Capitulo 31: No le temas al amor... Leonela

capitulo 31



Doña caridad esta delicada, el médico recomienda paz y tranquilidad.

Por su parte, en la cárcel, Luis Pablo [Jorge Luis Vásquez] está inquieto…

LUIS PABLO: ¡¡¡Soy inocente!!! ¡¡¡Soy inocente!!! ¡¡¡No debo estar aquí!!!
REO: ¡¡¡Ya, ya!!! ¡¡Eso mismo decimos todos!!! ¡¡¡Acepte que este será el último lugar donde debería estar!!!

En ese momento, el reo lo empuja y Luis Pablo se violenta. Comienza una pelea. Pero, en ese momento, se aparece el “Medusita” [Fernando Allende]…

MEDUSITA: ¡¡¡Por favor, no peleen!!! ¡¡¡No peleen!!!

Pero los custodios los detiene. A Luis pablo lo llevan a la celda de castigo. Ahí, llora por su destino.

LUIS PABLO: ¡¡¡Snif!!! ¡¡¡Les juro que algún día yo saldré de aquí y me vengaré!!! ¡¡¡Porque todo este amor que alguna vez sentí por Leonela… ahora lo único que siento es odio… ¡¡¡Odio por ti, Leonela!!!

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Por su parte, Leonela [Jimena Navarrete] se dirige con Pamela, a la Mansión Ferrari para hablar con su familia…

ANDRES: ¿Qué pasó, hijita?
LEONELA: ¡¡¡Familia, les tengo una buena noticia!!! ¡¡¡Al fin, el martirio terminó, y finalmente, ese hombre va a pagar todo el daño que ha cometido!!! ¡¡¡Le dieron 15 años de prisión al condenado, que considero poco, pero, al menos, no molestará en mucho tiempo!!!
CENIEL: ¡¡¡Qué buena noticia!!! ¡¡¡Al fin, se ha hecho justicia!!!
ADELA: Pienso en lo mal que debe sentirse la madre de ese hombre…
ANDRES: ¡¡¡Ya, ya, Adela, no vengas con sentimentalismos que eso no es asunto tuyo!!!

Leonela se toca su vientre.

LEONELA: Ahora solo falta el nacimiento de este… ejem… bebé…
ADELA: Espero puedas retractarte, hija…
LEONELA: ¡¡¡Ya, mamá!!! ¡¡¡No empecemos, otra vez!!! ¿Si?

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Días después…

Maricaro [Rebecca Schaeffer] se dirige al Penal de Allende para visitar a Luis Pablo. En el Penal de Allende, los custodios suspiran al ver ingresar a esa hermosa muchacha que los vuelve locos con sus rizos tentadores…

CUSTODIO: ¡¡¡Vaya, al fin se mejoró el día!!! ¿En qué te puedo ofrecer, hermosa muchacha?
MARICARO: Vengo a ver a Luis Pablo Guerra…
CUSTODIO: ¡¡¡Uy, vaya que buenos gustos tiene ese hombre!!! ¡¡¡Si, por favor, tome asiento, lindura, mientras buscamos al preso Guerra para venga a visitarla!!!

Maricaro toma asiento, cruzando sensualmente las piernas. Los custodios la miran de reojo.

En ese momento, se aparece Luis Pablo, con el aspecto desaliñado…

MARICARO: ¡¡¡Luis Pablo, como estás!!!
LUIS PABLO: Hola, Maricaro, gracias por venir a visitarme… ¿Cómo están todos por allá?

Ella sonríe. Luis Pablo se tranquiliza.

MARICARO: Todos estamos bien.
LUIS PABLO: ¿Y mamá? Estoy preocupado por ella…
MARICARO: Caridad está mejor… el médico le ha recomendado que tenga paz y tranquilidad… gracias por preguntar por ella…
LUIS PABLO: Me preocupa mi hijo… el que espera Leonela… por favor, Maricaro, ¿Me puedes hacer un favor?
MARICARO: Si, claro, cuñado.
LUIS PABLO: Por avor, ayúdame a intervenir con Leonela y mi hijo…
MARICARO: No te preocupes, Luis Pablo. Lo haré.

