Capitulo 35: La separacion de Sofia y Saul

En una habitación de hotel.
Saúl y Estrella ya se instalaron. Estrella está acomodando sus cosas mientras que Saúl salió del baño.
SAUL : Voy a ver a Sofía, mamá!
ESTRELLA: Está bien, mi hijo.
(Saúl se va. Estrella queda desempacando sus cosas.)
ESTRELLA : Gracías, Dios mío, gracías!

* * *
Departamento de Susana.
Susana estaba sentada en el sofá, con una copa de martini en la mano, mientras veía ‘La Capacidad de Perdonar’. Sonreía felíz porqué a estas horas ya Sofía debió haber visto las fotos.
SUSANA : Perfecto, Susana! De verdad que no hay nadie más inteligente que tú!

* * *
Casa de Diana.
Alguien toca el timbre. Sofía estaba sentada en el sofá, llorando, viendo las fotos de Susana y Saúl teniendo relaciones. Doña Providencia abre la puerta. Éra Saúl.
SAUL : Buenas, suegrita! (sonríe)
DOÑA PROVI : (séria) ¡Pasa!
SAUL : ¿Por qué me habla así, suegrita?
(Al escuchar la voz de Saúl, Sofía volteó. Saúl se acercó a ella para besarla, mientras que ella le dió una fuerte cachetada que lo hizo voltear la mejilla.)
SOFIA : ¡Jamás te atrevas a besarme!
SAUL : (la mira) Pero… ¿qué pasó, mi amor? ¿Qué tienes?
SOFIA : ¿Qué me pasa? (furiosa) ¿Quieres saber que me pasa? ¡Toma!
(Sofía le tira el sobre con las fotos en la cara.)
SOFIA : ¡Niega que te revolcaste con esa zorra! ¡Niegalo! (bota unas lágrimas)
(Saúl coge el sobre y mira las fotos. No puede creer que Susana fuera capáz de separarlo de Sofía.)
SAUL: No te lo puedo negar, pero no es lo que tú crees.
SOFIA: Ah ¿no? ¡No me tomes el pelo de estúpida! Allí las fotos hablan por sí solas!
SAUL : Mi amor… ¡escúchame!
SOFIA: ¡No tengo nada que escucharte! ¡Lárgate de mi casa! Y no hace falta decirte que entre nosotros todo ha terminado! No quiero saber nada de ti ¿entendiste? ¡Quedate con esa y a mí dejame en paz!
SAUL : Mi amor… (bota unas lágrimas) ¡Escúchame!
SOFIA: ¡No quiero escucharte! ¡Lárgate de mi casa o llamo a la policía! ¡Lárgate ya!
(A Saúl no le queda de otra que irse. Sofía se queda llorando, echa un mar de lágrimas. Su madre se le acerca.)
DOÑA PROVI : Hiciste bien en correrlo, mi hijita! ¡Ya, mi amor, tranquilizate!
(Doña Providencia abraza a su hija. Sofía la abraza fuertemente. Necesitaba el calor de una madre.)

(Mientras que en la calle, Saúl va abatido, llorando y recordando los momentos de pasión que tuvo con Susana y ahora la discusión que tuvo con Sofía. Empieza una lluvia fuerte con rayos y truenos. Saúl sigue vagando por las calles; no quiería irse al hotel. La lluvia ya lo está mojando, pero más fuerte está la lluvia y la tristeza que trae en su alma. Ve un árbol y le da unos puños para desquitar su furia. Después se agacha al suelo apoyandose en el árbol, el mismo árbol con quien desquito su furia. Se queda llorando y llorando a la base del árbol, mientras que afuera la lluvia iba más y más fuerte. Estaba más que mojado, pero no le importaba nada más que el dolor de haber perdido a Sofía.)
SAUL : ¿Por qué? ¿Por qué? (llorando más y más) ¿Por queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee??????? (gritando más y más fuerte, el sonido se escucha con eco)


* * *
En un restaurante.
Reynaldo estaba cenando con un socio de la empresa y antiguo compañero de universidad, Antonio Villanueva (Roberto Manrique). Los dos estaban platicando de negocios, pero también llegaron a platicar de la vida privada de Reynaldo.

