CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
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CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
ENTRADA:
Alejandro mira a Vanesa con gran emoción, él sentía y sabía en el fondo que esa mujer no era necesariamente La Madre Teresa de Calcuta y que, tal vez, le serviría mucho en sus planes. Las miradas no dejaban de ser un tanto sospechosas.
Vanesa: Es un placer, Alejandro – Alejandro toma la mano de Vanesa y la besa –
Alejandro: El placer es mío, Vanesa – Daniela sonreía, mientras que a Nicole no le gustaba que Vanesa coquetee con Alejandro –
Daniela: Que bueno que salgas a pasear con mi hermana Alejandro, no sabes cuanto te lo agradezco, ella se siente algo triste en estos días – Alejandro mira a Daniela, ella sonreía –
Nicole: ¡Ay Daniela! - Dijo, algo molesta -, no digas esas cosas...
Alejandro: Tranquila, Nicole, no hay problema - Dijo, de manera tranquila y pausada, para luego mirar a Daniela, su amada -, supongo que tú también te debes sentir muy mal, vi todo lo que pasó en la empresa, es una pena – Daniela agachó su cabeza, Alejandro la veía con gran cariño –
Daniela: Gracias por tus palabras - Daniela le dio un ligero y rápido abrazo -, aunque nunca hemos sido personas cercanas, yo siempre te he tenido muy presente – La mirada de Alejandro alumbraba, brillaba, sin duda alguna sentía un amor tremendo por Daniela –
Alejandro: Muchas gracias Daniela, ahora me tengo que ir – Se acerca a Nicole y le da un beso en la mejilla –, cuídate mucho – Voltea hacía Daniela –, y tú también – Le dice y luego voltea hacía Vanesa, ambos sonríen –, ah, y nos vemos Señorita Vanesa…
Vanesa: ¿No crees que me puedas llevar en tu carro? – Le dijo, muy coqueta –, es que yo también voy de salida, ¿Supongo que puedes llevarme o no? – Alejandro sonríe –
Alejandro: Ehhh, pues si – Nicole escucha ese “si” y se molesta –, será un placer poder llevarla – Vanesa sonríe –
Vanesa: Muchas gracias – Vanesa toma del brazo a Alejandro y ambos salen de la casa –
Nicole: ¡Ay me cae tan mal tu amiguita! ¿Qué hace yéndose con Alejandro? – Preguntó muy ofuscada –
Daniela: ¿Qué pasa hermanita? ¿Estás celosa? – Preguntó y en ese instante se hizo un silencio –
Nicole: ¡Ay no! - Exclamó por fin -, o sea si, son celos, pero no son celos carnales, son celos diferentes, muy diferentes, como si se tratara de un mejor amigo o de un familiar o algo así – Dijo, algo alterada y confundida –
Daniela: Eso espero, Alejandro sólo puede ser tu amigo, no algo más, ¿Entendiste? – Daniela lucía muy seria –
Nicole: Si, por supuesto, yo lo sé muy bien, sólo lo veo como un amigo, además tú sabes que yo amo a Pablo – Ambas sonríen –
Daniela: Hablando de Pablo, ¿Cómo te fue con él? – Nicole suspiró, se sentía triste al recordar a Pablo –
Nicole: Al principio bien, pero luego yo lo estropeé todo por tonterías... - Suspira, se encontraba algo cabizbaja -, ya veré como me amisto con él después, ahora me voy a mi cuarto, nos vemos más tarde – Nicole se acerca a su hermana y le da un beso en la mejilla –
Daniela: Si, anda hermanita, anda... – Nicole va a su cuarto y Daniela respira profundo, aún sentía ese dolor que realmente sería interminable –
Calle:
Saúl le apuntaba con su pistola a Antonio, quien miraba desafiante, aguerrido, no le importaba si Saúl disparaba, se sentía tan mal, sentía que el mundo era tan injusto que si lo mataban ya sería lo último que podría pasar.
Antonio: ¡Vamos! ¡Dispara! ¡Atrévete a dispararme! – Gritaba Antonio –
Saúl: No me retes porque lo hago y ahí si que te vas para el otro mundo – Le dijo, en tono amenazante –
Antonio: No te tengo miedo, ni a ti ni a tu pistolita – Saúl lo miró con gran furia, Antonio seguía frente a él –
Saúl: Ya me hartaste – Trata de jalar el gatillo, pero Antonio agarra la pistola, ambos empiezan a forcejear –, ¡Suelta el arma! ¡Carajo! – Antonio le tira un codazo, este cae al piso y Antonio coge el arma –
Antonio: Eso es para que veas que aquí el que manda soy yo, ahora déjame llevar a este muchacho a un hospital – Saúl se levanta, su boca estaba sangrando –
Saúl: No lo haré, antes de que te lleves a este muchacho tendrás que matarme, ¡A ver! ¡A ver si tú tienes las agallas para poder matarme! – Antonio suspiró y trató de tranquilizarse –
Antonio: ¿Por qué no dejas que me lleve a este muchacho? – Preguntó –
Saúl: Porque es mi cachorro, es mi muchacho y no voy a permitir que tú te lo lleves, yo me lo llevaré, yo y sólo yo – Antonio se tocó el cabello y volvió a suspirar –
Antonio: Me siento responsable, yo lo atropellé, ¡Fui yo! – Gritó Antonio –
Saúl: No te preocupes, no pondré ningún cargo en tu contra, ahora tan sólo deja el arma en el piso y vete, vete por donde venías – Ambos se miraban a la cara –
Antonio: ¿Y si no lo hago qué? – Dijo, muy desafiante –
Saúl: Tendrás que matarme antes de que yo te mate a ti – Antonio soltó una carcajada –
Antonio: ¿Me matarías? ¿Y cómo? Si ya no tienes pistola – Saúl empezó a reír –
Saúl: Eso es lo que tú crees – Saca una pistola de su bolsillo rápidamente y vuelve a apuntar a Antonio – ahora más allá, deja que me lleve a mi cachorro – Ambos se estaban apuntando –
Antonio: Está bien, está muy bien, pero yo ya no me hago responsable de nada de lo que le pase, ¿Entendiste? – Dijo, algo preocupado. Saúl sonrío –
Saúl: No se preocupe, el cachorro queda en mis manos y son unas excelentes manos – Antonio deja la pistola en el piso y va caminando hacía atrás hasta llegar a su carro, con rapidez y arranca –, muy bien, muy bien, hasta que al fin te fuiste – Recoge a Andrés, quien seguía desmayado en el piso –
Empresa:
Jacinto Dipoilea se encontraba en la recepción, dando vueltas de un lado a otro, aún algo ofendido por lo que Pablo le dijo hace un rato. Él sólo quería averiguar quién en esa empresa mató a su padre. En ese instante apareció Don Martín, ambos se miraron a la cara.
Don Martín: ¿Usted debe ser el Señor Jacinto Dipoilea, verdad? – Ambos se miraron fijamente a la cara –, ¿Eres el hijo de Ramón?
Jacinto: Así es, ¿Usted conoció a mi padre? – Don Martín soltó una carcajada –
Don Martín: Si, yo y muchos, pero tengo una pregunta, si su padre murió hace tanto por qué recién viene usted a pedir sus acciones – Jacinto le sonrío –
Jacinto: Por el mismo hecho de que son mías y las puedo venir a utilizar cuando yo quiera, ¿Acaso hay algún problema? – Preguntó totalmente desafiante, mientras que el viejo Martín lo miraba con un total desprecio –
Don Martín: No, ninguno, ninguno... – Pensamiento: Malcriado, igual que su padre e igual que el morirás, te mataré igual que maté a tu padre –, desde mañana tendrás una oficina en esta empresa – Jacinto sonríe –
Jacinto: Muy bien, muy bien, en realidad no me importa mucho el dinero, sólo quiero convivir con ustedes y saber algo, ¡Algo muy importante! – Don Martín estaba intrigado –
Don Martín: ¡Ah carambas! ¿Y qué es lo que quieres saber? – Jacinto mira con gran seriedad a Don Martín –
Jacinto: Algo sobre mi padre, algo sobre él y su extraño asesinato – Don Martín se queda anonadado al escuchar las palabras de Jacinto –
Don Martín: Pues no creo que puedas encontrar nada sobre tu padre y su muerte aquí en esta empresa – Jacinto soltó una carcajada –
Jacinto: ¡No me diga! Pues yo en cambio creo que voy a encontrar información interesante – Don Martín sonríe falsamente, estaba nervioso –
Don Martín: ¡Ja! Bueno, espero que así sea, me voy a mi oficina, nos vemos Señor Dipoilea – Don Martín voltea hacía su oficina –
Jacinto: Nos vemos Martín, supongo que usted es Martín, el hermano de Javier – El viejo se vuelve hacía él –
Don Martín: Si, pero dime Don Martín, no seas irrespetuoso – Jacinto empieza a reír –
Jacinto: Todavía no te ganas mi respeto y tampoco creo que te lo ganes – Jacinto empieza a reír y Don Martín mira muy serio a Jacinto y luego va hacía su oficina –, este viejo algo oculta…
Carro de Antonio:
Antonio manejaba distraído, pero ya no se encontraba tan alterado como antes, ahora estaba más tranquilo, pensando en Daniela, la primera y única mujer a la que había amado en toda su vida, nunca había sentido un amor tan grande…
Antonio: Bueno, entonces no entiendo, ¿Nosotros que somos ahora?
Daniela: Bueno, ¡Creo que somos enamorados! – Daniela sonríe –
Se le humedecen los ojos al recordar aquel momento, ese momento en el que estuvo tan cerca de Daniela, ese momento en el que ambos se amaban con una pasión increíble…
Antonio: Me alegra mucho de que hayas recapacitado y no hayas botado todo esto que sentimos al tacho, ¡De verdad que me alegra mucho! – Le decía, mientras le acariciaba el rostro –
Daniela: Si, es que tienes que entender que estaba muy confundida, no sabía que hacer, si luchar por nuestro amor o simplemente dejarlo ir por las cosas que podrían pasar, las habladurías de la gente... – Ambos se miran con una gran y hermosa sonrisa –
Se detiene, ya no podía manejar, sus ojos se habían llenado de lágrimas, rompió en llanto, no soportaba tal sufrimiento, empezó a golpear el timón con gran fuerza, ya no podía contenerse, ya no podía más, sólo tenía que soltar tanto dolor que había dentro de él.
Antonio (pensamiento): Al final ganaron las habladurías, ganó tu padre, ganaron todos, todos, menos nosotros, nosotros que nos amamos con pasión, con amor, con dulzura, sólo nosotros no ganamos, los demás triunfaron – Llorando empieza a recordar nuevamente esos hermosos momentos que pasó con Daniela –
Daniela: ¿Cómo sabías que iba a estar en ese parque? – Decía, muy enamorada –
Antonio: Es que fue lo primero que se me vino a la mente, aparte ambos estamos conectados, nuestras mentes están conectadas y ambos sabemos como está el otro – Daniela sonríe, Antonio también –
Daniela: Eres muy lindo, Antonio, el hombre más lindo que he conocido en mi vida, si es que tú, tú eres... esa persona que yo tanto buscaba, ¿Sabes? Del que siempre le hablaba a mi hermana, eres el amor de mi vida – Se vuelven a besar, ese beso escondía un amor lleno de pasión y ternura, era un momento lleno de alegría, al fin podían estar juntos, sin embargo en ese momento entra Don Martín junto a Ángel –
Antonio (pensamiento): ¡Cerdos asquerosos! Mi tío Martín es una mala persona y ni que decir de ese Ángel, los dos son unos malditos, por culpa de ellos ahora me siento destruido, sin ganas de vivir, sin ganas de luchar, sin ganas de amar, sin ganas de nada, de absolutamente nada, sólo las ganas de llorar, ¡De llorar! – Trató de contener el llanto nuevamente, pero sus ojos no podían soportar todas esas lágrimas encontradas entre si –
Carro de Alejandro:
Alejandro manejaba un tanto serio, como es él, mientras que Vanesa, quien se encontraba a su costado sonreía e intentaba acariciarle la pierna con mucha lujuria.
