha.



Policía: Está en una situación bastante complicada señorita Sandoval. Todo apunta a que usted es culpable de lo que se le acusa. Puede recibir un par de años de cárcel.

Melisa (desesperada): ¡Por favor oficial! Yo no quiero ir a la cárcel. Yo sé que hice mal, pero no soy ninguna asesina, no he matado a nadie. Ya usted sabe que mi hermana está viva y que en realidad no la maté como pensé todo este tiempo.

Policía: Eso lo sé, pero aún así se le acusa de intento de homicidio. Recuerde que el señor Andrew Brown cayó en coma porque usted lo arrojó por unas escaleras, y a parte de eso, intentó matar a su hermana hace varios meses. Eso también es un delito.

Melisa: (llorando desconsolada) Se lo suplico, por favor. Podemos hacer un trato. Mi mamá es bastante poderosa, tiene mucho dinero. Ella puede…

Policía: ¿Me está sobornando? ¿Piensa usted que eso funcionará? Le recomiendo que guarde silencio señorita. Todo lo que diga ahora, puede ser usado en su contra. Si se declara culpable en el juicio, puede recibir una pena menor.

Melisa se queda callada. El policía se va a retirar, pero Melisa lo detiene.

Melisa: ¡Espere! Si iré a la cárcel, es justo que mi mamá también vaya y con más razón, porque ella sí es una verdadera asesina.

Policía (intrigado): ¿A qué se refiere?

Melisa: Mi mamá es culpable de la muerte de dos personas. Varios años atrás, mató a su marido y cuando se vio descubierta por el mayordomo de la casa, también lo mató. Eso último yo misma lo presencié, sólo que ella no lo sabe.

INT. / MANSIÓN JANSEN / AL DÍA SIGUIENTE

Oliver llega a la mansión. Entra al cuarto que comparte con María Teresa y Blanca lo sigue por detrás bastante asustada.



Blanca: ¡Ay joven! Tenga mucho cuidado, por favor. Esa mujer anda prófuga de las autoridades. Puede hacerle algo si se llega a enterar que usted la engañó. Quiera Dios que la policía la atrape pronto. Vi en las noticias que están buscándola por toda la ciudad.

Oliver: No te preocupes Blanquita. María Teresa no podría atentar contra mí. Recuerda que me ama. ¿Quién lo pensaría? La misma Melisa la entregó a la policía. Espero que todo esto se acabe pronto.

Blanca: ¿Y qué piensa hacer ahora?

Oliver: Por lo pronto, recuperé todos los bienes y la fortuna que me dejó mi papá. Esta casa de nuevo es mía Blanca (sonríe feliz). Y María Teresa ni siquiera se lo imagina. Lo mejor es que estoy con Hanna. Ya aclaramos las cosas.

En ese momento, aparece María Teresa con una pistola en las manos. Blanca y Oliver, al verla, se asustan.



Blanca: ¡Señora!

María Teresa: (a Oliver) Mi amor, vámonos de aquí. Tenemos que irnos del país antes de que la policía me atrape. Vámonos.

Oliver: Yo no me iré a ninguna parte conmigo María Teresa.

María Teresa: ¿De qué estás hablando? ¡Tenemos que irnos! Podemos ser felices en otro país, en Estados Unidos. Podemos cambiarnos los nombres, nadie nos va a separar.

Oliver: ¿No me estás escuchando? No iré a ninguna parte contigo. Creo que llegó la hora de quitarme la máscara y decirte la verdad.

María Teresa (desconcertada): ¿Qué estás diciendo? ¿Cuál verdad?

Oliver: Yo no te amo, nunca te he amado. Todo lo contrario María Teresa, me das asco. Tú no te alcanzas a imaginar el asco que produce besarte, tocarte, soportarte cada día. Si me casé contigo, fue por un único interés.

María Teresa: (respirando agitada) ¿Estás tomándome del pelo?

Oliver: Prácticamente eso hice. Te sigo odiando como siempre. Todo este tiempo he fingido ante ti para vengarme por el daño que me hiciste. ¡Mataste a mi papá! ¡Mataste a Osvaldo! ¡Me robaste lo que me pertenecía! Pero llegó la hora de decirte la verdad, de restregarte en la cara lo mucho que te detesto.

María Teresa: (llorando) ¡Tú no puedes estar hablando en serio! ¡Tú me amas!

