AM Capitulo 17 "Padre Herido" [[ULTIMAS SEMANAS]]

Leopoldo dio un largo suspiro y se encogió de hombros, Marcia se separó de él y lo vio directo a los ojos.



-Marcia: No lo vas a hacer ¿verdad?

-Leopoldo: ¡No! Te has vuelto loca, si la mato ahora, obvio sabrán que soy yo, así que no nos conviene, mi amor, date cuenta lo mejor es que sea apenas se recupere.

-Marcia: ¿para qué? Para que pueda reaccionar y diga que yo fui quien la empujo.

-Leopoldo: No, tranquila, yo la puedo convencer de que no diga absolutamente nada, es más, quédate tranquila, yo estoy seguro de que no va a vivir, y no hay necesidad de matarla… ahora que entre me daré cuenta.

-Marcia: ¿Y en caso que este mejor? (curiosa)

-Leopoldo: En caso de que este mejor que la verdad lo dudo mucho, pues entonces ya veremos, y esperaremos el momento adecuado.

-Marcia: Bueno tú sabrás, pero de una vez te digo, si no se muere y habla, ya te dije eh, yo diré que fuiste mi cómplice y seguro te pudres por muchos años más.

-Leopoldo: No me amenaces Marcia, en caso que tú digas eso, Susana puede desmentirlo.

-Marcia: Pues sí, pero aún queda lo de Lucia Cornielle, y de todos modos puedo inventar algunas otras cosas.

-Leopoldo: Bueno ¡Basta! No vamos a pelear por esas cosas, lo mejor es que pase y vea como esta de salud, y ya después veremos.

Marcia hizo gesto de disgusto y se dio media vuelta, Leopoldo dio un respingo y se dirigió hacia el Doctor para que pudiera llevarlo hasta donde estaba Susana.

Patricia seguía con una expresión muy confundida y al mismo tiempo la alegría desbordaba por dentro de su ser. Marcelo estaba ansioso de escuchar una respuesta.



-Patricia: Eh, Marcelo no se a qué te refieres.

-Marcelo: ¿Cómo de que no? Si yo te vi, cuando llegue con Marcia, tú estabas acostada casi casi en el regazo de Leopoldo, ¿Por qué?

-Patricia: Bueno estaba cansada, y él se ofreció para que estuviera más cómoda.

-Marcelo: ¡Vaya! Había demasiado sofá, hasta para acostarte, seguro la idea te encanto.

-Patricia: Bueno solo era un momento.

-Marcelo: Pero no entiendo, se supone que tu…

-Patricia: Ah, crees que porque tú me gustas, no puedo conocer a más hombres, pues estas equivocado, digo porque por si no te has dado cuenta tienes mujer y yo soy muy libre de hacer lo que quiera, con quien quiera.

-Marcelo: Pero Patricia, por favor, tú no puedes estar con Leopoldo, además se supone eres una mujer decente.

-Patricia: ¿Se supone? ¿Pero qué te pasa? Ah (sonrió) Estas celoso…

-Marcelo: (Se carcajea) ¿Celoso yo?

-Patricia: Pues eso parece.

-Marcelo: No, no, para nada, ¿Cómo crees? Solo se me hace un poco indebido que hagas esas escenas en un hospital.

-Patricia: Hay Marcelo, Por Dios, que cosas indebidas, recostarme en el pecho de un hombre, no es nada indebido.

-Marcelo: Como sea, no quiero que lo vuelvas a hacer, ni con Leopoldo ni con nadie.

-Patricia: (Sorprendida y enojada) Pues lo siento, te repito soy libre de hacer lo que quieras, y si quieres mandar a alguien, ahí tienes a tu mujer, que buena falta le hace que le pongas algo de autoridad. Compermiso.

Patricia sigue bajando las escaleras, y deja a Marcelo sorprendido por su reacción, después se ve la sonrisa de Paty que termino de bajar las escaleras, Marcelo la siguió después de sopesar el asombro.

Leopoldo paso a la sala donde se encontraba Susana, y ahí la miro conectada a muchos cables, con el collarín, y las dos piernas con férulas, con algunos raspones en su rostro y parte de su brazo derecho estaba cubierto de un vendaje que dejaba ver sangre debajo. Leopoldo se agacho hasta quedar a la altura de Susana.



