Capitulo 37: Diana y Reynaldo se reconcilian

En la mañana.
Departamento de Susana.
Saúl está en el baño dandose una ducha. Susana está acostada en la cama. Encendió la televisión y se quedó a ver Desgracia para Todos. Pasaban la escena cuando Rogelio discutía con su madre, Maura, sobre la venta de la empresa que su padre había dejado en su testamento.
SUSANA : ¡Por fín me voy a casar con Saúl! Tendré que pedirle mudarnos a la casa de su padre. ¿Quién sabe? Si el viejo César se muere, deja toda la fortuna a Saúl y entonces voy a ser más rica de lo que estoy. Una vez más : ¡venciste Susana Anderson! ¡Ayy! Pero no me puedo casar! Justo ahora tuvo que aparecer ese maldito de Antonio en mi vida! ¡Maldito desgraciado! Si se sigue metiendo donde no lo llaman tendré que acabar con él como hace años! Pero Antonio no me va a arruinar los planes!
(Sale Saúl de la ducha. Se acerca a Susana y la besa.)
SAUL : Mmm… ¿en qué está pensando la reina?
SUSANA : ¡Ven! (lo jala encima de ella y lo besa) Simplemente estaba pensando en ti! ¿Por qué no me llamaste en la ducha, mi amor? Me hubiera gustado enjabonarte todito! (le muerde el labio inferior)
SAUL : Mmm… (acomodandose encima de ella) ¿tienes ganas? (le besa apasionadamente)
SUSANA : Mmm… cláro!
(Susana lo pega más a ella y le quita la toalla. Vuelven a hacer el amor.)

* * *
En el hotel.
Estrella había despertado. Salió del baño recien bañada y coge el telefóno para hacer una llamada.
ESTRELLA: (…) ¿Dónde estará mi hijo, Dios mío? Trae apagado su célular… Tendré que llamar a César. (vuelve a marcar)

* * *
Mansión Suarez.
Habitación matrimonial.
César y Victoria dormían plácidamente, abrazados después de hacer el amor durante una noche entera. Cuando suena el telefóno. César contesta con la voz dormida.
CÉSAR : ¿Bueno?! ¿Quién habla?
ESTRELLA : ¡Buenas! ¿César ?
CÉSAR : ¿Qué quieres, Estrella?
ESTRELLA : ¿Mi hijo vino a tu casa? Es que desde ayer no logro encontrarlo…
CÉSAR : ¡Calmate! Es hombre! En algun lugar tiene que estarlo.
ESTRELLA : Ya sé que a ti poco te importamos. ¡Adiós!
CÉSAR : ¡Espera!
ESTRELLA : ¿Qué quieres?
CÉSAR : Está bien, voy a ver que pasa con mi hijo y si sé algo te llamo. ¡Tú también informame si sabes algo!
ESTRELLA : Está bien. ¡Gracías!
(Los dos cuelgan. César llama a Rafael.)
CÉSAR : ¡Rafael! Te veo en 15 minutos en la biblioteca!
RAFAEL : Está bien, patrón.
(Los dos cuelgan. César se levanta con cuidado para no despertar a Victoria, se viste y se va.)



* * *
Biblioteca.
César entra en la biblioteca, arreglando su bata. Va y se sienta en el sillón enfrente del escritorio. Rafael ya lo esperaba.
RAFAEL: ¡Buenas noches, patrón! ¿Para qué soy bueno?
CÉSAR : ¿Has visto a mi hijo?
RAFAEL : Ps sí, hace rato salió a un bar…
CÉSAR : ¿Qué hace a un bar a estas horas?
RAFAEL : Seguramente tomar…
CÉSAR : ¡No te quieras pasar de listo! Y mejor dime ¿dónde está Saúl?
RAFAEL : ¡Ahh! ¿De Saúl habla usted?
CÉSAR: ¿Y tú a quién te referías, idiota?
RAFAEL : A Aníbal, patrón.
CÉSAR: Aníbal no me preocupa. ¿Dónde está Saúl?
RAFAEL : Ps no lo sé, patrón. Ultimamente anda con esa loca recién salida del manicomio.
CÉSAR : Esa loca como tú la llamas, es Estrella. En fin… ahora me llamó para preguntarme si Saúl no está o no pasó por aquí.
RAFAEL : No, patrón… pero seguramente debe estar con esa muerta de hambre llamada Sofía.
CÉSAR : Está bien, gracías. ¡Vete a dormir! ¡Buenas noches!
(Rafael se retira. César también.)