Vanesa: Eres un hombre guapo Alejandro, muy, pero muy guapo – Le decía mientras seguía tocándolo con gran seducción –
Alejandro: Gracias, ¿Eres muy cariñosa, no? - Le pregunta -, bueno, tú también eres muy guapa – Alejandro le toca la pierna, Vanesa le sonríe –
Vanesa: Gracias, entonces el gusto es mutuo – Se acerca a su cuello y lo empieza a besar –
Alejandro: Tranquila Vanesa, tengo que manejar – La empuja un poco –, noto en tu rostro algo que me gusta, y eso se llama: "Maldad", algo que yo llamaría enfermedad – Ambos ríen –
Vanesa: Yo también noto en tu rostro maldad, esa cara de perro que tienes me excita – Vuelve a intentar besarlo, sin embargo Alejandro la vuelve a empujar –, no es que sea mala, sólo aborrezco a cierto tipo de personas – Alejandro se sorprende y empieza a reír –
Alejandro: ¿Odias a tu amiga, verdad? ¿A Daniela? - Vanesa sonríe y afirma con su cabeza -, tú si que estás loca – Vanesa empieza a reír –
Vanesa: Pues si, estoy loca – Seguía riendo - ¡MUY LOCAAAAAAAAA! – Empieza a gritar dentro del carro, Alejandro ríe –
Alejandro: Ahora la que me excita eres tú, ¡Tú! – Deja de manejar, estaciona el carro, va hacía ella y la empieza a besar, ambos se van sacando la ropa –
Vanesa: Mejor nos vamos a tu departamento – Alejandro la miró con desconfianza –
Alejandro: Espera, espera, antes quiero saber por qué odias a Daniela – Vanesa soltó una carcajada –
Vanesa: Eso luego te lo contaré, luego, yo quiero saber a quién odias tú – Alejandro sonrío –
Alejandro: ¿Quieres saber a quién odio? – Ambos se besan apasionadamente en la boca –, odio a todo aquel que se meta con Daniela, odio a quien la odie – Vanesa empieza a reír –
Vanesa: ¡Uy, eso quiere decir que me odias a mí! – Alejandro le besaba el cuello –
Alejandro: No, contigo no me pasa eso porque contigo me excito, contigo quiero placer – La vuelve a besar y le abre la blusa –
Vanesa: ¿Y por qué odias a los que odien a Daniela? – Preguntó –
Alejandro: Porque estoy enamorado de ella – Dijo, mientras le besaba y manoseaba los pechos, Vanesa se sorprendió ante lo que Alejandro dijo –
Oficina de Pablo:
Pablo se encontraba pensando en Nicole, no sabía qué hacer para arreglar las cosas con ella, era una pelea tonta, una pelea sin fundamento, en ese instante ingresó Ricky, ambos se miraron a la cara.
Ricky: ¿Qué pasa Pablín? Te veo algo pensativo – Se sentó en una de las sillas –, ¿Mmmm?
Pablo: No, nada Ricky, todo bien, sólo estoy un poquito, pero sólo un poquito triste – Suspiró y miró hacía el techo –
Ricky: Ya ves, yo lo sabía, ¿Pero por qué estás triste? – Pablo miró a la nada y volvió a recordar a su Nicole –
Pablo: Está bien, te lo voy a contar, pero júrame que esto no se lo dirás a nadie – Ricky sonrío y alzó su mano –
Ricky: Lo juro – Dijo –, por la memoria de mi padre – Ambos sonrieron –
Pablo: Si lo has jurado por tu padre, eso quiere decir que no le vas a decir a nadie, muy bien, pues estoy enamorado de Nicole – Ricky se sorprende –
Ricky: ¿Nicole? ¿La hija de Don Martín? ¿De esa Nicole me hablas? – Preguntó, aún sorprendido –
Pablo: Si, de Nicole, la Nicole, la hija del jefe, de esa Nicole te hablo – Ricky soltó una carcajada –
Ricky: ¡Ay mamita! ¡Que miedo! Eso si me lo tienes que contar con lujo de detalles y con exageraciones, ¡Vamos Pablín! – Pablo empezó a reír –
Pablo: ¿Qué quieres que te cuente? Me enamoré de ella, fue un día que la vi en un parque, me acerque la saludé y como la vi triste le obsequié un pañuelo – Empieza a recordar la primera vez que conoció a Nicole –
Pablo (Pensamiento): Es la hija de mi Jefe, ¿Cómo era que se llamaba? ¿Nicolasa? ¿Por qué estará llorando? - Suspira algo preocupado, estaciona el carro, baja y va hacía ella, quien seguía llorando - ¿Le pasa algo Señorita? – Nicole lo mira, intrigada, Pablo con una sonrisa meditabunda –
Nicole: No, no me pasa nada… ¿Quién es usted? – Dice, algo desconfiada y a la defensiva; Pablo sonríe –
Pablo: Mi nombre es Pablo, trabajo en la empresa de su padre, soy nuevo, por eso tal vez no sabe mucho de mí - Le dijo, aún sonriente y dándose cuenta de lo hermosa que es esa joven -
Nicole: Claro, tú eres el nuevo, si te recuerdo… - Pablo suelta una carcajada, ella empezó a secarse las lágrimas con la mano -
Pablo: No debe llorar, sabía usted que las chicas hermosas están prohibidas de llorar – Nicole sonríe, Pablo saca un pañuelo y le seca las lágrimas, ambos sonríen –
Pablo seguía contando su historia, Ricky escuchaba con suma atención, estaba enternecido por lo que Pablo estaba contando.
Pablo: Si, pero era un hobbie nada más, ya no estoy ahí. Mira, aparte tú eres muy joven para mí, yo soy todo un señor, podría ser tu padre – Nicole empieza a reír –
Nicole: Eres un exagerado y te ves muy lindo cuando exageras y no sólo cuando exageras, siempre te ves lindo – Pablo sonríe –
Pablo: Nicole también eres muy, pero muy hermosa, la mujer más hermosa que he visto en mi vida – Nicole sonríe muy emocionada y enamorada –
Pablo suspira, deja de hablar y agacha su mirada, el rostro de Nicole se encontraba en su mente, daba vueltas por su corazón y se retorcía en su garganta haciéndole un nudo, Ricky se acercó a Pablo y le tocó el hombro.
Ricky: Entonces si todo estaba tan bien como tú lo cuentas, ¿Pues qué pasó? ¿Por qué estás tan triste? – Pablo volvió a suspirar –
Pablo: Porque nos peleamos la última vez y fue una pelea estúpida, una pelea de adolescentes de quince años – Ricky sonrío –
Ricky: Pues ella aún es joven, se podría decir que todavía es una adolescente, tienes que entenderla, es una muchacha y sobretodo impulsiva – Pablo se levantó, tomó un vaso y se sirvió algo de agua –
Pablo: Lo sé, por eso yo no sé qué hacer si ella se piensa portar así siempre, ¡Yo no estoy para juegos de niños! – Ambos se miraron a la cara –
Ricky: Tú mismo te darás cuenta si ella es la mujer que tanto quieres o no, ¡Tú mismo! – Ricky deja unos documentos en el escritorio de Pablo y luego sale de la oficina –
Pablo (Pensamiento): Yo mismo, Ricky tiene razón, yo mismo me tengo que dar cuenta si Nicole es la indicada…
Calle:
Saúl baja del carro cargando a Andrés y entra a la casa de este, lo tira hacía el mueble y en ese instante despierta el ahora drogadicto. Saúl lo mira con gran furia.
Saúl: ¡Idiota! ¿Por qué saliste de la casa? ¿Estás imbécil o qué? – Andrés se tocó la cabeza y bostezó –
Andrés: Cállate – Dijo, algo dormido –, voy a salir, pero antes dame la coca, necesito más coca – Dijo –
Saúl: No te voy a dar nada, si quieres droga tendrás que pagarla – Le dijo, muy molesto –
Andrés: Mira idiota, el jefe dijo que me des la que yo quiera, ¡Las que yo quiera! – Gritó, muy alterado –
Saúl: Hace unas horas en la casa del jefe te di una bolsa, ¿Qué hiciste con ella? – Andrés empezó a reír –
Andrés: Ya me la acabé – Volvió a reír –
Saúl: Estas imbécil, lo sabía, debes estar imbécil de tanta droga, ¡No te puedes meter tanta droga en tan poco tiempo! – Andrés sujetó de la camisa a Saúl –
Andrés: Ese es mi problema Saúl, ahora tú me das la droga quieras o no – Saca una pistola y apunta contra él –
Saúl: ¡De dónde sacaste esa arma! – Andrés soltó una carcajada –, ¿De dónde la sacaste? ¡Responde, Cachorro! – Andrés volvió a reír –
Andrés: La recogí cuando el idiota que me atropello la dejó en el piso, como vi que tú no la recogiste, pues lo hice yo – Seguía riendo, aún se encontraba con los efectos de la droga –
Saúl: O sea que si estabas despierto, no eres tan idiota como pensaba, pero ahora mismo sueltas esa pistola, ¡Suéltala! – Andrés apuntó hacía la cabeza de Saúl, este se sorprendió –
Andrés: Pero antes te mato – Saúl se puso sumamente nervioso –, ¡Te voy a matar!
Saúl: Tranquilo cachorro – Dijo, muy asustado –, toma, tómala, agárrala – Saúl lanzó un paquete de droga hacía el piso, Andrés se agacha y la recoge –
Andrés: Ahora si me tengo que ir, tengo que visitar a alguien – Guardó el pequeño paquete en uno de sus bolsillos, luego guardó la pistola y salió de la casa, Saúl respiró, aliviado –
Carro de Alejandro:
Alejandro seguía besando a Vanesa, sin embargo esta seguía sorprendida por la confesión que acababa de hacer el malvado.
Vanesa: ¿Qué has dicho? ¡Espera! – Alejandro la seguía besando – ¡No! ¡Ya no! ¡Suéltame! – Alejandro la deja de besar y la mira intrigado –
Alejandro: ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¿Acaso ya no quieres? – Le preguntaba mientras tocaba sus piernas –
Vanesa: Claro que quiero, pero no puedo creer que tu también estés enamorada de la asquerosa de Daniela, todos los hombres que me interesan están enamorados de esa zorra – Alejandro se sorprendió al escuchar a Vanesa –
Alejandro: No me digas que te interesa el estúpido de Ángel – Empezó a reír –
Vanesa: Claro que no, el que me interesa es Antonio, él es el que me interesa, aunque con Ángel también tengo algunos encuentros, pero es sólo porque quería hacerle daño a Daniela, pero al final me di cuenta que acostarme con Ángel no le causa ningún daño – Alejandro se sorprendió ante las palabras de Vanesa –
Alejandro: ¿Antonio? Tú también estás enamorada de ese idiota al igual que Daniela, ¡Sucias perras! No se que le ven a ese idiota, y encima Daniela es su prima – Golpeó el timón –, mira, debemos hacer algo, unirnos para separarlos, ¡Unidos haremos una gran fuerza! Yo te ayudo con Antonio y tú me ayudas con Daniela, ¿Qué dices? – Sonrío –
Vanesa: ¿A sí? ¿Y si no te ayudo qué? ¿Piensas hacerme algo? – Alejandro soltó una carcajada –
Alejandro: Tal vez a ti no, pero a Antonio si lo mataría – Vanesa se sorprende –
Vanesa: ¡Estás loco! ¡Yo no te voy a permitir que le hagas algo! Además podemos encontrar soluciones más pacíficas – Dijo, como tratando de tranquilizar a Alejandro –
Alejandro: Por eso, tú me ayudas con Daniela y yo te ayudo con el idiota de Antonio, esa es una solución inteligente y pacífica – Vanesa suspira –
Vanesa: Muy bien, muy bien, entonces te ayudaré, pero si yo me entero de que tú me estás traicionando… – Alejandro la besa –
Alejandro: Tranquila, tranquila, yo sería incapaz de traicionarte, seremos buenos amigos, y tal vez, también, podemos ser algo más que amigos – Ambos sonríen y se vuelven a besar alocadamente –
Vanesa: Si, puede ser, eso suena atractivo, ¡No sabes lo mucho que eso me excita! – Ambos se tocaban y se sentían más excitados que nunca –
Alejandro: A mí también me excita mucho, tengo ganas de hacerte el amor – Ambos se besan, en ese instante Vanesa deja de besarlo –, ¿Ahora qué pasa?