-Leopoldo: (Con lágrimas en los ojos) Mi amor, cuanto lo siento mi amor… (Acariciando su cabello) yo debí impedir que esa mujer te hiciera esto, perdóname, perdóname, pero sabes, vas a salir de esta y te prometo que juntos vamos a vencer a ese alacrán. Pero tienes que aguantar, resiste, tú eres muy fuerte, hazlo por tu hijo, por Dieguito y por mí, acuérdate de los planes que teníamos juntos, formar una familia, amarnos y dejar todo atrás.

Leopoldo tomo la mano de Susana y empezó a besarla, mientras lloraba con intensidad.

A LA MAÑANA SIGUIENTE.
CASA DE MARCELO

Dylan bajo las escaleras, y ahí se encontraba Marcia y Marcelo desayunando, se sentó a la mesa y empezó a platicar con ellos.



-Dylan: No los vi llegar anoche, ¿llegaron muy tarde?

-Marcelo: Algo, no te quisimos despertar.

-Marcia: Si, además no tenía caso.

-Dylan: Bueno y ¿Cómo sigue tu empleada papa?

-Marcelo: Pues aún no se sabe nada de su estado, no ha reaccionado y el Doctor dice que solo Dios sabe cuándo reaccionara, puede tardar días, semanas o años.

-Dylan: Debe ser horrible, y sobre todo de la manera en que le paso.
Marcia se encogió de hombros.

-Marcia: Dylan, tu hermanita se va hoy (cambiando de tema)

-Dylan: (Sorprendido) ¿A dónde? Hoy es sábado, no tiene escuela.

-Marcia: No, pero hoy mismo la llevaremos a su nueva casa.

-Dylan: ¿Qué? ¿Nueva casa? No entiendo nada, a que se refieren,

-Marcelo: Tu hermanita se ira a un internado de niñas, es como una escuela, donde además de educarla, le enseñaran a comportarse.

-Dylan: ¿Pero que dicen? Si Lyly es súper bien portada, han perdido la cabeza, mi hermanita no se puede ir sola.

-Marcia. A ver no es algo que te estemos preguntando, ya lo decidimos, no vamos a cambiar de opinión, Lyly ha estado muy cambiada y es mejor que enderece el camino de una vez.

-Dylan: Pues no (se levanta de la mesa) no se la pueden llevar.

-Marcelo: A ver Dylan, hijo, tranquilo, no se va por mucho tiempo, solo serán unos años.

-Dylan: ¿Unos años? Bueno que no quieren a su hija, ¿Qué no les afecta? Es su hija.

-Marcia: Bueno esta discusión se acabó. Tu hermanita se va, y si quieres despedirte de ella, hazlo sino pues no.

Dylan derramo una lagrima y corrió escaleras arriba, abrió la recamara de Lyly, y Casilda la empleada estaba terminando las maletas con lágrimas en los ojos, cuando miro hacia un lado, en un rincón estaba la niña llorando desconsoladamente.



-Lyly: Dylan, no dejes que me lleven, no me quiero ir de aquí, ayúdame.

-Dylan: Claro que si pulguita, no te van a llevar a ninguna parte.

-Lyly: pero ya hasta hicieron mis maletas, yo no me quiero ir Dylan.

-Dylan: No no llores, escúchame bien (lloraba con ella) no te van a separar de mi lado, vamos a pedir ayuda.

-Lyly: Pero ¿a quién?

-Dylan: Al tío Octavio, el estará de nuestro lado, vamos a llamarlo.

Dylan saco su celular de su bolsillo y busco entre sus contactos el de su tío Octavio, oprimió la tecla verde y esperaba ansioso que responda, en la catedral el Padre Octavio se encontraba leyendo su periódico cuando sonó el celular, se apresuró a contestar.



-Octavio: Hijo, ¿Qué paso?

-Dylan: Tío (llorando) tío tiene que ayudarme.

-Octavio: (Se puso de pie) ¿Qué pasa? (Preocupado) dime que tienes

-Dylan: Tienes que ayudarnos, mis papas se quieren llevar a Lyly, se la quieren llevar tío.

-Octavio: Pero ¿A dónde? No entiendo.

-Dylan: Ni yo, solo sé que mi mama quiere internarla en un colegio de niñas, quiere que se la lleven a vivir ahí.

-Octavio: ¿Qué? Se ha vuelto loca, en este momento salgo para ahí.

-Dylan: Gracias tío, aquí te espero.

Octavio colgó el celular y salió rápidamente de la catedral pensando –Esta fue la gota que derramo el vaso Marcia, se acabó tu juego-.