* * *
En la mañana.
En el departamento de Susana.
Saúl despierta y ve a Susana dormida. Se levanta a medias, coge su célular y lo enciende.
SAUL : Llamadas pérdidas… hijole, ¿mi mamá me buscó? ¿César? ¿Qué querrá?
(Saúl se levanta y se viste rápidamente. Susana se despierta.)
SUSANA : Mmm… ¿mi amor? (abre los ojos) ¿Adónde vas, mi cielo?
SAUL : Tengo que ir al hotel. Mi mamá me buscó toda la noche y yo con el célular apagado.
SUSANA : Mmm… pero ¿vendrás esta noche?
SAUL : Cláro, mi amor.
(Saúl besa a Susana y se va.)
SUSANA : (acostandose en la cama, deseandolo) Mmm… como te amo!

* * *
Empresa Díaz-Castro.
Diana y Sofía llegan al trabajo. Antonio justo sale de la oficina de Reynaldo cuando ve a Sofía. Se acerca a ella.
ANTONIO : ¡Hola! ¿Me permites invitarte a un café?
SOFIA : (le sonrie) Cláro.
(Pero toda esta amabilidad éra para darle celos a Saúl. Ella no siente nada por Antonio. Diana entra en el despacho de Reynaldo decidida. Reynaldo la ve y se asombra.)
REYNALDO : ¿Qué haces aquí, cielo? No me esperaba verte!
DIANA: ¿Sabes qué? (lo mira de frente) ¡Dime ya si te vas a divorciar o no de Cristal! De esto depende lo que te voy a decir!
REYNALDO : (se levanta y se acerca a ella) Por supuesto que voy a divorciarme de ella. Es más, si me das el ‘’si’’ ya mismo corro con el abogado para tramitar el divorcio.
DIANA : (lo mira a los ojos y nota que es sincero; suspira) Está bien. ¡Te perdono!
REYNALDO : (sin poder creerlo) ¿Cómo? (emocionado)
DIANA: ¡Te perdono!
REYNALDO: Eso lo oí. Pero ¡gritalo más fuerte! Que lo escuche todo el mundo jeje.
DIANA : ¡Que te perdonoooo!!! ¡Te amo!
(Diana se acerca a él y lo besa.)
REYNALDO : ¡Grita más!
DIANA: ¡Te amoooooooooo!!!
(Reynaldo la coge en sus brazos dando vueltas con ella. La besa sin parar. Los dos se marean de tantas vueltas y caen al sofá, Reynaldo encima de ella. La mira por unos instantes a los ojos, luego la besa.)