Vanesa: Es que hay algo que aún no te cuento – Alejandro miró intrigado –, lo que pasa es que Daniela ya aceptó casarse con Ángel – El rostro de Alejandro se transforma, estaba sorprendido –
Alejandro: ¿Qué ¿De qué estás hablando? – Preguntó, sin poder creerlo –
Vanesa: De nada, de nada, tú tranquilo, ahora vamos a tu casa a pasarla bien – Alejandro la empujó fuertemente –
Alejandro: Bájate de mi carro, bájate ahora mismo – Vanesa se encontraba intrigada – ¡QUE TE BAJES TE DIGO! – Alejandro abre la puerta y la empuja hacía la calle, luego arranca rápidamente –
Vanesa: ¿Qué le pasa? ¡Está loco! ¿Por qué me dejó tirada aquí? – Preguntó, muy alterada –
Empresa:
Don Martín se encontraba en su oficina, tenía ese extraño y misterioso maletín en su escritorio, lo acariciaba y suspiraba, suspiraba con una pasión inexplicable.
Don Martín (pensamiento): ¡Quiero verte! ¡Quiero sentirte! – Abre el maletín y empieza a tocar la ropa de mujer que tenía –, creo que debo ir a mi casa, debo ir con esta maleta, debo ir – Suspiró, en ese instante ingresó Don Javier –, ¿No te han enseñado a tocar la puerta? – Dijo, mientras ocultaba el maletín –
Don Javier: ¿Qué hay en esa maleta? – Preguntó, muy intrigado –
Don Martín: A ti qué te importa, ¿Para qué has venido? – Don Javier seguía intrigado, Don Martín se encontraba serio –
Don Javier: Quiero saber qué vamos a hacer con ese tal Jacinto Dipoilea – Preguntó –
Don Martín: Nada, aceptarlo como uno más de la empresa, no podemos hacer nada más – Ambos se seguían mirando de manera extraña –
Don Javier: Lo sé, pero es muy peligroso, recuerda que la empresa no tiene espacio para uno más, tendríamos que recortar el sueldo de los trabajadores – Don Martín se altera –
Don Martín: ¡PUES HAZLO! ¡HAZLO Y VETE! – Gritó Don Martín –, no, mejor el que se va soy yo, me voy a mi casa, necesito descansar – Susurró –
Don Javier: Muy bien, vete, además ya se va a anochecer y este día ha sido realmente agotador, desde el encuentro de nuestros hijos hasta la llegada de ese Dipoilea – Don Martín sonríe irónicamente –
Don Martín: Si, adiós hermanito, me voy a mi casa – Don Martín se levanta, va hacía la puerta y sale con el maletín misterioso en las manos –
Antonio ingresa a la empresa, llega a la recepción, en ese instante se ve a la cara con su tío, Don Martín, ambos se miraban fijamente.
Don Martín: Nos vemos sobrino – Le sonrío –, pero espero que no sea en mi casa, porque yo mismo te botaré – Antonio lo miró con gran odio –
Antonio: No se preocupe, ya entendí que no soy bienvenido en esa casa – Don Martín soltó una carcajada –
Don Martín: Que bueno, que bueno que lo hayas entendido – Cuando Don Martín se disponía a salir, Antonio lo tomó del brazo –
Antonio: Lo que no entiendo es porque Daniela aceptó casarse con Ángel, eso aún no puedo entenderlo – Ambos se vuelven a mirar a la cara –
Don Martín: Debe ser porque no te ama y lo ama a él, así es la vida Antonio, no siempre seremos correspondidos – Le sonríe –
Antonio: Es un mentiroso, de seguro la está obligando – Dijo, muy alterado –, Usted es una mala persona, a simple vista no lo parece, pero Usted es una rata – Ambos se miran desafiantes –
Don Martín: No te permito que me hables así en mi empresa, ¡No te lo permito! – Antonio empezó a reír –
Antonio: En realidad no es su empresa, es mi empresa, la mía, porque tengo muchas más acciones que Usted y si quisiera lo puedo botar a usted, ¡Y a quien sea! – Le dijo, de manera amenazante –
Don Martín: Ya veo, ya veo, ya estás empezando a sacar las garras Antonio, tú también eres una rata – Ambos se miraban muy serios –
Antonio: Pues tal vez eso lo herede de Usted – Don Martín mira con desprecio a su sobrino –
Don Martín: ¿Sabes? Yo ya me cansé de pelear contigo, así que será mejor que yo me retire porque no tengo ganas de pelearme con personas inferiores, como tú – Antonio sonrío –
Antonio: Yo tampoco tengo ganas de pelearme con ratas como Usted – Don Martín lo seguía mirando con desprecio –, mejor me voy…
Don Martín: Anda, anda – Ambos se miran por última vez, luego Antonio va hacía la oficina de Pablo –, me las vas a pagar – Don Martín sale de la empresa, Jacinto los miraba de lejos –
Jacinto (pensamiento): ¿Qué se traerán esos dos? Esta empresa esta llena de misterios, misterios que yo tengo que resolver…
Casa de Don Martín:
Ángel ingresa por la puerta trasera, va hacía el cuarto de Daniela, él sabía como entrar sin que nadie se de cuenta, ni siquiera la servidumbre. Llega al cuarto de Daniela y abre la puerta, Daniela se estaba cambiando, estaba desnuda después de haberse bañado.
Ángel (Pensamiento): Ufff, pero si mi amorcito está muy bien – En ese instante hace un ruido en la puerta –, ehhh, Daniela que bien te ves – Daniela se sorprende y se pone una toalla rápidamente –
Daniela: ¡Te he dicho muchas veces que no me gusta que entres a mi habitación de esa forma! No tienes ningún derecho – Ángel le sonrío y lentamente se fue acercando a ella –
Ángel: ¿Cómo que no tengo ningún derecho? ¡Ya me avisaron! Ya me comunicó mi suegro Martín que aceptaste ser mi esposa, ¡LO ACEPTASTE! – Se acerca a ella, la besa y le quita la toalla –, quiero que seas mi mujer – Daniela sentía un asco absoluto –
Daniela: ¡Suéltame! ¡Suéltame Ángel! ¡POR FAVOR! ¡SUÉLTAME! – Daniela estaba llorando, no soportaba los besos de Ángel, quien la tiro a la cama, contemplo su cuerpo desnudo y le empezó a besar el cuello –
Ángel: Me encantas y hoy serás mi mujer porque no pienso esperar hasta el matrimonio, ¡Ni loco! – Se empieza a desabrochar el pantalón –, sé que te gustará…
Daniela: ¡Suéltame! – Le tira un rodillazo en sus genitales –, eso es para que ya nunca me vuelvas a tocar – Se cubre con la toalla, Ángel la mira con gran furia –
Ángel: Está bien, pero cuando nos casemos serás mía, ¿Me has escuchado? ¡Mía y solo mía! De nadie más, te haré el amor las veces que quiera – Le sonrío –
Daniela: Me das asco, ¿Crees que yo haré el amor contigo? - Suelta una carcajada -, si nos casamos tendrás que estar en la abstinencia absoluta - Ángel se sentía demasiado humillado -, si fuera por mí me iría con Antonio porque a él si lo amo y a ti nunca te amaré ¡Nunca! – Ángel se vuelve a acercar a ella –
Ángel: Eso dices ahora, mi amor, pero después yo se que me amarás, me amarás como yo te amo a ti – Le acaricia el cabello –
Daniela: Tú no me amas a mí, lo que amas es la fortuna de mi padre – Ángel se hizo el ofendido –
Ángel: ¡No puedo creer que te expreses así de mí! Tú sabes que te amo, te amo demasiado – Trató de besarla, pero esta lo empujó –
Daniela: ¡VETE! Sal de mi cuarto, ¡No te quiero ver! – Ángel le dio un beso en la mejilla –
Ángel: Está bien, mi amor, pero yo sé que tú me amas, ¡Yo lo sé! Ahora me voy, hasta luego Daniela – Le da un beso en la boca y sale rápidamente del cuarto –
Daniela (pensamiento): Te estoy empezando a odiar Ángel – Sus ojos se encontraban algo llorosos –, nunca había sentido un odio tan grande, nunca…
Empresa:
Antonio entra a la oficina de Pablo, quien lo mira serio, aún seguía molesto por la forma en la que este se comportó hace rato en el carro.
Antonio: Pablo, te pido disculpas, sé que soy un cobarde y que no merezco tu amistad, ¡Lo sé! - Pablo miró un tanto triste -, por eso te pido que me perdones, que me entiendas, tu posición y la mía son muy diferentes, yo estoy enamorado de mi prima – Pablo se enternece –
Pablo: Si, lo sé, claro que lo sé, pero me da coraje que te derrumbes tan fácil, tu no eres así, de chico tú eras una persona muy fuerte, eras como mi hermano mayor – Ambos sonríen –
Antonio: Si, lo sé y por eso vine a contarte algo, pienso ir a hablar con ella por última vez y si ella quiere casarse con Ángel, pues yo ya no puedo hacer nada, sólo aceptarlo, aceptar que mi amor no fue suficiente, que soy un fracaso – Sus ojos se llenaron de lágrimas –
Pablo: No, no eres ningún fracasado porque al menos lo intentaste – Pablo se levanta y mira a la cara a su amigo – y ese es el Antonio que siempre conocí, el Antonio luchador…
Antonio: Te quiero, hermano – Ambos se abrazan muy emocionados y empiezan a recordar su niñez –
RECUERDO:
Antonio y Pablo eran unos pequeños niños, ambos se encontraban en un parque, estaban apunto de jugar un partido de fútbol.
Antonio: Mi equipo siempre te gana en el fútbol, ¡Acéptalo! Somos mejores – Pablo soltó una carcajada –
Pablo: No, no lo acepto, ¿Y sabes por qué? Porque ustedes son más grandes, en cambio nosotros aún no somos tan grandazos como ustedes, eres un piojoso mentiroso – Antonio enfurece al escuchar la palabra “piojoso” –
Antonio: Oye no me digas piojoso, yo no tengo piojos –Se empieza a tocar la cabeza –
Pablo: Si los tienes porque la profesora te encontró uno – Dijo, como burlándose –
Antonio: Al que le encontró uno es a ti, no seas mentiroso Pablo – Se empiezan a pelear y se tiran hacía el pasto del Parque al que siempre iban a jugar de niños –
REALIDAD:
Pablo: Yo también te quiero hermano, ahora si, anda con Daniela, anda con tu mujer – Ambos se sonríen –
Antonio: Claro, entonces me voy, deséame suerte hermanito – Ambos se dan la mano –
Pablo: Mucha suerte, mucha, pero mucha suerte – Se abrazan, Antonio le sonríe y sale de la oficina –, ese si es mi amigo…
Al salir Antonio encuentra a su padre, ambos se miran a la cara con un cariño lleno de rencor, ninguno se podía perdonar, aunque Don Javier trató de tragarse su orgullo…
Don Javier: Hijo – Antonio lo mira y trata de irse, pero su padre le agarra el brazo –, quiero que me disculpes, en realidad estaba un poco ofuscado – Antonio agacha su cabeza –
Antonio: No, no te disculpes, pero ya sabes que hoy, más tarde, voy a recoger mi ropa de tu casa – Don Javier se sorprendió –
Don Javier: Pero hijo, no estarás hablando en serio, ¿De verdad te piensas ir de la casa? – Antonio suspiró –
Antonio: Por supuesto, tú me dijiste que me vaya y ahora yo me voy, me voy para siempre – Ambos tenían lágrimas en los ojos –
Don Javier: Pero hijo, no puede ser, tu no me puedes dejar – Botó algunas lágrimas –
Antonio: Si lo puedo hacer y me iré, más tarde voy a recoger mis cosas, a eso de las 10 de la noche, porque antes voy a ir a ver a Daniela – Don Javier tocó el hombro de su hijo –
Don Javier: Hijo, por favor, ¡Razona! Ella es tu prima, no puedes tener ninguna relación con tu prima – Antonio se alejó de su padre –
Antonio: Pues te equivocas porque si por mí contara ya hace mucho que me hubiera ido con ella, pero al parecer tu hermano Martín le ha metido ideas en la cabeza, ideas que yo pienso borrar - Don Javier miró totalmente decepcionado -, ahora si, si me disculpas, me tengo que ir, se me hace tarde – Antonio empieza a caminar hacía la salida de la empresa –
Don Javier: ¡HIJO! Hijo, por favor, ¡HIJO! – Antonio sale de la empresa y Don Javier empieza a llorar amargamente –
Casa de Don Martín:
Nicole estaba en su cuarto, estaba leyendo un libro, en ese instante escucha que su ventana suena, alguien le estaba tirando piedras a su ventana.