PARTICIPACION ESPECIAL:
ROBERTO MANRIQUE como ANTONIO


ANTONIO : ¡No me digas! Ps el asunto está demasiado grueso en tu caso. Pero… ¿no puedes hablarlo con la hermana de tu novia? Quizás ella te puede ayudar.
REYNALDO : Para nada. Lo intenté hablar con la propia Diana, pero fui a su casa y me sacó a patadas su cuñado, el novio de mi hermana.
ANTONIO : Hijole… ¡que patán!
REYNALDO : Bueno, me lo merecía. Estaba demasiado borracho. Pero en fin.
ANTONIO : Me gustaría conocer a tu novia. (Reynaldo lo mira mal) Tranquilo, no te la pienso bajar!
REYNALDO : Más te vale jeje. Ps podemos ir a verla, pero será mañana.
ANTONIO : Entonces ¿qué dices? ¿Puedo trabajar contigo en la empresa?
REYNALDO : Cláro que sí. No más faltaba jaja.
ANTONIO: Gracías!


* * *
En la mañana.
En el departamento de Susana.
Saúl estaba en el departamento de Susana, acostado en la cama. Tenía mucho frío, pero también tenía mucha fievre. Por la causa de la fievre, estaba delirando.
SAUL : Mmm… (moviendo la cabeza) ¡Sofía! ¡Mi amor!
(Susana lo escucha y hierbe de coraje.)
SUSANA : {Pensamiento : Está pensando en ella! En esa maldita!}


* * *
En el hotel.
Estrella estaba angustiada porqué su hijo no llegó a dormir en casa.
ESTRELLA : ¿Dónde estará mi hijo, Dios mío? Voy a visitar a Sofía, quizás se quedó con ella.
(Estrella coge su ropa y se va.)

* * *
Departamento de Susana.
Susana le puso un pañuelo en la frente a Saúl. Al fin y al cabo no lo podía dejar con esa fievre.
SUSANA : {Pensamiento : Por lo menos logré separarlo de esa desgraciada!}

* * *
Empresa Díaz-Castro.
Diana y Sofía vienen a trabajar. Es el primer día de trabajo de Sofía. Se encuentran en el elevador con Reynaldo.
REYNALDO : ¡Hola! ¿Cómo está la mujer más bella de todo el mundo?
(Diana no le hacía caso.)
SOFIA: Tú tampoco tienes descaro ¿verdad?
REYNALDO: {Pensamiento: Y ahora que les habrá picado?}
(El elevador se abre y salen los tres del elevador.)
(Diana y Sofía van a sus puestos. Reynaldo va hacía su despacho. Se abre nuevamente el elevador y sale Antonio. Se acerca al despacho de Reynaldo y se queda mirando a Sofía. Como caminaba con unos documentos en la mano, miraba atentamente a Sofía, no se da cuenta que la muchacha se dió un paso para atras y chocaron los dos. Se le caen los documentos al suelo.)
SOFIA : ¡Perdón, perdón! (se agacha a recoger los papeles)
ANTONIO : (se agacha, mientras le mira los ojos) ¡No pasó nada! Perdoname usted a mí… la verdad es que estaba mirando su belleza y nos tropezamos jeje.
(Al recoger los papeles, sus manos se rozan. Antonio ya está perdidamente enamorado. No quiere dejar escapar a la mujer de sus sueños que acaba de encontrar. Terminan de recoger y se levantan los dos.)
ANTONIO : Disculpeme, ¿su nombre es?
SOFIA : Sofía Ruíz.
ANTONIO: Antonio. Antonio Villanueva.
(Antonio le besa la mano mientras le miraba intensamente los ojos. Sofía lo miraba también y le sonreía, pero no podía sentir nada por él ya que su corazón le pertenecía a Saúl a pesar de su traición.)
ANTONIO : Me gustaría tratarla más. Espero no soy un atrevido.
SOFIA: Noo, cláro que no, no se preocupe. A mí también me gustaría tratarlo más, pero recién salí de una decepción amorosa y no quisiera sufrir nuevamente.
ANTONIO : ¡No se preocupe! No tengo ni la menor intención de lastimarla. Solamente me gustaría ser su amigo. ¿Qué me dice?
SOFIA : (sonríe) Acepto.



* * *
Meses después…
Casa de Diana.
Diana está en sus últimos días de embarazo. De repente, empieza a sentirse mal, a punto de dar a luz. Todos en la casa están agitados.
Antonio es el mejor amigo de Sofía; aún no logró conquistarla por culpa del fantasma de Saúl, pero está conforme con solo ser su amigo y estar cerca de ella.
ANTONIO : Yo las llevo! Vamos al hospital!
(Antonio carga a Diana en sus brazos y van todos al coche para ir al hospital.)