* * *
Afuera de la oficina.
Antonio y Sofía están platicando afuera de la oficina de Reynaldo y oyen los gritos. Se deciden entrar.
SOFIA : ¡Hermana! ¿Qué pasó?
(Sofía y Antonio los miran sin saber porqué tanta alegría. Diana está en los brazos de Reynaldo.)
REYNALDO : ¡Compadre, soy felíz! Esta mujer, quien es el amor de mi vida, me perdonoooo!
ANTONIO : ¡Felicidades, hermano!
(Antonio y Reynaldo se dan un fuerte abrazo.)
REYNALDO : Y tú ¿por qué esa cara, hermano? Si no te conociera, diría que no te alegras de verme felíz.
ANTONIO : (suspira) No es eso. Simplemente no se si algun día voy a llegar a ganarme el amor de Sofía. ¿Por qué el corazón nunca escucha razones? ¿Por qué siempre te tienes que enamorar de la persona equivocada?
REYNALDO : (le toca el hombro) ¡No te preocupes, hermano! Ya verás que llegará la mujer adecuada para ti.
ANTONIO : ¡Ojalá! Que yo sin Sofía siento que estoy muerto.
(Sofía lo escucha y se acerca a él.)
SOFIA : ¡No digas esas cosas! Reynaldo tiene razón. Ya verás como muy pronto te vas a enamorar de la chica adecuada para ti. Yo fui muy sincera contigo y sigo amando a Saúl. A pesar de su traición no creo que podré olvidarlo alguna vez.
ANTONIO : Lo sé. Y gracías por tu sinceridad.
REYNALDO : Bueno… y ¿qué les parece si salimos los cuatro?
DIANA : Por mí perfecto, cielo!
(Diana y Reynaldo se besan.)
ANTONIO: Por mí también. (a Sofía) ¿Qué te parece?
SOFIA : Por mí encantada.

* * *
Al hotel.
Saúl regresa al hotel. Estrella lo esperaba.
SAUL: ¡Hola, mamá! (le da un beso) ¡Perdóname por no avisar que no iba a llegar, mamá!
ESTRELLA : ¿Dónde estabas?
SAUL : He estado con Susana, mamá.
ESTRELLA: Lo entiendo, hijo, pero por lo menos hubieras dejado tu celular encendido.
SAUL : Lo sé, mamá… he actuado mal. ¡Perdóname, porfavor!
ESTRELLA : Está bien, hijo. Pero no lo vuelvas hacer. Me tuviste bastante preocupada.
SAUL : Está bien, mamita. Te juro que no. (se levanta) Bueno… ya me voy.
ESTRELLA : ¿Adónde vas?
SAUL : Voy a hacer algo que me encargo Marcos. Tengo que buscar una persona. Pero esta vez no me tardo, mami.
ESTRELLA: Está bien, mi amor.
(Saúl le da dos besos a su mamá y se va nuevamente.)