Andrés: ¡NICOLE BAJA! ¡Baja por favor! Necesito hablar contigo – Gritaba Andrés –
Nicole: ¡Ay ahora que querrá! – Se acercó a la ventana y lo miró –, tú y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar – Le dijo y al mirarlo se sorprendió, Andrés no era el mismo –
Andrés: ¡Por favor Nicole! Mírame, mira como estoy, destrozado, me siento muy mal, ¡Al menos escúchame por última vez! – Le imploró –
Nicole: No, no lo haré, será mejor que te vayas porque no pienso bajar a escucharte – Andrés miró con gran impotencia –
Andrés: ¡Entonces me mato! – Saca la pistola que le robó a Saúl y se apunta en la cabeza –, te juro que me mato – Nicole se sorprendió –
Nicole: Tranquilo, no hagas tonterías Andrés, espérame, ya bajo – Dijo, resignada –, espérame cinco minutos…
Don Martín entra a su cuarto, tira el maletín en su cama y sonríe, sonríe de manera enfermiza.
Don Martín (pensamiento): ¡Hace mucho que no tenía esta ropa entre mis manos! – Abre el maletín y saca la ropa de mujer –
Daniela baja de su cuarto y llega a la sala, aún tenía el cabello mojado, en ese instante observó que Ángel se encontraba sentado en uno de los muebles…
Daniela: ¿Tú que haces aquí? ¡Te dije que te vayas! – Ángel le sonrío, en ese instante entró Andrés –
Andrés: ¿Dónde está Nicole? ¿Dónde? – Saca una pistola y apunta contra Ángel, en ese instante baja corriendo Nicole y va hacía Andrés –
Nicole: ¡Te dije que no entres! ¡Vamos afuera! – Le dijo, algo alterada –
Andrés: Lo que tú digas, lo que tú digas, mi amor, vamos – Ambos salen, Nicole lo llevaba de la mano –
Ángel: Deberías decirle a tu hermana que se busque mejores enamorados, ese sujeto es un peligro, hasta parecía drogado – Dijo, el muy cínico –
Daniela: Se lo diré, pero ahora dime tú, ¿Qué haces aquí? ¡Te dije claramente que te vayas! – Ángel va hacía Daniela –
Ángel: Me dijiste que me vaya de tu habitación, pero no de tu casa, aparte no me puedes correr porque esta es la casa de papi Martín – Daniela miró enfurecida a Ángel –
Daniela: ¿Papi Martín? - Daniela soltó una carcajada -, mira, vete, ¡Vete porque te juro que si no te vas me vale madre lo que diga mi papá y no me casó contigo! ¡No lo hago! – Le dijo, muy ofuscada –
Ángel: Está bien, me voy, pero antes, ¡Antes déjame darte un beso! – Ángel besa a Daniela, esta trata de empujarlo, pero no lo logra, en ese instante entra Antonio y los ve –
Antonio: Así que era verdad, era verdad que me cambiaste por este imbécil – Ambos voltean hacía Antonio, Ángel sonríe y Daniela lo mira con gran tristeza –
Afuera de la casa de Don Martín se encontraban Andrés y Nicole, este trataba de acariciarle el cabello, pero esta lo esquivaba.
Andrés: Mi amor, mírame, ¡Estoy destrozado! Ya no soy el mismo de antes – Dijo, con los ojos llenos de lágrimas –
Nicole: Tienes razón, estás irreconocible, ¿Te estás drogando? – Le preguntó, muy seria –
Andrés: Si y lo hago por ti – Nicole se sorprende –, porque te amo, te amo de verdad, te amo en serio, no como Pablo, él no te ama como yo – Nicole suspira –
Nicole: Me da pena lo que estás pasando Andrés, en verdad me da pena, pero tú y yo terminamos y ya no podemos volver – Algunas lágrimas brotaron por las mejillas de Andrés –
Andrés: ¿Por qué? ¡Yo te prometo que si tú vuelves conmigo dejo la droga! ¡Dejo todo por ti! – Andrés trató de besarla, pero Nicole agachó la cabeza –
Nicole: No le puedo creer a una persona como tú, simplemente no puedo – Nicole voltea, Andrés la toma del brazo y se acerca a ella, ambos se miraban fijamente a la cara –
Andrés: ¡Te juro que te amo! – Rompe en llanto –, ¿Acaso no lo entiendes? ¡Te amo de verdad! No sabes lo mucho que he sufrido, mis padres nunca me quisieron por eso me dejaron aquí, y ellos se fueron, sólo me mandan un poco de dinero mensual y creen que con eso es suficiente, pero no, yo necesito amor y tú me puedes dar ese amor, mi amor…
Nicole: No llores Andrés, no llores por favor, no soporto verte llorar – Nicole abraza a Andrés –
Andrés: Ese abrazo, ese abrazo hace que mis fuerzas vuelvan a nacer – Andrés la mira a la cara, al parecer sus labios iban a entremezclarse nuevamente –
Aeropuerto:
Una persona bajaba del avión, era Marco, un antiguo amigo de Daniela, ambos fueron compañeros en la universidad y al parecer él siempre sintió algo más que amistad por ella…
Marco (pensamiento): Regresé por ti Daniela, sólo por ti, por nadie más, volví para conquistar tu amor, para conquistar ese amor que nunca tuve – Suspiró –
Empresa:
Pablo salía de la empresa, a las afueras se encontraba Alejandro, quien estaba esperando que este salga, ya que era el último que faltaba en salir de la empresa, excepto por Don Javier. Alejandro camina sigilosamente, como una víbora, silenciosa y peligrosa, llega a la oficina de Don Javier e ingresa.
Alejandro: ¿Cómo está Don Javier? – Se acerca a él y le da un abrazo –
Don Javier: Estoy mal, tú ya sabes todo lo que pasó, me encuentro verdaderamente destrozado – Suspiró –
Alejandro: Pues que le parece si nos tomamos un café – Saca una pequeña bolsa de café, era el café que mezcló con el veneno para ratas –, este café es exquisito…
Don Javier: ¿Y por qué mejor no tomamos un café de la empresa?
Alejandro: ¡No! No, es que este café es, es café peruano, no sabe lo rico que es, excelente, lo compré especialmente para usted – Don Javier sonrío –
Don Javier: Está bien, está bien, espera que yo los preparo – Intentó levantarse –
Alejandro: Por favor, no se preocupe, yo mismo los preparo – Alejandro sonríe con la malicia que lo caracteriza –
Don Javier: Gracias Alejandro, muchas gracias – Don Javier lo mira con gran aprecio –
Alejandro (Pensamiento): Con esto te vas a morir, ¡Al fin te voy a poder matar! – La maldad volvió en Alejandro, ni su propia hija pudo ablandar su corazón –
CONTINUARÁ…
Avances del próximo capítulo: La muerte de un personaje alborotará a todos y dará un nuevo comienzo a esta historia
SALIDA:
ENTRADA:
Alejandro mira a Vanesa con gran emoción, él sentía y sabía en el fondo que esa mujer no era necesariamente La Madre Teresa de Calcuta y que, tal vez, le serviría mucho en sus planes. Las miradas no dejaban de ser un tanto sospechosas.
Vanesa: Es un placer, Alejandro – Alejandro toma la mano de Vanesa y la besa –
Alejandro: El placer es mío, Vanesa – Daniela sonreía, mientras que a Nicole no le gustaba que Vanesa coquetee con Alejandro –
Daniela: Que bueno que salgas a pasear con mi hermana Alejandro, no sabes cuanto te lo agradezco, ella se siente algo triste en estos días – Alejandro mira a Daniela, ella sonreía –
Nicole: ¡Ay Daniela! - Dijo, algo molesta -, no digas esas cosas...
Alejandro: Tranquila, Nicole, no hay problema - Dijo, de manera tranquila y pausada, para luego mirar a Daniela, su amada -, supongo que tú también te debes sentir muy mal, vi todo lo que pasó en la empresa, es una pena – Daniela agachó su cabeza, Alejandro la veía con gran cariño –
Daniela: Gracias por tus palabras - Daniela le dio un ligero y rápido abrazo -, aunque nunca hemos sido personas cercanas, yo siempre te he tenido muy presente – La mirada de Alejandro alumbraba, brillaba, sin duda alguna sentía un amor tremendo por Daniela –
Alejandro: Muchas gracias Daniela, ahora me tengo que ir – Se acerca a Nicole y le da un beso en la mejilla –, cuídate mucho – Voltea hacía Daniela –, y tú también – Le dice y luego voltea hacía Vanesa, ambos sonríen –, ah, y nos vemos Señorita Vanesa…
Vanesa: ¿No crees que me puedas llevar en tu carro? – Le dijo, muy coqueta –, es que yo también voy de salida, ¿Supongo que puedes llevarme o no? – Alejandro sonríe –
Alejandro: Ehhh, pues si – Nicole escucha ese “si” y se molesta –, será un placer poder llevarla – Vanesa sonríe –
Vanesa: Muchas gracias – Vanesa toma del brazo a Alejandro y ambos salen de la casa –
Nicole: ¡Ay me cae tan mal tu amiguita! ¿Qué hace yéndose con Alejandro? – Preguntó muy ofuscada –
Daniela: ¿Qué pasa hermanita? ¿Estás celosa? – Preguntó y en ese instante se hizo un silencio –
Nicole: ¡Ay no! - Exclamó por fin -, o sea si, son celos, pero no son celos carnales, son celos diferentes, muy diferentes, como si se tratara de un mejor amigo o de un familiar o algo así – Dijo, algo alterada y confundida –
Daniela: Eso espero, Alejandro sólo puede ser tu amigo, no algo más, ¿Entendiste? – Daniela lucía muy seria –
Nicole: Si, por supuesto, yo lo sé muy bien, sólo lo veo como un amigo, además tú sabes que yo amo a Pablo – Ambas sonríen –
Daniela: Hablando de Pablo, ¿Cómo te fue con él? – Nicole suspiró, se sentía triste al recordar a Pablo –
Nicole: Al principio bien, pero luego yo lo estropeé todo por tonterías... - Suspira, se encontraba algo cabizbaja -, ya veré como me amisto con él después, ahora me voy a mi cuarto, nos vemos más tarde – Nicole se acerca a su hermana y le da un beso en la mejilla –
Daniela: Si, anda hermanita, anda... – Nicole va a su cuarto y Daniela respira profundo, aún sentía ese dolor que realmente sería interminable –
Calle:
Saúl le apuntaba con su pistola a Antonio, quien miraba desafiante, aguerrido, no le importaba si Saúl disparaba, se sentía tan mal, sentía que el mundo era tan injusto que si lo mataban ya sería lo último que podría pasar.