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En una cafetería, Genaro [Gabriel Soto] se encuentra con Pamela [Carmen Ríos]…

GENARO: Yo te conozco… tú eres la amiga de Leonela, ¿No es así?
PAMELA: Así es. Y tú, eres el abogado defensor de ese hombre, ¿Verdad?
GENARO: Soy su abogado y su mejor amigo.
PAMELA: Así veo…
GENARO: ¿Supongo que ya sabes que condenaron a mi amigo por 15 años? Todo por culpa de tu “amiguita”…
PAMELA: ¡¡¡Mi “amiguita”, como tú le dices, estaba cumpliendo con su trabajo!!!
GENARO: Pues, si… pero, antetodo, está la verdad… y mi amigo es inocente… ¡¡¡No mató a ese hombre!!!

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Por su parte, en la mansión Ferrari, Adela [Michelle Pfeiffer] espera impaciente…

LEONELA: ¿Qué pasa, mamá?
ADELA: Estoy esperando por una empleada…
LEONELA: ¿Una empleada?
ADELA: Así es… es necesario que tengas una empleada para que se haga cargo de ti en la etapa final de tu embarazo…
LEONELA: ¿Y has encontrado alguna candidata?
ADELA: Pues, se han presentado algunas candidatas por el anuncio del periódico pero, la verdad, ninguna me convence… las noto tan… no sé como decirlo…
LEONELA: Igual, como no voy a tener este bebé...
ADELA: ¡¡¡Por favor, hija!!! ¡¡¡Está bien que no quieras criar al bebé, pero, al menos, si piensas darlo en adopción, pues, que nazca sano y fuerte!!!
LEONELA: Tienes razón… disculpa.

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Por su parte, en la casa de los Guerra…

Caridad [Ana Martin| abraza a su hijito Orlando…

CARIDAD: Ay, Orlandito, mi hijito, la vida es a veces muy injusta y por eso, debes ser siempre un hombrecito de bien, ¿Me lo prometes?

Orlandito no entiende mucho.

ORLANDITO: Si, mamá. Pero, no te pongas más… por favor.

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Maricaro llega a la mansión…

MARICARO: Buenas tardes…
SIRVIENTA: Ah, usted es la señorita que viene por el anuncio en el periódico… pase, pase, mientras la recibe la señora Adela.

En ese momento, Maricaro toma asiento en el sofá, cruzando sensualmente las piernas. La hermosa muchacha se queda maravillada al contemplar los lujos de la mansión…

MARICARO: ¡¡¡Vaya, cuánto lujo se maneja esta gente!!!

En ese momento, se aparece la bellísima Adela…

ADELA: Buenas tardes, ¿Es usted la muchacha que viene por el anuncio del periódico?
MARICARO: Pues, si… si… claro… vengo por el puesto…
ADELA: Muy bien, comenzaremos la entrevista…

Comienza la entrevista a Maricaro.

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Maricaro llega a la casa y le comenta al abuelo y Ernesto…

MARICARO: ¡¡¡Ernesto!!! ¡¡¡Abuelo!!! ¡¡¡Ya llegué!!!
ERNESTO: ¿Dónde estabas, mi amor?
MARICARO: Les cuento que estuve en la casa donde vive esa muchacha, la tal Leonela…
ERNESTO: ¿Estuviste en la boca del lobo?
MARICARO: ¡¡¡Así es, pero, como no me conocen, entonces, no pasó nada!!!
ABUELO: ¿Y qué pasó, Maricaro?
MARICARO: Les cuento que me han contratado para ser la ayudante de Leonela…
ABUELO: ¿Su ayudante?
MARICARO: Así es, abuelo…
ERNESTO: Pero, ¿No es peligroso, mi amor?
MARICARO: ¡¡¡Para nada!!! ¡¡¡Como no me conocen, pues, es una buena ocasión para saber lo que hará esa mujer, Leonela, si regala a su hijo!!!

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Por su parte, en el penal de Allende, el “Medusita” trata de seducir a Luis Pablo…

MEDUSITA: Hola, “niño bello”, ¿Por qué tan triste? No tengas miedo que aquí estoy para ayudarte…

Entonces, el “Medusita” junta sus labios y lo besa… pero… ¡¡¡¡PUAFFF!!! El taxista le responde con un golpe.