* * *
Departamento de Susana.
Antonio va nuevamente con Susana a pedirle una buena explicación. Se calmó lo suficiente como para no cometer un crimen. Llega enfrente de la puerta y toca el timbre. Susana se pone una bata roja sexy y va a abrirle.
SUSANA : ¿Qué se te olvidó, mi amor? (abre y ve a Antonio) ¿¿Tú nuevamente?? ¿Qué haces aquí?
(Susana trata de cerrarle la puerta en la naríz, pero Antonio la impide y entra.)
ANTONIO : ¡Tranquila, estoy calmado, no vengo a matarte!
SUSANA: Entonces ¿a qué vienes?
ANTONIO : ¡Vengo a que me expliques! ¿Qué hiciste con mi hijo?
SUSANA : ¡Eso jamás te lo voy a decir!
ANTONIO : (suspira) Me propuse mantener la calma para no herirte. Pero no me hagas perder la paciencia que allí sí me vas a conocer!
SUSANA : Cláro… solo vienes cuando mi novio no está. Sabía desde siempre lo cobarde que eres. ¡No te puedes medir con un hombre! Llegas cuando estoy indefensa!
ANTONIO: (pierde la calma, pero tiene una paciencia de hierro; suspira) Mira… en primer lugar no sabía que ese imbécil era tu novio. Y en segundo, yo no le tengo miedo a nada ni a nadie. Si quieres llamame cuando viene ese imbécil que con gusto le rompo la cara. Pero no de eso se trata ahora. Mejor dime por las buenas… ¿qué hiciste con mi hijo? ¿Dónde está mi hijo?
SUSANA : Jajaja… ¿y si no te lo digo?
ANTONIO : No te conviene conocer mi lado malo, así que mejor habla ya! ¿Qué hiciste con mi hijo, maldita perra?
SUSANA : (sonríe) Simplemente avorté.
ANTONIO : ¿Qué?? ¿Cómo que avortaste?
SUSANA : Simplemente avorté. ¿Quieres que te describa el proceso?
ANTONIO : (negando con la cabeza) ¡Lo vas a pagar, maldita perra! ¡Y muy caro! ¿Cuál es tu plan? ¿Por qué, maldita sea, regresaste?
SUSANA : Para vivir y rehacer mi vida. Mejor dime tú ¿por qué me sigues siempre?
ANTONIO : ¡Para que me lo pagues, desgraciada! ¿Hacer tu vida? ¿Con quién?
SUSANA : ¡Ahh! Para que veas que soy buena persona… te invito a mi boda con Saúl la próxima semana.
ANTONIO : ¿¿Qué?? ¡Tú sí estás loca! ¡Tú no te puedes casar ni con ese imbécil, ni con nadie, porqué aún estás casada conmigo. O a caso ¿lo olvidaste?
SUSANA: Jajaja… ¿quién es el imbécil ahora? Tú y yo nos casamos en Las Vegas, en un momento de borrachera. Y religiosamente estoy soltera. Así que puedo casarme con quien me plazca.
ANTONIO : No me cabe la menor duda de lo perra que eres. Pero igual y me voy a encargar de que todo el daño que hiciste lo pagues. Y verémos si Saúl se querrá casar contigo después de enterarse de ciertas cositas.
(Antonio va hacia la puerta. Susana le bloquea el camino.)
SUSANA : ¿Qué quieres decir con eso? ¿Se lo vas a contar todo a Saúl?
ANTONIO: ¿Tú qué crees?
SUSANA: (mirandole la cara) Jajaja… ¡no seas imbécil! Si se lo cuentas, va a correr a los brazos de esa muerta de hambre y tú y yo quedaríamos como estúpidos. Mejor vamos a aliarnos. Se impone una alianza entre nosotros. ¿Por una buena causa?
ANTONIO : (la mira de pies a cabeza) Yo no hago ningún tipo de alianza contigo!
SUSANA : ¡Haya tú! Pero mi propuesta sigue en pie para cuando te decides.
ANTONIO : Tengo otros planes. Y que bueno que te cases en una semana. ¡Que os aproveche! Yo también voy a casarme con Sofía. Y a Saúl le cuento toda la verdad después de mi matrimonio con Sofía.
SUSANA : Eso lo hablarémos cuando lo vea.
ANTONIO: ¡Adiós!
(Antonio se va. Susana queda medio furiosa.)