Antonio: ¡Vamos! ¡Dispara! ¡Atrévete a dispararme! – Gritaba Antonio –
Saúl: No me retes porque lo hago y ahí si que te vas para el otro mundo – Le dijo, en tono amenazante –
Antonio: No te tengo miedo, ni a ti ni a tu pistolita – Saúl lo miró con gran furia, Antonio seguía frente a él –
Saúl: Ya me hartaste – Trata de jalar el gatillo, pero Antonio agarra la pistola, ambos empiezan a forcejear –, ¡Suelta el arma! ¡Carajo! – Antonio le tira un codazo, este cae al piso y Antonio coge el arma –
Antonio: Eso es para que veas que aquí el que manda soy yo, ahora déjame llevar a este muchacho a un hospital – Saúl se levanta, su boca estaba sangrando –
Saúl: No lo haré, antes de que te lleves a este muchacho tendrás que matarme, ¡A ver! ¡A ver si tú tienes las agallas para poder matarme! – Antonio suspiró y trató de tranquilizarse –
Antonio: ¿Por qué no dejas que me lleve a este muchacho? – Preguntó –
Saúl: Porque es mi cachorro, es mi muchacho y no voy a permitir que tú te lo lleves, yo me lo llevaré, yo y sólo yo – Antonio se tocó el cabello y volvió a suspirar –
Antonio: Me siento responsable, yo lo atropellé, ¡Fui yo! – Gritó Antonio –
Saúl: No te preocupes, no pondré ningún cargo en tu contra, ahora tan sólo deja el arma en el piso y vete, vete por donde venías – Ambos se miraban a la cara –
Antonio: ¿Y si no lo hago qué? – Dijo, muy desafiante –
Saúl: Tendrás que matarme antes de que yo te mate a ti – Antonio soltó una carcajada –
Antonio: ¿Me matarías? ¿Y cómo? Si ya no tienes pistola – Saúl empezó a reír –
Saúl: Eso es lo que tú crees – Saca una pistola de su bolsillo rápidamente y vuelve a apuntar a Antonio – ahora más allá, deja que me lleve a mi cachorro – Ambos se estaban apuntando –
Antonio: Está bien, está muy bien, pero yo ya no me hago responsable de nada de lo que le pase, ¿Entendiste? – Dijo, algo preocupado. Saúl sonrío –
Saúl: No se preocupe, el cachorro queda en mis manos y son unas excelentes manos – Antonio deja la pistola en el piso y va caminando hacía atrás hasta llegar a su carro, con rapidez y arranca –, muy bien, muy bien, hasta que al fin te fuiste – Recoge a Andrés, quien seguía desmayado en el piso –
Empresa:
Jacinto Dipoilea se encontraba en la recepción, dando vueltas de un lado a otro, aún algo ofendido por lo que Pablo le dijo hace un rato. Él sólo quería averiguar quién en esa empresa mató a su padre. En ese instante apareció Don Martín, ambos se miraron a la cara.
Don Martín: ¿Usted debe ser el Señor Jacinto Dipoilea, verdad? – Ambos se miraron fijamente a la cara –, ¿Eres el hijo de Ramón?
Jacinto: Así es, ¿Usted conoció a mi padre? – Don Martín soltó una carcajada –
Don Martín: Si, yo y muchos, pero tengo una pregunta, si su padre murió hace tanto por qué recién viene usted a pedir sus acciones – Jacinto le sonrío –
Jacinto: Por el mismo hecho de que son mías y las puedo venir a utilizar cuando yo quiera, ¿Acaso hay algún problema? – Preguntó totalmente desafiante, mientras que el viejo Martín lo miraba con un total desprecio –
Don Martín: No, ninguno, ninguno... – Pensamiento: Malcriado, igual que su padre e igual que el morirás, te mataré igual que maté a tu padre –, desde mañana tendrás una oficina en esta empresa – Jacinto sonríe –
Jacinto: Muy bien, muy bien, en realidad no me importa mucho el dinero, sólo quiero convivir con ustedes y saber algo, ¡Algo muy importante! – Don Martín estaba intrigado –
Don Martín: ¡Ah carambas! ¿Y qué es lo que quieres saber? – Jacinto mira con gran seriedad a Don Martín –
Jacinto: Algo sobre mi padre, algo sobre él y su extraño asesinato – Don Martín se queda anonadado al escuchar las palabras de Jacinto –
Don Martín: Pues no creo que puedas encontrar nada sobre tu padre y su muerte aquí en esta empresa – Jacinto soltó una carcajada –
Jacinto: ¡No me diga! Pues yo en cambio creo que voy a encontrar información interesante – Don Martín sonríe falsamente, estaba nervioso –
Don Martín: ¡Ja! Bueno, espero que así sea, me voy a mi oficina, nos vemos Señor Dipoilea – Don Martín voltea hacía su oficina –
Jacinto: Nos vemos Martín, supongo que usted es Martín, el hermano de Javier – El viejo se vuelve hacía él –
Don Martín: Si, pero dime Don Martín, no seas irrespetuoso – Jacinto empieza a reír –
Jacinto: Todavía no te ganas mi respeto y tampoco creo que te lo ganes – Jacinto empieza a reír y Don Martín mira muy serio a Jacinto y luego va hacía su oficina –, este viejo algo oculta…
Carro de Antonio:
Antonio manejaba distraído, pero ya no se encontraba tan alterado como antes, ahora estaba más tranquilo, pensando en Daniela, la primera y única mujer a la que había amado en toda su vida, nunca había sentido un amor tan grande…
Antonio: Bueno, entonces no entiendo, ¿Nosotros que somos ahora?
Daniela: Bueno, ¡Creo que somos enamorados! – Daniela sonríe –
Se le humedecen los ojos al recordar aquel momento, ese momento en el que estuvo tan cerca de Daniela, ese momento en el que ambos se amaban con una pasión increíble…
Antonio: Me alegra mucho de que hayas recapacitado y no hayas botado todo esto que sentimos al tacho, ¡De verdad que me alegra mucho! – Le decía, mientras le acariciaba el rostro –
Daniela: Si, es que tienes que entender que estaba muy confundida, no sabía que hacer, si luchar por nuestro amor o simplemente dejarlo ir por las cosas que podrían pasar, las habladurías de la gente... – Ambos se miran con una gran y hermosa sonrisa –
Se detiene, ya no podía manejar, sus ojos se habían llenado de lágrimas, rompió en llanto, no soportaba tal sufrimiento, empezó a golpear el timón con gran fuerza, ya no podía contenerse, ya no podía más, sólo tenía que soltar tanto dolor que había dentro de él.
Antonio (pensamiento): Al final ganaron las habladurías, ganó tu padre, ganaron todos, todos, menos nosotros, nosotros que nos amamos con pasión, con amor, con dulzura, sólo nosotros no ganamos, los demás triunfaron – Llorando empieza a recordar nuevamente esos hermosos momentos que pasó con Daniela –
Daniela: ¿Cómo sabías que iba a estar en ese parque? – Decía, muy enamorada –
Antonio: Es que fue lo primero que se me vino a la mente, aparte ambos estamos conectados, nuestras mentes están conectadas y ambos sabemos como está el otro – Daniela sonríe, Antonio también –
Daniela: Eres muy lindo, Antonio, el hombre más lindo que he conocido en mi vida, si es que tú, tú eres... esa persona que yo tanto buscaba, ¿Sabes? Del que siempre le hablaba a mi hermana, eres el amor de mi vida – Se vuelven a besar, ese beso escondía un amor lleno de pasión y ternura, era un momento lleno de alegría, al fin podían estar juntos, sin embargo en ese momento entra Don Martín junto a Ángel –
Antonio (pensamiento): ¡Cerdos asquerosos! Mi tío Martín es una mala persona y ni que decir de ese Ángel, los dos son unos malditos, por culpa de ellos ahora me siento destruido, sin ganas de vivir, sin ganas de luchar, sin ganas de amar, sin ganas de nada, de absolutamente nada, sólo las ganas de llorar, ¡De llorar! – Trató de contener el llanto nuevamente, pero sus ojos no podían soportar todas esas lágrimas encontradas entre si –
Carro de Alejandro:
Alejandro manejaba un tanto serio, como es él, mientras que Vanesa, quien se encontraba a su costado sonreía e intentaba acariciarle la pierna con mucha lujuria.
Vanesa: Eres un hombre guapo Alejandro, muy, pero muy guapo – Le decía mientras seguía tocándolo con gran seducción –
Alejandro: Gracias, ¿Eres muy cariñosa, no? - Le pregunta -, bueno, tú también eres muy guapa – Alejandro le toca la pierna, Vanesa le sonríe –
Vanesa: Gracias, entonces el gusto es mutuo – Se acerca a su cuello y lo empieza a besar –
Alejandro: Tranquila Vanesa, tengo que manejar – La empuja un poco –, noto en tu rostro algo que me gusta, y eso se llama: "Maldad", algo que yo llamaría enfermedad – Ambos ríen –
Vanesa: Yo también noto en tu rostro maldad, esa cara de perro que tienes me excita – Vuelve a intentar besarlo, sin embargo Alejandro la vuelve a empujar –, no es que sea mala, sólo aborrezco a cierto tipo de personas – Alejandro se sorprende y empieza a reír –
Alejandro: ¿Odias a tu amiga, verdad? ¿A Daniela? - Vanesa sonríe y afirma con su cabeza -, tú si que estás loca – Vanesa empieza a reír –
Vanesa: Pues si, estoy loca – Seguía riendo - ¡MUY LOCAAAAAAAAA! – Empieza a gritar dentro del carro, Alejandro ríe –
Alejandro: Ahora la que me excita eres tú, ¡Tú! – Deja de manejar, estaciona el carro, va hacía ella y la empieza a besar, ambos se van sacando la ropa –
Vanesa: Mejor nos vamos a tu departamento – Alejandro la miró con desconfianza –
Alejandro: Espera, espera, antes quiero saber por qué odias a Daniela – Vanesa soltó una carcajada –
Vanesa: Eso luego te lo contaré, luego, yo quiero saber a quién odias tú – Alejandro sonrío –
Alejandro: ¿Quieres saber a quién odio? – Ambos se besan apasionadamente en la boca –, odio a todo aquel que se meta con Daniela, odio a quien la odie – Vanesa empieza a reír –
Vanesa: ¡Uy, eso quiere decir que me odias a mí! – Alejandro le besaba el cuello –
Alejandro: No, contigo no me pasa eso porque contigo me excito, contigo quiero placer – La vuelve a besar y le abre la blusa –
Vanesa: ¿Y por qué odias a los que odien a Daniela? – Preguntó –
Alejandro: Porque estoy enamorado de ella – Dijo, mientras le besaba y manoseaba los pechos, Vanesa se sorprendió ante lo que Alejandro dijo –
Oficina de Pablo:
Pablo se encontraba pensando en Nicole, no sabía qué hacer para arreglar las cosas con ella, era una pelea tonta, una pelea sin fundamento, en ese instante ingresó Ricky, ambos se miraron a la cara.
Ricky: ¿Qué pasa Pablín? Te veo algo pensativo – Se sentó en una de las sillas –, ¿Mmmm?