* * *
Mansión Suarez.
Con César están viviendo Victoria y Aníbal, y también Rodolfo con Irma, que ya están casados por el civil. Hoy tiene lugar el gran matrimonio entre César y Victoria, el matrimonio por lo civil.
En el salón principal.
En el salón principal, todo estaba arreglado para recibir al juez del estado para casarlos. Victoria tenía puesto un vestido sexy, pero conforme con su edad. César tenía el mejor traje. Ambos estaban de pie ante el juez. Con ellos solo están presentes Aníbal, quien éra el padrino, Irma y Rodolfo. Para su desgracia, Irma éra la madrina. Aníbal le picaba el ojo. Beto, estaba en los brazos de Rodolfo, ya que éra muy travieso y rompía todo. Aníbal miraba de reojo al niño, estaba seguro que se trataba de su hijo.
(César y Victoria firman el libreta de matrimonio.)
JUEZ : Conforme las leyes del Estado de México os declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
(César voltea para mirar a Victoria, se acerca más y la besa. Todos que estaban presentes aplauden.)

* * *
En el hotel.
Estrella está sentada en la cama recordando los bonitos momentos que pasó con César. Al recordar, empieza a llorar. Saúl entra por la puerta y ve a su mamá llorando.
SAUL : ¡Mamita! (se sienta al lado de ella) ¿Qué ocurre, mamita?
ESTRELLA : (llorando, abraza a su hijo) Se casa… hoy se casa…
SAUL : ¿Quién se casa, mamá?
ESTRELLA : Tu padre. Hoy se casa tu padre con esa mujer.
SAUL : (abraza a su madre) ¡Ya, mamá, tranquila! Tú lo amas ¿verdad?
ESTRELLA: (llorando) Con todo el alma, mi amor… núnca dejé de amarlo. Pero para él solo fui una diversión.
SAUL : ¡Ya, mamá! Si se casó, ps que sea muy felíz y que le aproveche su nueva familia! A mí desde hace mucho dejo de importarme.


* * *
En el hospital.
Diana ya dió a luz a un varoncito muy lindo y hermoso. En el salón con ella están Doña Providencia, su hermana Sofía quien también está en sus últimos días de embarazo, Antonio, el mejor amigo de Sofía. Antonio tenía en la mano una cámara digital. Diana tenía en sus brazos al lindo bebé quien estaba dormidito.
ANTONIO : ¡Ayy, que lindo! Una sonrisita para la cámarita! Vamos!
(Sofía abrazó a su hermana y le dió un besito en la frente al bebé. Doña Providencia estaba felíz.)
DOÑA PROVIDENCIA : Y ¿cómo lo vas a llamar? Pensaste en un nombre?
SOFIA : Sí, hermana, ¿cómo lo vas a llamar?
DIANA: No lo sé… aún no lo pensé.
ANTONIO: Ps para mí que debería tener el nombre del padre. (pasa al lado de Sofía y la abraza) El tuyo podrá llamarse como tú quieras. A mí no me va a molestar si querrás llamarlo Saúl.
SOFIA : Gracías, Antonio! (le da un beso tierno en la mejilla)
DIANA : Creo que le voy a poner Reynaldo. Al fin y al cabo es su hijo.
SOFIA : Me parece muy bien, hermana.
ANTONIO: (nuevamente con la cámarita) A ver… una sonrisita para el tío Antonio, Reynaldito! (el bebé sonríe) De pequeño y muy fotogénico jejeje.
(La atmosfera es de felicidad.)

* * *
En el salón de Cristal.
En el mismo hospital, pero en un salón diferente, está Cristal quien también acaba de dar a luz a un niño : el hijo de Aníbal.
La enfermera aún no le trajo la criatura. Reynaldo está en la cafeteria tomandose un café, sin saber que su esposa ya ha sido trasladada al salón. Cristal coge el célular de la mesita y marca un número.
CRISTAL : Hasta que al fin contestas! ¿Dónde estás?
ANIBAL : (en la mansión Suarez, después del matrimonio de su padre, caminando por el jardín) ¿Qué se te ofrece, belleza? No me digas que nuevamente estás de malhumor y necesitas un tratamiento que bien sabes mmm… (sonríe malevolamente)
CRISTAL : Ya parí tu maldito engendro. Si lo quieres ver antes de sus últimos momentos, estoy en el hospital.
ANIBAL : ¿Cómo que últimos momentos? ¡No seas estúpida! ¡Ni se te ocurra matar a la criatura!
CRISTAL : Jajaja… ¿desde cuándo tan maternal?
ANIBAL : No soy maternal. Estas cosas no se hablan por telefóno. ¡Voy para allá!
(Aníbal cuelga y corre para montarse en el coche e ir al hospital.)