* * *
En el barrio.
En el mismo barrio que viven Diana y Sofía, en una casita pobre, vive un hombre alcoholico. Su único refugio está en el alcohol.
Saúl llega al barrio. Busca la casita dónde se supone que vive ese hombre, el mismo hombre que declaró a su favor en su juicio. Ve unos niños jugando futbol y se acerca a ellos.
SAUL : Disculpen… ¿saben dónde vive un señor… Lorenzo?
NIÑO 1: (era portero; le habla sin mirarlo, mirando el balón) No lo sé, jefe! Ni he oído de un señor con ese nombre en el barrio.
NIÑO 2 : (oyó a Saúl) ¿El borracho? Ps vive en esa casa! (enseña una puerta más allá)
SAUL : ¡Gracías! (le da dinero al niño que le dijo la verdad)
(Saúl va hacia esa puerta. Toca el picaporte. Estaba abierto. Entra despasito.)
SAUL : ¿Hay alguien aquí?
(Nadie le contesta. Saúl entra y mira por allí. Todo estaba desordenado: botellas de alcohol vacías, etc. Cuando, en una cama vieja ve dormido a Lorenzo. Su corazón le palpitaba, no sabía porqué, pero sentía que ese hombre lo conocía de alguna parte, que lo había visto en otro lugar, no solo en el juicio. Se acerca a él e intenta despertarlo.)
SAUL : ¡Señor Lorenzo! ¡Señor Lorenzo!
(Lorenzo se despierta.)
LORENZO (Roberto Mateos) : Noo… no me haga daño, se lo suplico!
SAUL: ¡Tranquilo! Yo no le voy hacer ningun daño! Solo vengo a ayudarlo.
(Lorenzo se levanta, le dolía la cabeza de tanto alcohol, y lo mira frente a frente. También tenía la rara sensación de que lo conocía desde antes.)
LORENZO : ¡Muchacho…!
SAUL : Vengo a ayudarlo. Sacarlo de este lugar. No entiendo como llegó usted a vivir aquí. ¿Qué le ha pasado?
LORENZO : (suspira) Es una larga historia, muchacho.
SAUL : ¡Anda! ¡Cuenteme, señor! Puede considerarme uno de sus amigos.
LORENZO : Yo no tengo amigos…
SAUL: Entonces yo tengo el honor de ser el primero. Por más que me quiere botar y no verme más, más me voy a empeñar en ayudarlo.
LORENZO : (sonríe) ¡Gracías, muchacho! Se ve que eres muy bueno. Ps ya te contaré mi historia.
(Lorenzo empieza a contarle toda la historia. Saúl lo escucha atento.)



* * *
Mansión Suarez.
A la hora del almuerzo, toda la familia está comiendo. César está sentado en la cabecera de la mesa. Al lado de él está Victoria, su esposa. Aníbal está al lado de su mamá. Frente a frente con Aníbal y Victoria, están Irma y Rodolfo.
ANIBAL : Papá… ¿no crees que sería buena idea si nos incluírías en el testamento a mi hermano y a mí?
(Irma, Rodolfo y Don César lo miran atónitos.)
CÉSAR : ¿Cómo dices? ¿Ya quieres que yo me muera?
ANIBAL : Noo, papá… ¿cómo crees? Justamente eso quiero evitar. No quiero que te mueras. Pero como la muerte es inevitable en cualquier ser humano pienso que es mejor que mi hermano y yo estemos cubiertos.
CÉSAR : ¡Ahh! (aún desconfiado) ¡No te preocupes, hijo, que eso no va a pasar!
ANIBAL : Está bien, papá…


* * *
En el barrio.
Saúl seguía platicando con Lorenzo.
SAUL: ¡No lo puedo creer! ¿Usted mi tío?
(Lorenzo afirma con la cabeza.)
LORENZO : Sí, pero ya me resigné haber perdido toda mi fortuna.
SAUL: ¡Noo! Por más que César es mi padre, yo voy a ayudarle a usted a recuperar lo que es suyo.
LORENZO : ¡Gracías, hijo! Siempre pensaba que los hijos de César éran tan malos como él. Pero ya me doy cuenta que tú eres una excepción.
SAUL : Mire… vamos hacer una cosa. Vengase conmigo a la mansión. Mi mamá y yo estarémos al pendiente para que no lo traten mal. Se lo suplico! Porfavor! Y yo, mientras, busco algun centro para que le trate su adicción. ¿Qué me dice?
LORENZO : (suspira) Normalmente te rechazaría la propuesta. Pero hace mucho estoy deseando vengarme de mi hermano. Y así en mi estado no puedo. Así que te acepto la propuesta.
SAUL : ¡Muchísimas gracías, tío!
(Saúl abraza a su tío.)