Pablo: No, nada Ricky, todo bien, sólo estoy un poquito, pero sólo un poquito triste – Suspiró y miró hacía el techo –
Ricky: Ya ves, yo lo sabía, ¿Pero por qué estás triste? – Pablo miró a la nada y volvió a recordar a su Nicole –
Pablo: Está bien, te lo voy a contar, pero júrame que esto no se lo dirás a nadie – Ricky sonrío y alzó su mano –
Ricky: Lo juro – Dijo –, por la memoria de mi padre – Ambos sonrieron –
Pablo: Si lo has jurado por tu padre, eso quiere decir que no le vas a decir a nadie, muy bien, pues estoy enamorado de Nicole – Ricky se sorprende –
Ricky: ¿Nicole? ¿La hija de Don Martín? ¿De esa Nicole me hablas? – Preguntó, aún sorprendido –
Pablo: Si, de Nicole, la Nicole, la hija del jefe, de esa Nicole te hablo – Ricky soltó una carcajada –
Ricky: ¡Ay mamita! ¡Que miedo! Eso si me lo tienes que contar con lujo de detalles y con exageraciones, ¡Vamos Pablín! – Pablo empezó a reír –
Pablo: ¿Qué quieres que te cuente? Me enamoré de ella, fue un día que la vi en un parque, me acerque la saludé y como la vi triste le obsequié un pañuelo – Empieza a recordar la primera vez que conoció a Nicole –
Pablo (Pensamiento): Es la hija de mi Jefe, ¿Cómo era que se llamaba? ¿Nicolasa? ¿Por qué estará llorando? - Suspira algo preocupado, estaciona el carro, baja y va hacía ella, quien seguía llorando - ¿Le pasa algo Señorita? – Nicole lo mira, intrigada, Pablo con una sonrisa meditabunda –
Nicole: No, no me pasa nada… ¿Quién es usted? – Dice, algo desconfiada y a la defensiva; Pablo sonríe –
Pablo: Mi nombre es Pablo, trabajo en la empresa de su padre, soy nuevo, por eso tal vez no sabe mucho de mí - Le dijo, aún sonriente y dándose cuenta de lo hermosa que es esa joven -
Nicole: Claro, tú eres el nuevo, si te recuerdo… - Pablo suelta una carcajada, ella empezó a secarse las lágrimas con la mano -
Pablo: No debe llorar, sabía usted que las chicas hermosas están prohibidas de llorar – Nicole sonríe, Pablo saca un pañuelo y le seca las lágrimas, ambos sonríen –
Pablo seguía contando su historia, Ricky escuchaba con suma atención, estaba enternecido por lo que Pablo estaba contando.
Pablo: Si, pero era un hobbie nada más, ya no estoy ahí. Mira, aparte tú eres muy joven para mí, yo soy todo un señor, podría ser tu padre – Nicole empieza a reír –
Nicole: Eres un exagerado y te ves muy lindo cuando exageras y no sólo cuando exageras, siempre te ves lindo – Pablo sonríe –
Pablo: Nicole también eres muy, pero muy hermosa, la mujer más hermosa que he visto en mi vida – Nicole sonríe muy emocionada y enamorada –
Pablo suspira, deja de hablar y agacha su mirada, el rostro de Nicole se encontraba en su mente, daba vueltas por su corazón y se retorcía en su garganta haciéndole un nudo, Ricky se acercó a Pablo y le tocó el hombro.
Ricky: Entonces si todo estaba tan bien como tú lo cuentas, ¿Pues qué pasó? ¿Por qué estás tan triste? – Pablo volvió a suspirar –
Pablo: Porque nos peleamos la última vez y fue una pelea estúpida, una pelea de adolescentes de quince años – Ricky sonrío –
Ricky: Pues ella aún es joven, se podría decir que todavía es una adolescente, tienes que entenderla, es una muchacha y sobretodo impulsiva – Pablo se levantó, tomó un vaso y se sirvió algo de agua –
Pablo: Lo sé, por eso yo no sé qué hacer si ella se piensa portar así siempre, ¡Yo no estoy para juegos de niños! – Ambos se miraron a la cara –
Ricky: Tú mismo te darás cuenta si ella es la mujer que tanto quieres o no, ¡Tú mismo! – Ricky deja unos documentos en el escritorio de Pablo y luego sale de la oficina –
Pablo (Pensamiento): Yo mismo, Ricky tiene razón, yo mismo me tengo que dar cuenta si Nicole es la indicada…
Calle:
Saúl baja del carro cargando a Andrés y entra a la casa de este, lo tira hacía el mueble y en ese instante despierta el ahora drogadicto. Saúl lo mira con gran furia.
Saúl: ¡Idiota! ¿Por qué saliste de la casa? ¿Estás imbécil o qué? – Andrés se tocó la cabeza y bostezó –
Andrés: Cállate – Dijo, algo dormido –, voy a salir, pero antes dame la coca, necesito más coca – Dijo –
Saúl: No te voy a dar nada, si quieres droga tendrás que pagarla – Le dijo, muy molesto –
Andrés: Mira idiota, el jefe dijo que me des la que yo quiera, ¡Las que yo quiera! – Gritó, muy alterado –
Saúl: Hace unas horas en la casa del jefe te di una bolsa, ¿Qué hiciste con ella? – Andrés empezó a reír –
Andrés: Ya me la acabé – Volvió a reír –
Saúl: Estas imbécil, lo sabía, debes estar imbécil de tanta droga, ¡No te puedes meter tanta droga en tan poco tiempo! – Andrés sujetó de la camisa a Saúl –
Andrés: Ese es mi problema Saúl, ahora tú me das la droga quieras o no – Saca una pistola y apunta contra él –
Saúl: ¡De dónde sacaste esa arma! – Andrés soltó una carcajada –, ¿De dónde la sacaste? ¡Responde, Cachorro! – Andrés volvió a reír –
Andrés: La recogí cuando el idiota que me atropello la dejó en el piso, como vi que tú no la recogiste, pues lo hice yo – Seguía riendo, aún se encontraba con los efectos de la droga –
Saúl: O sea que si estabas despierto, no eres tan idiota como pensaba, pero ahora mismo sueltas esa pistola, ¡Suéltala! – Andrés apuntó hacía la cabeza de Saúl, este se sorprendió –
Andrés: Pero antes te mato – Saúl se puso sumamente nervioso –, ¡Te voy a matar!
Saúl: Tranquilo cachorro – Dijo, muy asustado –, toma, tómala, agárrala – Saúl lanzó un paquete de droga hacía el piso, Andrés se agacha y la recoge –
Andrés: Ahora si me tengo que ir, tengo que visitar a alguien – Guardó el pequeño paquete en uno de sus bolsillos, luego guardó la pistola y salió de la casa, Saúl respiró, aliviado –
Carro de Alejandro:
Alejandro seguía besando a Vanesa, sin embargo esta seguía sorprendida por la confesión que acababa de hacer el malvado.
Vanesa: ¿Qué has dicho? ¡Espera! – Alejandro la seguía besando – ¡No! ¡Ya no! ¡Suéltame! – Alejandro la deja de besar y la mira intrigado –
Alejandro: ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¿Acaso ya no quieres? – Le preguntaba mientras tocaba sus piernas –
Vanesa: Claro que quiero, pero no puedo creer que tu también estés enamorada de la asquerosa de Daniela, todos los hombres que me interesan están enamorados de esa zorra – Alejandro se sorprendió al escuchar a Vanesa –
Alejandro: No me digas que te interesa el estúpido de Ángel – Empezó a reír –
Vanesa: Claro que no, el que me interesa es Antonio, él es el que me interesa, aunque con Ángel también tengo algunos encuentros, pero es sólo porque quería hacerle daño a Daniela, pero al final me di cuenta que acostarme con Ángel no le causa ningún daño – Alejandro se sorprendió ante las palabras de Vanesa –
Alejandro: ¿Antonio? Tú también estás enamorada de ese idiota al igual que Daniela, ¡Sucias perras! No se que le ven a ese idiota, y encima Daniela es su prima – Golpeó el timón –, mira, debemos hacer algo, unirnos para separarlos, ¡Unidos haremos una gran fuerza! Yo te ayudo con Antonio y tú me ayudas con Daniela, ¿Qué dices? – Sonrío –
Vanesa: ¿A sí? ¿Y si no te ayudo qué? ¿Piensas hacerme algo? – Alejandro soltó una carcajada –
Alejandro: Tal vez a ti no, pero a Antonio si lo mataría – Vanesa se sorprende –
Vanesa: ¡Estás loco! ¡Yo no te voy a permitir que le hagas algo! Además podemos encontrar soluciones más pacíficas – Dijo, como tratando de tranquilizar a Alejandro –
Alejandro: Por eso, tú me ayudas con Daniela y yo te ayudo con el idiota de Antonio, esa es una solución inteligente y pacífica – Vanesa suspira –
Vanesa: Muy bien, muy bien, entonces te ayudaré, pero si yo me entero de que tú me estás traicionando… – Alejandro la besa –
Alejandro: Tranquila, tranquila, yo sería incapaz de traicionarte, seremos buenos amigos, y tal vez, también, podemos ser algo más que amigos – Ambos sonríen y se vuelven a besar alocadamente –
Vanesa: Si, puede ser, eso suena atractivo, ¡No sabes lo mucho que eso me excita! – Ambos se tocaban y se sentían más excitados que nunca –
Alejandro: A mí también me excita mucho, tengo ganas de hacerte el amor – Ambos se besan, en ese instante Vanesa deja de besarlo –, ¿Ahora qué pasa?
Vanesa: Es que hay algo que aún no te cuento – Alejandro miró intrigado –, lo que pasa es que Daniela ya aceptó casarse con Ángel – El rostro de Alejandro se transforma, estaba sorprendido –
Alejandro: ¿Qué ¿De qué estás hablando? – Preguntó, sin poder creerlo –
Vanesa: De nada, de nada, tú tranquilo, ahora vamos a tu casa a pasarla bien – Alejandro la empujó fuertemente –
Alejandro: Bájate de mi carro, bájate ahora mismo – Vanesa se encontraba intrigada – ¡QUE TE BAJES TE DIGO! – Alejandro abre la puerta y la empuja hacía la calle, luego arranca rápidamente –
Vanesa: ¿Qué le pasa? ¡Está loco! ¿Por qué me dejó tirada aquí? – Preguntó, muy alterada –
Empresa:
Don Martín se encontraba en su oficina, tenía ese extraño y misterioso maletín en su escritorio, lo acariciaba y suspiraba, suspiraba con una pasión inexplicable.
Don Martín (pensamiento): ¡Quiero verte! ¡Quiero sentirte! – Abre el maletín y empieza a tocar la ropa de mujer que tenía –, creo que debo ir a mi casa, debo ir con esta maleta, debo ir – Suspiró, en ese instante ingresó Don Javier –, ¿No te han enseñado a tocar la puerta? – Dijo, mientras ocultaba el maletín –
Don Javier: ¿Qué hay en esa maleta? – Preguntó, muy intrigado –
Don Martín: A ti qué te importa, ¿Para qué has venido? – Don Javier seguía intrigado, Don Martín se encontraba serio –
Don Javier: Quiero saber qué vamos a hacer con ese tal Jacinto Dipoilea – Preguntó –
Don Martín: Nada, aceptarlo como uno más de la empresa, no podemos hacer nada más – Ambos se seguían mirando de manera extraña –
Don Javier: Lo sé, pero es muy peligroso, recuerda que la empresa no tiene espacio para uno más, tendríamos que recortar el sueldo de los trabajadores – Don Martín se altera –
Don Martín: ¡PUES HAZLO! ¡HAZLO Y VETE! – Gritó Don Martín –, no, mejor el que se va soy yo, me voy a mi casa, necesito descansar – Susurró –
Don Javier: Muy bien, vete, además ya se va a anochecer y este día ha sido realmente agotador, desde el encuentro de nuestros hijos hasta la llegada de ese Dipoilea – Don Martín sonríe irónicamente –
Don Martín: Si, adiós hermanito, me voy a mi casa – Don Martín se levanta, va hacía la puerta y sale con el maletín misterioso en las manos –
Antonio ingresa a la empresa, llega a la recepción, en ese instante se ve a la cara con su tío, Don Martín, ambos se miraban fijamente.