Leopoldo y Patricia se encontraban en el Hospital ahí habían dormido y estaban en la cafetería tomando su desayuno.



-Patricia: Si quieres anda a tu casa, yo me quedo un rato más y cuando regreses me voy para darme un baño, no quiero que se quede sola, si viene Marcia esa mujer es capaz de cualquier cosa.

-Leopoldo: Lo sé, pero si quieres anda tú, yo me quedo, no me voy a mover de aquí, hasta que ella haya reaccionado.

-Patricia: Pues ya viste que dice el medico eso se puede demorar mucho (suspira) así que no seas necio, anda descansa un poco, date un baño, y luego regresas.

-Leopoldo: Esta bien te hare caso, pero nada de descansar, solo me daré un baño rapidísimo, y estaré aquí.

-Patricia. Está bien Leo, y perdona por desconfiar antes, la verdad es que me alegra que estés aquí con Susana.

-Leopoldo: No te preocupes, tenías razones suficientes, pero bueno me voy, que si no se me hará mas tarde y el que mucho se despide poco se va. (Ríe)

Leopoldo le da un beso a Patricia, y esta se despidió de la misma manera.

Marcia fue por Lyly a su recamara.



-Marcia: Hija es hora de que nos vayamos.

-Dylan: No, ella no se va, mama ¿perdiste la razón?

-Marcia: Dylan, no te metas, es por su bien.

-Dylan: No mama, esto no es nada por su bien, ella es una niña buena, espera un momento, mi tío viene para acá, a hablar contigo.

Marcia abrió los ojos como dos platos redondos.

-Marcia: ¿Qué hiciste qué? Nada te da derecho, Lyly se va y ya te dije.

Marcia escucho el carro de su hermano llegar y rápidamente salió de la habitación, Dylan quiso hacer lo mismo pero su madre le dijo que no. Marcia se dirigió a su recamara y llego hasta su armario donde abrió una caja fuerte y saco un arma plateada de calibre 44, introdujo una bala en el, y salió de la habitación, bajo las escaleras rápidamente, cuando escucho el timbre de la casa, abrió y ahí estaba su hermano.



-Marcia: ¿Qué quieres?

-Octavio: Vengo hablar con Marcelo ¿Dónde está?

-Marcia: Se está duchando, además ¿para qué quieres hablar con él?

-Octavio: te dije que si hacías otra cosa, en contra de la niña, iba a decir toda la verdad, que te has vuelto loca, no pues mandarla a un reformatorio, tiene siete años Marcia.

-Marcia: Lo que haga con mis hijos, no te debe importar.

-Octavio: Claro que me importa, son mi familia, ahora déjame pasar.

-Marcia: No, no te voy a dejar pasar.

-Octavio: pues si no lo haces, desde aquí puedo gritar todo, quieres que lo haga que desde aquí se entere Marcelo de toda la verdad, que tu hijo sepa quién es su familia verdadera.

Dylan desde la ventana de la recamara de Lyly veía todo, pero no podía escuchar lo que hablaban.

-Marcia: ¡Vete! Lo de Lyly ya está decidido, no tienes nada que hacer.

-Octavio: Bueno después de que Marcelo sepa la verdad, veremos si no cambia de opinión en lo de Lyly, déjame pasar.

-Marcia: ¡Que no! (grito y saco el arma detrás de ella, apuntando a su hermano)

-Octavio: Marcia soy tu hermano, ¡estás loca! Deja de hacer daño, baja esa arma, nada me impedirá decir toda la verdad hoy.

-Marcia: Claro que sí.

Marcia jalo el gatillo y la bala entro directamente al abdomen de su hermano que cayó en cuestión de segundos.


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Pinche Marcia es capaz de todo ya lo viste xD
Ya casi el desenlace (:

El capítulo 18 y 19 son definitivos en la historia!

¿¡ Qué?! Pero Marcia ahora si que se volvió completamente loca, como se atrevió a dispararle a su propio hermano, ahora sí que está perdida, no podrá explicar eso más que con la verdad.

Pobre Liy pero lo bueno es que con todo eso pues de seguro ya no la internan

Marcelo sí está interesado en Patricia aunque ni él mismo se ha dado cuenta.

Gracias por leer Gloria

Marcia esta lejos de ser una persona es peor que un animal rabioso :/ ya casi llegas al clímax y a la culminación.

Saludos

ya casi casi termino

Si gracias por leerlo muchas gracias