* * *
En la noche.
Mansión Suarez.
Saúl viene con Lorenzo. Toca el timbre y la sirvienta abre.
SIRVIENTA : ¡Pase, joven! (se va)
(Saúl entra con el tío Lorenzo. Lorenzo tenía barba y olía a alcohol. Cuando entra en la mansión, Lorenzo mira por allí, todo éra intacto, tal y como lo dejo ese día cuando su hermano le había quitado todo. César sale de la biblioteca y siente el olor a alcohol. Ve a Saúl con Lorenzo.)
CÉSAR : ¿¿Tú?? ¿Qué haces aquí? (a Saúl) ¿Dónde lo encontraste?
LORENZO : ¡Hola, mi querido hermanito!
CÉSAR : No, no, no! Tú estás muerto!
SAUL: ¿Qué te pasa, papá? Aunque sobra la pregunta. Es más que cláro que te sientes amenazado con mi tío aquí.
CÉSAR : ¡No digas estúpideces! Trajiste a este borracho para lástimarme ¿no?
SAUL : Lo siento que pienses así! Lorenzo es mi tío y no pienso aceptar que viva en la miseria.
CÉSAR : Y mi casa ¿qué es? ¿Casa de beneficencia o qué?
SAUL : No te preocupes, papá. Se quedará muy poco, porqué lo voy a llevar a una clínica para que se cure y deje de tomar.
CÉSAR : ¡Haz lo que te venga en gana!
(César se va.)
LORENZO : Es obvio que no le convino.
SAUL : No te preocupes, tío. Desde hoy esta va a ser tu casa. Arriba, el cuarto de huespedes será tuyo. La sirvienta te va a enseñar todo. Yo voy al hotel a traer a mi mamá. Ya vuelvo, tío!
LORENZO : Está bien, hijo. ¡Adiós!
(Saúl se va. Lorenzo entra al salón, mirando la mansión, su mansión.)



* * *
Dentro de una semana.
En el Registro Civil.
Es el mismo día de la boda de Antonio y Sofía. Reynaldo acompaña a su amigo, junto con su hijo Delfino. Reynaldo es el testigo de Antonio y Diana el de Sofía.
JUEZ : Antonio Villanueva, ¿aceptas por esposa a Sofía Ruíz?
ANTONIO : Sí, acepto.
(Antonio sonríe y le toma la mano a Sofía.)
JUEZ : Sofía Ruíz, ¿aceptas por esposo a Antonio Villanueva?
(Sofía se calla, sigue recordando los momentos que pasó con Saúl. Silencio. Afuera, Cristal decide vengarse de Reynaldo. Los coches de Antonio y Reynaldo son de la misma marca. Cristal está escondida con un hombre de apariencia extraña.)
CRISTAL : ¡Ve! ¡Ese es el coche! (enseña el coche de Antonio, confundiendo el coche de Antonio con el de Reynaldo)
(El hombre va hacia el coche de Antonio, se agacha, mira alrededor, no ve a nadie, se mete debajo del coche y sabotea el auto. Termina su trabajo y va hacia adonde Cristal.)
HOMBRE : ¡Ya está, patrona!
CRISTAL : ¡Muy bien! Esto es solo el avanse!
(Cristal le da un fajete de dinero. El hombre coge el dinero y se va. Cristal se va también.)

(Dentro, Sofía sigue pensando en Saúl. Le viene en la mente el momento cuando vió las fotos de Saúl con Susana.)
JUEZ : Señorita, ¿acepta por esposo a Antonio Villanueva?
SOFIA : (reacciona) Sí, acepto.
JUEZ: En el nombre del estado de México os declaro marido y mujer. (a Antonio) Puede besar a la novia!
(Antonio se acerca y besa a Sofía.)




(Minutos después, Antonio y Sofía se deciden ir de luna de miel. Salen para dirigirse al auto de Antonio. Reynaldo y Diana los acompañan. Diana los abraza y los felicita. Lo mismo hace Reynaldo.)
DIANA: ¡Felicidades, hermana! ¡Cuidate! (a Antonio) ¡Cuidamela mucho, cuñado!
ANTONIO: ¡No te preocupes! Mi tesorito está a salvo conmigo!
REYNALDO: ¡Felicidades, hermano! (se dan un abrazo) ¡Cuidame a mi cuñadita jejeje!
(Antonio y Sofía se van hacia el auto. Diana se abraza a Reynaldo.)
DIANA: Mi amor… no sé… tengo un mal presentimiento.
REYNALDO: (la abraza) Ideas tuyas, mi amor! Ya verás que Antonio ama de verdad a tu hermana. Nada va a pasar.
DIANA : Ojalá, mi amor.