Don Martín: Nos vemos sobrino – Le sonrío –, pero espero que no sea en mi casa, porque yo mismo te botaré – Antonio lo miró con gran odio –
Antonio: No se preocupe, ya entendí que no soy bienvenido en esa casa – Don Martín soltó una carcajada –
Don Martín: Que bueno, que bueno que lo hayas entendido – Cuando Don Martín se disponía a salir, Antonio lo tomó del brazo –
Antonio: Lo que no entiendo es porque Daniela aceptó casarse con Ángel, eso aún no puedo entenderlo – Ambos se vuelven a mirar a la cara –
Don Martín: Debe ser porque no te ama y lo ama a él, así es la vida Antonio, no siempre seremos correspondidos – Le sonríe –
Antonio: Es un mentiroso, de seguro la está obligando – Dijo, muy alterado –, Usted es una mala persona, a simple vista no lo parece, pero Usted es una rata – Ambos se miran desafiantes –
Don Martín: No te permito que me hables así en mi empresa, ¡No te lo permito! – Antonio empezó a reír –
Antonio: En realidad no es su empresa, es mi empresa, la mía, porque tengo muchas más acciones que Usted y si quisiera lo puedo botar a usted, ¡Y a quien sea! – Le dijo, de manera amenazante –
Don Martín: Ya veo, ya veo, ya estás empezando a sacar las garras Antonio, tú también eres una rata – Ambos se miraban muy serios –
Antonio: Pues tal vez eso lo herede de Usted – Don Martín mira con desprecio a su sobrino –
Don Martín: ¿Sabes? Yo ya me cansé de pelear contigo, así que será mejor que yo me retire porque no tengo ganas de pelearme con personas inferiores, como tú – Antonio sonrío –
Antonio: Yo tampoco tengo ganas de pelearme con ratas como Usted – Don Martín lo seguía mirando con desprecio –, mejor me voy…
Don Martín: Anda, anda – Ambos se miran por última vez, luego Antonio va hacía la oficina de Pablo –, me las vas a pagar – Don Martín sale de la empresa, Jacinto los miraba de lejos –
Jacinto (pensamiento): ¿Qué se traerán esos dos? Esta empresa esta llena de misterios, misterios que yo tengo que resolver…
Casa de Don Martín:
Ángel ingresa por la puerta trasera, va hacía el cuarto de Daniela, él sabía como entrar sin que nadie se de cuenta, ni siquiera la servidumbre. Llega al cuarto de Daniela y abre la puerta, Daniela se estaba cambiando, estaba desnuda después de haberse bañado.
Ángel (Pensamiento): Ufff, pero si mi amorcito está muy bien – En ese instante hace un ruido en la puerta –, ehhh, Daniela que bien te ves – Daniela se sorprende y se pone una toalla rápidamente –
Daniela: ¡Te he dicho muchas veces que no me gusta que entres a mi habitación de esa forma! No tienes ningún derecho – Ángel le sonrío y lentamente se fue acercando a ella –
Ángel: ¿Cómo que no tengo ningún derecho? ¡Ya me avisaron! Ya me comunicó mi suegro Martín que aceptaste ser mi esposa, ¡LO ACEPTASTE! – Se acerca a ella, la besa y le quita la toalla –, quiero que seas mi mujer – Daniela sentía un asco absoluto –
Daniela: ¡Suéltame! ¡Suéltame Ángel! ¡POR FAVOR! ¡SUÉLTAME! – Daniela estaba llorando, no soportaba los besos de Ángel, quien la tiro a la cama, contemplo su cuerpo desnudo y le empezó a besar el cuello –
Ángel: Me encantas y hoy serás mi mujer porque no pienso esperar hasta el matrimonio, ¡Ni loco! – Se empieza a desabrochar el pantalón –, sé que te gustará…
Daniela: ¡Suéltame! – Le tira un rodillazo en sus genitales –, eso es para que ya nunca me vuelvas a tocar – Se cubre con la toalla, Ángel la mira con gran furia –
Ángel: Está bien, pero cuando nos casemos serás mía, ¿Me has escuchado? ¡Mía y solo mía! De nadie más, te haré el amor las veces que quiera – Le sonrío –
Daniela: Me das asco, ¿Crees que yo haré el amor contigo? - Suelta una carcajada -, si nos casamos tendrás que estar en la abstinencia absoluta - Ángel se sentía demasiado humillado -, si fuera por mí me iría con Antonio porque a él si lo amo y a ti nunca te amaré ¡Nunca! – Ángel se vuelve a acercar a ella –
Ángel: Eso dices ahora, mi amor, pero después yo se que me amarás, me amarás como yo te amo a ti – Le acaricia el cabello –
Daniela: Tú no me amas a mí, lo que amas es la fortuna de mi padre – Ángel se hizo el ofendido –
Ángel: ¡No puedo creer que te expreses así de mí! Tú sabes que te amo, te amo demasiado – Trató de besarla, pero esta lo empujó –
Daniela: ¡VETE! Sal de mi cuarto, ¡No te quiero ver! – Ángel le dio un beso en la mejilla –
Ángel: Está bien, mi amor, pero yo sé que tú me amas, ¡Yo lo sé! Ahora me voy, hasta luego Daniela – Le da un beso en la boca y sale rápidamente del cuarto –
Daniela (pensamiento): Te estoy empezando a odiar Ángel – Sus ojos se encontraban algo llorosos –, nunca había sentido un odio tan grande, nunca…
Empresa:
Antonio entra a la oficina de Pablo, quien lo mira serio, aún seguía molesto por la forma en la que este se comportó hace rato en el carro.
Antonio: Pablo, te pido disculpas, sé que soy un cobarde y que no merezco tu amistad, ¡Lo sé! - Pablo miró un tanto triste -, por eso te pido que me perdones, que me entiendas, tu posición y la mía son muy diferentes, yo estoy enamorado de mi prima – Pablo se enternece –
Pablo: Si, lo sé, claro que lo sé, pero me da coraje que te derrumbes tan fácil, tu no eres así, de chico tú eras una persona muy fuerte, eras como mi hermano mayor – Ambos sonríen –
Antonio: Si, lo sé y por eso vine a contarte algo, pienso ir a hablar con ella por última vez y si ella quiere casarse con Ángel, pues yo ya no puedo hacer nada, sólo aceptarlo, aceptar que mi amor no fue suficiente, que soy un fracaso – Sus ojos se llenaron de lágrimas –
Pablo: No, no eres ningún fracasado porque al menos lo intentaste – Pablo se levanta y mira a la cara a su amigo – y ese es el Antonio que siempre conocí, el Antonio luchador…
Antonio: Te quiero, hermano – Ambos se abrazan muy emocionados y empiezan a recordar su niñez –
RECUERDO:
Antonio y Pablo eran unos pequeños niños, ambos se encontraban en un parque, estaban apunto de jugar un partido de fútbol.
Antonio: Mi equipo siempre te gana en el fútbol, ¡Acéptalo! Somos mejores – Pablo soltó una carcajada –
Pablo: No, no lo acepto, ¿Y sabes por qué? Porque ustedes son más grandes, en cambio nosotros aún no somos tan grandazos como ustedes, eres un piojoso mentiroso – Antonio enfurece al escuchar la palabra “piojoso” –
Antonio: Oye no me digas piojoso, yo no tengo piojos –Se empieza a tocar la cabeza –
Pablo: Si los tienes porque la profesora te encontró uno – Dijo, como burlándose –
Antonio: Al que le encontró uno es a ti, no seas mentiroso Pablo – Se empiezan a pelear y se tiran hacía el pasto del Parque al que siempre iban a jugar de niños –
REALIDAD:
Pablo: Yo también te quiero hermano, ahora si, anda con Daniela, anda con tu mujer – Ambos se sonríen –
Antonio: Claro, entonces me voy, deséame suerte hermanito – Ambos se dan la mano –
Pablo: Mucha suerte, mucha, pero mucha suerte – Se abrazan, Antonio le sonríe y sale de la oficina –, ese si es mi amigo…
Al salir Antonio encuentra a su padre, ambos se miran a la cara con un cariño lleno de rencor, ninguno se podía perdonar, aunque Don Javier trató de tragarse su orgullo…
Don Javier: Hijo – Antonio lo mira y trata de irse, pero su padre le agarra el brazo –, quiero que me disculpes, en realidad estaba un poco ofuscado – Antonio agacha su cabeza –
Antonio: No, no te disculpes, pero ya sabes que hoy, más tarde, voy a recoger mi ropa de tu casa – Don Javier se sorprendió –
Don Javier: Pero hijo, no estarás hablando en serio, ¿De verdad te piensas ir de la casa? – Antonio suspiró –
Antonio: Por supuesto, tú me dijiste que me vaya y ahora yo me voy, me voy para siempre – Ambos tenían lágrimas en los ojos –
Don Javier: Pero hijo, no puede ser, tu no me puedes dejar – Botó algunas lágrimas –
Antonio: Si lo puedo hacer y me iré, más tarde voy a recoger mis cosas, a eso de las 10 de la noche, porque antes voy a ir a ver a Daniela – Don Javier tocó el hombro de su hijo –
Don Javier: Hijo, por favor, ¡Razona! Ella es tu prima, no puedes tener ninguna relación con tu prima – Antonio se alejó de su padre –
Antonio: Pues te equivocas porque si por mí contara ya hace mucho que me hubiera ido con ella, pero al parecer tu hermano Martín le ha metido ideas en la cabeza, ideas que yo pienso borrar - Don Javier miró totalmente decepcionado -, ahora si, si me disculpas, me tengo que ir, se me hace tarde – Antonio empieza a caminar hacía la salida de la empresa –
Don Javier: ¡HIJO! Hijo, por favor, ¡HIJO! – Antonio sale de la empresa y Don Javier empieza a llorar amargamente –
Casa de Don Martín:
Nicole estaba en su cuarto, estaba leyendo un libro, en ese instante escucha que su ventana suena, alguien le estaba tirando piedras a su ventana.
Andrés: ¡NICOLE BAJA! ¡Baja por favor! Necesito hablar contigo – Gritaba Andrés –
Nicole: ¡Ay ahora que querrá! – Se acercó a la ventana y lo miró –, tú y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar – Le dijo y al mirarlo se sorprendió, Andrés no era el mismo –
Andrés: ¡Por favor Nicole! Mírame, mira como estoy, destrozado, me siento muy mal, ¡Al menos escúchame por última vez! – Le imploró –
Nicole: No, no lo haré, será mejor que te vayas porque no pienso bajar a escucharte – Andrés miró con gran impotencia –
Andrés: ¡Entonces me mato! – Saca la pistola que le robó a Saúl y se apunta en la cabeza –, te juro que me mato – Nicole se sorprendió –
Nicole: Tranquilo, no hagas tonterías Andrés, espérame, ya bajo – Dijo, resignada –, espérame cinco minutos…
Don Martín entra a su cuarto, tira el maletín en su cama y sonríe, sonríe de manera enfermiza.
Don Martín (pensamiento): ¡Hace mucho que no tenía esta ropa entre mis manos! – Abre el maletín y saca la ropa de mujer –
Daniela baja de su cuarto y llega a la sala, aún tenía el cabello mojado, en ese instante observó que Ángel se encontraba sentado en uno de los muebles…
Daniela: ¿Tú que haces aquí? ¡Te dije que te vayas! – Ángel le sonrío, en ese instante entró Andrés –
Andrés: ¿Dónde está Nicole? ¿Dónde? – Saca una pistola y apunta contra Ángel, en ese instante baja corriendo Nicole y va hacía Andrés –
Nicole: ¡Te dije que no entres! ¡Vamos afuera! – Le dijo, algo alterada –
Andrés: Lo que tú digas, lo que tú digas, mi amor, vamos – Ambos salen, Nicole lo llevaba de la mano –
Ángel: Deberías decirle a tu hermana que se busque mejores enamorados, ese sujeto es un peligro, hasta parecía drogado – Dijo, el muy cínico –
Daniela: Se lo diré, pero ahora dime tú, ¿Qué haces aquí? ¡Te dije claramente que te vayas! – Ángel va hacía Daniela –
Ángel: Me dijiste que me vaya de tu habitación, pero no de tu casa, aparte no me puedes correr porque esta es la casa de papi Martín – Daniela miró enfurecida a Ángel –
Daniela: ¿Papi Martín? - Daniela soltó una carcajada -, mira, vete, ¡Vete porque te juro que si no te vas me vale madre lo que diga mi papá y no me casó contigo! ¡No lo hago! – Le dijo, muy ofuscada –
Ángel: Está bien, me voy, pero antes, ¡Antes déjame darte un beso! – Ángel besa a Daniela, esta trata de empujarlo, pero no lo logra, en ese instante entra Antonio y los ve –
Antonio: Así que era verdad, era verdad que me cambiaste por este imbécil – Ambos voltean hacía Antonio, Ángel sonríe y Daniela lo mira con gran tristeza –
Afuera de la casa de Don Martín se encontraban Andrés y Nicole, este trataba de acariciarle el cabello, pero esta lo esquivaba.