Oliver: (gritando) ¡Yo no te amo! ¡Escúchame! Me das asco. Eres la mujer más repugnante, más miserable que puede existir sobre este mundo y sólo espero que te pudras en la cárcel, ahora que la policía te está buscando.

María Teresa (alterada): ¡Maldito imbécil! Eres un desgraciado. Me enamoraste, me sedujiste como un descarado. ¡Pero más idiota yo que caí en tu juego! ¡Maldición! (Histérica). Pero no me importa… Vas a venir conmigo. Te enseñaré a amarme a la fuerza…

María Teresa le apunta con la pistola a Oliver, pero éste se abalanza sobre ella. Ambos comienzan a forcejear. Blanca muy asustada, sale de cuarto y en el corredor, toma un teléfono inalámbrico para llamar a la policía. En ese momento, suena un fuerte disparo. María Teresa se aleja de Oliver, sorprendiéndose al ver que le ha disparo en una pierna.

María Teresa (aterrada): ¿Qué hice? Yo no quise hacerlo, mi amor. Perdóname. Yo no lo quise hacer.

Oliver comienza a desangrarse y se derrumba en el piso. María Teresa suelta el arma; a pesar de la revelación de Oliver, sigue totalmente enamorada de él. La mujer sale corriendo del cuarto, sale de la mansión y sube a su auto. A lo lejos, comienzan a oírse las sirenas de las patrullas de policía. María Teresa acelera y sale a toda prisa sin rumbo fijo.

María Teresa: (llorando) ¡Estúpida! ¡Eso soy, una estúpida! Maté a mi Oliver, lo maté… Lo maté…

Ella está desesperada; conduce sin control por las desérticas carreteras que conectan a Copenhague con otras ciudades. Varias patrullas de policía la siguen sin perderla de vista. María Teresa observa por el retrovisor.

María Teresa: Ya nada tiene sentido para mí, no sin Oliver… ¡Maldita Hanna! Tenías que aparecer para dañarme todo, desgraciada. Espero que seas muy infeliz.

En ese momento, un inmenso camión se atraviesa. María Teresa intenta frenar, pero ha perdido el control del auto y choca brutalmente contra ese camión. Ambos vehículos estallan y acto seguido, se envuelven en grandes llamaradas. María Teresa sale de su auto, quemándose.

María Teresa: (gritando desgarrada) ¡Aaaaaaaaaaaah! ¡Me quemo! ¡Me quemo! ¡Aaaaaah!

Los policías se detienen. Uno de ellos, llama una ambulancia. María Teresa se retuerce adolorida entre las llamas entre gritos espantosos, pero es tarde. Muere quemada.

DOS MESES DESPUÉS
INT. / MANSIÓN ALDANA / DÍA

Hanna está en la sala, con Refugio. Las dos sonríen felices, organizando regalos envueltos en papel especial.



Hanna (feliz): La verdad no sé que voy a hacer con tantos regalos Refugio. Me voy a volver loca. Jajajaja. Todos son muy bonitos en enviar tantos detalles para mi boda con Oliver.

Refugio: Es verdad, mi niña. ¿Y cómo no si los dos hacen una pareja espectacular? Ya quiero verte vestida de novia, entrando a la Iglesia con Oliver esperándote en el altar.

Hanna (emocionada): Tienes razón. Yo estoy muy ansiosa. Lástima que… (Se pone nostálgica) ni Melisa ni mi mamá puedan ir. Lamento mucho que las cosas hayan acabado tan mal para ellas.

Refugio: Ya no te preocupes por eso Hanna. María Teresa fue una mala mujer. Espero que esté descansando en paz donde quiera que esté y Dios haya tenido piedad de ella. En cuanto a Melisa, espero que se regenere ahora que está en la cárcel.

Hanna: Sí.

Hanna vuelve a sonreír, pero en ese momento comienza a sangrar por la nariz. Ella se percata de eso, al igual que Refugio.

Hanna: ¿Esto es sangre? (Extrañada). No me siento bien… (Comienza a marearse).

De repente, Hanna se desmaya. Refugio preocupada, pega un grito.

Refugio: ¡Hanna, mi niña! ¡Ayuda!

INT. / HOSPITAL, SALA DE ESPERA / HORAS DESPUÉS

Oliver llega bastante preocupado al hospital. Refugio aguarda en la sala de espera, de pie.