(En el hospital. Cristal pone nuevamente el célular en la mesita y finje estar dormida y tranquila porqué oyó una enfermera por los pasillos. Y así fue, una enfermera entró con su hijo en el salón.)
ENFERMERA : ¡Señora! Le traje a su hijo! (le enseña el bebé)
CRISTAL : ¡No lo quiero ver! ¡Llevatelo de aquí! (voltea la cabeza para el otro lado)
(En ese momento entra Reynaldo.)
REYNALDO : ¿Qué pasó, Cristal? (ve el bebé) ¿Nuestro hijo? (emocionado, se acerca a mirarlo)
CRISTAL : (ve a Reynaldo) Sí, mi amor… es nuestro bebé. Nuestro Reynaldito, mi amor!
REYNALDO: ¡Perdóname! Pero quisiera llamarlo Delfino, como mi padre. Cláro, si no te molesta!
CRISTAL : (finje) Noo, cláro que no, mi amor. Se llamará como tú quieras. {Pensamiento : ¡Maldito engendro del demonio!}
(Reynaldo está jugando con el bebé.)

(En ese momento entra Aníbal. Reynaldo voltea con el niño en sus brazos y mira a Aníbal.)
REYNALDO : ¿¿Tú?? ¿Qué haces aquí?
ANIBAL : (mirando fijamente a Cristal) Solamente vine a felicitar a Cristal y a platicar un rato con ella. A caso ¿eso es ilegal?
REYNALDO: No, no lo es. Los dejo platicar. Mientras me llevo al niño a pasear un ratito. No salimos del hospital.
(Reynaldo se va.)
(Cristal queda a solas con Aníbal. Después de que Reynaldo ya salió, Aníbal y Cristal empiezan a platicar.)
ANIBAL : ¡Ni se te ocurra hacerle daño al niño! ¿Entiendes?
CRISTAL : Y ¿desde cuándo te importa a ti el maldito engendro?
ANIBAL : ¡No me importa! Pero lo podemos utilizar para nuestros planes en el momento que nos conviene. ¿Lo entiendes?
CRISTAL : Pero no soporto hacerme cargo de ese mugroso escuincle! ¡Lo odio!
ANIBAL: Mmm… pero en la cama lo gozaste, belleza! Así que te toca cuidar al engendro! O sino, dejaselo en manos de tu marido. Se ve que Reynaldo está derretido por él.
CRISTAL : Eso mismo voy a hacer. No te creas que voy a encargarme del niño yo sola. Mientras, planea algo ¡eh! Porqué no me voy a quedar cuidandolo mucho. Puede que un día de estos me canse de él y lo mate.
ANIBAL : ¡No serás tan estúpida! ¿O sí?
CRISTAL : ¡No me ofendas! Que te puede ir muy mal.
ANIBAL : Jajaja… él que amenaza soy yo, chulita!
(Aníbal se acerca a ella y le toca las piernas. Cristal se resiste.)
CRISTAL : ¡Ya! Ahora ¡NO! Estamos en el hospital.
ANIBAL : Está bien. Pero tarde o temprano tendrás que darme lo mío ¡eh!


* * *
Días después…
Casa de Diana.
Dentro de unos días, Diana es dada de alta. En la casa, Diana está preparando la leche para el bebé. Sofía la ayudaba. Antonio estaba cargando al niño en sus brazos. Parecía que a Reynaldito le gustaba estar en los brazos de Antonio. Cuando, alguien toca el timbre. Antonio va a abrir la puerta y mira un ramo de rosas rojas que tapaban la cara de quien los mandó. De pronto Sofía aparece al lado de Antonio, tocandose el vientre.
SOFIA : Antonio ¿quién es?

(La persona vió el niño en los brazos de Antonio, y vió a Sofía atrás de él con la leche para el bebé en las manos. En esos momentos sintió que se le caya el mundo encima.)