Andrés: Mi amor, mírame, ¡Estoy destrozado! Ya no soy el mismo de antes – Dijo, con los ojos llenos de lágrimas –
Nicole: Tienes razón, estás irreconocible, ¿Te estás drogando? – Le preguntó, muy seria –
Andrés: Si y lo hago por ti – Nicole se sorprende –, porque te amo, te amo de verdad, te amo en serio, no como Pablo, él no te ama como yo – Nicole suspira –
Nicole: Me da pena lo que estás pasando Andrés, en verdad me da pena, pero tú y yo terminamos y ya no podemos volver – Algunas lágrimas brotaron por las mejillas de Andrés –
Andrés: ¿Por qué? ¡Yo te prometo que si tú vuelves conmigo dejo la droga! ¡Dejo todo por ti! – Andrés trató de besarla, pero Nicole agachó la cabeza –
Nicole: No le puedo creer a una persona como tú, simplemente no puedo – Nicole voltea, Andrés la toma del brazo y se acerca a ella, ambos se miraban fijamente a la cara –
Andrés: ¡Te juro que te amo! – Rompe en llanto –, ¿Acaso no lo entiendes? ¡Te amo de verdad! No sabes lo mucho que he sufrido, mis padres nunca me quisieron por eso me dejaron aquí, y ellos se fueron, sólo me mandan un poco de dinero mensual y creen que con eso es suficiente, pero no, yo necesito amor y tú me puedes dar ese amor, mi amor…
Nicole: No llores Andrés, no llores por favor, no soporto verte llorar – Nicole abraza a Andrés –
Andrés: Ese abrazo, ese abrazo hace que mis fuerzas vuelvan a nacer – Andrés la mira a la cara, al parecer sus labios iban a entremezclarse nuevamente –
Aeropuerto:
Una persona bajaba del avión, era Marco, un antiguo amigo de Daniela, ambos fueron compañeros en la universidad y al parecer él siempre sintió algo más que amistad por ella…
Marco (pensamiento): Regresé por ti Daniela, sólo por ti, por nadie más, volví para conquistar tu amor, para conquistar ese amor que nunca tuve – Suspiró –
Empresa:
Pablo salía de la empresa, a las afueras se encontraba Alejandro, quien estaba esperando que este salga, ya que era el último que faltaba en salir de la empresa, excepto por Don Javier. Alejandro camina sigilosamente, como una víbora, silenciosa y peligrosa, llega a la oficina de Don Javier e ingresa.
Alejandro: ¿Cómo está Don Javier? – Se acerca a él y le da un abrazo –
Don Javier: Estoy mal, tú ya sabes todo lo que pasó, me encuentro verdaderamente destrozado – Suspiró –
Alejandro: Pues que le parece si nos tomamos un café – Saca una pequeña bolsa de café, era el café que mezcló con el veneno para ratas –, este café es exquisito…
Don Javier: ¿Y por qué mejor no tomamos un café de la empresa?
Alejandro: ¡No! No, es que este café es, es café peruano, no sabe lo rico que es, excelente, lo compré especialmente para usted – Don Javier sonrío –
Don Javier: Está bien, está bien, espera que yo los preparo – Intentó levantarse –
Alejandro: Por favor, no se preocupe, yo mismo los preparo – Alejandro sonríe con la malicia que lo caracteriza –
Don Javier: Gracias Alejandro, muchas gracias – Don Javier lo mira con gran aprecio –
Alejandro (Pensamiento): Con esto te vas a morir, ¡Al fin te voy a poder matar! – La maldad volvió en Alejandro, ni su propia hija pudo ablandar su corazón –
CONTINUARÁ…
Avances del próximo capítulo: La muerte de un personaje alborotará a todos y dará un nuevo comienzo a esta historia
SALIDA:
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Ay no, pobre de Don Javier, eso le pasa por creer más en Alejandro que en su propio hijo. Antonio, pobrecito, ahora sí que si su padre se muere él quedará destrozado, no solo por el hecho de perder a un ser tan querido sino porque están peleados y eso es lo peor que le puede pasar a una persona, estar distanciado de alguien y que ese alguien muera
Ojalá Daniela reaccione y no sea tan ilusa, si ya vio que no soporta a Angel, como no darse cuenta que una vez casada tendrá que entregarse a él a la fuerza, que en este mismo instante se vaya con Antonio y si no pues con ninguno de los dos, pero que no se case.
Andrés pobrecito, pero ya no le conviene para nada a Nicole, es mentira que dejará la droga si ella vuelve con él, está ya demasiado dañado.
Ojalá Daniela reaccione y no sea tan ilusa, si ya vio que no soporta a Angel, como no darse cuenta que una vez casada tendrá que entregarse a él a la fuerza, que en este mismo instante se vaya con Antonio y si no pues con ninguno de los dos, pero que no se case.
Andrés pobrecito, pero ya no le conviene para nada a Nicole, es mentira que dejará la droga si ella vuelve con él, está ya demasiado dañado.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Si, tienes razón Gloria, en el próximo capítulo habrá una gran catástrofe y es la que te imaginas... será un capítulo sumamente fuerte y doloroso.
Entrar al mundo de las drogas es fácil, lo encuentras por cualquier lado, pero salir... he ahí el problema.
Un abrazo.
Entrar al mundo de las drogas es fácil, lo encuentras por cualquier lado, pero salir... he ahí el problema.
Un abrazo.
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Sí por eso vale más no caer por curiosidad en la tentación, más vale quedarse con la duda de que se siente estar drogado, porque después tal vez no podamos salir
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Sobretodo para las personas que tienen tendencia a la adicción, esas personas no deberían ni siquiera probar para ver que se siente.
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Así es, es mejor divertirse sanamente
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
me encanta muchisimo la historia ,es muy interesante ,porfavorr contii lo mas pronto posibile,besos
Invitado- Invitado
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Yo ni siquiera fumo tabaco... No me han ofrecido nunca drogas, sólo tabaco y nunca acepté (me molesta ya sólo el humo...). Es cuestión de voluntad y de no hacer lo que hacen los demás digan lo que digan. La gente que cae en la droga y el vicio es porque tiene poca autoestima, es insegura y presa fácil para los que la venden y crearles el vicio.
Por cierto ya comenté el cap7, a ver si en una semana o dos me pongo al día.
Por cierto ya comenté el cap7, a ver si en una semana o dos me pongo al día.
Pspain- Admin
- Mensajes : 14699
Fecha de inscripción : 24/09/2010
Localización : España
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Es verdad todo es cuestión de voluntad, a mi tampoco me gusta el cigarro, me molesta el humo, mi papá fumaba una cajetilla diaria y cuando mi hijo, el primero estaba chiquito y él lo cargaba, le decíamos que lo dejaba todo oloroso a cigarrillo y entonces él por pura voluntad dejó de fumar así de un día para otro, lo cual demuestra que en verdad todo es cuestión de voluntad y también de la educación que le demos a nuestros hijos, siempre hay que estarles platicando de que no deben aceptar drogas, aquí en Sonora es muy fácil que los narcomenudistas se cuelen en las escuelas, más en las secundarias para pervertir a los adolescentes, a mi hijo le ha tocado que le ofrezcan, incluso los mismos compañeros de aula, pero gracias a Dios él ha sabido rechazarlas, es una lucha diaria la que tenemos que estar haciendo contra esta gente que quiere echar a perder a la gente sana.
Gloria- Mensajes : 11369
Fecha de inscripción : 18/07/2011
Localización : MEXICO
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
alexabianca escribió:me encanta muchisimo la historia ,es muy interesante ,porfavorr contii lo mas pronto posibile,besos
Gracias alexa, ya pondré pronto el próximo capítulo me alegra que te guste mi historia.
Bueno, Pedro, Gloria, yo últimamente fumo mucho, pero estoy intentando dejarlo, empezó socialmente y luego se volvió algo a diario...
Un abrazo.
Re: CAPÍTULO N° 12: LA MALDAD SE UNE Y EL AMOR SE DESUNE
Que gran capítulo Blades, que gran capítulo...
Me haz dejado muy intrigado con Marco, un amigo de la universidad de Daniela que sintió mas que amistad por ella Dios, la pobre Daniela si que tiene pretendientes: Antonio, Alejandro, Angel y ahora Marco... En verdad que me sorprende ajajajajajaja Oh, este Alejandro ya le fue a preparar el café a Don Javier, que hombre tan malo y pobre Javier, pronto morirá, ah... Que gran tristeza, ahora Alejandro se sentirá culpable por que fue muy duro con él, se irá de la casa Pero así es la vida... Este Andrés veo lo enviciado que está que hasta amenazó a Saúl para que le de mas droaga, oh, Andrés fue a la casa e Nicole y creo que la convenció, ¿será que vuelven? ¡Vamos a ver que pasa! Este Don Martín ya piensa matar a Jacinto Dipolea y me sorprendió con lo que decía de que en su maleta tenía ropa de mujer ¿de quién será esa ropa? ¿de su antigua esposa con la que tuvo a Daniela y a Nicole? ¿¡Quién sabe!? Angel es muy atrevido, entró al cuarto de Daneila y la acosó Pero menos mal que se sintió humillado y por cierto, Antonio entró a la casa de Daniela y vio a Angel y Daniela besándose Pobre...
El avance del siguiente capítulo me dejó muy intrigado, seguro quien muere es Don Javier Pronto me leeré este capítulo, pronto me pondré a la corriente con esta historia Saludos
Me haz dejado muy intrigado con Marco, un amigo de la universidad de Daniela que sintió mas que amistad por ella Dios, la pobre Daniela si que tiene pretendientes: Antonio, Alejandro, Angel y ahora Marco... En verdad que me sorprende ajajajajajaja Oh, este Alejandro ya le fue a preparar el café a Don Javier, que hombre tan malo y pobre Javier, pronto morirá, ah... Que gran tristeza, ahora Alejandro se sentirá culpable por que fue muy duro con él, se irá de la casa Pero así es la vida... Este Andrés veo lo enviciado que está que hasta amenazó a Saúl para que le de mas droaga, oh, Andrés fue a la casa e Nicole y creo que la convenció, ¿será que vuelven? ¡Vamos a ver que pasa! Este Don Martín ya piensa matar a Jacinto Dipolea y me sorprendió con lo que decía de que en su maleta tenía ropa de mujer ¿de quién será esa ropa? ¿de su antigua esposa con la que tuvo a Daniela y a Nicole? ¿¡Quién sabe!? Angel es muy atrevido, entró al cuarto de Daneila y la acosó Pero menos mal que se sintió humillado y por cierto, Antonio entró a la casa de Daniela y vio a Angel y Daniela besándose Pobre...
El avance del siguiente capítulo me dejó muy intrigado, seguro quien muere es Don Javier Pronto me leeré este capítulo, pronto me pondré a la corriente con esta historia Saludos
Danni- Mensajes : 5092
Fecha de inscripción : 26/04/2012
Localización : Colombia
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