Oliver: Señora Refugio…

Refugio: ¡Ay Oliver! Si quiera llegas. Hace un par de horas que Hanna entró de urgencia y no me dan ninguna noticia. Lo único que me dijo una enfermera es que están practicándole bastantes análisis de sangre.

Oliver: ¿Análisis de sangre? ¿Pero por qué? ¿Qué tiene?

Refugio: No lo sé. Como te dije por teléfono, se desmayó cuando estábamos recibiendo los regalos de la boda.

INT. / HOSPITAL, CONSULTORIO / DÍA

Hanna está sentada en una silla al frente del escritorio. En el otro extremo, está sentado el Doctor con una cara bastante seria.



Hanna: ¿Ya terminaron los análisis de sangre, Doctor? ¿Por qué me practicaron tantos?

Doctor: Lamento no tenerle buenas noticias señorita Sandoval. Los análisis que le practicamos, revelan que usted está embarazada.

Hanna (sorprendida): ¿Embarazada? ¿Pero por qué dice usted que es una mala noticia? (sonríe feliz).

Doctor: Señorita, usted también tiene leucemia.

Hanna se impacta al conocer el dictamen del médico.

CONTINUARÁ...

Ay noooooooo, ahora que por fin Hanna iba a ser feliz con Oliver y hasta embarazada está, la dicha completa iba a tener y ahora enferma de esta terrible enfermedad, no cabe duda que María Teresa la ha de haber maldecido cuando supo que estaba embarazada de ella, como si la pobre Hanna hubiera tenido la culpa de lo que le pasó a María Teresa.

Me encantó el capitulo, como descubrieron ante toda la gente a Melissa y a María Teresa, como arrestaron a Melissa y la terrible muerte, muy merecida de María Teresa, pagando con fuego todas sus maldades.

En espera del gran final.

Muchas gracias Gloris por comentar. La verdad es que aquí se planteará la duda sobre lo que sucederá en el final.

Es verdad, muchas veces las maldiciones o los profundos deseos de alguien puede afectarnos de cierta manera. María Teresa maldijo a Hanna justo cuando murió quemada.

¿Qué crees que sucederá en el final?

Me gustó mucho el capítulo Aleja, algo extenso pero muy emocionante y bueno, además de que tuvo mucha tensión

María Teresa por una parte merecía morir, claro, no hay que desearle la muerte a nadie pero fue muy mala Por lo visto sí se enamoró verdaderamente de Oliver, aunque él sí hizo mal al humillarla así. La hubiera metido primero a la cárcel, como Blanca se lo recomendó al principio.

Qué bueno que Andrew pudo despertar del coma en que cayó y le confesó a Katherine todo lo que hicieron Melisa y María Teresa Menos mal Hanna le creyó a Oliver cuando él le explicó todo.

Me parece bien que Melisa haya terminado en la cárcel, fue cómplice de su madre y estuvo a punto de matar a dos personas

Qué lástima que Hanna tenga leucemia y esté embarazada Esperamos el próximo capítulo .

Muchas gracias por comentar este penúltimo capítulo Danni, es verdad, desgraciadamente Hanna tiene leucemia y estando embarazada cuando todo parecía que terminó, pero no fue así...

Ya verás qué sucede en el gran final.

Es verdad, María Teresa fue una mujer muy mala. Me hubiera gustado ponerle otro final, pero no se me ocurrió otro.

Sí, Melisa sufrirá mucho en la cárcel por haber sido cómplice de María Teresa en todas las maldades que ella hizo.

Guao Me gusto muchisimo este capitulo.

Que buen final tuvo Melissa se lo merecia, que bueno que quedo presa la muy desgraciada. Al Igual me alegra mucho que Maria Teresa muriera quemada, por fin pudo pagar todo lo que hizo, gracias a dios jajajaa.

Que bueno que Andrew se salvo ojala quede con Katerine.

Que chimbo que ahora que ahora Hanna tenga Lucemia. Pobrecita :c

Me leeré el próximo capitulo.

Muchas gracias por leer Robert, es verdad, era justo que María Teresa pagara por todo el mal que hizo, me hubiera gustado ponerle otra muerte, pero no se me ocurrió otra y tomé la idea de la muerte de Angélica Santibáñez en Marimar

En el siguiente capítulo se sabrá como finalizará todo ahora que Hanna tiene leucemia. Puede que Andrew sí quede con Katherine.