* * *
Mansión Suarez.
Saúl y Estrella regresaron a vivir a la mansión solamente por el tío Lorenzo. Lorenzo en estos momentos está internado a una clínica de desintoxicación. Hace años, Lorenzo se había enamorado de Estrella, pero no podía declararse ya que ella siempre amaba a César a pesar de lo mucho que la hizo sufrir.
En la biblioteca.
Saúl está sentado en el sillón, pensando en Sofía. Entra Estrella.
ESTRELLA : ¿Qué pasa, mi amor? ¿Por qué estás tan triste?
SAUL : (llorando) Hoy se casa, mamá… hoy se casa Sofía con ese malhecho…
ESTRELLA : ¡Ya, mi amor! (lo abraza) Si ella tomó esa decisión es porqué en verdad ama a ese muchacho.
SAUL : No, mamá… yo se que solo lo hace por despecho… porqué me vió con Susana… pero ya tomé una decisión. Yo también voy a casarme con Susana.
ESTRELLA : ¡No, mi amor! Si amas a Sofía, no puedes casarte con otra mujer. Pero si eso te hace felíz, yo te apoyo.
SAUL : ¡Gracías, mami!
(Los dos se abrazan.)


* * *
En la carretera.
Antonio y Sofía iban felices en la carretera, Antonio manejando.
ANTONIO : Sabes… soy el hombre más felíz del mundo por habernos casado. (abre el cajón del coche que estaba frente a frente con el asiento de al lado y saca un casette) Quiero que escuches esto! Te lo dedico a ti!
(Antonio pone la canción. Sofía acarisia el anillo que Saúl le había regalado. Aún no lo pudo olvidar. Antonio le coge la mano y se la besa.)
ANTONIO : ¡Te amo, mi corazoncito! Verás lo felices y lo bien que lo vamos a pasar en tu luna de miel. Te voy a dar una luna de miel muy especial.
(Pero ambos no se dan cuenta de lo que la vida les tenía preparado. El auto tiene que pasar por muchas curbas y tienen que reducir la velocidad. Es entonces cuando Antonio realiza que los frenos del carro no funcionan. Se asusta al pensar en la subita y rápida muerte que les espera. No quiere morir el mismo día de su boda.)
SOFIA : (asustada) ¡Antonio! ¿Qué pasa?
ANTONIO: (agitado) No lo se, corazoncito… los frenos no me hacen caso…
(Antonio intenta parar el auto presionando en el freno, pero el carro no le hace caso.)
ANTONIO: (agitado) ¡Tenemos que saltar! No nos queda de otra!
SOFIA : (asustada) ¡No lo puedo hacer! Estoy embarazada, no quiero perder al bebé!
(Sofía se toca el vientre. En los últimos momentos, Antonio le coge la mano a Sofía.)
ANTONIO : ¡Te amo, Sofía!
(Después de decirle la ultima vez que la ama, Antonio abre la portilla del coche y se lanza para afuera. Cae al suelo, rodea unas cuantas veces y se detiene inconciente boca abajo enmedio de la carretera. El coche sigue avanzando con Sofía aterrada adentro, hasta llegar en cierto punto donde se hace pedazos golpeandose de una piedra gigante. El auto se incendia de inmediato. Minutos después, Antonio despierta aturdido, se levanta e intenta caminar hasta adonde explotó el coche. Solamente ve una mano con el anillo de Sofía que lo reconoce de inmediato. Entonces, por el dolor, grita lo más fuerte que puede.)
ANTONIO : ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!
(En ese momento, el auto explota otra vez. Esta vez Antonio cae de espaldas desmallado.)